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Notícies :: antifeixisme
Els papers de Salamanca i Unamuno
01 gen 2006
Els familiars de Unamuno es queixen a l'Alcalde de Salamanca (PP) per l'utilització "manipulada" de la seua imatge à la Campanya contra la devolució dels Papers à Catalunya.
Queja de los descendientes de Unamuno

Por su parte los nietos y bisnietos del escritor enviaron el pasado 9 de diciembre una carta al Alcalde de Salamanca como protesta por la campaña iniciada por esa institución. En la misiva se exigía, entre otras cosas, la retirada "de todos sus carteles, folletos, etc, relacionados con su campaña, no sólo el nombre de Unamuno sino la frase misma".

Texto completo de la Carta enviada al Alcalde de Salamanca

Sr. D. Julián Lanzarote
Alcalde de Salamanca
Ayuntamiento
Salamanca 9 de diciembre de 2005

Muy Sr. nuestro:
Los que firmamos esta carta, nietos y bisnietos de Miguel de Unamuno y Jugo, queremos expresarle nuestro creciente malestar, escándalo, sorpresa e indignación por la utilización por parte de ese ayuntamiento (y la formación política que lo apoya), en su campaña contra la devolución a Cataluña de los archivos de la guerra, de la famosa frase de Unamuno "venceréis pero no convenceréis". La manipulación de la verdad histórica que ello representa es evidente. Vds. saben que esa frase fue dirigida a los militares golpistas de 1936, al ejército franquista que robó esos papeles en Barcelona y se los llevó a Salamanca.
No podemos aceptar que utilicen en su campaña la figura de Unamuno. ¡Ah, cómo se estremecería en su tumba si les oyera, y cómo atronaría su voz nunca acallada condenándoles! Pero ya que ello no es posible tenemos nosotros, sus descendientes, que intentar suplirle haciéndonos oír.
¡Por respeto a la verdad y a su figura, exigimos que retiren de todos sus carteles, folletos, etc, relacionados con su campaña, no sólo el nombre de Unamuno sino la frase misma, tan ligada a él que la asociación con su nombre es automática!
Atentamente

Firmado:
Miguel de Unamuno Adarraga DNI 12 543 923
Concha de Unamuno Pérez DNI 7 717 859
Mercedes de Unamuno Adarraga DNI 12 515 603
Josefina de Unamuno Pérez DNI 7 742 972
Carmen de Unamuno Adarraga DNI 12 514 132
María Teresa de Unamuno Adarraga DNI 12 579 296
Pablo de Unamuno Pérez DNI 7 742 715
Salomé de Unamuno Adarraga DNI 12 530 980
Concha de Unamuno Adarraga DNI 12 579 297
Firman también esta carta treinta y cinco bisnietos de Unamuno.

P.S. Dada su calidad de carta abierta nos reservamos el derecho a dar a este documento la publicidad que estimemos oportuna.



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Comentaris

Re: Els papers de Salamanca i Unamuno
01 gen 2006
Com que no tenen ni pensadors , ni filòsofs, ni poetes ni intel.lectuals, tenen que furtar el pensament dels altres.
Lladres !
L'episodi d'Unamuno
01 gen 2006

(extret de BERNAT MUNIESA, Dictadura y Transición, La España Lampedusiana: vol. 1, La dictadura Franquista 1939-1976, Publicacions i Edicions de la UB, Barcelona, 2005; pags. 54-58)

"El reverso de aquella élite de intelectuales liberales que, de un modo u otro, se adaptarían a la Dictadura franquista, fue Miguel de Unamuno."

(...)

¿Por qué Unamuno, pues?

La veta también stirneana (como Baroja), o el toque nieztscheano si se quiere, que surge a veces en su obra, el contra esto y aquello, le condujo durante la Dictadura del general Miguel Primo de Rivera a la deportación, específicamente por sus continuas diatribas contra la Monarquía y sus burlas de Alfonso XIII: en febrero de 1926 fue desterrado a la isla canaria de Fuerteventura, pero en julio de ese mismo año se fugó y se estableció en París. En 1 de mayo de 1930 regresó a Madrid y en la estación de Príncipe Pío le recibieron dos mil personas. Luego, en una conferencia en el Ateneo de la capital española, haría celebre aquella frase de que inventen ellos, puesto que si en España todo ha siempre entrado mal, el racionalismo, la ciencia galileana, la Ilustración, el liberalismo ... lo lógico, repito, es que inventen ellos.

Como Ortega, Marañón y otros intelectuales de prestigio de la época, Unamuno participó con fuerza en el apoyo a la proclamación republicana desde el 14 de abril de 1931, incorporándose a la Agrupación al Servicio de la República. Progresivamente, sin embargo, se sentiría decepcionado y acabo por aislarse en la Universidad de Salamanca, donde era rector, emitiendo ácidas criticas contra la situación política: participaba en cierto sentido de aquel esto no es denunciado por Ortega, aunque aquí cabria preguntarse ¿que es lo que esperaban aquellos intelectuales? ¿Qué esperaban en un país con la derecha más sanguinaria, siniestra y aviesa de Europa, como reconocería años después un desertor del falangismo, Dionisio Ridruejo?

El estallido de la Guerra Civil, en julio de 1936, sorprendió a Unamuno en Salamanca, territorio que desde un primer momento quedo incorporado a la zona llamada "nacional", siendo la ciudad, junto a Burgos, sede que funcionaba como capital incipiente de los facciosos. Y ciertamente que de palabra y por escrito, en aquellas primeras semanas, mostró el filosofo un apoyo expectante hacia los sublevados contra la legalidad republicana.

En esa situación se llegó al 12 de octubre de aquel 1936, fecha declarada por los fascistas Día de la Raza y de la Hispanidad. En el paraninfo de la Universidad salmantina se organizó un acto de exaltación hispánica y racial que se convirtió en un aquelarre de simbolismos y gritos rituales fascistas y patrioteros. Unamuno, como rector, presidía la mesa, en la que también estaban, entre otras personas, un cardenal catalán, Enrique Pla y Daniel, arzobispo de Salamanca, el general Millán Astray, fundador de la Legión, y la esposa del general Franco, Carmen Polo.

Desde la presidencia, habló Millán Astray, un espectro mutilado por la guerra colonial (llevaba un ojo cubierto, era falto de un brazo y cojeaba de una pierna): Catalunya y el País Vasco –dijo- son cánceres en el cuerpo de la nación. El fascismo, remedio de España, viene a exterminarlos, cortando en la carne viva y sana como un frío bisturí. La carne sana es la tierra, la enferma su gente. El fascismo y el ejercito arrancaran a la gente para restaurar en la tierra el sagrado reino nacional... Cuando Franco lo quiera y con la ayuda de mis valientes moros, que si bien ayer me destrozaron el cuerpo, hoy merecen la gratitud de mi alma por combatir a los malos españoles... Porque dan la vida por la sagrada religión de España, escoltan a nuestro Caudillo... En un ambiente enardecido, sonó una consigan en la sala: ¡¡Viva la muerte!!, el lema de Millán Astray, y éste, coreado por el auditorio, lanzó las consignas rituales: ¡España!, ¡Una!; ¡España!, ¡Grande!; ¡España!, ¡Libre!.

Y el anciano Unamuno se levantó y respondió: Todos estáis pendientes de mis palabras y todos me conocéis y me sabéis incapaz de callar.... Callar significa a veces mentir, porque el silencio puede interpretarse como aquiescencia. Yo no podría sobrevivir a un divorcio entre mi conciencia y mi palabra. Seré breve y la verdad es más verdad cuando se expone desnuda. Quisiera, pues comentar el discurso, por llamarlo de algún modo, del general Millán Astray... Dejemos aparte el insulto personal que supone la repentina explosión de ofensas contra vascos y catalanes. Yo nací en Bilbao, en medio de los bombardeos de la segunda guerra carlista. Luego me casé con esta ciudad de Salamanca, tan querida, pero jamas he olvidado mi ciudad natal. El obispo –y señaló a Pla y Daniel-, quiéralo o no, es catalán, nacido en Barcelona... Acabo de oír el grito necrófilo y carente de sentido de ¡Viva la muerte!. Me suena lo mismo que ¡Muera la Vida! Y yo, que he pasado la vida creando paradojas, he de deciros, como autoridad en la materia, que esa ridícula paradoja me repugna... El general Millán Astray es un invalido. No es preciso decirlo en tono más bajo. Es un invalido de guerra. También lo fue Cervantes. Desgraciadamente hay hoy demasiados inválidos en España. Y pronto habrá muchos más. Me aterra pensar que el general Millán Astray pueda dictar normas de psicología de masas. Un invalido que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, que era simplemente un hombre, y no un superhombre, viril y completo a pesar de sus mutilaciones, un inválido, como digo, que carezca de esa superioridad de espíritu, suele sentirse aliviado viendo como se multiplica el numero de mutilados alrededor de el.

Cabe suponer un auditorio invadido por una ola de perplejidad, rota por la cólera de Millán Astray: ¡Mueran los intelectuales! ¡Viva la muerte!, gritó apoyado en los ecos del coro fascista, del cual surgió la voz sutilmente "correctora" de José María Peman, el poeta de la Dictadura en ciernes: ¡No! -dijo- ¡Mueran los falsos intelectuales traidores! No podemos saber si Peman osó mirar a los ojos de Unamuno al condenarle a muerte, pero éste, retomando de nuevo la palabra, concluyó: Estamos en el templo de la inteligencia y yo soy aquí su sumo sacerdote. Vosotros estáis profanando su sagrado recinto. Yo siempre he sido, diga lo que diga el proverbio, un profeta en mi propio país. Y ahora os digo: venceréis pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta: la razón y el derecho en la lucha. Me parece inútil deciros que penséis en España. He dicho. (Estos materiales son una selección de aquellos hechos, publicados en La Vanguardia, Barcelona, 17 de agosto de 2004, bajo el epígrafe Grandes discursos del siglo XX).

Con acierto, para prevenir un posible linchamiento en aquella situación de alto riesgo (el reciente asesinato de García Lorca indignaba a los medios intelectuales internacionales), un general, Carmen Polo y el cardenal protegieron al filósofo, al que condujeron fuera del Paraninfo y metieron en un automóvil. Destituido del Rectorado, Unamuno fue arrestado en su domicilio, donde fallecería dos meses y días después. Escribió entonces acerca de no sé como pude contemporizar con ellos tras la sublevación y, entre la correspondencia que sostuvo en el periodo de arresto, se recuperaría una carta dirigida a un periodista francés amigo suyo: En esta guerra que se libra en España –escribió- morirán cientos de miles de personas y miles de otras deberán marchar al exilio y jamas podrán volver... Porque la Dictadura que se avecina en España será la más brutal que hayan conocido los tiempos... Se nutrirá del maridaje entre la sacristía y el cuartel (archivo Ruedo Ibérico). Profética y perfecta definición de lo que seria la Dictadura, soldada con dos palabras, sacristía y cuartel, que expresan la forma más degradada de otras dos: Iglesia y Ejercito. Así fue.

Este episodio se filtró progresivamente como rumor hacia la opinión publica. ¿Lo conocieron en su momento los Marañon, Pérez de Ayala, Azorin, Baroja, Josep Pla, Ortega, Menéndez Pidal...?

¿Por qué Unamuno?

Re: Els papers de Salamanca i Unamuno
02 gen 2006
obviamente para seguir burlandose de la inteligencia

para poner una nota de humor "negro", para reirse de todos los huesos en las fosas de la peninsula ibérica... para insultarnos la sangre.
Re: Els papers de Salamanca i Unamuno
02 gen 2006
(tot el tercer post es cita textual del llibre, em vaig oblidar de posar-hi cometes)
Sindicat Terrassa