Instrucciones de uso:
En este texto desarrollamos, en un principio, una brevísima genealogía
del capitalismo cognitivo comparando este proceso de transformación en
el que estamos inmersos con otra gran transformación del capitalismo
isomorfa, la que dio lugar al capitalismo industrial.
Desembocamos en un estrato nuevo que se conforma: el cognitariado, y presentamos
a nuevos personajes que surgen: el infotrabajador, los operarios de la subjetividad,
etc.
También antiguos personajes que se reinventan y recomponen, como los
profesionales, y hacemos un análisis de la situación de las profesiones
a través de una micro vista particular partiendo de nosotras mismas,
los arquitectos.
Para terminar planteamos las estrategias propositivas que quedan por inventar
y que ya se están planteando. Apertura de cajas negras y creación
de redes horizontales de conectividad y trabajo biopolítico como tareas
de una tecnología inversa.
* nota: este discurso es una versión mutada
e implementada de "carta a los hackitectos del futuro" de Eduardo
Serrano. Es un proceso en construcción, por lo que caben las incoherencias,
las reflexiones a medias y demás. Las autoras se confiesan profanas en
muchos temas que tocan, y son muy dadas a hacer de bricoleurs de discursos;
por lo que recomendamos tomarse este texto de una manera abierta, divertida
y ambigua. En palabras de Deleuze, como una intensidad y sin ningún tipo
de obligación moral a comprenderlo o a discutirlo.
Palabras clave.
posfordismo, cognitariado, infotrabajadores, operarios de la subjetividad,
profesionales, proletarización, medios de producción, cajas negras,
hackitectura, multitud, tecnología inversa.
Una historia antigua, pero que también es de ahora. El paso del
fordismo al posfordismo.
Partimos de la base de que el capitalismo es un sistema orgánico, con
capacidad de reinventarse continuamente y que sabe absorber y a la vez producir
nuevos códigos y flujos.
En el proceso de desarrollo del capitalismo, en continua progresión,
se dan una serie de transformaciones. Ahora, se puede decir que estamos atravesando
una de ellas, isomorfa a la que sucedió hace más de doscientos
años cuando se pasó de una sociedad campesina a una industrial.
Es el paso del capitalismo industrial al cognitivo.
En cada paso se produce una acumulación de estratos [*], también
la formación de nuevos estratos (a partir de los anteriores) que se superponen
con una consecuente automatización y recomposición de estos últimos.
Todo se transforma.
[*] Los estratos son conjuntos de multiplicidades fuertemente estructuradas,
conjuntos que se diferencian entre sí cualitativamente por lo que sus
poblaciones respectivas pueden hacer o no en relación con las poblaciones
de otros estratos.
Cada estrato puede ser substrato o sobrestrato en relación con otros
estratos. Las criaturas de un sobrestrato tienen una potencia de actividad (movilidad,
transformación) incrementada en relación con las de su subestrato
debido a que los utiliza en su beneficio; son como sus prótesis, sus
espías, sus instrumentos.
En gran medida el funcionamiento de los estratos de orden inferior es automático
(caja-negra) y constituyen la habitualidad invisible a la conciencia propia
de las criaturas del sobrestrato.
Las relaciones que atañen a los estratos son de dos tipos: entre estratos
diferentes y superpuestos son relaciones no causales, interestrato, o verticales;
entre un mismo estrato es de composición de competencia, colaboración
entre iguales u horizontales.
Podemos identificar una serie de acontecimientos que se suceden en estas dos
etapas características:
- Proceso de desterritorialización – reterritorialización,
y de descodificación de flujos. Desplazamiento del campesino –
artesano a obrero industrial, desplazamiento del obrero industrial al trabajador
cognitivo, desplazamientos que se realizan drenando sus saberes difusos, capitalizándolos,
sobrecodificándolos, tecnologizándolos.
- Automatización, sistematización, recomposición de los
estratos anteriores. (automatización de tareas, fragmentación,
sistematización de procesos productivos..) Automatización que
lleva implícita tanto una mayor agilización de operaciones con
el fin de una mayor operatividad de producción, como un proceso de des-autonomización.
- Apropiación de los medios de producción por el capital. Capacidades
productivas capitalizadas. En un momento dado fue la fuerza (física)
de trabajo y ahora son las capacidades cognitivas.
- Reconfiguración del territorio a través de la creación
de nuevas redes que lo alteran y transforman. Cambio espacio-virtual.
- Cambio temporal. El tiempo capitalizado, es decir, tiempo productivo capturado
por el capital, se amplia. Cambia la temporalidad de nuestras vidas, tiempo
de trabajo, tiempo de ocio, ambos son productivos.
- Desplazamientos entre máquinas: cuando llegan las de segunda especie,
utilizan a las de primera, ahora las de tercera, o informacionales, utilizan
y recomponen a las de segunda y a las de primera.
Otro acontecimiento crucial a tener en cuenta, es que se da un incremento brutal
en la velocidad.
Para verlo de una manera gráfica, tomemos como ejemplo el cambio de estado
en la materia, por ejemplo el paso del estado líquido al estado gaseoso
del agua. El agua va aumentando de temperatura, pero llega un punto en que la
energía que le es suministrada en forma de calor, no se utiliza en aumentar
su temperatura sino para su cambio de estado. En estado gaseoso las partículas
se mueven a una velocidad enormemente mayor.
¿Podremos decir entonces que nos encontramos en un cambio de estado del
capitalismo? [...]
Sujeto productivo?
Se empieza a sospechar que el sujeto productor de riqueza ya no se
reduce a las clases trabajadoras sino que lo son las sociedades enteras cuyos
miembros están relacionados, tanto por las mercancías, como por
otros bienes gratuitos, sobreabundantes, que escapan a la mercantilización.
Tampoco esto es nuevo pues desde el principio era difícil distinguir
quién hacía el trabajo ¿era el obrero?, ¿o era el
obrero más su herramienta? ¿era la cadena de montaje de hombres
y artefactos? ¿o eran esas unidades productivas más otras complementarias?,
y es más, ¿no contribuían también las mujeres que
cuidaban a sus maridos, que parían y criaban a los futuros obreros, que
se encargaban de todo esa inmensidad de tareas imprescindibles que ellos eran
incapaces de hacer, que compraban y utilizaban las mercancías fabricadas
por sus maridos, hijos y padres?, ¿no es cierto que también entonces
producción y consumo formaban el motor bipolar fundamental del movimiento
económico?
Y todavía más, resulta que es todo el planeta (ahora lo percibimos
claramente) con sus organismos y su vida aorgánica el que produce riqueza,
una creciente fracción de la cual, sin respiro para que pueda ser respuesta,
es capturada por la humanidad, y en concreto, por una pequeña parte de
ésta.
Las mismas condiciones en que se desarrollan las sociedades del tardocapitalismo
exigen a los individuos asumir la entera responsabilidad de su supervivencia,
un autogobierno que es fácil cuando se disfruta de solvencia económica,
pero penoso o imposible para la inmensa mayoría de la población.
En cambio, desde el momento en que dejamos de pensar en términos de individuos
celulares y aislados (tal como lo impone la lógica performativa del capital)
el problema empieza a disolverse: la autonomía e integración de
las facultades humanas que la especialización funcional histórica
había desterrado se hace operativa en gran medida gracias a la composición
cyborg de máquinas y cuerpos.
El capitalismo cognitivo es una puesta a trabajar (en el sentido de sometimiento
y relación salarial) de saberes y conocimientos, es decir se pone en
la nueva cadena productiva el indeterminado conjunto de las mediaciones sociales.
A la hora de gestionar todo esto por parte del poder hegemónico, surgen
cantidad de problemas y contradicciones fundamentales.
Se trata de cercar la inteligencia colectiva, utilizando las mismas leyes y
baremos que los utilizados para las mercancías materiales.
Estas incompetencias de gestión, que tienen su ejemplo paradigmático
en las nuevas y restrictivas leyes de propiedad intelectual, no son mas que
bloqueos al desarrollo de todas estas capacidades que se dan en el común,
estas nuevas tierras comunes que continuamente genera y reproduce la cooperación
entre cerebros.[*]
[*] Capitalismo cognitivo, propiedad intelectual y creación colectiva.
Ed. traficantes de sueños.
Nuevo estrato del capitalismo cognitivo: el cognitariado.
Tendremos entonces en el capitalismo cognitivo un nuevo estrato, surgido
a partir de las transformaciones propias y con unas características específicas.
¿Qué características comunes tiene este nuevo colectivo,
el cognitariado?
En primer lugar habría que mencionar, que la característica más
singular y generadora de este estrato es que es consecuencia (o causa?) de una
capitalización de las capacidades cognitivas, unas capacidades, intelectuales
y lingüísticas genéricas, que mucho tiempo atrás vienen
siendo productivas, pero que ahora son apropiadas por el capital.
Atisbamos en el panorama nuevas comunidades y mecanismos que antes no existían,
como los infotrabadores (por ejemplo programadores informáticos), y los
operarios de la subjetividad (como los creativos de publicidad o los creadores
de videojuegos). Pero además está la recomposición y transformación
que se produce en otras comunidades ya existentes. La recomposición es
del tipo de capacidades·cognitivas·puestas·a·trabajar,
es decir estas capacidades son ahora mucho más productivas y valorizadas
en términos económicos en colectivos como los profesionales, investigadores,
docentes, creadores de todo tipo. Hay una revaloración económica
de las capacidades cognitivas , y esto se traduce en una capitalización
de las mismas y en un creciente empobrecimiento y sometimiento (proletarización)
de este nuevo estrato, el cognitariado.
Más características:
- Se sitúan por encima (por encima quiere decir que se encuentran más
desterritorializados) de estratos laborales anteriores dedicados a la producción
de mercancías materiales con un elevado empleo energético. Manejan
relaciones entre objetos, y no directamente esos objetos, de ahí la típica
inmaterialidad de sus productos y sus escasas exigencias energéticas.
- Su trabajo es componer elementos, ya sea en la dimensión vertical,
es decir, entre diferentes estratos, o en su relación horizontal: componer
elementos en el mismo estrato.
- Producen un desplazamiento de ida y vuelta de los saberes procedentes de estratos
anteriores, es decir los drenan y los sistematizan, recodificándolos
para proporcionar esquemas formales (tecnologías-> técnica
de segundo grado que formaliza unos conocimientos determinados) que sirven para
automatizar los estratos anteriores. Es decir, en todo este proceso de asimilación
y recomposición de saberes se produce una cajanegrización [*]
de los estratos anteriores, volviendo los mecanismos cerrados y opacos, difícilmente
accesibles y condenando al olvido tanto su génesis histórica como
su propósito.
- Aplicación de ese mismo trabajo a sí mismos que producen tres
tipos de transformaciones laborales:
o liberación de tareas rutinarias, que se traduce en un incremento de
la productividad y que permite a los profesionales de los niveles superiores
dedicarse a tareas más creativas.
o sustitución de mucho trabajo humano, progresiva automatización
de procesos.
o autotransformación acelerada de las mismas profesiones al alimentar
continuamente sus propios saberes y forzar cambios en sus métodos.
- Se produce una estructura isomorfa en estos colectivos y es la dualidad entre
la producción de objetos singulares de fuerte corporalidad, destacados
referentes simbólicos y afectivos, fuertemente fetichizados; y a su alrededor
un halo redundante y a la vez constrastante de simulacros reproducidos masivamente
para los que no se requiere especiales aptitudes inventivas
- Estos cambios, especialmente en el caso de las profesiones, son percibidos
como una pérdida de status y de poder. Antes, mediante su capital cultural
adquirían un importante capital social como intermediadores entre el
poder económico y la fuerza de trabajo. Ahora esa intermediación
no es necesaria y pasan a formar parte de la masa trabajadora sometida a las
leyes fundamentales del capitalismo; el alquiler de su trabajo vivo a cambio
de un salario y su desposesión de cualquier recurso (capital) que les
pueda otorgar autonomía.
[*] caja negra (black box) es un término que utilizan Bruno Latour
y otros componentes de la sociología simétrica para designar a
mecanismos que, ya sea por complejidad, por incomprensión, o por controversia,
se cierran, dejando oculto su funcionamiento y estando sólo conectados
en su entrada y su salida. De esta manera se produce su opacidad y se automatizan.
Estos cierres resultan muy operativos a la hora de desarrollar un proceso, con
lo cual es imposible designarles un valor en el sistema de coordenadas positivo-negativo.
La vanguardia: los infotrabajadores.
Como los antiguos mecánicos, los trabajadores informáticos son
la vanguardia de este proceso de desterritorialización y reterritorialización.
Pero existe una diferencia fundamental: en el caso de los infotrabajadores,
no todos sus medios de producción son propiedad de sus empleadores, de
los que representan el capital. Sus conocimientos y habilidades adquiridos en
el ejercicio de su actividad, pero también fuera de él, les pertenecen
de una manera muy íntima. No sólo investigan y desarrollan su
creatividad en horas de trabajo, sino que se autoforman y producen conocimiento
en horas no laborales, en foros compartidos, programando y hackeando la red.
A diferencia de lo que ocurría en la era industrial (en que Taylor fue
capaz de elaborar eficientísimos protocolos de movilidad corporal), la
mayoría de los procesos mentales son impenetrables para un observador
externo, por lo tanto mucho más difícilmente controlables y rentabilizables.
Además los medios de producción informáticos no son susceptibles
de ser guardados y limitados, son inmateriales y por tanto independientes de
su soporte, de fácil reproducción y distribución, duración
indefinida, etc. En su naturaleza está escapar a la escasez.
Las máquinas computacionales en red son a la vez fábricas y gestores
de circulación de flujos de información de modo que sus usuarios
ya no están limitados por las distancias geográficas, y por tanto
la comunidad de éstos es potencialmente la totalidad de la humanidad.
En su resistencia los infoproletarios, la mayoría previamente socializados
por el capital (como siempre ha sido: es el capital el que proporcionó
el sustrato básico de relación social de los proletarios en las
fábricas y los barrios obreros, en las composiciones productivas y reproductivas
de la época industrial) construyen comunidades autónomas; de ningún
modo limitadas a una vida ajena a su actividad productiva, y por añadidura
libres de las disciplinas laborales que imponen las empresas fordistas; ellos
demuestran en esa actividad cómo es posible un trabajo sin estar asalariado,
sin jerarquías (jefes que digan lo que hay que hacer) y sin separación
de medios y fines (la parte viva de los medios la ponen ellos, mientras que
el capital decide los fines). También aprovechando la oportunidad histórica
de procurarse de manera autónoma los medios de producción --adquiriéndolos,
pirateándolos o construyéndolos ellos mismos--, junto con los
espacios de producción --cualquier sitio donde puedan acceder a una línea
telefónica o esté cubierto por antenas receptoras-- y las materias
primas --esos bienes inmateriales que escapan a chorros de la posesión
o del control privados. Y finalmente demuestran cómo es posible una circulación
de bienes sin necesidad del dinero, cómo es posible una economía
no monetaria, liberada de la intermediación que el poder financiero impone
a los intercambios y a la difusión de los bienes inmateriales.
Los operarios de la subjetividad. Los artistas.
Es significativo que imaginación, inconformismo, y audacia sean palabras
que en otro tiempo bien podrían atribuirse a los bohemios y artistas
y que hoy nos las encontremos designando las virtudes de los nuevos empresarios.
Podríamos reconocer otra nueva figura emergente en los operarios de la
subjetividad, herederos directos de artistas y afines.
Una de sus competencias sería la singularización de las mercancías
existentes, en pro de una más rápida renovación de los
productos, creando o siguiendo las directrices de la moda o imaginando productos
únicos, en ambos casos según las leyes de la distinción
social que descubrió Bourdieu. Y todo eso llevado a la práctica
por sistemas productivos (artilugios mecánicos, esquemas de organización,
gestores de circulación de información, asistentes infográficos
del diseño, etc.) que han aparecido con las máquinas de tercera
especie.
El aparato productivo ya no se limita al centro clásico donde se idean
o fabrican las mercancías. El motor de la economía es el bipolo
producción-consumo. Y surgen por lo tanto la subjetividad y la cotidianeidad
como sustratos preciosos a la explotación de consumo. Todo un despliegue
de creatividad globalizada gira en torno a la rentabilización de nuestra
subjetividad. (Los diseñadores gallegos de zara que se dan vueltas por
los suburbios de tokio, los creadores- probadores- comentadores en red de videojuegos,
los diseñadores de nuestras customizaciones mobiliarias de ikea o los
creativos publicitarios que provocan más de una lágrima o que
se nos pongan los bellos de punta con algo que puede ser desde un coche hasta
un desodorante).
Todo en un complejo entramado que funciona de manera iterativa, ya que los operarios
de la subjetividad están ellos mismos expuestos a los mismos medios que
producen, de este modo no se pueden colocar en una lógica lineal y unidireccional
donde ellos diseñan nuestras vidas, sino que el sistema es más
complejo; nuestras vidas producen su trabajo, su trabajo produce nuestras vidas,
y las suyas..
Prácticas artísticas.
Todo esto tiene un denominador común que nos sirve para considerar un
nuevo factor en esta exploración de nuestro tiempo. Podríamos
llamarlo lo corporal. Toda la tradición de los artistas parece confirmar
esto, siempre trabajando la materia, consiguiendo resultados sólo al
precio de un esfuerzo prolongado en el que su propio cuerpo ha de colocarse
en situación de resonancia con la materia prima (un devenir le llama
Deleuze).
Lo corporal no se confunde con lo físico (como lo opuesto a lo inmaterial),
pues de lo mismo están hechas cosas tan aparentemente lejanas como la
piedra de una escultura o el programa Photoshop, de hecho, ¿qué
es lo corporal para un impresionista? tal vez la luz ¿Qué es lo
corporal en un collage? a lo mejor fragmentos de cosas rutinarias sorprendidas
en un momento de paradójica extrañeza; y ¿qué es
para un músico?... La materia, el cuerpo a donde dirige el artista su
propio cuerpo son las condiciones de su propia actividad, las condiciones de
existencia de la práctica artística hasta ese momento, algo así
como el sostén natural de su arte.
Esta categoría de cosas abarca desde lo que podría considerarse
como tradición artística (lo que nos llega de los artistas del
pasado), la práctica técnica de cada arte, los estilos y asuntos
parecidos; pero no sólo eso, también incluye la historia personal
del artista, su vida entera. El artista revuelve todas esas cosas, las rescata
del olvido y las pone patas arriba, recombinándolas en órdenes
inéditos; y al traer todo eso al momento presente (el suyo y luego el
del espectador) hace visible lo que ya había quedado oculto o siempre
había sido invisible.
Según Gregory Bateson:
“[...el] arte se ocupa [...] de rellenar la brecha entre las premisas
más o menos inconscientes adquiridas mediante el aprendizaje y el contenido
más episódico de la conciencia y la acción inmediata."
Y más adelante: "[...] No es que el arte sea la expresión
de lo inconsciente, sino que se ocupa de la relación entre los niveles
de los procesos mentales. [...]" [BATESON, Gregory (1972). Pasos hacia
una ecología de la mente. Argentina: Lohlé-Lumen 1998: 338 y 495]
Se comprende el carácter subversivo de ciertas actividades artísticas
desde el siglo XIX: al traer a la luz eso que ha quedado oculto (debido justamente
a que su funcionamiento automático exime la gestión consciente
de todo ese mundo) se rasga el velo con que lo habitual, la habitualidad, lo
cubre y aparece ese sustrato del que estamos hechos: se abre la caja negra y
se puede descubrir el origen y el sentido de muchas cosas, y lo que puede ser
más interesante todavía: que otro mundo es posible, que las cosas
podrían muy bien haber sido de otra manera.
También puede entenderse ahora una de las razones principales del actual
afán por parte del capital para capturar el trabajo de la subjetividad
y el consiguiente florecimiento de los yacimientos de empleo correspondientes:
la destrucción de la habitualidad y su reconstrucción efímera
significan que todo lo que constituye el medio cotidiano de los consumidores
puede ser renovado cada vez más deprisa, con lo que el capital acelera
su circulación.
La práctica del arte se ha distinguido siempre por ser una acción
sin objetivos predeterminados (de ahí sus riesgos), un actuar que al
mismo tiempo es medio y finalidad. En cambio la actividad humana capturada por
una instancia de poder exterior, tal como se manifiesta claramente en el concepto
capitalista de trabajo, es el resultado de separar, como ya se ha adelantado,
medios de finalidades, asignando la acción instrumental a ciertos agentes
--los trabajadores-- y la definición de los objetivos a otros agentes
–capital.
Simultáneo a este desdoblamiento (social) entre fines y medios es la
separación entre sujetos y objetos. En el nivel de la actividad productiva
esta separación es clara: los sujetos son los trabajadores y los objetos
son las materias primas y medios de producción; además esta dualidad
tiene una cierta traducción epistemológica, la referente a la
ciencia clásica, siendo sus dos polos el científico (u observador)
y el hecho científico (u objeto observado), respectivamente. Pero también
opera a un nivel superior de naturaleza convencionalmente social: los sujetos
que poseen capital son los que deciden --propiamente entonces son sujetos de
enunciación--, mientras que los trabajadores son el equivalente del objeto
--son sujetos enunciados.
Bien diferente es lo que ocurre en la actividad artística: en vez de
un espacio donde interactúan separadamente dos polos, aparece un ámbito
de indescernibilidad entre sujeto y objeto (ya no hay dos cosas, hay una multiplicidad),
un devenir donde ambas cosas pierden su respectiva individualidad. Esta arriesgada
afirmación se comprueba haciendo balance de las transformaciones que
resultan de ese proceso, muy diferentes a las que se producen en el trabajo
capitalista, pues tanto el artista como la obra de arte resultan transformados.
En el arte no hay más finalidad que ésta, la transformación
mutua, el movimiento en su especie más radical o profunda, más
allá del simple desplazamiento en el espacio, más allá
de la propagación de diferencias, ambas a la vez, al servicio de la autotransformación:
desterritorialización.
Esto implica que lo corporal no es una materia pasiva y limitada a lo puramente
receptivo; implica que existe una inteligencia viva más primordial que
la inteligencia racional y que constituye la condición de existencia
de ésta. El reconocimiento (muy reciente) de esto por parte de algunos
saberes tiene efectos realmente extraños, desestabilizadores, y hasta
subversivos; es el caso de lo que en términos de la sociología
simétrica supone una cierta reivindicación política de
los “actantes” (componentes no humanos de una cadena operativa:
una herramienta, un programa, un lugar de trabajo), como sujetos de derecho.
Los profesionales provenientes de las carreras superiores.
Todas las profesiones, especialmente las universitarias, están abocadas
a la producción y uso de tecnologías. Como saberes de segundo
grado que son, las tecnologías tienden a cerrarse sobre sí mismas
(según el modelo de la caja negra). Con el capitalismo cognitivo esa
tendencia se exacerba debido a que esa clausura es la forma que adquiere la
propiedad privada de cualquier mercancía, incluidas las cognitivas (con
las tremendas contradicciones que eso implica).
Cierres tecnológicos.
Recordemos que los cierres tecnológicos implican básicamente
opacidad en cuanto a las posibilidades de un conocimiento desde el exterior
por parte de saberes que no son los específicos de esa tecnología
y sobre todo desde el conocimiento común o profano; otra consecuencia
de los cierres es una fuerte resistencia a su transformación.
Podemos distinguir tres órdenes de cierres cuando las tecnologías
están directamente bajo el control del capital, herederas del cierre
que detentaban en exclusiva los profesionales hasta hace algunos años
(cierre social-corporativo), fuente de su poder hoy declinante:
- Cierre epistémico, relacionado con el tipo de conocimientos que son
precisos para la utilización de cada tecnología. Tiene una dimensión
vertical según el vector sujeto del conocimiento (experto)-objeto del
conocimiento; y una dimensión horizontal en cuanto se da una doble parcelación,
de conocimientos y de profesionales según competencias exclusivas.
- Cierre jurídico, que se expresa en las patentes y derechos de propiedad
intelectual, ahora casi en su totalidad controlados por empresas y no por sus
inventores. En vertical: poder del propietario sobre la propiedad; en horizontal:
reparto de cualquier campo tecnológico en dominios empresariales.
- Cierre operacional, que afecta al la actividad de los medios de producción,
mediante cajas negras y automatismos que gobiernan segmentos crecientes (rutinas)
de los procesos productivos. Dimensión vertical: relación del
usuario u operario con unas materias primas, en horizontal forman las comunidades
estratificadas de las cuales las grandes agrupaciones son los megaestratos (máquinas
de primera, segunda o tercera especie, pudiéndose distinguir también
estratos intermedios como los servomecanismos, situados entre las máquinas
energéticas y las computacionales).
El cierre jurídico es la clave de los demás cierres, debido a
que es la expresión, en el grupo de axiomas del capitalismo, de la partición
fundamental capital-actividad productiva.
Si ahora descendemos un escalón y nos preguntamos por la actividad productiva
en sí comprobamos que el capital hace tiempo que se coloca como intermediario
único de todas esas relaciones que han constituido la razón de
ser de los profesionales universitarios.
Vemos ahora la situación de éstos a través del prisma concreto
de los arquitectos.
El arquitecto.
Los profesionales producen dos órdenes de cosas: los objetos propios
de cada disciplina (los sujetos-arquitectos producen objetos-proyectos); y el
conjunto de conocimientos que forman el sustrato común de su disciplina,
que es transformado continuamente por las mismas prácticas del ejercicio
profesional.
El capital proporciona ahora al arquitecto aquella instrumentación que
antes era patrimonio de la profesión, sólo que radicalmente transformada
mediante su recodificación, automatización y asignación
de competencias.
Éste es uno de los aspectos que podemos apreciar en este proceso de proletarización
de las profesiones, algunos rasgos característicos que están invadiendo
el ejercicio de las profesiones poco a poco, nos dan cuenta de este cambio:
- remuneración por salario
- apropiación de los medios de producción por el capital
- desplazarse de la posición de intermediadores en relaciones como:
o usuario-producto
o medios-fines
o materias primas-producción
Podemos esbozar este proceso transformativo a través de tres relaciones
mutadas y mutantes:
1ª relación: arquitecto-usuario
El proceso es acusadamente similar al del resto de las profesiones: progresiva
e imparablemente la asume el capital, como ha sido siempre, en cuanto a intermediar
las relaciones entre producción y consumo, entre el trabajo del profesional
--que así se convierte en asalariado-- y los destinatarios --que entonces
pasan a ser consumidores-clientes.
2ª relación: arquitecto-arquitectura (saberes)
Es la relación con el conjunto de saberes teóricos que hacen posible
la tecnologización de la arquitectura.
Las capacidades artísticas tradicionales del arquitecto se muestran útiles
para forzar la renovación de estos saberes. Esta transformación
del saber disciplinar propio no puede ser obviado por el capital, y esta capitalización
y la estructura según estrellas-simulacros explicadas anteriormente,
se traducen en una transformación casi exclusivamente formal, siguiendo
las modas que las estrellas de la profesión establecen sin que haya opción
para una auténtica reflexión sobre las condiciones mismas de la
profesión, y por tanto sin que se produzca realmente investigación
– innovación.
3ª relación: arquitecto-arquitectura.
Esta es la tecnología propia de los arquitectos y consiste, por un lado,
en una dimensión vertical: conjugación de espacios y actividades,
y por otro en una dimensión horizontal: conjugación de espacios
y espacios, es decir distribución de espacios en los edificios o en la
ciudad.
Se trata de una verdadera tecnología, que al menos se remonta hasta principios
del siglo XIX. La teoría de las tipologías, igual que en general
las teorías de la funcionalidad arquitectónica, pertenece al mismo
estrato que la etología, el conductismo y la ergonomía, y lo que
es más importante, al mismo estrato que las ingenierías y demás.
Todas son tecnologías de los instrumentos, pero ninguna de ellas da cuenta
de los objetivos y finalidades sociales, ninguna se plantea el tema del poder.
En cierta manera por encima de ellas se extiende otra capa tecnológica.
Temas como el origen y sentido de las tecnologías instrumentales, así
como lo relativo a su mismo cierre, se comprenderían mejor en esa tecnología
moral que además puede presumir de tener antecedentes muy antiguos, los
tratados de moral, por ejemplo analizados por Foucault como tecnologías
del yo.
Armados con la caja de herramientas de Foucault podemos reconocer en los orígenes
de la vivienda obrera unas observaciones, unos tanteos, unas experiencias cruciales
para la fijación de buena parte de la tecnología de la distribución
de las viviendas, a su vez componente fundamental del saber de los arquitectos
modernos, de esa tecnología que hemos llamado de la funcionalidad arquitectónica.
Leyendo documentos antiguos referentes al tema se entiende perfectamente qué
se pretendía conseguir (y se consiguió) con ciertas distribuciones
espaciales, ciertos parámetros de superficies, ciertas ordenaciones urbanísticas,
con ciertas tipologías en definitiva. También de qué manera,
invirtiendo el orden de la ecuación funcionalista (la que define que
la actividad de los usuarios determina la forma o el espacio), se crearon unos
hábitos de conducta concretos mediante sabias configuraciones arquitectónicas.
Todo sustentado en una separación fundamental: entre habitante y habitación,
antes lograda mediante la interposición del arquitecto y hoy de un modo
más natural (hablando en términos capitalistas) a través
de la mercancía.
Desde la proyectación de la arquitectura se tiene casi siempre como base
natural o material dado las actividades de los usuarios, y aquí vemos
que esto no es del todo cierto, vemos como ciertas tecnologías morales
han ayudado (y ayudan) a la proyectación de los espacios y también
a la proyectación de los usuarios.
Además, en el proceso creativo de proyectación de espacios, al
arquitecto le pasa algo parecido a lo que le ocurre a los operarios de la subjetividad:
están inmersos en un proceso iterativo donde ellos mismos proyectan los
espacios q a su vez los moldean, etc. Un complejo sistema de producción
de la realidad.
Pero, así como el artista desentierra la trama oculta de nuestra sensibilidad
y nos muestra nuevos campos de lo posible y descubrimos que el mundo podría
ser muy bien de otro modo, las prácticas artísticas siguen estando
aquí y ahora, abiertas, y con nuevas capacidades disponibles para utilizar
todos estos parámetros creadores de realidad y sacarlos a la luz subvertirlos,
hacer las cosas de otro modo..
Redes autónomas.
Desde la observación de hackitectura o indymedia (por ejemplo) descubrimos
que desde todos estos sujetos cognitarios se crean unas comunidades que escapan
a las condiciones impuestas por el capital. Y no de una manera resistente frontal
(como pueda ser la del okupa tradicional) o de una manera romántica (como
pueda ser la del arquitecto que todavía se cree que ejerce una profesión
liberal), no; es más bien con una estrategia de escape, línea
de fuga, o evolución aparalela.
En primer lugar podemos apreciar que en estos colectivos se da una reapropiación
de sus medios de producción, bien porque sean realmente de difícil
apropiación por parte del capital, como ocurre con los procesos informacionales
y/o imaginativos-creativos, o bien porque debido a un proceso de subversión
(u otros que veremos más adelante) se produzca una apertura en los cierres
que operan sobre las tecnologías propias de un profesional, y después
de esta apertura una reapropiación (cirugeda).
También vemos que el sujeto que opera en estas circunstancias no es un
arquitecto, o un infotrabajador, no es tan fácil establecer esta dualidad
sociedad-individuo, o induviduo-máquina, porque no se da. Podemos hablar
de un nuevo sujeto, con la terminología de Negri y Hart, de multitud,
y es más considerando el ciborgterritorio tal y como está consolidado
hoy en día y sus relaciones, podemos hablar de un devenir ciborg de la
multitud.
Por lo tanto estos sujetos son redes, formadas por humanos y no humanos que
se establecen cada vez mas desterritorializados, pero con capacidad de acción
concreta, que producen de una manera no jerárquica, en relaciones no
mediadas por el capital, sus movimientos, su actuaciones, sus fines, no los
determina el capital, de hecho, como en la práctica artística
no se puede establecer una diferenciación entre medios y fines. Se trata
de producciones procesuales y deseantes.
Además hay una apropiación-utilización y producción-alimentación
de un sustrato de creatividad comun.
Con estas formas de proceder, nuevas autorregulaciones, creative commons, se
mantiene una creatividad que realmente pertenece al común. Y la potencia
de todo esto es extraordinaria, potencial y multiplicativa, ya que no tiene
los bloqueos e impedimentos propios (y ya explicados) del capital.
Tecnología inversa.
Una vez en este punto y asimilado el estado vaporizado del capitalismo cognitivo,
y comprendida (aunque de forma borrosa ya que ese es su estado) las estrategias
de la economía cognitiva en cuanto a la capitalización de tecnologías
y saberes, podemos pasar a una interpretación de las estrategias de actuación,
o a lo que a nuestro parecer son las posibilidades que ofrecen las grietas del
territorio contemporáneo.
Por un lado, aunque el capital constriñe mediante cierres (ya sean horizontales
o verticales), el flujo de conocimiento es de relativa certeza afirmar que pertenezca
al capital y por tanto su inversión o subversion es posible.
Por otro lado si entendemos la caja negra como el cierre de una controversia
en algún terreno de conocimiento o de la ciencia, podemos interpretarla
no solo como cierre (epistemológico, jurídico u operacional),
sino como un sistema de hacer operativos sistemas complejos en el que el control
sobre todas las unidades informacionales no es operativa, como es el caso por
ejemplo de la ecología de sistemas, donde se pueden usar muchas cajas
negras obviando los procesos internos y atendiendo solamente a las entradas
y a las salidas; desde este punto de vista, el obviar los procesos internos
de estas cajas negras permite trabajar de forma creativo-operativa. Por tanto
la tecnología inversa no trata solamente la apertura de cajas negras
o cierres de conocimiento, sino el hecho de crear espacios de participación
y libertad de conocimiento, creación de espacios y procesos de trabajo
desjerarquizados, favorecer los territorios autónomos sin un control
externo de filtrado o estrangulamiento del deseo, generación de redes
autónomas deseantes, que en colaboración mutua creen sus propios
medios de conocimiento, multitud conectada que permitan las translaciones horizontales
y verticales donde los saberes expertos permitan la potencia y no los estancamientos.
Apertura de cajas negras.
De algún modo esta estrategia vendría a referirse a las practicas
artísticas. El artista, o al menos al modo en que lo estamos entendiendo
en este desarrollo, utilizará sus saberes y sus conocimientos tecno-esteticos
y su devenir cyborg con lo corporal para desestabilizar, remirar las relaciones
entre conceptos. Podríamos hablar que el artista subvierte la forma de
mirar, pone en evidencia lo que habíamos dado por sentado, disecciona
el mundo con su mirada. El artista utiliza las armas y herramientas a su alcance
para crear algo inexistente, ni necesariamente nuevo, ni necesariamente revolucionario,
se construye o deconstruye a si mismo y a lo que le rodea.
En este sentido podríamos hablar de que la practica artística
deviene apertura de caja negra, y aunque ya se menciona que esto no es el objetivo
ultimo de tecnología inversa, sí es el terreno en el que el cognitariado
(y los campos transversales que lo atraviesan o los lugares en los que desemboca
y donde los arquitectos estamos inmersos) más puede aportar.
De algún modo, la tecnología inversa deviene de una artistificación
cognitaria, se convierte en un ejercicio surgida del deseo y funciona casi como
un juego, como una actitud, en el que las formas de proceder varían según
el actor y según el actante, y no solo eso, sino que varían según
el terreno de conocimiento o el escenario cajanegrizado. En este punto nos parece
un ejercicio necesario observar: ¿cuándo se esta abriendo una
caja negra? ¿siempre se hace de la misma manera?
Las aperturas pueden definirse estructuralmente de la misma manera que los cierres,
es decir: apertura epistemológica, apertura jurídica y apertura
operacional, ya que esta es, reduciéndola al mínimo, su relación
con el sistema. Pero si nos trasladamos al proceso en si de la apertura, y a
las ya mencionadas variantes artistificadas (quién la abre, qué
abre y como la abre), sus clasificación se amplia exponencialmente, igual
que se amplían las posibilidades cuando pasas de dividir entre animales
y vegetales a di vidir por especies.
Desvelamiento
El desvelamiento es el más analítico de los procesos de apertura,
en el sentido en el que la apertura se realiza a partir de la puesta en evidencia
de una situación o sistema dado, sin ser necesario el planteamiento de
tipologías o procesos nuevos, aunque esto no le elimina cualidades propositivas,
ya que una vez desvelado el sistema ya deja de ser el mismo.
-Desvelamiento por Transparentización: Un sistema es opaco desde el momento
en el que su proceso de creación y los elementos que lo componen contienen
un nivel de información que han sido cerrados, ya haya sido al darlos
por hecho, por operatividad o por una estrategia de poder. En este sentido la
transparentización se realiza en el momento en que estos elementos informacionales
dejan de estar ocultos y son puestos en evidencia, momento en el cual la relación
del sistema con las subjetividades deja de ser unidireccional, una vez transparentizado
el objetos (o sistema de objetos) deja de ser el mismo.
-Desvelamiento por Radicalización: La radicalización es la actitud
del humorista, de la ironía. Los sistemas tienen en su constitución
el control para suavizar la violencia que supone el estrangulamiento del flujo
que provoca el cierre. Por tanto la acción de llevar al extremo dicho
propuesta de cierre también lo pone en evidencia, lo abre, de algún
modo, llevarlo al extremo acaba por romper la caja.
Los procesos de performatividad del genero han sido perfeccionados e interiorizados
durante siglos, por lo que su estrategia es tan sumamente sutil y constante
que en ocasiones es opaco, pero la radicalización que realiza la Pin
Up lo pone en evidencia.
-Desvelamiento por Génesis: En ocasiones el cierre no es tanto la opacidad,
como la interiorización de un sistema. A veces su opacidad deviene de
un proceso complejo que se ha ido transformando hasta ser lo que es, y su desvelamiento
en un momento concreto no lo aclara significativamente, sino que abrir su genealogía
hasta su inicio y los motivos del surgimiento del sistema, son lo que lo hace
transparente.
Evidencia confrontativa.
Otras veces es la proposición de un nuevo sistema o una acción
concreta la que pone en evidencia el cierre. En este sentido la creatividad
consciente o inconsciente juega un papel decisivo.
En 1953 se registró una denuncia en el Departamento de la policía
de Memphis (EEUU), en la que se denunciaba a una señora negra tras un
revuelo en un autobús de línea. Dicha señora se había
sentado en la zona reservada para blancos, ya que en la de negros solo se podía
viajar de pie. Esta acción, totalmente pacifica y sin violencia aparente
y la reacción que provocó, ponía en evidencia la violencia
que encerraba el objeto autobús en un contexto dado.
Subversión.
Dentro de un cierre entran distintos agentes que forman parte del proceso de
cajanegrizacion, y de algún modo dentro de sus saberes configuran en
parte el cierre. En este sentido el disponer de estos saberes para la apertura
del sistema en ocasiones en contra de los intereses del propio sistema provoca
una subversión.
Es el caso de los hackers, en ocasiones proletariados de la industria informática,
que aprovechan sus conocimientos y la capacidad de manipulación de la
producción para subvertirlos.
catarqsis + Eduardo Serrano
[Texto procedente del fanzine "El reversus maldito #1#", presentado
en la exposición colectiva "Versus" en can felipa, barcelona,
hasta enero 2007]
+ info:
http://hackitectura.net/escuelas
···> catarqsis
http://www.ypsite.net/esp/FRAMESET.htm
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