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Continúa la resistencia no violenta en Palestina
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per International Solidarity Movement Correu-e: ism_catalunya@yahoo.es (no verificat!) |
28 jul 2005
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Mujeres como Fatima nos dan esperanza.
Por Shannon. Activista del ISM en Masha. Palestina.
www.palsolidarity.org
ism_catalunya ARROBA yahoo.es |
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El ejército nos causa problemas continuamente en este pueblo. La manifestación de hoy fue difÃcil pero no ha habido que lamentar bajas. Hay 31 heridos y yo he sido gaseada con bastante intensidad pero a estas alturas me encuentro totalmente recuperada.
Fatima se acercó a nuestro coche cuando todo habÃa terminado y nos pasó varias botellas de refresco de naranja para refrescar nuestras gargantas y ayudarnos a olvidar el sabor a gas. Mientras tanto no paraba de quejarse de que los soldados se habÃan llevado su megáfono. Tan sólo unas horas antes, esta increÃble mujer encabezó la manifestación de palestinos internacionales e israelÃes contra el ejército de Israel.
La manifestación fue disuelta con bombas de sonido y gas lacrimógeno. Mientras la mayorÃa de nosotros corrÃa, ella se quedó parada, en primera fila, cantándoles a los soldados a través del megáfono que llevaba consigo. Gritaba “es mejor que nos quedemos parados juntos dignamente y nos maten que huir y continuar viviendo asÃâ€?.
Posteriormente, en la cena, le pregunté si no estaba asustada. Si no tenÃa miedo de los soldados. Me contestó que su mayor preocupación pasaba por saber quién cuidarÃa de sus hijos en caso de ser arrestada. Hace años que su marido la abandonó a causa de su trabajo social. Trabaja en una organización llamada “Women for lifeâ€? (Mujeres por la vida) que trata de apoyar a las mujeres que luchan contra la ocupación. La situación en este pueblo es horrible y después de una semana en él me siento totalmente desesperanzada. Pero son mujeres como Fátima las que mantienen la esperanza en estas comunidades.
Las repercusiones de nuestra manifestación han sido severas. Mientras nos acercábamos nos lanzaron bombas de sonido. Y mientras nos retirábamos, gases lacrimógenos. El gas te hace sentir que no puedes respirar y por tanto no respiras. El gas lacrimógeno crea el microcosmos de la ocupación.
En otra manifestación el mismo dÃa -en la que participaron las mujeres del IWPS (Servicio Internacional de Mujeres por la Paz)- dispararon balas de goma. Que nadie deje que el nombre le engañe. Las balas de goma son, en realidad, balas de metal con una fina capa de goma y también matan.
Otras armas que el ejército de Israel ha utilizado estas últimas semanas son las balas de sal, las “esponjasâ€? y la “cremaâ€?. Las “esponjasâ€? son de metal con la punta de plástico caliente. Cuando te tocan se quedan pegadas y al retirarlas se causa una importante herida en la piel. Las balas de sal penetran a través de la piel y dejan sal en la circulación sanguÃnea debilitándote seriamente y la “cremaâ€? te desorienta y produces naúseas y vómitos. Al menos no son directamente mortales.
Pero precisamente por esto tememos que la prensa y la comunidad internacional no le preste a estos hechos la atención que se merecen porque piensan que el daño producido por las últimas adquisiciones israelÃes es mÃnimo. Hay que resaltar que estos métodos se están utilizando con manifestaciones absolutamente no violentas que la población palestina organiza cada dÃa para resistir la ocupación.
Y los métodos van más allá de las armas. Mi segundo dÃa en Palestina pasé la noche en Bil´in. A las 3.30 a.m. los soldados llegaron a la casa en la que estaba y despertaron a todos los que nos encontrábamos en su interior. Necesitaron seis soldados y dos jeeps para llevarse a un hombre arrestado. No dijeron por qué se lo llevaban pero obviamente sucedió porque se trataba de uno de los lÃderes de la resistencia no-violenta de la localidad.
Normalmente los activistas dedicamos mucho tiempo a relatar cómo son las manifestaciones y poco tiempo a explicar por qué tienen lugar las mismas. Las dos manifestaciones en las que yo he participado han sido organizadas como una respuesta directa contra el Muro de Apartheid.
El Muro no se construye sobre la lÃnea verde de 1967 sino que en muchos casos penetra profundamente en el territorio de Cisjordania. Cuando su construcción finalice, Israel se habrá anexionado el 47% de Cisjordania. En ese momento, los residentes de Gaza y Cisjordania estarán viviendo en el 12% de la Palestina histórica y el 16% de los palestinos vivirán fuera del perÃmetro del Muro, incluidos más de 200.000 habitantes de Jerusalén Este.
Muchos israelÃes dicen que ese es el precio a pagar por la seguridad. Pero todos sabemos que los Muros garantizan poca seguridad ya desde la invención de la catapulta. ¿Para qué se construye el Muro si no es por seguridad?. Para robar tierra y estrangular económicamente a los palestinos. El robo de tierra se comprende con bastante facilidad. Si el Muro no se construye en la frontera sino dentro del territorio palestino es como si tu vecino decide construir una valla para protegerse de ti y lo hace robándote la mitad de tu jardÃn.
El estrangulamiento económico necesita un poco más de explicación. Muchos recursos palestinos, como por ejemplo los olivos, están siendo destruidos por miles para permitir la construcción del Muro. El Muro separa a los Palestinos de bienes como el agua y además encierra a cientos de pueblos que han perdido totalmente su capacidad de moverse con libertad. Los palestinos ya no pueden pasar a trabajar a Israel como hace algunos años ni pueden exportar sus productos al resto del mundo.
Un ejemplo exacto de esto puede verse cada dÃa en el mercado de Ramallah. Toda la fruta va empaquetada en cajas israelÃes. Los palestinos la cultivan y recolectan pero no pueden comercializarla si no se la venden a intermediarios israelÃes. Los palestinos no pueden atravesar los controles militares con sus mercancÃas. Los israelÃes les revenden a los palestinos sus propios productos con incrementos de precio absolutamente descabellados.
Estos problemas son ya conocidos y reconocidos a lo largo de todo el planeta. Incluso hace ahora un año, la Corte Internacional de Justicia pidió terminar con el Muro. Una semana después la Asamblea General de las Naciones Unidas confirmó la decisión. Nadie ha hecho nada para que la decisión se aplicase.
He observado personalmente los efectos del Muro en varios pueblos. En Bil`in una mujer y sus hijos me llevaron en una pequeña ruta para enseñarme la clÃnica del pueblo, destruida por encontrarse demasiado cerca del sendero del Muro. Me enseñaron también los miles de olivos que serán destruidos en breve a medida que las obras de construcción avancen. ¿De qué van a vivir cuando los israelÃes les quiten sus árboles y su tierra y les encierren en un ghetto?.
En Masha, el pueblo donde he conocido a Fatima, visité una casa que se encuentra rodeada por el Muro en tres de sus flancos. La familia vive dentro de una cárcel. Los soldados pueden cerrar la puerta que les comunica con el resto del mundo y dejarlos allà dentro sin darle explicaciones a nadie. A menudo lo hacen durante dÃas. A veces, cuando alguno de los miembros de la familia vuelve a casa desde el pueblo, se encuentra con la puerta cerrada. Y tiene que sentarse a esperar, a 20 metros de su casa, a que los soldados decidan abrir. Pueden pasar horas hasta que lo hagan. Pueden dejarles pasar la noche a la intemperie. Pueden hacer lo que quieran con ellos. Cuando el Ejército llegó aquà para construir el Muro, 45 internacionales e israelÃes fueron arrestados frente a la casa junto a su dueño. Trataban, simplemente, de que no se sintiese solo mientras le encerraban junto a su familia. |
Mira també:
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Re: Continúa la resistencia no violenta en Palestina
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per Palestina Lliure!!! |
29 jul 2005
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Amb ells, sempre!¡Palestina per als Palestins, i fora l'Estat Terrorista d'Israel! |