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La familia y el capital esclavizan juntos a la madre trabajadora
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per Nadie |
17 feb 2006
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En el seno de la sociedad burguesa, la familia y el capital se coordinan para esclavizar a las madres trabajadoras por partida doble. |
La familia, esa lacra burguesa, acecha a las madres trabajadoras tras su jornada de explotación laboral. Los variados parásitos que componen la familia burguesa, llamados hijos (no niños sino superparásitos adolescentes y hasta adultos con la regla o con toda la barba) y maridos, permanecen agazapados en el llamado "hogar" a la espera de lanzarse como hienas sobre el tiempo de descanso de la infortunada esclava: lavar, planchar, tender y guardar la ropa (la de calle, la del trabajo, la del gimnasio, la de ir al fútbol, la de jugar a baloncesto, la de ballet, la de esquiar, la de ir de copas, etc, etc), limpiar el baño, barrer, sacar el polvo, aspirar las alfombras, fregar el suelo, recoger lo que el grupo de parásitos ha dejado tirado por el suelo a lo largo de la jornada, luego cocinar, que si pechuguitas en salsa de arándanos para el gran parásito, que si patatas fritas con hamburguesas caseras para los inútiles retoños que gastan Evax y Gillette G2, fregar los platos y los vasos y finalmente si hay suerte, seguir planchando y dejar al grupo de verdugos preparada toda la ropa que se pondrán al día siguiente, escuchar atentamente sus comentarios estúpidos sobre si ha ganado o no su equipo o sobre si la niña ha podido grabar en su móvil el último hit parade.
Mañana toca lo mismo e ir a complar plátanos y todo lo demás, pues el grupo de parásitos que llaman familia opone grandes resistencia a ocuparse de comprar ni una simple manzana en el super de la esquina.
A todo esto el grupo de parásitos llamados por la infame calaña burguesa "familia" se ha dedicado durante todo ese tiempo de teórico "descanso" para la insigne madre trabajadora a ver Gran Hermano, los deportes, bajar al bar, fumarse un cigarro, jugar con el ordenador, hablar idioteces por el móvil, tal vez ir al baño (eso sí, pidiendo a gritos un nuevo rollo de papel), ir al gimnasio, al cibercafé a chatear con otros tan indeseables como ellos y otras actividades recreativas de este jaez.
A todo esta infamante explotación del descanso de una persona que llaman "madre" lo llama el capital "ser buena madre" y una "buena esposa", y no repara en medios de todo tipo para intentar que ese que llaman "instinto" sea aceptado pacíficamente por las madres trabajadoras.
A lo sumo, se les ofrece lo que llaman una "conciliación de la vida familiar y laboral" que consiste en reducción de sueldo y terminar un poco antes para que los parásitos (que llaman familia) puedan beneficiarse más ampliamente de su programa de explotación de la "buena madre".
A los maridos, jefes de explotación del grupo, el capital también les ofrece últimamente un "permiso de paternidad" para que durante 10 días descansen del esfuerzo de "haber echado un polvo" nueve meses antes y de haber tenido, tal vez, que someterse a la extraordinaria proeza de fregar una cuchara y afrontar la terrible prueba de vérselas con un pañal manchadito de caquita.
Pues a toda este abuso contra las madres trabajadoras, amig@s, el capital le llama familia ejemplar y magnífica.
Nunca estuvo tan claro que para acabar con el capitalismo, hay que empezar por acabar con la familia, que es la primera escuela de esclavitud, dominación y apropiación en la que se forjan esclavos, esclavizadores y toda clase de parásitos chupasangre. |
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