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Notícies :: xarxa i llibertat |
La masonerÃa sociedad de librepensamiento y democracia
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per Vicente Correu-e: vicenroble@yahoo.es (no verificat!) |
05 feb 2006
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En las páginas masónicas de las Logias y Obediencias regulares y serias en Internet, las personas interesadas pueden encontrar información de primera mano sobre la realidad de lo que es y pretende la auténtica masonería. |
Sólo de esta manera pueden comprenderse los motivos por qué la masonería ha sido y sigue siendo tan odiada y difamada por los ignorantes, los fanáticos y los ambiciosos. También por qué siempre ha sido perseguida por los dictadores y los fascistas.
La red está llena de locuras, difamaciones, textos irresponsables, falsos y despreciables sobre esta honorable institución, la que mejores hombres ha dado a la humanidad, la que más ha trabajado por la emancipación de los hombres y de los pueblos, y por la libertad absoluta de conciencia.
Visita las páginas de las Logias adogmáticas siguientes:
www.masoneria.es
www.godf-canarias.es
www.godf.org
www.godf.es
"No hay peor ciego que el que no quiere ver"
Salud y libertad para todos.
Nota*.- Es probable que insultos de todo tipo sigan a este mensaje, como suele ser habitual, con contenidos de lo más descabellados sobre asesinatos, sectas satánticas, etc.
Estimado lector, lo sentimos, no podemos hacer realmente nada para parar el odio que corroe algunas mentes y algunos corazones, salvo seguir trabajando por la libertad, la igualdad y la fraternidad humanas, como durante siglos hicieron nuestros antepasados.
Salud |
Mira també:
http://www.godf-canarias.org http://www.masoneria.es |
This work is in the public domain |
Comentaris
Masoneria: Origen de toda maldad humana
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per masones colgados |
06 feb 2006
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LA LOGIA B’NAI B’RITH
Como ya se apuntara al comienzo de este capítulo, la loga B'nai B'rith es una organización paralela a la masonería regular cuya afiliación está exclusivamente reservada a los ciudadanos de origen judío.
Esta entidad, fundada en 1843, tiene su sede central en Washington (1640 Rhode Island Avenue, NW), justo al lado de la Casa Blanca, proximidad que no es solamente física. Actualmente cuenta con algo más de 600.000 afiliados distribuídos por 47 países del globo, y en su cúspide se aglutina lo más selecto de la oligarquía judía mundial.
Al igual que la masonería regular, la B'naï B'rith se presenta como una organización filosófica y filantrópica dedicada a la consecución de los consabidos enunciados humanistas, y también al igual que la primera su labor fundamental se desarrolla en el campo de la influencia política y social. El hecho de que esta logia haya sido desde su creación el más eficiente puntal del movimiento sionista constituye una buena muestra de esa actividad.
La B'nai B'rith International cuenta con varias sociedades filiales, así como con una pléyade de organizaciones afines que se mueven en su órbita. Entre las primeras figuran las sociedades The Career and Counseling Services, The Klutznick Museum, responsable del mantenimiento de los archivos de la logia, The Hillels Foundations, dirigida a los medios estudiantiles, The B'naï B'rith Youth Organization, enfocada al campo cultural, The B'naï B'rith Women, que agrupa a las mujeres afiliadas a la Orden, y The Anti-Defamation League Jewish o Liga Antidifamatoria Judía, cuyo cometido oficial es la lucha contra el antisemitismo, aunque el real sea la lucha contra el antisionismo, lo que es algo muy distinto, como no pocos sionistas antisemitas deben saber muy bien. Y esto último no ha sido escrito a la ligera, sino con pleno conocimiento de una realidad sobradamente avalada por los hechos. Aparte de la marginación social de la discriminación racial que padecen los judíos sefarditas de Israel, existen multitud de a Orden específica dentro de la masonería regular. Algo parecido podría afirmarse en lo concerniente a los diversos organismos plutocrático-oligárquicos descritos a lo largo de estas páginas, y en el seno de los cuales los jerarcas de la B'naï B'rith forman un grupo particular.
De tal modo que la influencia de la oligarquía judía en la vida pública no se articula exclusivamente a través de las estructuras específicas de dicha logia, sino también por medio de otros organismos que, como el CFR, cuentan entre sus filas con numerosos miembros adscritos a la misma. Son las pequeñas ventajas que proporciona el hecho de estar en varios sitios a la vez. La logia B'naï B'rith constituye el núcleo central de una vasta red de sociedades afines que se mueven en su órbita y que confluyen en ella. Entre las más relevantes figuran el American Jewish Committee, el American Jewish Congress y la Conference of Presidents of Mayor American Jewish, que agrupa, a su vez, a unas cuarenta asociaciones judío-americanas. Mención aparte merecen el World Jewish Congress y el American Israel Public Affairs Committee, sin duda las más poderosos e influyentes sociedades de toda esa red. El World Jewish Congress, o Congreso Judío Mundial, tiene su sede central en Nueva York, y cuenta con delegaciones en setenta países del mundo. Solamente en Estados Unidos su red organizativa aglutina a treinta y dos organizaciones anexas y publica siete diarios. Esta poderosa entidad está presidida en el presente por Edgar Bronfman, magnate del sector vitivinícola y de la industria cinematográfica. El trust Bronfman posee el 15% de la Time Warner y es accionista mayoritario de la MCA-Universal, la más importante productora cinematográfica y televisiva estadounidense del momento. Por otro lado, el consejero especial de Edgar Bronfman en la MCA es Michel Ovitz, miembro también del Congreso Judío Mundial y director de la Creative Artist Agency, primera agencia de contratación artística de Hollywood.
En cuanto al American Israel Public Affairs Committee, se trata de uno de los grupos de presión más poderosos y discretos de los Estados Unidos. Así lo reflejaba sin ambages en su número 407 (junio 1991) la revista L'Arche, órgano oficial del Frente Nacional Judío Unificado: "El American Israel Public Affairs Committee es un lobby extraordinariamente potente, literalmente capaz de destruir la carrera pública de cualquier político anti-israelí". Conviene decir que este tipo de lenguaje directo y explícito sobre el tema tabú que ahora nos ocupa es prácticamente privativo de las publicaciones judías. Estos son, a grandes rasgos, los más descollantes engranajes de una poderosa maquinaria cuya presencia en las altas esferas políticas estadounidenses veremos a continuación. Y una vez más, ante la imposibilidad material de efectuar un recorrido exhaustivo en el tiempo, lo más apropiado será ceñirse al momento presente.
Centrándonos, pues, en la actual Admistración Clinton, he aquí un breve resumen de dicha presencia. De los doce integrantes del Consejo Nacional de Seguridad, organismo sobre cuya importancia no será preciso extenderse, seis proceden de la oligarquía judía estadounidense: Samuel Berger, vicepresidente del Consejo, Martín Indik, responsable del área de Oriente Medio, Don Steinberg, director del área africana, Richard Feinbert, al frente del departamento de Hispanoamérica, Stanley Ross, jefe del departamento de Asia, y Dan Schifte, director del departamento de Europa Occidental.
En los servicios de asistencia y asesoramiento a la Presidencia del gobierno figuran Abner Mikve, en calidad de Attorney (Fiscal) General, Ricky Seidman, como responsable de la agenda presidencial, Phil Leida, jefe adjunto del Estado Mayor, Robert Rubin, consejero de Economía, y David Heiser, director del servicio de Prensa. En el Departamento de Estado la lista es numerosísima, pudiendo subrayarse los nombres de Peter Tarnoff, subsecretario de Estado, Lawrence Summers, Mans Kurtzer, Dennis Ross, Jehuda Mirski y Tom Miller.
Otros altos cargos dignos de mención son Rehm Emmanuel, consejero personal y eminencia gris de Clinton, Miky Kantor, ministro de Comercio, Robert Reich, ministro de Trabajo, Cotie Stuart Eizenstat, embajador ante la CEE, Louis French, director del FBI, Madeleine Albright, embajadora en la ONU, y Laura Tyson, al frente del Consejo Económico. A la vista de esta realidad, y en su calidad de buen conocedor de los entresijos de la política estadounidense, éstos eran los comentarios vertidos sobre el particular por un destacado analista político en cierto medio informativo:
"Hace algunas semanas, el rabino de la sinagoga Adath Yisraël, de Washington, pronunciaba un sermón en el Centro Cultural y Político judío en el curso del cual celebró el hecho de que los judíos norteamericanos tomen parte en las decisiones políticas a todos los niveles de la Administración Clinton, señalando textualmente que los Estados Unidos no son un Gobierno de goim (no-judíos), sino una Administración donde los judíos participan enteramente en las decisiones políticas a todos los niveles".
Tras pasar revista al panorama político estadounidense y subrayar explícitamente la influencia en el mismo del lobby judío, el citado analista añadía: "La influencia sionista no sólo se manifiesta en el ámbito político. También es considerable en los medios de comunicación, donde un gran número de responsables de programas televisivos, así como la mayor parte de los redactores jefes, corresponsales y comentaristas son judíos... La misma preeminencia se encuentra en las instituciones universitarias, en los centros de investigación, en los servicios de seguridad, en la industria cinematográfica y en los medios artísticos y literarios".
Naturalmente, todos estos comentarios no pueden ser más que infundios malintencionados de algún elemento fascistoide y antijudaico, como diría cualquier "bien-pensante" de pesebre al uso. En efecto, el autor de los mismos fue el analista hebreo Bar Yosef, colaborador del rotativo israelí Maariv, en cuyo número del 2-9-1994 apareció su artículo. |
La Masoneria:un cancer maligno a erradicar
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per Lux Divina |
06 feb 2006
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EL PODER OCULTO DE LA MASONERÃ?A
CapÃtulo primero
LA MASONERÃ?A: ENEMIGA DE LA IGLESIA
En vista de que el tema de este Segundo Libro ha sido tratado con tal maestrÃa y profundidad por personalidades eminentes y copiosamente documentadas, como Su Santidad el Papa León XIII, el EminentÃsimo Cardenal José MarÃa Caro R., Arzobispo de Santiago de Chile, por Mons. León Meurin, S.J., Arzobispo Obispo de Port-Louis y otros varios eruditos escritores eclesiásticos y seglares, nos limitaremos a transcribir literalmente tan autorizadas opiniones para no desvirtuar en lo más mÃnimo su gran autoridad.
Su Santidad León XIII, en su EncÃclica “Humanum Genusâ€?, dice literalmente:
“Los Romanos PontÃfices, Nuestros Antecesores, velando solÃcitos por la salvación del pueblo cristiano, conocieron bien pronto quién era y qué querÃa este capital enemigo apenas asomaba entre las tinieblas de su oculta conjuración, y cómo, declarando su santo y seña, amonestaron con previsión a PrÃncipes y pueblos que no se dejaran coger en las malas artes y asechanzas preparadas para engañarlos. Diose el primer aviso del peligro el año 1738 por el Papa Clemente XII (Const. In eminenti, die 24 Aprilis 1738), cuya Constitución confirmó y renovó Benedicto XIV (Const. Providas, die 18 Maii 1751), PÃo VII (Const. Ecclesiam a Iesu Christo, die 13 Septembris 1821) siguió las huellas de ambos, y Leon XII, incluyendo en la Constitución Apostólica Quo graviora (Cont. Apost. data die 13 martii 1825) lo decretado en esta materia por los anteriores, lo ratificó y confirmó para siempre. PÃo VIII (Encicl. Traditi, die 21 Maii 1829), Gregorio XVI (Encicl. Mirari vos, die 15 Augusti 1832) y PÃo IX (Encicl. Qui pluribus, die 9 Novemb. 1846; Aloc. consist. Multiplices inter, die 25 Septemb. 1865, etc.) por cierto (...) repetidas veces, hablaron en el mismo sentido...â€?
“Ahora a ejemplo de Nuestros Predecesores, hemos resuelto declararnos de frente contra la misma sociedad masónica, contra el sistema de su doctrina, sus intentos y manera de sentir y obrar, para más y más poner en claro su fuerza maléfica e impedir asà el contagio de tan funesta peste (...). No puede el árbol bueno dar malos frutos, ni el árbol malo dar buenos frutos (Matth. cap. VII, v. 18), y los frutos de la secta masónica son, además de dañosos, acerbÃsimos. Porque de los certÃsimos indicios que hemos mencionado antes resulta el último y principal de sus intentos, a saber: el destruir hasta los fundamentos todo el orden religioso y civil establecido por el Cristianismo, levantando a su manera otro nuevo con fundamentos y leyes sacadas de las entrañas del Naturalismo...â€?
“Sin esto, los turbulentos errores que ya llevamos enumerados han de bastar por sà mismos para infundir a los Estados miedo y espanto. Porque quitado el temor de Dios y el respeto a las leyes divinas, menospreciada la autoridad de los PrÃncipes, consentida y legitimada la manÃa de las revoluciones, sueltas con la mayor licencia las pasiones populares, sin otro freno que la pena, ha de seguirse por fuerza universal mudanza y trastorno. Y aún precisamente esta mudanza y trastorno es lo que muy de pensado maquinan y ostentan de consuno muchas sociedades de comunistas y socialistas, a cuyos designios no podrá decirse ajena la secta de los masones, como que favorecen en gran manera sus intentos y conviene con ellas en los principales dogmas...â€?
“Sea como quiera, ante un mal tan grave y ya tan extendido, lo que a Nos toca, Venerables Hermanos, es aplicarnos con toda el alma en busca de remedios. Y porque sabemos que la mejor y más firme esperanza de remedio está puesta en la virtud de la religión divina, tanto más odiada de los masones cuanto más temida, juzgamos ser lo principal el servirnos contra el común enemigo de esta virtud tan saludable. Asà que todo lo que decretaron todos los Romanos PontÃfices, Nuestros Antecesores, para impedir las tentativas y los esfuerzos de la secta masónica, cuanto sancionaron para alejar a los hombres de semejantes sociedades o sacarlos de ellas, todas y cada una de estas cosas damos por ratificadas y las confirmamos con Nuestra autoridad apostólicaâ€? (1).
Como se ve, tanto Su Santidad el Papa León XIII como varios Sumos PontÃfices anteriores son muy claros al condenar la masonerÃa, reconociendo asimismo sus intentos de destruir a la Cristiandad, aliada con socialistas y comunistas. ¿Y quiénes dirigen la masonerÃa? Como lo demostraremos en los capÃtulos siguientes, son los mismos que dirigen al socialismo, es decir: los judÃos.
CapÃtulo segundo
LOS JUDÃ?OS: FUNDADORES DE LA MASONERÃ?A
“Desenmascarar a la masonerÃa es vencerlaâ€?, dijo León XIII. Si la desnudamos de sus velos, todo espÃritu recto, todo corazón honrado se apartará de ella con horror; y por este solo hecho caerá anonadada y execrada por los mismos que la obedecen.
El Ilustre sabio jesuita Monseñor León Meurin, S.J., Arzobispo Obispo de Port-Louis, en su laboriosÃsima obra “Simbolismo de la MasonerÃaâ€?, nos demuestra con documentación aplastante que los judÃos son los fundadores, organizadores y dirigentes de la masonerÃa, la cual utilizan para lograr el dominio mundial, destruir a la Santa Iglesia Católica y demás religiones existentes. Entre la autorizada bibliografÃa que presenta al respecto figuran algunas citas que mencionaremos a continuación:
“El Primer Consejo Supremo, como ya hemos dicho, fue constituido el 31 de mayo de 1801, en Charleston, grado 33 de latitud norte, bajo la presidencia del judÃo Isaac Long, hecho Inspector General por el judÃo Moisés Cohen, que habÃa recibido su grado en Spitzer, de Hyes, de Franken y del judÃo Morinâ€? (2).
“Eran pues judÃos los fundadores del primer Gran Consejo que habÃa de convertirse en el centro de la masonerÃa cosmopolita. Y lo situaron en América, en una ciudad elegida precisamente en el grado 33 de latitud norte. El Jefe Supremo vive desde 1801 en Charleston. Este jefe era en 1889 Albert Pike, a quien ya hemos nombrado en su Carta EncÃclica, fechada el 14 de julio de 1889, aniversario y centenario célebres, él toma los tÃtulos de cada uno de los 33 grados y añade los siguientes: `Muy Poderoso Soberano Comendador, Gran Maestre del Supremo Consejo de Charleston, Primer Consejo Supremo del Globo, Gran Maestre Conservador del Palladium Sagrado, Soberano PontÃfice de la MasonerÃa Universal´. Con estos tÃtulos pomposos, publicó su carta EncÃclica, en el año trigésimo primero de su pontificado, asistido por diez IlustrÃsimos, Muy Iluminados y Muy Sublimes hermanos, Soberanos Grandes Inspectores Generales, Magos Elegidos, que componente el SerenÃsimo Gran Colegio de los masones eméritos, Consejo de la Falange de Selección y del Batallón Sagrado de la Ordenâ€? (3).
“La EncÃclica enumera a los 23 Consejeros Supremos `engendrados´ hasta el presente, ya directamente, ya indirectamente, por el de Charleston, esparcidos por el mundo entero. Luego enumera cien Grandes Orientes y Grandes Logias de todos los Ritos en comunicación con el Supremo Consejo de Charleston como soberana Potencia masónica; por ejemplo, el Gran Oriente de Francia, el Consejo General del Rito de Misrain, el Gran Consejo de los masones Oddfellows, etc. De lo que antecede hemos de concluir que la MasonerÃa es una sobre todo el globo, con formas innumerables, pero bajo la dirección suprema del Soberano PontÃfice de Charleston...â€? (4).
ORIGEN JUDÃ?O
Los ritos y sÃmbolos de la masonerÃa y de otras sociedades secretas recuerdan constantemente la cábala y el judaÃsmo: la reconstrucción del Templo de Salomón, la estrella de David, el sello de Salomón, los nombres de los diferentes grados, como por ejemplo: Caballero Kadosh (“Kadoshâ€? en hebreo significa santo), PrÃncipe de Jerusalén, PrÃncipe de LÃbano, Caballero de la serpiente de Airain, etc. Y la plegaria de los masones ingleses, adoptada en una reunión celebrada en 1663, ¿no recuerda de una manera evidente el judaÃsmo? (5).
“Finalmente la masonerÃa escocesa se servÃa de la Era judÃa; por ejemplo, un libro del masón americano Pike (6), escrito en 1881, está fechado en el `anno mundi 5641´. Actualmente no se conserva esta cronologÃa sino en los altos grados, mientras que los masones añaden generalmente cuatro mil años en la Era cristiana y no 3760 como los judÃosâ€? (7).
El sabio rabino Benamozegh escribe lo que sigue:
“Los que quieran tomarse el trabajo de examinar cuidadosamente las cuestiones de las relaciones entre el judaÃsmo y la francmasonerÃa filosófica, la teosofÃa y los misterios en general, perderán un poco de su soberbio desdén por la Cábala. Cesarán de sonreir despectivamente ante la idea de que la teologÃa cabalÃstica puede tener una misión que cumplir en la transformación religiosa del porvenirâ€? (8).
¿Quiénes son los verdaderos dirigentes de la masonerÃa? Este es uno de los misterios de la secta, uno de los secretos más cuidadosamente guardados; pero puede asegurarse que el trabajo masónico en el mundo entero se desarrolla de acuerdo con un mismo y único plan, que sus medios son siempre y en todas partes idénticos, y que los fines perseguidos son constantemente los mismos. Esto nos induce a creer que existe un centro único que dirige todos los movimientos de la secta.
Más adelante abordaremos esta cuestión, pero recordemos que la “Carta de Coloniaâ€? fechada el 24 de junio de 1535 hablaba de un director de la masonerÃa: el Gran Maestre Patriarca que aunque conocido por muy pocos hermanos existe en realidad; y Gougenot des Mousseaux indica que “esta selección de la Orden, estos jefes efectivos que muy pocos iniciados conocen, funcionan en la provechosa y secreta dependencia de los cabalistas israelitasâ€?, y que los verdaderos jefes de la masonerÃa son “los amigos, los auxiliares, los vasallos del judÃo a quien acatan como soberano señorâ€? (9).
De la misma opinión participan Eckert, Drumont, Deschamps, Monseñor Jouin, Lambelin y otros conocedores de las cuestiones masónicas y judÃas.
Dejemos a un lado las enseñanzas dogmáticas de la masonerÃa y del hebraÃsmo y examinemos las alianzas entre el judaÃsmo y la masonerÃa desde el punto de vista meramente práctico y real. Discurriendo con lógica no puede menos que aceptarse la conclusión siguiente formulada por L. de Poncins en “Las fuerzas secretas de la revoluciónâ€?:
“La universalidad de la FrancmasonerÃa, su duración, la invariabilidad de sus fines, que se explican perfectamente si se trata de una creación judÃa para servir a intereses judÃos, serÃan absolutamente incomprensibles si su origen fuera cristiano. La misma finalidad de la FrancmasonerÃa, la destrucción de la civilización cristiana, nos descubre al judÃo, porque sólo el judÃo puede resultar beneficiado y únicamente el judÃo está animado de un odio suficientemente violento contra el Cristianismo, para crear una organización semejanteâ€?.
Prosigue Poncins:
“La FrancmasonerÃa es una sociedad secreta. está dirigida por una minorÃa internacional. Ha jurado un odio implacable al Cristianismo. Estos tres rasgos caracterÃsticos son precisamente los mismos que definen al judaÃsmo y constituye la demostración de que los judÃos son el elemento director de las logiasâ€? (10).
La “Revue Internationale des Sociétés Secretès� informaba en 1926 que:
“Ya en 1867 se organiza la “Liga Internacional permanente de la Pazâ€? y su secretario el judÃo Passy esboza la idea de un tribunal para zanjar sin apelación todos los conflictos entre las nacionesâ€? (11).
LA SOCIEDAD DE LAS NACIONES: OBRA JUDÃ?A.
El periódico “Los Archivos Israelitas� soñaba con un tribunal análogo en 1864.
“¿No es natural y aún necesario –escribÃa un tal Levy Bing- que veamos pronto establecido otro tribunal, un tribunal supremo al que se sometan los grandes conflictos públicos, las querellas entre nación y nación, que juzgue en última instancia y cuya última palabra haga fe? Esta palabra será la palabra de Dios, pronunciada por sus hijos primogénitos (los hebreos), y ante la cual se inclinará con respeto la universalidad de los hombres, nuestros hermanos, nuestros amigos, nuestros discÃpulosâ€? (12).
Tales son los sueños de Israel. Como siempre, coinciden con los de la masonerÃa. El “Almanaque de los Francmasonesâ€?, escribe: “Cuando se haya establecido la república en toda la vieja Europa...será cuando reine Israel en autócrata sobre esta vieja Europaâ€? (13).
En el Congreso Universal de la Juventud JudÃa celebrado el 4 de agosto de 1926, proclamaba el masón H. Justin Godard que los judÃos son “el más firme sostén de la Sociedad de las Naciones, que les debe su existenciaâ€? (14).
Aún precisa más el judÃo Cassin:
“El renacimiento del Sionismo es obra de la Sociedad de las Naciones (15). Por eso las organizaciones judÃas se presentan como defensoras de la Sociedad de las Naciones y por eso los representantes del pueblo elegido pululan en Ginebraâ€? (16).
El EminentÃsimo Cardenal José MarÃa Caro, Arzobispo de Santiago y Primado de Chile, también en su documentada obra “El misterio de la masonerÃaâ€?, demuestra que son los judÃos quienes dirigen a dicha secta con el objeto de dominar al mundo y aniquilar a la Santa Iglesia. En relación a su origen afirma:
“El Ritual masónico denuncia con evidencia su origen judÃo: los sÃmbolos, comenzando por la misma Biblia, el escudo de armas, en que se trata de desplegar heráldicamente las varias formas de los querubines descritos en la segunda visión de Ezequiel, un buey, un hombre, un león y un águila, las dos columnas del templo masónico, recuerdo este último del templo de Salomón; la reconstrucción del templo, que es la obra masónica, etc. Las leyendas y catecismos, tomados de gran parte de la Biblia, tergiversándola casi siempre al saber masónico, especialmente la leyenda de Hiram, que tan importante papel desempeña en el ritual masónico. Las palabras o términos usuales, como los nombres de las columnas, Boaz y Jakin, las palabras de reconocimiento y de pase, v.gr., TubalcaÃn, Schiboleth, Mac-benac, Giblim o Moabon, Nekum o Nekam, Abibalc, etc. La importancia que se da a los números, cosa muy propia de la Cábala, es también otro testimonio de la influencia cabalÃstica en la masonerÃaâ€?.
“Finalmente, los hechos, el reinado de terror, la explosión de odio satánico contra la Iglesia, contra N.S. Jesucristo, las horribles blasfemias en que prorrumpÃan los revolucionarios masones de Francia, no son más que la expresión y el cumplimiento de las aspiraciones de las sectas cabalÃsticas y secretas que durante tantos siglos venÃan trabajando secretamente en contra del Cristianismo. Lo que los bolchevistas, judÃos en su mayor parte, hacen ahora en Rusia contra el Cristianismo, no es más que otra edición de lo que hicieron los masones en la Revolución Francesa. Los ejecutores son distintos; la doctrina que mueve y autoriza y la dirección es la mismaâ€? (17).
CapÃtulo tercero
LOS JUDÃ?OS: DIRIGENTES DE LA MASONERÃ?A
El ilustre sabio jesuita Monseñor León Meurin, Arzobispo Obispo de Port-Louis, en su documentada obra “FilosofÃa de la masonerÃaâ€?, afirma lo siguiente:
“Los primeros once grados de la masonerÃa (del rito escocés) como veremos más adelante, están destinados a transformar al `profano´ en `Hombre verdadero´, en el sentido masónico; la segunda serie que va del grado 12 al 22 debe consagrar al Hombre `PontÃfice judÃo´ y la serie tercera del grado 23 al 33 ha de consagrar al PontÃfice `Rey judÃo´ o `Emperador cabalÃstico´...â€?
“Lo primero que sorprende al nuevo adepto a una logia es el carácter judÃo de todo cuanto en ella encuentra. desde el grado uno hasta el 30 no oye hablar sino de la `Gran obra´, de reconstruir el templo de Salomón, del asesinato del arquitecto Hiram-Abiff; de las dos columnas Boaz y Jakin (III, Reyes, VII, 21), de multitud de contraseñas y palabras sagradas hebreas y de la Era judÃa, añadiendo 4000 años a la nuestra, para no honrar el nacimiento del divino Salvadorâ€?
“Tras haber establecido firmemente a la masonerÃa en los diversos paÃses cristianos, los judÃos se aseguraron el predominio de los Grandes Orientes en número e influencia. Por otra parte establecieron gran número de logias formadas exclusivamente por judÃos. Ya antes de la revolución de 1789, los hermanos von Ecker y Eckhoffen habÃan fundado en Hamburgo la `Logia de Melquisedec´, reservada a judÃos. Los hebreos von Hirschfeld y Cotter crearon en BerlÃn a finales del siglo XVIII la `Logia de la Tolerancia´, con el fin de aproximar por medio de la masonerÃa a los cristianos y a los judÃos....â€? (18).
Ya desde entonces usaban los judÃos el truco de aproximar a judÃos y cristianos con el fin de controlar ideológica y polÃticamente a estos últimos, o desorientarlos; pero, en esa época tenÃan que recurrir a las “Sociedades Secretasâ€?, ya que las leyes y las costumbres de los estados cristianos de Europa estaban saturadas de medidas tendientes a proteger a los cristianos en contra de los engaños de los judÃos. El citado arzobispo sigue diciendo que:
“El periódico secreto masónico de Leipzig en su número correspondiente a octubre de 1864 decÃa que `el centro de las logias judÃas funcionaba en ParÃs, bajo la dirección de Crémieux y el Gran Rabino´ â€? (19).
LAS DOCTRINAS, S�MBOLOS Y GRADOS MASÓNICOS PROVIENEN DEL JUDA�SMO.
El ilustre Arzobispo Obispo de Port-Louis, hablando sobre el origen judÃo de las doctrinas masónicas, dice lo siguiente:
“Los dogmas de la masonerÃa son los de la Cábala judÃa y en particular los de su libro `Zohar’ “. (Luz).
“Ello no consta en ningún documento masónico pues es uno de los grandes secretos que los judÃos guardan para sólo conocerlos ellos mismos. Sin embargo, hemos podido descubrirlo siguiendo los rastros del número once...â€?
“Es aquà donde hemos descubierto los dogmas fundamentales de la Cábala judÃa incorporados a la masonerÃaâ€? (20).
Y en su obra “Simbolismo de la masonerÃaâ€? el citado arzobispo dice:
“En los capÃtulos precedentes quedaba siempre cierto número de sÃmbolos masónicos más o menos inaplicables. En éste todo cuanto representa un papel en la masonerÃa y en su leyenda se aplica al pueblo judÃo con una facilidad asombrosa. En realidad cuanto existe en la masonerÃa es profunda, exclusiva, apasionadamente judÃo desde el principio hasta el finâ€?.
“¿Qué interés tienen las demás naciones en reconstruir el templo de Salomón? ¿Lo hacen por ellas mismas o por los judÃos? ¿Son estas naciones o son los judÃos quienes obtendrán de ello algún beneficio? ¿Qué ventajas representa para ellas devorarse unas a otras a fin de que triunfen en todo el mundo los `PrÃncipes de Jerusalén’ (grado 16), `Jefes del Tabernáculo´ (grado 23) o `PrÃncipes del Tabernáculo´ (grado 24)? ¿Se han puesto de acuerdo las naciones para servir de escabel a los pies de los judÃos? (Salmo 109) ¿Por qué, pues, se apresuran a colocar la corona (kether) en su cabeza y el reino (malkuth) bajo sus pies?â€?.
“Es tan evidente que la masonerÃa no es sino una herramienta en manos de los judÃos, que son los que la manejan, que uno se siente tentado a creer que los masones no judÃos pierden la inteligencia y la facultad de raciocinio el mismo dÃa en que por primera vez les vendan los ojosâ€? (21).
El EminentÃsimo Cardenal Caro en su obra “El misterio de la masonerÃaâ€? dice:
CONSIDERACIÓN MASÓNICA POR LOS JUD�OS
“En la masonerÃa se ha visto siempre una grande y especialÃsima consideración por los judÃos: cuando se habla se supersticiones jamás se menciona la religión judÃa. Cuando estalló la Revolución Francesa, se pidió con instancia la ciudadanÃa francesa para los judÃos; rechazada una vez, se insistió en pedirla, y fue concedida. El lector recordará que en esos dÃas se perseguÃa a muerte a los católicos. Cuando la Comuna de ParÃs, fue menester defender del saqueo la Caja de fondos del Banco de Francia; nadie amenazó los Bancos judÃos. (`La Franc-Mau. Secte Juive¨, 60)â€?.
“La masonerÃa ha mirado con horror el antisemitismo, a tal punto, que un Hermano antisemita, que creÃa de buena fe en la tolerancia de las opiniones polÃticas de la masonerÃa se presentó en Francia como candidato a diputado una vez y salió elegido y cuando de trató de la reelección, se dieron órdenes expresas a las logias para que se le hiciera la guerra, órdenes que no se ven casi nunca en las logias y tuvieron que ser cumplidasâ€?.
PREPONDERANCIA JUDAICA EN LAS LOGIAS
“En 1862, un masón de BerlÃn, dándose cuenta de la preponderancia judÃa en las logias, escribÃa en una hoja de Munich: `Hay en Alemania una sociedad secreta de formas masónicas que está sujeta a jefes desconocidos. Los miembros de esta asociación son en su mayor parte israelitas...´En Londres, donde se encuentra, como se sabe, el foco de la revolución, bajo el Gran Maestre Palmerston, hay dos logias judÃas que no vieron jamás a cristiano pasar sus umbrales; allà es donde se juntan todos los hilos de los elementos revolucionarios que anidan en las Logias Cristianasâ€?.
“En Roma, otra Logia enteramente compuesta de judÃos, donde se reúnen todos los hilos de las tramas urdidas en las Logias Cristianas, es el Supremo Tribunal de la Revoluciónâ€?.
“Desde allà son dirigidas las otras logias, por jefes secretos, de modo que la mayor parte de los revolucionarios cristianos no son más que muñecos puestos en movimiento por judÃos, mediante el misterioâ€?.
“En Leipzig, con ocasión de la feria que hace acudir a esa ciudad una parte de los altos negociantes judÃos y cristianos de la Europa entera, la Logia JudÃa secreta es cada vez más permanente, y jamás masón cristiano ha sido recibido en ella. He ahà lo que hace abrir los ojos a más de uno de nosotros...No hay sino emisarios que tienen acceso a las logias judÃas de Hamburgo y de Francfortâ€?.
Gougenot des Mousseaux refiere este hecho que confirma lo anterior:
“Desde la recrudescencia revolucionaria de 1848 me encontraba en relación con un judÃo que, por vanidad, traicionaba el secreto de las sociedades secretas en las cuales estaba asociado y que me advertÃa con ocho o diez dÃas de anticipación todas las revoluciones que iban a estallar en un punto cualquiera de Europa. Le debo la inquebrantable convicción de que todos esos grandes movimientos de los pueblos oprimidos, etc., son combinados por una media docena de individuos que dan sus órdenes a las sociedades secretas de toda Europa. El suelo está enteramente minado bajo nuestros pies y los judÃos suministran un gran contingente a esos minadoresâ€?.
“En 1870, De Camille escribÃa a `Le Monde´ que una gira por Italia habÃa encontrado a uno de sus antiguos conocidos, masón, y habiéndole preguntado cómo estaba la Orden, le respondió: `He dejado mi Logia de la Orden definitivamente, porque he adquirido la convicción profunda de que no éramos sino los instrumentos de los judÃos que nos empujaban a la destrucción total del Cristianismo’ . (`La F. M. Secte Juive´, 43-46).
“Como confirmación de lo anterior voy a transcribir una información que se encuentra en la `Revue des Sociétés Secrètes´(págs. 118-119, 1924).
“1ª. La Internacional dorada (plutocracia y alta finanza internacional), a cuya cabeza se encuentra: a) En América: P. Morgan, Rockefeller, Wanderbilt y Wanderlippe (Varios de estos nombres no parecen ser de lo mejor escogidos); b) En Europa: la casa Rothschild y otras de orden secundario.
2ª. La Internacional roja o Unión Internacional de la democracia social obrera. Esta comprende: a) la segunda Internacional (la de Bélgica, judÃo Vandervelde); b) la Internacional No. 2 ½ (la de Viena, judÃo Adler); y c) la Internacional No. 3 o Internacional comunista (la de Moscú, judÃos Apfelbaum y Radek).
A esta hidra de tres cabezas que para más comodidad obran separadamente, se agrega el Profintern (Oficina Internacional de las asociaciones profesionales) que tiene su sede en Amsterdam y dicta la palabra judaica a los sindicatos no afiliados aún al bolchevismo.
3ª. La Internacional negra o Unión del JudaÃsmo de combate. El principal papel es desempeñado en ella por la organización universal de los Sionistas (Londres); por la Alianza Israelita Universal fundada en parÃs por el judÃo Crémieux; por la Orden judÃa de los B´naï - Moiche (hijos de Moisés) y las sociedades judÃas `Henoloustz`, `Hitakhdoute´, `Tarbout´, `Keren-Haessode´, y otras ciento, más o menos enmascaradas, diseminadas en todos los paÃses del viejo y del nuevo mundo.
4ª. La Internacional azul o MasonerÃa Internacional que reúne por medio de `la Logia Reunida de la Gran Bretaña´, por medio de `la Gran Logia de Francia´ y por medio de los Grandes Orientes de Francia, Bélgica, Italia, TurquÃa y de los demás paÃses, a todos los masones del universo. (El centro activo de esta agrupación, como lo saben los lectores, es la Gran Logia `Alpina´).
La Orden judeo-masónica de los `B´naï-B´rith´, que, contra los estatutos de las logias masónicas, no acepta sino judÃos, y que cuenta en el mundo más de 426 logias puramente judÃas, sirve de lazo entre todas las Internacionales enumeradas más arriba.
Los dirigentes de la `B´naï-B´rith´ son los judÃos: Morgentau, antiguo Embajador de los Estados Unidos en Constantinopla; Brandeis, juez supremo en los Estados Unidos; Mack, sionista, Warburg (Félix), banquero; Elkuss; Krauss (Alfred), su primer presidente; Schiff, muerto ya, que ha subvencionado el movimiento de emancipación de los JudÃos en Rusia; Marchall (Luis), sionista.
Sabemos de cierto, dice Webster, que los cinco poderes a que nos hemos referido –la MasonerÃa del Gran Oriente, la TeosofÃa, el Pan-Germanismo, la Finanza Internacional y la Revolución Social- tienen una existencia muy real y ejercen una influencia muy definida en los negocios del mundo. En esto no tratamos de hipótesis sino de hechos basados sobre evidencia documentada...â€? (22)
“Los judÃos han sido los más conspicuos en conexión con la FrancmasonerÃa en Francia desde la Revoluciónâ€? (23). |
La Masoneria:Un cancer maligno a erradicar(II parte)
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per Lux Divina |
06 feb 2006
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CapÃtulo cuarto
CRÃ?MENES DE LA MASONERÃ?A
Sobre los monstruosos crÃmenes de esa obra maestra del judaÃsmo moderno que es la masonerÃa, dice textualmente el Emmo. Cardenal Caro:
“La lectura del Ritual masónico deja ver, al menos en varios grados, que prepara a sus adeptos para la venganza, la revolución y, por lo tanto, el crimen. `En todos sus ritos´ dice Benoit, `los masones son sometidos a una educación que les enseña, en la teorÃa y en la práctica, la violencia. Se les dice que la Orden masónica tiene por fin vengar la muerte de Adonhirán, de sus tres compañeros traidores, o la de Jacobo Molay, de sus asesinos, el Papa, el Rey y Noffodai. En un grado, el que va a iniciarse ensaya su valor sobre el cuello y cabezas guarnecidas de tripas llenas de sangre; en otro grado, el que va a ser recibido debe derribar cabezas colocadas sobre una serpiente, o aun degollar un cordero (grado 30 del Rito Escocés A.A.), creyendo matar a un hombre. Aquà debe trabar sangrientos combates con enemigos que le disputan la vuelta a la patria; allà hay cabezas humanas expuestas sobre estacas, hay un cadáver encerrado en un ataúd y, alrededor, los hermanos, de duelo, conciertan la venganza´â€?.
“Estas ceremonias diversas...tienen como fin enseñar a los adeptos que es por medio de la violencia como la masonerÃa ha de destruir a sus enemigos, los sacerdotes y los reyes...â€? (24).
Pero suspendamos por un momento la cita que transcribimos del Cardenal Caro R., para preguntar: ¿Por qué la masonerÃa considera sus enemigos a los sacerdotes y a los reyes y ha luchado por destruirlos?
La contestación la encontrará el lector a partir de la Cuarta Parte de esta obra, en que con vasta documentación demostramos que fueron durante casi dieciocho siglos, precisamente los sacerdotes y los reyes, quienes, una vez tras otra, hicieron fracasar las actividades judÃas tendientes a dominar al mundo.
Pero sigamos con lo que afirma el Cardenal Caro R. en su documentada obra:
“Todos conocen el asesinato de Rossi, Ministro de PÃo IX, por sus antiguos hermanos de la Carbonaria. Todos saben que Orsini fue encargado por las logias, en 1858, para atentar contra la vida de Napoleón III...â€? (el intento de asesinato fracasó).
“En el último siglo, el caballero Lescure, que quiso renunciar a la Logia Ermenonville, fue envenenado: `Muerto vÃctima de esta infame horda de los iluminados...´â€?.
“El 22 de octubre de 1916 fue asesinado el conde Stürgkh, canciller de Austria. Fritz Adler, el asesino, era masón o hijo de masón, miembro de una logia de altos dignatarios masónicos en Suiza. En su declaración defendió el derecho de hacer justicia por sà mismo...�.
“En Francia, con ocasión del asunto Dreyfus, fueron asesinados el Cap. d´Attel, que declaró contra él; el diputado Chaulin Serviniere, que habÃa recibido de d´Attel los detalles de la confesión de Dreyfus; el prefecto Laurenceau, que denunció sumas de dinero enviadas al extranjero a los amigos de Dreyfus, a su parecer para soborno; el empleado del presidio, Rocher, que sostenÃa haber oÃdo a Dreyfus confesar parcialmente su delito. El Cap. Valerio, uno de los testigos contra Dreyfus, y el presidente Faure, que se habÃa declarado contrario a la revisión del proceso, desaparecieron también en breve. Todos los defensores de dreyfus eran masones, especialmente judÃosâ€?.
“En Suecia, el Hermano Gustavo III fue asesinado por el H. Ankeström, Emisario de la Gr. Log. que presidÃa Condorcet, según acuerdo de los masones reunidos en 1786, en Francfort sur Maine...â€?.
“En Rusia, fue asesinado Pablo I, masón, que, conociendo el peligro de la Hermandad, la prohibió estrictamente. Igual suerte y por igual motivo tuvo su hijo Alejandro I, asesinado en Taganrog, 1825. (`Los grandes crÃmenes de la masonerÃa’ . Trad.)â€?
ASESINATOS DE PROFANOS
“En Francia, se les atribuye la muerte de Luis XVI. El Card. Mathieu, Arzob. de Besançon, y Mons. Bessan, Ob. de Nimes, han referido en cartas conocidas de todo el mundo, las revelaciones que les han sido hechas sobre la resolución tomada en 1787, por el convento de Wilhelmsbad, de asesinar a Luis XVI y al rey de Suecia. Estas revelaciones les habÃan sido hechas por dos antiguos miembros de este convento...El asesinato del duque de Berry...el del gran patriota y ardiente católico de Lucerna, Suiza, Leu..., han sido resueltos y ejecutados por sectarios...â€?
“En Austria, el famoso crimen de Sarajevo, ocasión de la Gran Guerra, fue decretado, anunciado con anticipación y ejecutado a su tiempo por la masonerÃa. `Un suizo, alto dignatario masónico, se expresó en el año 1912, sobre este hecho, de la siguiente manera: El heredero es un personaje de mucho talento, LASTIMA QUE ESTE CONDENADO; MORIRÃ? EN EL CAMINO AL TRONO. Madame de Tebes anunció su muerte los dos años que la precedieron. Los principales culpables eran en su totalidad masones´. Todo esto, dice Wicht, no es suposición, sino hechos judicialmente comprobados que se silencian intencionalmente...â€?
“En Alemania fueron asesinados el mariscal Echhorn y su ayudante, el capitán von Dressler, el 30 de julio de 1918. El dÃa antes el diario masónico de ParÃs. `Le Matin´, escribÃa que una `sociedad secreta patriótica´ habÃa ofrecido un subido premio por la cabeza de Echhorn. ya se puede suponer qué clase de sociedad suministrarÃa a `Le Matin´ la noticiaâ€?.
“En Italia fue asesinado Umberto I por el anarquista Pressi, masón de una logia de Paterson, en Nueva Jersey, Estados Unidos, aún cuando él mismo no habÃa estado en América...Asà se ponÃa en práctica la explicación que en ciertos grados daban los carbonarios a la inscripción de la cruz: I.N.R.I. `iustum necare reges Italiae´: es justo asesinar a los reyes de Italiaâ€?.
“El 26 de marzo de 1855 cayó asesinado en Parma el duque Carlos III; el asesino Antonio Carra, habÃa sido escogido y estimulado por Lemni el dÃa antes en reunión secreta presidida por Lemni, que fue más tarde Soberano Gran Maestre de la MasonerÃa Italiana y mundial, según parece. Un tal Lippo habÃa confeccionado un maniquà para enseñar a dar golpes de puñal más terribles y el ejecutor fue sorteadoâ€?.
“El 22 de mayo murió Fernando II de Nápoles; se le dio en una rebanada de melón un veneno que le ocasionó una muerte horriblemente dolorosa. El autor de este regicidio fue un francmasón afiliado a una de las ramas más criminales de la secta, la llamada de los `Sublimes Maestros Perfectos´. Era discÃpulo de Mazzini y una de las personas más respetables de la corte. Margiotta no se atreve a dar su nombre (Marg., A.L. 21-34). En este autor se pueden leer innumerables crÃmenes más cometidos por la masonerÃa en Italiaâ€?.
“En Portugal fue asesinado el rey Carlos y su hijo Luis. Los masones prepararon la caÃda de la monarquÃa. El Ven. H. Magalhaes da Lima fue a ParÃs, en diciembre de 1907, donde el H. Moses, miembro del Consejo de la Gr. Lo. lo recibió solemnemente. Magalhaes dio conferencias en las que anunciaba `el hundimiento de la monarquÃa en Portugal, la próxima constitución de la República´. El conocido adversario de la masonerÃa, Abbé Tourmentin, escribÃa entonces que los masones estaban preparando manifiestamente un golpe contra la casa real portuguesa, expresando el temor de que dentro de poco se arrojarÃa o se asesinarÃa al rey Carlos. Diez semanas después se cumplÃan sus temores y Tourmentin inculpaba pública y francamente a los masones de ese asesinato. Estos han preferido el silencioâ€?.
“En América. Se puede leer en Eckert algunos detalles de la persecución y del asesinato de que fue vÃctima Morgan, en Estados Unidos, por querer publicar un libro para revelar los secretos de la MasonerÃa, y la destrucción de la imprenta y persecución del impresor, y de otros odiosos crÃmenes que sucedieron a ese asesinato, y la indignación pública que hubo al saberse todo el favor que las autoridades, masones por lo general, prestaron a los asesinos y el favor con que las logias los miraron. (Eckert, II, 201 y sigs.)â€?.
“Es sabido también el asesinato del presidente del Ecuador, GarcÃa Moreno...â€?.
MATANZAS, EJECUCIONES SUMARIAS Y SAQUEOS..
“SerÃa necesario leer la descripción de Taine, librepensador, para tener idea de lo que pasó en Francia cuando dominaron los masones en 1789 y tres años siguientes: Cuenta más de 150.000 fugitivos y desterrados; 10.000 personas muertas sin ser juzgadas en la sola provincia de Anjou; 50.000 muertos en la sola provincia del Oeste. En 1796 el general Hoche escribÃa al ministro del Interior: `No hay sino un hombre por veinte de la población de 1789´. Ha habido hasta 400.000 detenidos a la vez en las prisiones, Más de un millón doscientos mil particulares han sufrido en sus personas; varios millones, todos los que poseÃan algo, han sufrido en sus bienes. (Taine, cit. por Benoit, F.M. II, 268, nota)â€? (25).
El que desee más datos debe leer la obra del EminentÃsimo Cardenal Caro “El misterio de la masonerÃaâ€?.
CapÃtulo Quinto
LA MASONERÃ?A PROPAGADORA DE LAS REVOLUCIONES JACOBINAS
El Arzobispo Obispo de Port-Louis, Monseñor León Meurin, en su obra “FilosofÃa de la MasonerÃaâ€?, dice:
“En 1844, Disraeli ponÃa en boca del judÃo Sidonia las siguientes palabras (Coningsby, VI, XV): `Desde que la sociedad inglesa ha comenzado a agitarse y sus instituciones se ven amenazadas por asociaciones poderosas, ven ustedes a los judÃos, antes tan leales, en las filas de los revolucionarios...Esa misteriosa diplomacia rusa que tanto alarma a los occidentales, está organizada, y en su mayor parte realizada por judÃos...: la formidable revolución que se está preparando en Alemania, cuyos efectos serán aún más grandes que los de la Reforma, se lleva a cabo totalmente bajo los auspicios de los judÃos. En el conde CancrÃn, ministro de finanzas ruso, reconozco a un judÃo lituano; en el ministro español señor Mendizábal, veo un judÃo aragonés; en el presidente del Consejo francés mariscal Soult, reconozco al hijo de un judÃo francés; en el ministro prusiano, conde de Arnim veo un judÃo...Ya ve, querido Coningsby, que el mundo está gobernado por personajes muy distintos de los que creen los que no están entre bastidores´â€?.
“Durante la revolución de 1848, dirigida por el Gran Oriente de Francia, su Gran Maestre, el judÃo Crémieux, llegó a ser ministro de Justicia. Este hombre fundó en 1860 la Alianza Israelita Universal y proclamó, con inconcebible descaro en los Archivos Israelitas de 1861 (pág. 651) que `en lugar de los Papas y los Césares, va a surgir un nuevo reino, una nueva Jerusalén´. ¡Y nuestros buenos masones, con los ojos vendados, ayudan a los judÃos en la `Gran Obra´ de construir ese nuevo Templo de Salomón, ese nuevo Reino césaro-papista de los cabalistas!â€?.
“En 1862, un masón berlinés hizo editar un folleto de ocho páginas, quejándose de la preponderancia que los judÃos tenÃan en las logias. Bajo el tÃtulo `Signo de los tiempos´, señalaba el peligroso carácter de las elecciones berlinesas del 28 de abril y 6 de mayo del mencionado año. `Un elemento –decÃa- ha aflorado a la superficie y ha ejercido una peligrosa influencia disolvente en todos los sentidos: el judÃo. Los judÃos están a la cabeza con sus escritos, palabras y acciones; son jefes y agentes principales en todas las empresas revolucionarias, hasta la construcción de barricadas. Bien claro se ha visto esto en BerlÃn, en 1848. ¿Cómo es posible que en BerlÃn hayan sido elegidos 217 electores especiales judÃos y que, en dos distritos, hayan sido elegidos sólo judÃos con exclusión de cualquier otro candidato cristiano?â€?.
“Este estado de cosas iba a empeorar desde entonces. Los judÃos formaban la mayorÃa de la Corporación municipal, de modo que BerlÃn podÃa ser llamado, con justicia, la capital de los judÃosâ€?.
“En la Prensa, los judÃos hablan del `pueblo´ y de la `nación´, como si sólo hubiese judÃos y los cristianos no existiesen. La explicación de tal hecho pueden darla los masones agitadores que, según el Hermano Lamartine, originaron las revoluciones de 1789, 1830, 1848, etc, etc., declaración confirmada por el Hermano Garnier Pagés, ministro de la República, que declaró públicamente, en 1848, que `la revolución francesa de 1848 constituÃa el triunfo de los principios de la liga masónica; que Francia habÃa recibido la iniciación masónica, y que 40.000 masones habÃan prometido su ayuda para concluir la obra gloriosa del establecimiento de la República, destinada a extenderse por toda Europa, y, al fin, sobre toda la faz de la tierra´â€?.
“El colmo de todo esto es el poder polÃtico y revolucionario de los judÃos, según las palabras de J. Weil, jefe de los masones judÃos, que decÃa en un informe secreto: `Ejercemos una poderosa influencia sobre los movimientos de nuestro tiempo y del progreso de la civilización hacia la republicanización de los pueblos´. Otro jefe masónico, el judÃo Louis Boerne, decÃa, también en un escrito secreto: `Hemos sacudido con mano poderosa los pilares sobre los que se asienta el viejo edificio, hasta hacerles gemir´.
“Mendizábal, también judÃo, alma de la revolución española de 1820, llevó a cabo la toma de Oporto y Lisboa y, en 1838, realizando, mediante su influencia masónica, la revolución en España, llegando a primer ministroâ€?.
Y sigue diciendo el Excmo. Sr. Arzobispo:
“El judÃo Mendizábal, habÃa prometido como ministro, restaurar las precarias finanzas de España, pero, en corto espacio de tiempo, el resultado de sus manipulaciones fue un terrible aumento de la deuda nacional, y una gran disminución de la renta, en tanto que él y sus amigos amasaban inmensas fortunas. La venta de más de 900 instituciones cristianas, religiosas y de caridad, que las cortes habÃan declarado propiedad nacional a instigación de los judÃos, les proporcionó magnÃfica ocasión para el fabuloso aumento de sus fortunas personales. Del mismo modo, fueron tratados los bienes eclesiásticos. La burla impudente de los sentimientos religiosos y nacionales, llegó hasta el punto de que la querida de Mendizábal se atrevió a lucir en público un magnÃfico collar que, hasta poco tiempo antes, habÃa servido de adorno a una imagen de la Santa Virgen MarÃa, en una de las iglesias de Madrid.â€?
“El masón berlinés de que hacÃamos mención al principio continuaba diciendo: “El peligro para el trono y el altar, amenazados por el poder de los judÃos, según acaban de hacer los jefes de la MasonerÃa Alemana´, al decir: `Los judÃos han comprendido que el `arte real´ (el arte masónico) era un medio capital para establecer sólidamente su propio reino esotérico...El peligro amenaza, no solamente a la masonerÃa, nuestra Orden, sino a los estados en general...Los judÃos encuentran en las logias múltiples ocasiones para practicar su archiconocido sistema de corrupción, sembrando la confusión en muchos asuntos...Si se tiene presente el papel que jugaron los judÃos en los crÃmenes de la Revolución francesa y en la usurpación corsa; si se tiene en cuenta la obstinada creencia de los judÃos en un futuro Reinado israelita sobre todo el universo y su influencia sobre el gran número de ministros de Estado, se advertirá cuán peligrosa puede ser su actividad en los asuntos masónicos. El pueblo judÃo forma una casta en oposición hostil a toda la raza humana, y el Dios de Israel no ha elegido más que a un pueblo, al que todos los demás han de servir de `escabel´â€?.
“Considerad que entre los 17 millones de habitantes de la Prusia, no hay más de 600.000 judÃos; considerad con qué ardor convulsivo trabaja esta nación, de vivacidad oriental e irreprimible, para lograr por todos los medios subvertir el estado; por ocupar, incluso mediante dinero, los establecimientos de enseñanza superior y monopolizar en su favor los puestos del Gobierno...â€?
Y continúa diciendo el ilustre Arzobispo:
“Carlyle, una de las mayores autoridades masónicas, dice, (pág. 86): `La MasonerÃa de la Gran Logia es, en la actualidad, enteramente judÃa’.â€?
“La `Gaceta de la Cruz´, órgano principal de los conservadores prusianos, dedicó, del 29 de junio al 3 de julio de 1875, una serie de artÃculos en los que se demostraba que los principales ministros de los gobiernos alemán y prusiano, sin exceptuar al prÃncipe de Bismarck, estaban en manos de los reyes judÃos de la Bolsa, y que los banqueros judÃos eran quienes, de manera práctica, gobernaban Prusia y Alemania. Esto hizo decir al judÃo Gutzkow: `Los verdaderos fundadores del nuevo Imperio alemán son los judÃos; judÃos son los adelantados en todas las ciencias, la prensa, la escena y la polÃtica´ “.
“M. Stamm escribió en 1860 un libro sobre este tema, en el que se prueba que `el reino de la libertad universal sobre la tierra será fundado por los judÃos´. En el mismo año, Sammter publicó en el Volsblait una larga carta para demostrar que `los judÃos ocuparán muy pronto el lugar de la nobleza cristiana; la aristocracia caduca debe perder su puesto en esta época de luz y de libertad universales, a la que tan próximos estamos. ¿No comprendéis –escribe- el verdadero sentido de la promesa hecha por el Señor Dios Sabaoth a nuestro padre Abraham?, promesa que se ha de cumplir con seguridad, la de que un dÃa todas las naciones de la tierra serán sometidas a Israel. ¿Creéis que Dios se referÃa a una monarquÃa universal, con Israel como rey? ¡Oh, no! Dios dispersó a los judÃos sobre toda la superficie del globo, a fin de que constituyesen una especie de fermento, entre todas las razas, y al cabo, como elegidos que son, extendiesen su dominación sobre ellas´ “.
“No es probable que la terrible opresión sufrida por las naciones cristinas de Europa, que se ven empobrecidas por la usura y la avaricia de los judÃos, y que se quejan de ver las riquezas nacionales acumuladas en manos de los grandes banqueros, se calme con esporádicos levantamientos antisemitas. Las monarquÃas cuyos cimientos no están aún pulverizados por el martillo masónico, y cuyas dinastÃas no están aún reducidas al nivel de los masones descamisados, descalzos y con los ojos vendados, se coaligarán contra la secta monstruosa, y harán pedazos las filas de los anarquistas. El propio Carlyle, masón furioso dice, aterrado de la suerte de la humanidad entre las manos de los judÃos: `Cuando los legisladores vuelvan a ocuparse de las sociedades secretas, harán bien en no hacer una excepción en favor de la MasonerÃa´ â€?.
“El privilegio del secreto está legalmente acordado a los masones en Inglsterra, Francia, Alemania, y, creemos que en todos los paÃses. El hecho de que todas las revoluciones salgan del fondo de las logias, serÃa inexplicable si no supiéramos, que, con la momentánea excepción de Bélgica, los ministerios de todos los paÃses se hallan en manos de masones dirigidos, en el fondo, por los judÃosâ€? (26).
Uno de los testimonios más interesantes es seguramente el del masón Haugwitz, inspector de las logias de Prusia y de Polonia. En 1777 –escribe en sus memorias- “me hice cargo de la dirección de las logias de Prusia, Polonia y Rusia. Allà he adquirido la firme convicción de que todo lo que ha sucedido en Francia desde 1789, la Revolución, es una palabra, incluso el asesinato del rey con todos sus horrores, no sólo se habÃa decretado en aquel tiempo,, sino que todo fue preparado por medio de reuniones, instrucciones, juramentos y señales que no dejan lugar a duda ninguna acerca de la inteligencia que todo lo meditó y dirigióâ€? (27).
En lo que concierne al asesinato de Luis XVI, tenemos igualmente el testimonio del jesuita padre Abel. “En 1784 –declara- tuvo lugar en Francfort una reunión extraordinaria de la Gran Logia Ecléctica...Uno de los miembros puso a discusión la condenación a muerte de Luis XVI, rey de Francia, y de Gustavo III, rey de Suecia. ese hombre se llamaba Abel. Era mi abuelo� (28).
Barruel, en su obra “Memorias para la historia del Jacobinismo�, dice:
“Después de esta reunión uno de sus miembros, el marqués de Visieu, declaraba lo siguiente: `Lo que puedo deciros es que se trama una conspiración tan bien urdida y tan profunda, que será muy difÃcil que no sucumban la religión y los gobiernos´ “ (28).
Maurice Fara, en su libro “La masonerÃa en descubiertoâ€?, dice que:
“La existencia de esta conspiración y su propósito de asesinar al rey de Francia y al rey de Suecia aparecen igualmente confirmados por la mayor parte de los autores que han hecho investigaciones serias sobre la cuestión masónica (30) y los acontecimientos trágicos las confirman igualmente. El 21 de enero de 1793 el rey Luis XVI muere guillotinado después de un simulacro de juicio en el que la mayorÃa de los jueces son masones. Un año después, el rey Gustavo III es asesinado por Aukastrem, discÃpulo de Condorcet. El mismo año desaparece misteriosamente el emperador Leopoldoâ€?.
“En un discurso pronunciado el 4 de marzo de 1882 en la logia `Libre Pensamiento´, de Aurillac, decÃa el masón Paul Roques: `Después de haber trabajado en la revolución polÃtica, la Franc-MasonerÃa debe trabajar en la revolución social...´ “ (31).
Y en la Memoria del Gran Oriente de Francia se afirma:
“Que Francia, para vivir, no sacrifique la razón misma de su existencia: el ideal filosófico, polÃtico y social de sus antepasados de 1789; que no apague la antorcha del genio revolucionario con la que ha iluminado al mundoâ€?. Y añade el mismo orador: “La peor humillación para Francia consistirÃa en renegar de la obra de la revolución...que perezca al menos sin haber abdicado su idealâ€?. (32).
Otros documentos masónicos de indiscutible valor nos informan que:
“Nunca se podrá olvidar que fue la revolución francesa la que dió realidad a los principios masónicos preparados en nuestros templosâ€?, decÃa un orador en el Congreso Masónico de Bruselas (33) y en una reunión de la logia de Angers celebrada en 1922 exclamaba uno de los hermanos: “La Franc-MasonerÃa, que ha desempeñado el papel más importante en 1789, debe estar dispuesta a suministrar sus cuadros de combate a una revolución siempre posibleâ€? (34).
“Pasemos al estudio de la participación de los judÃos en las revoluciones en general. Ya en 1648 el gran jefe revolucionario Cromwell estaba sostenido por los judÃos; una delegación venida `del fondo de Asia y dirigida por el rabino Jacob ben Azabel´ se presentó ante el dictador inglés. No se hicieron esperar los resultados de las conversaciones que se entablaron y Cromwell usó de todo su poder para derogar las leyes de restricción impuestas a los judÃos en Inglaterra (35). Uno de los más Ãntimos colaboradores de Cromwell fue el rabino de Amsterdam, Manassé ben Israelâ€?. (36)
El famoso investigador de la masonerÃa Maurice Fara, nos cita que:
“Ernesto Renán, que no puede ser sospechoso de antisemitismo, escribÃa lo que sigue: `En el movimineto revolucionario francés el elemento judÃo desempeñaba un papel capital´ y es muy difÃcil no estar de acuerdo con él. Es verdad que hacia 1789 los judÃos operaban con mucha prudencia y se ocultaban tras las organizaciones masónicas y las sociedades filosóficas, pero esto no impedÃa que algunos de los hijos de Israel tomaran parte activa en los acontecimientos revolucionarios y se aprovecharan de ellos desde el punto de vista material. El primer tiro contra los guardias suizos de la TullerÃas, el 10 de agosto de 1791, fue disparado por el judÃo Zalkind Hourwitz Lang (37). pero como este ardor bélico encierra muchos peligros, prefieren los judÃos dedicarse a otras actividades menos peligrosas y sobre todo más lucrativas. El viejo hebreo Benoltas, hombre millonario de esta plaza (Cádiz) queda nombrado por ahora tesorero general de la Orden, y cuenta ya con un fondo disponible de trescientos mil pesos fuertes (Máxima 44 del Grande Oriente Español, 1º de abril de 1824)â€? (38).
P. Gaxotte, en su obra “La Revolución Francesa�, afirma que:
“El avituallamiento de los Ejércitos republicanos se realizaba por los israelitas Bidermann, Max Beer, Moselmann y otros, y esto dio lugar a las quejas formuladas por el comandante Bernanville, del Ejército del Mosela, porque se le enviaban para las tropas calzados de adolescente con suela de cartón, medias de niño y lonas para tienda completamente podridas� (39).
Capefigue, en su obra “Las grandes operaciones financieras�, dice que:
“En cuanto fueron abolidas las leyes que restringÃan los derechos de los judÃos gracias a la intervención del abate Gregoire, de Mirabeau, Robespierre y otros (esto lo hacen el primer dÃa todos los Gobiernos revolucionarios), y `en cuanto prevalecieron las ideas de 1789, descargó sobre Francia una verdadera nube de extranjeros, especialmente judÃos de las orillas del Rhin´ (40). Entonces fue cuando aparecieron en la arena polÃtica los Klotz, los Benjamin Veitel Ephraim, los Etta Palm, etc. `El MesÃas ha venido para nosotros el 28 de febrero de 1790 con los Derechos del Hombre´ (41), escribÃa el judÃo Cahen, y, en efecto, la concesión a los judÃos de todos los derechos de ciudadanÃa fue una de las grandes victorias de Israelâ€?.
Dice el historiador israelita Bédarride:
“La revolución de 1830 no ha hecho sino consagrar estos felices resultados. Cuando en 1848 la soberanÃa del pueblo alcanzó sus últimos lÃmites surgieron nombres israelitas en las más altas regiones del poderâ€? (42). Estos elegidos, estos representantes del pueblo ostentaban apellidos tan franceses como los de Fould, Cerfbeer, Crémieux, etc.
Pero no fue sólo en Francia donde la juderÃa desempeñó un papel preponderante en los movimientos revolucionarios. El culto escritor francés R. Lambelin afirma: “El movimiento revolucionario que agitó la Europa central en 1848, fue preparado y sostenido por los judÃosâ€? (43), asà lo demuestran numerosos hechos y documentos.
“Entre los autores de la revolución de 1870 y entre los miembros de la Commune, aparecen igualmente los judÃos representados por Ravel Isaac Calmer, Jacob Pereyra y otros. El autor precitado señala la presencia de 18 judÃos entre los principales miembros de la Communeâ€? (44).
Asegurando el escritor francés Drumont, que durante el incendio de ParÃs en 1871 los incendiarios dejaron intactos los 150 edificios que pertenecÃan a la familia Rothschild.
Continuando el estudio de estos movimientos en Europa, volvemos a encontrar a los judÃos: el poeta Heine, Carlos Marx, Lasalle y otros muchos.
Drumont escribe:
“Para destruir la antigua sociedad que lo repelÃa, el judÃo ha sabido colocarse a la cabeza de la acción democrática. Los Carlos Marx, los Lasalle, los principales nihilistas, todos los jefes de la revolución cosmopolita son judÃos. de este modo imprimen los judÃos al movimiento la dirección que le convieneâ€? (45).
Y el escritor francés, Mauruce Fara, dice:
“No olvidemos que los fundadores de la Internacional en 1864 fueron los judÃos Marx, Neumeier, Fribourg, James Cohen, Lasalle, Aaron, Adler, Franckel y, el único no judÃo (¿), Compersâ€?.
“Para dirigir el movimiento revolucionario se fundó en Francia el tan conocido diario `L´Humanité´. Para ello se abrió una suscripción que proporcionó la suma de 780.000 francos. Citaremos entre los doce donantes que `por casualidad´ eran todos judÃos: Levy Brul, Levy Bram, A. Dreyfus, L. Dreyfus, Herr, Eli RodrÃguez, León Picard, Blum, Rouff, Kasevitz, Salomón Reinach y Sachsâ€? (46).
Después de leÃdo lo que procede no puede causar extrañeza que en el sÃnodo judÃo de Leipzig del 29 de junio de 1869 se aprobara la siguiente moción:
“El SÃnodo reconoce que el desarrollo y la realización de los principios modernos (léase revolucionarios) son las más firmes garantÃas para el presente y el porvenir del judaÃsmo y de sus miembros. Son las condiciones más enérgicamente vitales para la existencia expansiva y el mayor desarrollo del judaÃsmoâ€? (47).
“En muchos aspectos la revolución no ha sido sino una aplicación del ideal que `Israel habÃa traÃdo al mundo´ “ (48) según escribe Leroy Beaulieu, autor nada tachado de antisemitismo. Es preciso darle la razón porque no se puede negar la importancia de la intervención judÃa en la obra revolucionaria.
ORGANIZACIÓN DE LA SOCIEDAD DE LAS NACIONES.
El citado investigador Maurice Fara, afirma que:
“Hemos visto a la Sociedad de las Naciones fundada y sostenida por las mismas fuerzas ocultas que nos encontramos siempre que se trata de destruir; hoy en dÃa la masonerÃa, sus auxiliares, los partidos de izquierda y, detrás de todos, la juderÃa, tratan de exterminar el sentimiento nacional y el principio de soberanÃa de los estados por la creación de un super-gobierno internacional, y al mismo tiempo de desmoralizar a los pueblos con una propaganda antimilitarista y pacifista. Perdido el sentimiento nacional, esos pueblos estarán completamente desarmados frente a esta fuerza oculta y sagaz que pudiéramos llamar el imperialismo judeo-masónicoâ€?.
“La Sociedad de las Naciones fue inaugurada el 10 de enero de 1920; los estatutos elaborados en las Asambleas masónicas fueron muy poco modificados...� (49).
Y en una nota del traductor argentino, a la citada página 115 de la obra de Maurice Fara, se lee lo siguiente:
“El H. Eugenio Berteaux ha propuesto recientemente a la Gran Logia de Francia que se derogue el artÃculo 17 de la Constitución de dicha Gran Logia, que prescribe a todos sus adeptos que se sometan a la `legislación del paÃs en que tengan facultad de reunirse libremente, y que se hallen dispuestos a todos los sacrificios que su patria les exija´, porque `conforme a los principios de una moral universal, todo franc-masón es por definición, un hombre esencialmente libre, que no depende sino de su conciencia´, y `nuestra conciencia masónica no puede exigir imperativamente a sus adeptos que estén dispuestos a todos los sacrificios que la Patria les exija´. La derogación que propone redundará `en beneficio de la salvaguardia de las conciencias individuales, entendiéndose que, en caso de reproducirse conflictos trágicos, esas conciencias individuales obedecerán o no, bajo su propia responsabilidad, a los llamamientos de su sensibilidad, de su razón y de su fe en la Verdad Suprema´ “ (50).
LA ACCIÓN JUD�A Y MASÓNICA FRENTE AL CRISTIANISMO
El EminentÃsimo Cardenal Caro, nos asegura, a este respecto, que:
“Es indudable que la acción de la masonerÃa contra la Iglesia Católica no es más que la continuación de la guerra a Cristo practicada por el JudaÃsmo desde hace más 1900 años, eso sà que acomodada, mediante el secreto, el engaño y la hipocresÃa, a las circunstancias en que tiene que hacerla...â€?
“No olvidemos que el JudaÃsmo rabÃnico es el declarado e implacable enemigo del Cristianismo, dice Webster. El odio al Cristianismo y a la persona de Cristo no es cosa de historia remota ni puede mirarse como el resultado de persecución: forma una parte Ãntegra de la tradición rabÃnica originada antes de que tuviera lugar cualquiera persecución de los judÃos por los cristianos, y ha continuado en nuestro paÃs mucho después de que esa persecución ha terminado...â€? (51).
Por su parte, el “The British Guardianâ€? (13 Marzo 1925), hace esta afirmación: “...la Iglesia Cristiana es atacada hoy como no lo ha sido jamás durante siglos, y este ataque es casi exclusivamente la obra de los judÃosâ€? (52).
Añade el Excmo. Mons. Cardenal José Mª Caro:
“Por lo demás, las relaciones de la MasonerÃa o del JudaÃsmo perseguidor de la Iglesia Católica y, según los casos, de todo el Cristianismo, con el Bolchevismo y Comunismo, en Méjico, en Rusia, en HungrÃa y con la amenaza de hacerlo en todas partes, es cosa pública, como lo es la relación del JudaÃsmo con la MasonerÃaâ€? (53).
NOTAS:
[1] León XIII, Carta EncÃclica Humanum Genus, abril 20 de 1884.
[2] Pablo Rosen, Satán y CÃa. Buenos Aires, 1947. p. 219.
[3] Adolphe Ricoux, L´existence des loges de femmes (La existencia de logias femeninas). ParÃs: Téqui, 1891. pp. 78-95.
[4] Monseñor León Meurin, S.J. Arzobispo Obispo de Port-Louis, Simbolismo de la masonerÃa. Madrid: Editorial Nos, 1957. pp. 201-202.
[5] “Revue Internationale des Sociétés Secrètésâ€? (RISS). ParÃs, 1913, no. 2, p. 58
[6] Albert Pike, La moral y el dogma en el rito escocés. Anno mundi 5641 (1881).
[7] Maurice Fara, La masonerÃa en descubierto. Buenos Aires: La hoja de roble, 1960. p. 23.
[8] Rabino Benamozegh, Israel y la humanidad. ParÃs, 1914. p. 71.
[9] Gougenot des Mousseaux, Le juif, le judaïsme et la judaïsation des peuples chrétiene (El judÃo, el judaÃsmo y la judaización de los pueblos cristianos). ParÃs, 1869. pp. 338-339.
[10] León de Poncins, Les forces secrètes de la Revolution (Las fuerzas secretas de la revolución), pp. 139-140 de la edición francesa.
[11] “Revue Internationale des Siciétés Secrètes� (R.I.S.S.), 1926, no. 8, p. 269.
[12] “Archivos Israelitas�, 1864, p. 335.
[13] “Almanaque de los franc-masones�. Leipzig, 1884.
[14] “Les cahiers de l´ordre�, 1926, no. 3-4, p. 22.
[15] “Les cahiers de l´ordre�, 1926, no. 3-4, p. 23.
[16] Maurice Fara, obra citada, p. 111. (A cuya diligencia debemos los datos anteriores sobre la Sociedad de las Naciones).
[17] José MarÃa Cardenal Caro R., Arzobispo de Santiago, Primado de Chile, El misterio de la masonerÃa. 2ª ed. Buenos Aires: Editorial Difusión, 1954, p. 258. (Col. Hoy, no. 49).
[18] Monseñor León Meurin, S.J., Arzobispo Obispo de Port-Louis. FilosofÃa de la masonerÃa. Madrid: Editorial Nos, 1957. pp. 30, 211-212.
[19] Monseñor León Meurin, S.J., Arzobispo Obispo de Port-Louis. FilosofÃa de la masonerÃa. Madrid: Editorial Nos, 1957, p. 212.
[20] Monseñor León Meurin, S. J., Arzobispo Obispo de Port-Louis. FilosofÃa de la masonerÃa. Madrid: Editorial Nos, 1957, pp. 41-42.
[21] Monseñor León Meurin, S.J., Arzobispo Obispo de Port-Louis, Simbolismo de la masonerÃa. Madrid: Editorial Nos, 1957. p. 34.
[22] José MarÃa Cardenal Caro R., Arzobispo de Santiago, Primado de Chile, obra citada, pp. 263, 265-266.
[23] Jewish Encyclopedia. New York: Funk and Wagnalis Company, 1903. Vol. V, p. 504.
[24] José MarÃa Cardenal Caro R., Arzobispo de Santiago, Primado de Chile, obra citada, pp. 190-191.
[25] José MarÃa Cardenal Caro R., Arzobispo de Santiago, Primado de Chile, obra citada, pp. 190-191, 193-201.
[26] Monseñor León Meurin, S. J., Arzobispo Obispo de Port-Louis, FilosofÃa de la masonerÃa. Madrid: Editorial Nos, 1957. pp. 212-215, 217-218.
[27] Von Haugwitz, Memorias.
[28] Declaración del P. Abel en “La nueva prensa libre�. Viena, 1898.
[29] Barruel, Mémoires pour servir a l´histoire du Jacobinisme. (Memorias para historia del jacobinismo). Citado por Maurice Fara, obra citada, p. 62.
[30] P. Deschamps, Cardenal Mathieu, Monseñor Besson y otros.
[31] “Cadena de Uniónâ€? de julio de 1882. Citado por Maurice Fara en “La masonerÃa en descubiertoâ€?, p. 63.
[32] “Memoria de la Asamblea General del G. O. de Francia�, 1913. p. 337. Citado por Maurice Fara, obra citada, pp. 63-64.
[33] “Memoria del congreso masónico internacional de Bruselas de 1910�, p. 124.
[34] “BoletÃn oficial del G. O. de Franciaâ€?, oct., 1922. p. 281.
[35] León Halevy, Resumen de la historia de los judÃos.
[36] R. Lambelin, Las victorias de Israel, p. 44.
[37] León Kahn, Los judÃos de ParÃs durante la revolución. Citado por Maurice Fara, obra citada, pp. 82-83.
[38] Maurice Fara, obra citada, p. 83, nota n. 28 del traductor.
[39] P. Gaxotte, La revolución francesa, pp. 279-280.
[40] Capefigue, Histoire des grandes opérationes financières (Historia de las grandes operaciones financieras).
[41] “Archivos Israelitas�, 1847. Vol. VIII, p. 801.
[42] Bédarride, Les juifs en la France, l´Italie et l´Espagne (Los judÃos en Francia, Italia y España), pp. 428-430.
[43] R. Lambelin, obra citada, p. 62.
[44] R. Lambelin, obra citada, p. 10.
[45] Edouard Drumont, La France juive (La Francia judÃa). ParÃs, 1888.
[46] Maurice Fara, obra citada, p. 85.
[47] Gougenot des Mousseaux, obra citada, p. 332.
[48] Leroy Beaulieu, Israel entre las naciones, p. 66.
[49] Maurice Fara, obra citada, p. 115.
[50] Maurice Fara, obra citada, p. 115, nota del traductor.
[51] José Mª Caro R., Arzobispo de Santiago, Primado de Chile, obra citada, p. 267.
[52] “Revue Internationale des Societés Secrètes� (R.I.S.S.), 1925, p. 430.
[53] José Mª Cardenal Caro, Arzobispo de Santiago, Primado de Chile, obra citada, pp. 267-268. |
Cuba, sectas y secta masónica
|
per pepe |
18 feb 2006
|
Es falso que en Cuba no haya libertad religiosa.
"Ante la triste noticia del deceso de Su Santidad Juan Pablo II, le expreso las más sentidas condolencias del pueblo y el gobierno cubanos", expresó el estadista Fidel Castro en una misiva al Cardenal Eduardo Martínez Somalo, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana.
La humanidad guardará un emotivo recuerdo de la incansable labor de Su Santidad Juan Pablo II a favor de la paz, la justicia y la solidaridad entre todos los pueblos, escribió el líder cubano.
Fidel Castro recordó la visita del Sumo Pontífice a la isla en enero de 1998 y afirmó que "quedará grabada en la memoria de nuestra nación como un momento trascendental en las relaciones entre el Estado Vaticano y la República de Cuba".
En Cuba, funciona la masonería del Gran Oriente de Francia, grupos gnósticos de Samuel Aun Weor, AMORC de Spencer Lewis, Sociedad Teosófica de madame Blavatsky, Orden Illuminati de Gabriel López de Rojas, Siloismo de Mario Rodríguez Cobo, Grupos evangélicos de diverso cuño, Santería y cultos afroamericanos, etc... |
Cuba, sectas y secta masónica
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per pepe |
18 feb 2006
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Es falso que en Cuba no haya libertad religiosa.
"Ante la triste noticia del deceso de Su Santidad Juan Pablo II, le expreso las más sentidas condolencias del pueblo y el gobierno cubanos", expresó el estadista Fidel Castro en una misiva al Cardenal Eduardo Martínez Somalo, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana.
La humanidad guardará un emotivo recuerdo de la incansable labor de Su Santidad Juan Pablo II a favor de la paz, la justicia y la solidaridad entre todos los pueblos, escribió el líder cubano.
Fidel Castro recordó la visita del Sumo Pontífice a la isla en enero de 1998 y afirmó que "quedará grabada en la memoria de nuestra nación como un momento trascendental en las relaciones entre el Estado Vaticano y la República de Cuba".
En Cuba, funciona la masonería del Gran Oriente de Francia, grupos gnósticos de Samuel Aun Weor, AMORC de Spencer Lewis, Sociedad Teosófica de madame Blavatsky, Orden Iluminati de Gabriel López Rojas, Siloismo de Mario Rodríguez Cobo, Grupos evangélicos de diverso cuño, Santería y cultos afroamericanos, etc... |
Re: La masonerÃa sociedad de librepensamiento y democracia
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per de acuerdo |
21 feb 2006
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totalmente de acuerdo. En Cuba, se respeta la libertad religiosa, no como en los antiguos países de la URSS, pero siempre que las agrupaciones sean de carácter comunista o respetuosas con la revolución, lo cual es hasta cierto punto lógico. Totalmente, de acuerdo.
VIVA LA REVOLUCIÓN |
Mienten sobre la URSS y el anarquismo
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per antonov |
22 feb 2006
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En la URSS tampoco pasaba lo que ahora nos dicen muchas películas y libros. Y reconozco que también es mentira el mito de que los anarquistas mataron a curas y monjas. Fueron muy pocos, para lo que se dice. Todo esto es la propaganda capitalista y fascista del Partido Popular y la ultraderecha yanqui. |
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