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Notícies :: laboral
ni recortes ni despidos
08 nov 2005
como hemos llegado a esta situacion
La estrategia de liquidación de la marca empezó en noviembre de 2001, cuando la multinacional incorporó a Seat a la división deportiva liderada por Audi.
Por esas fechas Pischetsrieder (entonces Presidente de Seat y hoy Presidente del Grupo VW) "advirtió" de la pérdida de competitividad de la economía española, que hacía poco atractiva la inversión en la industria de nuestro país. Lo hizo en unas jornadas convocadas por el IESE, escuela de negocios neoliberal ligada al Opus Dei, uno de cuyos profesores y articulistas estrella es Pedro Nueno, ex-directivo de Seat y uno de cuyos hijos trabaja en la empresa.
Inmediatamente, el IESE recibió el encargo del Ministerio de Industria (entonces ocupado por Josep Piqué, del Gobierno del PP) para elaborar el "Libro Blanco" del sector del automóvil. El guión publicado pocos meses después incluía recomendaciones tales como la introducción de medidas de flexibilidad mediante créditos o "bolsas" de horas que adaptaran la producción a la demanda. Muy poco después se firmaba la "Bolsa" en Seat (8 de mayo de 2002), consolidada en el último Convenio. Seat pasó a ser considerada en la prensa económica liberal y en editoriales como las de "La Vanguardia" un "modelo de sindicalismo responsable". Ese modelo de flexibilidad se extendió al sector del auto.
En 2001 se empezaban a acabar los "regalos" que en su día costaron al erario público medio billón de pesetas para entregarle a VW una Seat saneada. Terminaban los 10 años de exención del pago del Impuesto de Sociedades (10.000 millones de pesetas anuales). Fueron los gobiernos neoliberales de Felipe González (PSOE) quienes liquidaron el carácter público de Seat (y toda la industria: siderometalurgia, astilleros y después energía, telecomunicaciones y transportes, que culminó sin esfuerzo y para su propio provecho el PP).
Para entonces, VW ya había reducido drásticamente la producción de Seat destinada a venderse en España, que hoy apenas alcanza el 20%. La apropiación de buena parte de la red de concesionarios por la multinacional, en cambio, le permitió penetrar sólidamente en el mercado español. Hoy, las cuotas de mercado de Seat y de VW en España son similares. Seat, por contra, tiene cerrados por la multinacional gran parte de los mercados emergentes y el mercado estadounidense. En 2001 se iniciaba un ciclo recesivo (con una grave caída de la demanda interna, es decir, del consumo) especialmente agudo en los países centrales de Europa Occidental, allí donde se dirige el grueso de la exportación de Seat. En cambio, apenas podemos vender allí donde la demanda resiste el ciclo (España, EE.UU., China, India, México, Chile, Brasil, etc.)
La decisión de dejar de fabricar modelos del segmento medio y medio-bajo es considerada ya hoy un "error" por influyentes sectores empresariales españoles (ver columna del economista Manel Pérez en el suplemento "Dinero" de "La Vanguardia" del 6 de noviembre de 2005). En 2001 todos, incluyendo los sindicatos, defendieron la decisión, ya que producir mayor valor añadido evitaba competir en costes salariales a la baja y prevenía la deslocalización. Craso error, dado que países como China y, sobre todo, India, coclocan en el mercado laboral de sus países cientos de miles de ingenieros de alta cualificación cada año, capaces de diseñar y cada vez más de fabricar y exportar productos de alto valor añadido a un coste altamente competitivo. Las multinacionales norteamericanas exportan a su propio país desde China e India, incrementando el déficit comercial norteamericano y destruyendo la industria en los EE.UU.
El "error" podría no ser tal, sino una decisión meditada, al objeto de poner Seat en crisis para deshacerse de la marca (su futura venta a empresas chinas es algo más que un rumor interesado). Eso sí, dejándola en tales condiciones que la impidan competir en adelante con las marcas del grupo VW. Así se entenderían las decisiones relacionadas con los nuevos modelos, destinados al fracaso. El destino de las unidades productivas de Seat sería "adelgazar" sus plantillas por etapas (estaríamos asistiendo a la primera) en no menos de 6.000 trabajadores (lo cual podría llevarse por delante el Centro Técnico y su capacidad de diseño, esencial para la supervivencia de la marca integral, y ya "tocado" desde la reconfiguración de su composición accionarial, con la entrada de Audi). Después, dos opciones: a) convertirse en fábrica de Audi (tal como apunta el periódico económico alemán "Kapital" estos días, aunque no parece muy creíble que Audi vaya a iniciar su expansión en España: hasta ahora sólo fabrica en Alemania); b) vender las factorías (lo cual, en el estado en que las habrían dejado, conduciría con toda probabilidad al cierre; hay empresas financieras especializadas en ese tipo de trabajo sucio).
Parecería lógico que, ante esta situación, las administraciones públicas catalana y española intervinieran antes del "troceamiento" y la crisis terminal de la marca. Sorprendentemente, la Plataforma unitaria de los sindicatos incluye la entrada de capital público en el accionariado de Seat. Es de temer que esa propuesta se quede en la solicitud de entrada de "La Caixa" en VW. Dirigentes de UGT han pedido que "La Caixa" adquiera un 5% del grupo VW por 125.000 millones de ptas. Pero eso no garantiza nada a medio y largo plazo. "La Caixa" maneja sus inversiones con una lógica estrictamente mercantil. Si los fondos de inversión que coloca en VW pierden rentabilidad por decisiones "políticas" o "sentimentales", "La Caixa" se estaría suicidando como entidad financiera. Es posible, incluso, que esta propuesta quede en nada, ya que los mismos dirigentes de UGT sugieren que el ERE (en su versión más dura, ya que se trata de un expediente de extinción de contratos, es decir, de despidos definitivos, puros y duros) puede ser negociado para hacerlo menos "doloroso" (es decir, rebajar en tres o cuatro centenares el número de afectados, doblar la indemnización propuesta por la empresa y algunas medidas adicionales más un plan social de acompañamiento que les permita presentar el acuerdo como "aceptable".
Como siempre, si UGT se descuelga, dependerá de CC.OO. la orientación del conflicto. La experiencia reciente no permite hacerse ilusiones, pero una actitud firme y contundente de la plantilla debe recordar a CC.OO., y también a UGT, que la mayoría del Comité de Empresa NO DEPENDE de UGT, ya que CC.OO. y CGT tienen 7 de sus 13 miembros. La firmeza y la combatividad arrastraría a buena parte de la base de UGT y podría condicionar a sus dirigentes. Por mucho que negocie con la empresa salvar a "los suyos", es inevitable que algunos centenares de afiliados a UGT estén en las "listas negras" que sus propios dirigentes reconocen que existen.
Como en cualquier lucha obrera, la unidad de los trabajadores y trabajadoras es esencial para presentar batalla y aspirar a ganarla. Como atestigua toda la historia de la lucha de clases, sin organización de los trabajadores cualquier batalla está condenada a la derrota. Los sindicatos son una parte insustituible de la organización obrera. Si no sirven a los intereses de la clase obrera habrá que formar otros. Pero lo que tenemos ahora es lo que hay. La batalla nos la presentan ahora y debemos librarla con lo que tenemos. No están en el orden del día las querellas antisindicales, por más méritos que hayan acumulado los "sindicaleros". Eso debió hacerse antes o deberá hacerse después. Pero no ahora, si no queremos entregar a la empresa una victoria fácil. Y tal vez la batalla que empezamos sirva para recuperar lo que algunos fueron. Mientras los tres sindicatos sigan defendiendo formalmente los contenidos de la Plataforma (vale la pena releerla porque hacía tiempo que no aparecía en fábrica una hoja con esa claridad y precisión), es imprescindible secundar las movilizaciones convocadas. Hacerlo con contundencia y firmeza, pero sin caer en provocaciones que permitan a la empresa tomar rehenes (sanciones disciplinarias) que le darían ventaja en cualquier negociación o difundir a través de sus medios (que son muchos y muy poderosos) un carácter ultraviolento que restaría amplitud a futuras movilizaciones. Nadie debe lograr aislar la lucha de Seat, que, mientras no sea traicionada, necesitará de la solidaridad activa de más y más ayuntamientos, de más y más trabajadores, de más y más ciudadanos y ciudadanas.
El día 10 hay que salir a la calle masivamente. Tomar las calles del centro de Barcelona y abarrotar la Plaza de Sant Jaume. Hay que gritarle a la Generalitat, y también a los sindicatos, que la Plataforma unitaria es sagrada. Que EL ERE NO PUEDE SER ACEPTADO EN NINGÚN CASO. Que debe obligarse a la empresa a negociar las medidas no traumáticas propuestas en esa Plataforma. Que, en caso contrario, y por causas de interés social y de utilidad pública, LA SEAT DEBE SER RE-NACIONALIZADA (su coste es de 250.000 millones de ptas., es decir, 1.500 millones de euros). Y desde la soberanía recuperada, manteniendo bajo control público un porcentaje estratégico, trabajadores, sindicatos y administraciones buscarán y encontrarán socios para asegurar el futuro de la marca, de las producciones y del empleo que genera Seat, cinco veces superior a nuestra actual plantilla.
Una lucha de este calibre significa implicar no sólo a las empresas del sector del auto, sino a toda la sociedad trabajadora de Catalunya, porque hay que invertir la política liberal que impregna a los políticos de todos los colores, según la cual el sector público no debe intervenir directamente en el mercado. Es la política que ha destruido la industria catalana y que nos propone un país de servicios y de diseño. Un país de especuladores tras el que no hay más que desierto productivo, eriales industriales y agrícolas. Un país sin futuro. Si los trabajadores de Seat, viejos y jóvenes, hombres y mujeres, afiliados y no afiliados a sindicatos, no damos la talla en este combate, ofreceremos a los capituladores de siempre los argumentos y las excusas para traicionarnos una vez más y propinar una derrota estratégica a la Catalunya trabajadora.

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Comentaris

Pues va a ser que no ....
08 nov 2005
Lo teneis fatal, pues aunque esteis 30 dias de huelga, si os dejan los sindicatos representativos, la empresa va a irse a fabricar coches a .... Lituania? Estonia? Azerbayan, Singapur, Sudafrica..? O sea a cualquier sitio donde los obreros trabajan por sueldos entre 10 y 15 veces ( un 1000% a 1500%) menos que vosotros.
Asi que , lo unico que os queda es autogestionar la fabrica, okuparla, como los argentinos, y fabricar que? Pero no creo que se os ocurra algo, ni que seais capaces de okuparla, ni que tan siquiera seais capaces de convocar una huelguilla de 10 dias.... Asi que unos prejubilados y los otros a la calle, al INEM...alli nos veremos, jajaja... obreros pequeños burgueses...
P.D: Los 14.000 coches quemados se volveran a fabricar pero en Japon, en Corea o incluso en Paris , pero no en España ( de nada...)
Y si se os ocurre fabricar armas y tanques y aviones militares? Todo para evitar la bajada de sueldo, eh?
Mejor a la calle ( cuidado vuestras hipotecas!!!!)
Re: ni recortes ni despidos
08 nov 2005
Joder, podría contestarte de otra manera, pero voy ha hacerlo así. ¿Nos has dado un palo al agua en tu vida y vas a dar lecciones a trabajadores? Tú propones "okupar" una fábrica, tú que no has pisado una en tú vida. Propones convocar "huelguillas", tú que no sabes lo que es una huelga ni lo que cuesta hacer una huelga. Hablas con desprecio de compañeros trabajadores, y al hacerlo, sólo demuestras tu hueca cabeza. "Obreros pequeño burgueses" dices, huau, que palabra tan chunga eh tío!!!!
Eres tan poco educado y tan poco respetuoso que no hay otra forma de contestarte, eres carne de cañón.
Re: ni recortes ni despidos
08 nov 2005
Cuando pienso en los próximos despedidos de la SEAT, me viene a la mente una sóla cosa, -y aunque quiero evitarlo, no puedo- y es aquello de que "cada uno tiene lo que se merece".
Y es que, són tan poquitas las personas de SEAT que he visto en las últimas movidas sindicales y sociales que hemos tenido en Barcelona y rodalias, son tan poquitas las personas de SEAT que he visto defendiendo a los y las despedidos de sus empresas satélites, y tampoco no he visto ninguna huelga ni tan solo un paro de solidaridad cuando la gravedad de muchos de los hechos y sucesos que hemos padecido los habitantes de estas tierras así lo exigían, tan sólo por el más mínimo de los mínimos de la decencia y la dignidad humana.
Ahora, que les toca a ellos, nos gritan "que viene el lobo". Pues que luchen ellos. Así veremos su talla moral y ética, y a ver si enseñan su dignidad, que yo hace mucho tiempo que no la veo.
Y es que en la sierra, cada perra se lame su coño.
Sindicato Sindicat