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Anàlisi :: immigració |
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¡Ustedes al desierto!
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per Thor
Correu-e: ciudadanojosep@hotmail.com (no verificat!) |
16 oct 2005
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Rendirse es ser cómplice de un genocidio que nuestros descendientes no perdonarán. |
¡USTEDES AL DESIERTO¡
Si yo no supiera que la revuelta en ciernes que la Humanidad está necesariamente obligada a realizar, se apoyará en el más profundo respeto a la vida, en los más nobles sentimientos amistosos de solidaridad y colaboración que rigen las leyes de la existencia de los seres vivos y más en la especie erigida en la indiscutible dominadora del Planeta, (leyes que la sociedad del Capital no podrá de ninguna manera hacer desaparecer porque son intrínsecas a la propia condición biológica de la especie)... si yo no supiera que al final del periodo depredador de nuestra Historia nos abriremos camino hacia la libertad, hacia un sendero de horizontes inimaginables de paz y concordia, una sociedad en donde hombres y mujeres, desahuciados hoy de cualquier esperanza, tomen en sus manos un futuro en donde cerebros y manos trabajen al unísono para hacer realidad viejos sueños de bienestar y felicidad... si yo no supiera, que el pensamiento humano podrá volar mucho más allá de lo que ahora podemos vislumbrar, desencadenado definitivamente de las tareas agotadoras para el sustento y la supervivencia física y de los pensamientos mezquinos e inhumanos que la sociedad del dinero ha llegado a impregnar en la sociedad actual... yo les debería sentenciar a todos ustedes: reyes, políticos, magnates del dinero y de las finanzas, diplomáticos, gobernantes, patrocinadores de cumbres y reuniones internacionales, farsantes religiosos, criminales a sueldo, genocidas sin entrañas, bestias feroces deshumanizadas... a ser abandonados a su suerte en el peor de los desiertos. Ustedes con sus tronos, sus coronas, sus bandas y sus trofeos, sus medallas, con sus montones de dinero, con sus nobles títulos, con sus acciones bursátiles,.. y con toda la sarta de aduladores y justificadores intelectuales de su genocidio.
El mundo que ustedes están intentando perpetuar está acabando con la VIDA. La vida de los seres humanos y de su propio hábitat. La indefensión y el terror es la única dirección a la que dirigen a la sociedad mientras ustedes, como los antiguos señores feudales, se encierran en sus castillos amurallados, defendidos con cada día más mortíferos artilugios de guerra bajo una solo consigna: disparar a matar para eternizar su depredación. Esta es su única respuesta ante la disparatada destrucción que están ocasionando. Esta es la única dirección del mundo que nos pueden ofrecer a los supervivientes (que caritativamente darán cobijo tras sus recintos fortificados) que creen que restaremos impasibles, callados y ciegos ante la aniquilación de los sobrantes que están llevando a cabo.
Si yo no supiera que los nobles deseos de paz y libertad que algunos, a la manera de cada cual, intentamos seguir enarbolando son solamente deseos y sueños de futuro que por ellos mismos no cambian nada, no estaría en el absoluto convencimiento de que hasta que el conjunto de los seres humanos no les apartemos definitivamente del poder, la derrota de nuestros sueños será la única realidad que prevalecerá. Y con ella la victoria de la indignidad y de la miseria humana.
No somos libres de elegir entre una cosa o la otra, sino de hacer lo necesario o no hacer nada.
Hacer lo necesario significa VENCERLOS Y ECHARLOS...ENVIARLOS AL DESIERTO¡
No hacer nada significa rendirnos a la fatalidad y esperar pacientemente que la muerte, el caos y una gran depauperación humana se asiente triunfante en nuestra sociedad. Que nadie de los que se rindan de antemano albergue las más mínima esperanza: los que vean en su encadenamiento una posibilidad de supervivencia serán los primeros que se hundirán; los que más se arrodillen serán los que mas fácilmente serán aplastados; los más pacifistas serán los primeros acribillados; los que se niegan a observar cuanto acontece en el mundo, ni llegarán a percibir su propia aniquilación cuando ella les alcance; los que consienten que se alcen los muros de separación entre los hombres, verán algún día a sus propios hijos y nietos detrás de estos muros; los que intentan esconder y minimizar esta guerra entre el Capital y la Humanidad, serán los próximos verdugos... Rendirse es ser cómplice de un genocidio que nuestros descendientes no perdonarán.
Thor octubre 2005
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