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Comentari :: ecologia : guerra
Confirmado: la violencia organizada es cosa de monos
per Xyz	19 oct 2005
Investigadores norteamericanos constatan que la formación de "patrullas" para atacar a otros monos depende del número de machos. De una forma patética, eluden sacar conclusiones que sí podemos sacar nosotros: la violencia organizada, la guerra, es cosa de simios y de una pulsión primitiva y no evolucionada de la testosterona. Esto también certifica las tesis de Morgan y Engels en cuanto a que en la época del salvajismo humano, en pleno matriarcado económico, la guerra entre tribus era el estado natural, siendo los machos los que se ocupaban de dicha actividad.
18 de octubre de 2005, 14:34 Chimpancés también forman patrullas para marcar su territorio Cuantos más machos haya en el grupo, mayor es el número de rondas que realizan, según un estudio. AP El factor más importante para predecir la frecuencia e intensidad de las patrullas de vigilancia es el número de machos en el grupo. » Chimpancés también forman patrullas para marcar su territorio Ann Arbor (EEUU).- Los chimpancés forman patrullas para marcar su territorio, y cuantos más machos haya en el grupo, mayor es el número de rondas que realizan, según un estudio de expertos de las Universidades de Michigan y Yale. El estudio muestra que el factor más importante para predecir la frecuencia e intensidad de las patrullas de vigilancia de chimpancés salvajes, que pueden terminar en ataques mortales, es el número de machos en el grupo. Durante las patrullas, raramente observadas por investigadores, los chimpancés pueden llegar a matar a sus vecinos, asegura John Mitani, profesor de Antropología de la Universidad de Michigan. Mitani también es coautor de la investigación "Correlación de Conducta de Límites Territoriales en Chimpancés Salvajes", junto con David Watts, de la Universidad de Yale. La comunidad científica sabe, desde hace unos 25 años, que las patrullas fronterizas de chimpancés y los ataques fatales ocurren. Sin embargo, no había certeza sobre cuáles eran las razones para la frecuencia de las rondas y la agresión. Los investigadores mantienen la hipótesis de que hay cinco factores que pueden influir en la frecuencia de las patrullas de vigilancia: disponibilidad de comida, actividad de caza, presencia de hembras en celo, presión de intrusos y número de machos en el grupo. Para comenzar la vigilancia, un grupo de machos se levanta sin dar ningún tipo de advertencia o señal, forma una fila ordenada y se aleja silenciosamente, explica Mitani. Este comportamiento es totalmente distinto a las actividades de alimentación, que son bulliciosas y en las que el grupo se esparce. "Lo que están haciendo realmente es buscar señales o contacto con miembros de otros grupos", según Mitani, quien añadió que "si los patrulleros son más en número, iniciarán el ataque" contra sus vecinos. Los grupos son generalmente machos, pero en raras ocasiones, se unen las hembras, por lo general estériles. Según Mitani, las patrullas de vigilancia "ocupan alrededor de dos horas de un día de trabajo de doce horas. Esto no es un ejercicio insignificante si tenemos en cuenta la energía que utilizan". Para realizar este estudio, Mitani y Watts observaron una comunidad de alrededor de 150 chimpancés en Ngogo, el Parque Nacional de Kibale y Uganda (Africa). Los chimpancés son los parientes más cercanos de los seres humanos y resulta tentador realizar analogías entre ambos seres, especialmente porque es muy infrecuente entre mamíferos salir a atacar a sus vecinos de esta manera, según los investigadores. No obstante, Mitani subrayó que "es difícil llegar a una conclusión general sobre lo que este estudio nos dice en torno al comportamiento humano".
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