Las imposturas intelectuales del profesor Mario DomÃnguez, o cÃ³mo construir una â��gran verdadâ�? a partir de un montÃ³n de pequeÃ±as falsedades - Indymedia Barcelona

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Las imposturas intelectuales del profesor Mario Domínguez, o cómo construir una “gran verdad�? a partir de un montón de pequeñas falsedades
per Unai Osa Gorria	16 jul 2005
Hay una diferencia clara (y esto no puede escapÃ¡rsele al profesor de sociologÃa de la Complutense) entre la â��Mentira Prudenteâ�? que practican algunas organizaciones a primera hora de la maÃ±ana del jueves (los que mienten para que no se les acuse) y los que a las cuatro y media de la tarde seÃ±alan a parte de los movimientos sociales como soporte polÃtico de la masacre. Reproduciendo el discurso gubernamental y ampliÃ¡ndolo con el seÃ±alamiento irresponsable de â��la izquierdaâ�?, efectivamente, se hace un flaco favor a â��los intereses de la causa alternativaâ�?.
x Gustavo Roig DomÃnguez y Sara LÃ³pez MartÃn Las lÃneas que siguen son una respuesta a la reseÃ±a â��Militancia y excitaciÃ³n, o cÃ³mo nosotros solos constituimos la multitudâ�?(1) publicada recientemente por el profesor Mario DomÃnguez en respuesta al libro â��13M, multitudes on lineâ�?. Concretamente, contestamos a las referencias que dedica al capÃtulo 7 de dicho libro â��Del desconcierto emocional a la movilizaciÃ³n polÃtica: redes sociales y medios alternativos del 11 al 13mâ�?(2), del que somos autores. Respondemos, en primer lugar, porque se nos piden explicaciones que podemos y tenemos ganas de dar. TambiÃ©n porque queremos demostrar que una suma de pequeÃ±as falsedades y manipulaciones conscientes no necesariamente tiene por quÃ© constituir una â��gran verdadâ�? (ni siquiera una pequeÃ±ita), aunque ese sea el efecto deseado por el profesor DomÃnguez (quien, por cierto, confunde el sarcasmo con la mala educaciÃ³n). Y, al mismo tiempo, porque una lectura que dice ser exhaustiva, pero que delata omisiones importantes, necesita de alguna ayuda para acabar de entender nuestro texto. AquÃ estÃ¡, en espera de que lea con mÃ¡s atenciÃ³n esta vez. En el primer pÃ¡rrafo que nos dedica, el profesor DomÃnguez se pregunta dÃ³nde estÃ¡n las redes sociales que se pretende investigar, demostrando cierta confusiÃ³n ante el objeto de estudio de nuestro capÃtulo. Cualquiera con un mÃnimo de conocimiento sobre cÃ³mo funcionan los medios alternativos hubiese captado que los analizados son los medios consultados por esas redes sociales a las que DomÃnguez no ve. El hecho de que los niveles de entradas a las pÃ¡ginas web de estos medios, muy limitadas y constantes en el tiempo en circunstancias normales, sÃ³lo se vean espectacularmente incrementadas en momentos puntuales (como el que nos ocupa), dan a entender que es un cÃrculo activista limitado el que los consulta habitualmente. Cabe aÃ±adir que la selecciÃ³n temÃ¡tica que abordan dichos medios (que puede comprobar si alguna vez se toma la molestia de visitarlos), ademÃ¡s de sesgos estÃ©ticos, terminologÃas especÃficas y un sinfÃn de indicadores, acotan y facilitan la identificaciÃ³n del pÃºblico al que se dirigen. Es mÃ¡s, son â��militantesâ�? las organizaciones que publican en los medios moderados, y lo son tambiÃ©n los individuos que publican en los Indymedias, que, le recordamos, surge como modelo en torno a una contracumbre del â��movimiento antiglobalizaciÃ³nâ�? (Seattle, 1999) con el objetivo de eliminar mediaciones orgÃ¡nicas entre el â��activista reporteroâ�? y el medio en el que publica. Â¿Sigue sin ver a las redes sociales? Se lo explicamos. El artÃculo analiza el discurso de las redes sociales en sus medios de comunicaciÃ³n, los alternativos o contrainformativos. Ni nos interesa cuÃ¡les en concreto fueron a la concentraciÃ³n del 13M (aunque otro capÃtulo que no le gusta(3) seÃ±ala de manera argumentada la posibilidad de que el primer cÃrculo de los asistentes estuviera integrado por activistas) ni quÃ© votaron si es que lo hicieron (no nos interesa el comportamiento polÃtico convencional de dichas redes). Entendemos que no es tan difÃcil preguntarse quiÃ©n lee los Indymedias, Nodo50 o La Haine. El autor de la reseÃ±a, que no demuestra demasiado conocimiento acerca del funcionamiento y la naturaleza de estos medios, no se toma la molestia. AsÃ, el profesor DomÃnguez se pierde y enreda en su ortodoxia metodolÃ³gica, lo que sin embargo no le pone a salvo de algunas contradicciones: primero nos reprocha haber recurrido a excesivas categorÃas para clasificar lo publicado en los cuatro medios, para luego concluir que tantas simplifican el anÃ¡lisis. Para rescatarle del lÃo que se ha hecho, le explicamos cÃ³mo se hace una codificaciÃ³n de medios: una lectura inicial de todas las noticias permite la construcciÃ³n de un manual de codificaciÃ³n, con las categorÃas discursivas mÃ¡s recurrentes, a las que son sometidas las noticias para clasificarlas. Por si a alguien le cabe alguna duda, las categorÃas no se crean a priori para encasillar la realidad, sino a partir del propio discurso, de lo publicado en los medios. Si se hubiera molestado en echarle una ojeada a la muestra completa, hubiera reparado, en primer lugar, en la existencia de una amplia gama de â��maticesâ�? en lo publicado el dÃa 11, que se convierte en lÃneas discursivas tan diferenciadas y diferenciables a partir del dÃa 12 como para justificar su destaque en el anÃ¡lisis: una categorÃa Ãºnica â��AutorÃa ETAâ�?, por mÃ¡s exhaustiva y excluyente, no representarÃa con rigor el conjunto de discursos que rÃ¡pidamente se hacen hegemÃ³nicos en varios de estos medios. En parte, esa es la base de la explicaciÃ³n que nos permite entender que algunos de ellos experimenten durante esos dÃas crecimientos relativos tan elevados, dentro de la contrainformaciÃ³n y mÃ¡s allÃ¡ de ella(4). TambiÃ©n podrÃamos haber clasificado todo en tres categorÃas, con lo que la exigencia de exhaustividad y exclusividad quedarÃa formalmente fuera de lugar; de hecho, asÃ lo hacemos en la recodificaciÃ³n y agrupamiento en SBM (Supera el Bloqueo MediÃ¡tico), RBM (Reproduce el Bloqueo MediÃ¡tico) y EN (Elemento Neutro). Sin embargo, las 14 categorÃas iniciales reflejan la diversidad de lo publicado y las lÃneas incipientes de lo que serÃ¡ el anÃ¡lisis y la reflexiÃ³n pÃºblica sobre lo sucedido: acaban agrupadas en bloques de contenido exhaustivo y excluyente entre quienes acusan a ETA y los que, basÃ¡ndose en fuentes alternativas y muchas veces en el sentido comÃºn, apuntan hacia la pista islÃ¡mica. Efectivamente, para nuestro trabajo no basta este agrupamiento en tres bloques, en la medida en que consideramos determinante establecer diferencias previas, por ejemplo, entre los que mienten con prudencia (como hace IU, el PCE, el CSCA o la CGT) y aquellos que acusan a ETA para, a continuaciÃ³n, responsabilizar al nacionalismo, al PSOE y a la izquierda. Desde la ortodoxia metodolÃ³gica del profesor DomÃnguez, este matiz (tonalidad expositiva, dirÃan algunos) es irrelevante. Para nosotros, y para el anÃ¡lisis polÃtico de lo acontecido el 11 de marzo, es determinante. No se sostiene, como sÃ hace el profesor DomÃnguez, que manejemos las categorÃas con ambigÃ¼edad. Nos vemos en la necesidad de recordarle que la decisiÃ³n de situar una noticia en una categorÃa se hace cuando una mayorÃa de pÃ¡rrafos en la misma confirman sin posibilidad de error la clasificaciÃ³n, atendiendo a razones e intensidad, sÃ, pero a aquellas que connotan inequÃvocamente la noticia situÃ¡ndola en un lugar en vez de en otro. Otra cosa es que a al metodÃ³logo DomÃnguez le desagraden las categorÃas en si mismas Â¿por quÃ©? Porque da la impresiÃ³n de que en su lectura estÃ¡ mÃ¡s pendiente de los resultados que arrojarÃ¡n dichas categorÃas y muy especÃficamente como pueden afectar a lo publicado por Indymedia Madrid durante esos dÃas. Hay una molestia transparente en relaciÃ³n a los resultados, que le llevan a cuestionar la metodologÃa que los genera. Al respecto queremos comentar algunas cuestiones: -SÃ³lo en el caso de los medios moderados cabrÃa hacer la valoraciÃ³n de mala gestiÃ³n por las publicaciones analizadas en el estudio cuantitativo; los â��malosâ�? resultados (como los llama el profesor DomÃnguez) en la publicaciÃ³n abierta difÃcilmente pueden ser entendidos como una crÃtica al colectivo editorial; son, en el mejor de los casos, una explicaciÃ³n de cÃ³mo la proximidad emocional y geogrÃ¡fica afecta en mayor medida a las redes sociales madrileÃ±as que a las catalanas. -El equÃvoco se explica porque confunde el anÃ¡lisis cuantitativo con el cualitativo, anticipando conclusiones que no encuentra, por la sencilla razÃ³n de que las busca donde no estÃ¡n. Nuestra â��crÃticaâ�? a Indymedia Madrid no se deriva de los resultados cuantitativos, sino del anÃ¡lisis del texto que emiten bajo la forma de editorial el dÃa 11, que imprime sentido polÃtico explÃcito a su gestiÃ³n. Nos sorprende que su escrupuloso anÃ¡lisis metodolÃ³gico adolezca de estas inconsistencias: es el anÃ¡lisis cualitativo, y no el cuantitativo, el que â��comprometeâ�? polÃticamente al medio que tanto le duele. Es ese editorial analizado (cuyas lÃneas argumentales analizamos in extenso, pero sobre las que el profesor DomÃnguez pasa de largo) el que refuerza y valida el resultado cuantitativo de todo lo publicado por Indymedia Madrid, pues pone sobre la mesa una correspondencia clara entre cuanto se publica en cada categorÃa y la lÃnea polÃtica marcada por ese editorial. -En parte de la reseÃ±a del profesor DomÃnguez, se nos acusa de manipular datos para colocar a Nodo50 en las mejores posiciones de los resultados, al tiempo que supuestamente nos empeÃ±amos en perjudicar a Indymedia Madrid. En este caso DomÃnguez ya no distorsiona ni manipula nuestro trabajo: directamente miente. Nodo50 queda en tercer lugar de una clasificaciÃ³n de cuatro medios, muy por detrÃ¡s de La Haine y de Indymedia Barcelona en la clasificaciÃ³n definitiva respecto a la SuperaciÃ³n del Bloqueo MediÃ¡tico (SBM). EstarÃa bien que nos explicara en base a quÃ© tipo de lectura se justifica su acusaciÃ³n de exaltaciÃ³n narcisista de lo propio frente a otros medios. -Indymedia Madrid aparece en Ãºltimo lugar porque sus contribuciones responden mayoritariamente a las categorÃas PÃ©rdida de referencias polÃticas, CategorÃa emotivoinstrumental, IndignaciÃ³n antiterrorista de extrema derecha, AutorÃa de ETA y Mentira prudente, que son las que conforman la ReproducciÃ³n â��del Bloqueo MediÃ¡ticoâ�?. No es la ausencia de una crÃtica sÃ³lida al PP la que le coloca dentro de esta gran categorÃa, sino la suma de varias. Pero le daremos la razÃ³n por una vez cuando dice que â��su crÃtica (la de Indymedia Madrid) al Gobierno y al Partido Popular es mÃ¡s dÃ©bil porque aparecen menos noticias que caigan bajo esta categorÃaâ�?. Efectivamente: menos noticias, categorÃa de menor peso. No era tan difÃcil de entender. -Y se vuelve a equivocar cuando se enfada comprobando que las â��grandes organizacionesâ�? presten poca atenciÃ³n a Indymedia Madrid. Suponemos que no le descubrimos nada nuevo si le decimos que los medios contrainformativos no suelen ser objeto de atenciÃ³n por parte del â��gran pÃºblicoâ�?. Es mÃ¡s, le podemos completar lo que ya contamos antes: la mayorÃa de esas organizaciones (que, pese a todo, son muy pequeÃ±as: partidos y sindicatos, a la izquierda de IU y de CGT) tienen pÃ¡gina web propia, por lo que no suelen necesitar de los servicios de los Indymedias. AdemÃ¡s, la mayorÃa las tienen en Nodo50, razÃ³n por la que publican sus comunicados en este medio con toda la naturalidad del mundo. A ello hay que aÃ±adir algo que tambiÃ©n le hemos contado ya: en los Indymedias suelen publicar casi exclusivamente activistas a tÃtulo personal. Cuando decimos que en CataluÃ±a las cosas varÃan un poco, podrÃamos empezar a hablar de cÃ³mo y por quÃ© la mayor densidad asociativa, las caracterÃsticas de la movilizaciÃ³n social en Ã©pocas aparentemente no conflictivas, y las relaciones entre la izquierda â��institucionalâ�? y la â��socialâ�? en CataluÃ±a explican el fenÃ³meno, pero probablemente lo puede leer en cualquier estudio sobre el tema, ya que dispone de tanto tiempo. En conjunto, todo esto nos sirve para llegar a lo mÃ¡s sorprendente de todo: el profesor de SociologÃa â��descubreâ�? (y vuelve a enfadarse cuando lo hace) que el objetivo de esta codificaciÃ³n es simplificar el anÃ¡lisis de los medios y evitar que cada nuevo lector tenga que leer mÃ¡s de trescientas noticias para entender algo. No es nada â��maloâ�?. La investigaciÃ³n en ciencias sociales se apoya metodolÃ³gicamente en la construcciÃ³n de abstracciones conceptuales a partir de la percepciÃ³n de â��lo realâ�?; este proceso es obligatoriamente un proceso de simplificaciÃ³n. A todo procesamiento de informaciÃ³n y clasificaciÃ³n de datos subyace una voluntad simplificadora imprescindible para el anÃ¡lisis. De hecho, toda metodologÃa sociolÃ³gica se propone una reducciÃ³n del universo de estudio a unas dimensiones operativas para la inteligencia humana y opera como simplificaciÃ³n del mundo exterior, de la realidad social. Efectivamente, recodificamos en busca de evidencias contundentes, que nos alejen de la arbitrariedad de que hace gala nuestro interlocutor. Podemos prescindir de esta segunda codificaciÃ³n y que cada cual saque sus propias conclusiones. Pero el profesor DomÃnguez se siente tremendamente molesto al â��comprobarâ�? cÃ³mo esa â��simplificaciÃ³nâ�? afecta a uno de los medios en concreto. Â¿CuestionarÃa el profesor DomÃnguez las bases de la investigaciÃ³n empÃrica en caso de que Indymedia Madrid saliera en mejor situaciÃ³n? Â¿AcabarÃ¡ por renunciar definitivamente a sus herramientas de trabajo? Y en este empeÃ±o por cuestionar evidencias cuando lo evidente se empeÃ±a en pasar factura polÃtica a sus proyectos amigos, DomÃnguez acaba negando lo que ya sÃ³lo Urdaci y Aznar tienen la desfachatez de rechazar: la existencia de un bloqueo mediÃ¡tico a partir del dÃa 11 de marzo. ParadÃ³jicamente, en su cruzada metodolÃ³gica el profesor DomÃnguez nos emplaza a demostrar mediante complejas fÃ³rmulas y modelos cientÃficos que llueve cuando nos estÃ¡ cayendo un chaparrÃ³n encima. Al negar la posibilidad de que la crisis y la convulsiÃ³n polÃtica y social de aquellos dÃas pivotara sobre cuestiones tales como la gestiÃ³n/manipulaciÃ³n mediÃ¡tica por parte del gobierno ignora, por ejemplo, que la consigna central de las movilizaciones del 13M fue precisamente â��Â¿QuiÃ©n ha sido?â�?. Sin ser objeto de estudio de este capÃtulo, forma parte de las evidencias mÃ¡s sÃ³lidamente consensuadas respecto de la gestiÃ³n gubernamental de los medios de comunicaciÃ³n durante esos dÃas. Pero para mÃ¡s seÃ±as, la cuestiÃ³n es abordada en el capÃtulo 5 de este mismo libro; seguramente puede repasar la lectura transversal que abordÃ³ para su reseÃ±a sin demasiadas pÃ©rdidas de tiempo. Habla de â��gerrymanderingâ�? al referirse a la recodificaciÃ³n y reagrupamiento de las noticias en torno a la categorÃa Supera Bloqueo MediÃ¡tico y se empeÃ±a en obviar que las lÃneas argumentales de la recodificaciÃ³n responden al argumento central con el que se analiza el comportamiento de los medios de comunicaciÃ³n convencionales entre el 11 y el 14 de marzo de 2004, en el contexto de lo que se llama â��la comunicaciÃ³n en tiempos de crisisâ�?. Le podemos recordar que ha sido objeto de anÃ¡lisis de la misma comunidad acadÃ©mica de la que procede, incluso en congresos internacionales, como el de Navarra en noviembre de 2004, cuyo tÃtulo es precisamente â��La comunicaciÃ³n en situaciones de crisis: del 11m al 14mâ�?(5). Forma parte del viejo debate, que encontrarÃ¡ en varias de las mesas de ese congreso(6), sobre la independencia de los medios de comunicaciÃ³n respecto del poder polÃtico y de aquel que analiza cÃ³mo se manejan las fuentes, especialmente en situaciones como estas. Es parte, ademÃ¡s, del escÃ¡ndalo de las presiones que denunciaron los corresponsales de varios medios de comunicaciÃ³n extranjeros por parte de Moncloa(7), de manera muy similar a cÃ³mo lo hicieron varios directores de medios de comunicaciÃ³n estatales y tambiÃ©n del que obligÃ³ a dar explicaciones a la entonces ministra de exteriores por su carta a los embajadores exigiendo el cierre de filas(8). Parece legÃtimo preguntarse, en vista de semejante panorama en los medios convencionales y otras instancias, cÃ³mo responden a un clima de opiniÃ³n donde reina el desconcierto los medios que se llaman crÃticos y alternativos, que manejan otras fuentes y trabajan para otros pÃºblicos. Todo ello teniendo en cuenta que, como demuestra el crecimiento en entradas de varios de ellos, pasan a ser un referente para pÃºblicos que habitualmente no los consultan. Es evidente que todas estas objeciones son cosas menores, en comparaciÃ³n con el tema que centra parte de su atenciÃ³n (seguramente es el tema que le mueve a ensaÃ±arse con nuestro capÃtulo): la menciÃ³n a Amador FernÃ¡ndez-Savater por su destacada presencia en el nodo madrileÃ±o de Indymedia, que DomÃnguez convierte en nuestra Ãºnica explicaciÃ³n al paralelismo entre los discursos de Fernando Savater, el Ministro del Interior e Indymedia Madrid. Olvida, asÃ, varias pÃ¡ginas de anÃ¡lisis, que ni siquiera comenta, en el que se detectan y comparan los espacios de significaciÃ³n comunes, por no decir ideas compartidas, entre tres textos clave: el artÃculo del primero (Autopsia, publicado en El PaÃs el dÃa 12 de marzo); la rueda de prensa del segundo, a medio dÃa del 11 de marzo(9), y el editorial que el colectivo editorial del tercero emite la tarde del 11 tambiÃ©n(10). Â¿CÃ³mo llamar a esta incomprensible omisiÃ³n: mala fe, deshonestidad intelectual, o simplemente manipulaciÃ³n? Las lÃneas argumentales recurrentes en estos tres textos son las siguientes: -La primera es la de la atribuciÃ³n de la autorÃa de los atentados a ETA: forma parte del desconcierto de los primeros momentos, en el que recaen gran cantidad de medios y organizaciones. A diferencia de lo que plantea el profesor DomÃnguez, este punto no es, por sÃ mismo, digno de menciÃ³n. Muchas organizaciones de izquierdas creyeron la versiÃ³n gubernamental y se pronunciaron pÃºblicamente condenado a ETA. Hasta aquÃ ninguna novedad. -Donde la cosa empieza a complicase es en este punto. El famoso â��nosotros ya lo sabÃamosâ�?: en los tres medios se defiende que ETA llevaba semanas buscando una masacre. Tanto para Indymedia Madrid, Savater y Acebes su determinaciÃ³n por perpetrar una matanza en Madrid era evidente y se demostraba en la manida tesis de las maletas bomba de los trenes de ChamartÃn y la furgoneta cargada de explosivos desactivada por la Guardia Civil en CaÃ±averas. En los tres medios idÃ©ntico argumento para sustentar su acusaciÃ³n: CaÃ±averas y ChamartÃn nos llevan a Atocha -Finalmente, para los tres, poner en cuestiÃ³n la versiÃ³n gubernamental es un acto miserable o delirante, segÃºn el caso, que descalifica (y en ese contexto criminaliza) a quien lo haga. Hay una atribuciÃ³n de responsabilidad-complicidad-encubrimiento a terceros: PNV y PSOE en el caso de Savater padre. Acebes arremete contra quienes den credibilidad a las palabras de Otegi en rueda de prensa por la maÃ±ana. Indymedia Madrid, cubriÃ©ndose de gloria, seÃ±ala hacia â��la izquierdaâ�?. Afirman en su editorial, sin ruborizarse, que les parece â��vergonzoso que una parte deâ�? la misma, â��que se cree con capacidad de juzgarlo todo sin sentirse responsable de nadaâ�?, trate de â��exculparâ�? a ETA â��tan rÃ¡pido, por reflejo, antes de saber nada del asunto, sin pensar las cosas por un momento, simplemente por un tic ideolÃ³gicoâ�?(11). Que nosotros sepamos (y esto es lo grave del asunto), a las 16:29 del 11 de marzo (hora de publicaciÃ³n de este editorial) ninguna organizaciÃ³n de izquierdas del estado espaÃ±ol habÃa salido en defensa de la organizaciÃ³n armada. Por el contrario, IU, PCE, CSCA y CGT habÃan criticado a ETA presuponiÃ©ndola autora de la masacre. Â¿A quiÃ©n seÃ±ala Indymedia Madrid? Esta trÃada expositiva es lo que diferencia la â��Mentira Prudenteâ�? enunciada por algunas organizaciones, de la categorÃa â��Emotivo Instrumentalâ�?, que, en el caso de Indymedia Madrid, la coloca en un campo polÃtico extraÃ±o a los movimientos sociales: el peligroso terreno de la acusaciÃ³n pÃºblica en un momento de mÃ¡xima crispaciÃ³n y previsible criminalizaciÃ³n de toda prÃ¡ctica comunicativa alternativa. Por decirlo con mÃ¡s claridad: el editorial de Indymedia Madrid traza una lÃnea que la separa del movimiento social, del que se distancia seÃ±alando a una parte. Â¿De dÃ³nde nace una acusaciÃ³n tan grave, sin argumentaciÃ³n sÃ³lida ni pruebas materiales, que pone en peligro innecesariamente a buena parte de las redes sociales con las que se supone que Indymedia Madrid comparte espacios polÃticos? Â¿DÃ³nde estÃ¡n los documentos y las declaraciones de esa izquierda justificando la violencia polÃtica o exculpando a ETA? Â¿De dÃ³nde surge la necesidad de este seÃ±alamiento irresponsable y gratuito en un contexto de criminalizaciÃ³n galopante que materializa el PP en la reforma de CÃ³digo Penal y la redacciÃ³n de la Ley de Partidos? Son preguntas abiertas para una investigaciÃ³n pendiente. Para el profesor DomÃnguez este anÃ¡lisis simplemente no existe. Â¿No es un tanto deshonesto al ocultar informaciÃ³n clave en su reseÃ±a? En un ejercicio claro de manipulaciÃ³n de los enunciados del artÃculo simplifica nuestra tesis, colocÃ¡ndonos frente a quienes â��simplementeâ�? siguieron la versiÃ³n de la autorÃa de ETA, cuando lo que realmente se propone analizar esta parte del trabajo (el epÃgrafe 3.4) es otra cosa: el paralelismo entre los enunciados de tres espacios que el 11 de marzo del 2004 pertenecÃan formalmente a universos polÃticos distantes, pero que en la prÃ¡ctica compartieron un mismo discurso. Hay una diferencia clara (y esto no puede escapÃ¡rsele al profesor de sociologÃa de la Complutense) entre la â��Mentira Prudenteâ�? que practican algunas organizaciones a primera hora de la maÃ±ana del jueves (los que mienten para que no se les acuse) y los que a las cuatro y media de la tarde seÃ±alan a parte de los movimientos sociales como soporte polÃtico de la masacre. Reproduciendo el discurso gubernamental y ampliÃ¡ndolo con el seÃ±alamiento irresponsable de â��la izquierdaâ�?, efectivamente, se hace un flaco favor a â��los intereses de la causa alternativaâ�?. Finalmente, y ya que plantea la necesidad de hacer preguntas abiertas a modo de conclusiÃ³n, nosotros tambiÃ©n tenemos unas cuantas: Â¿QuÃ© es lo que mÃ¡s molesta al seÃ±or DomÃnguez: la metodologÃa o el resultado de la investigaciÃ³n? Compartir â��espacios de significaciÃ³nâ�? y proyectos acadÃ©micos con miembros del Colectivo Editorial de Indymedia Madrid(12) Â¿ha influido en la beligerancia y agresividad de su reseÃ±a? Â¿Es pura casualidad que el seÃ±or DomÃnguez publique su artÃculo en la â��bibliowebâ�? de Sindominio, el proyecto personal de un miembro del colectivo editorial de la ACP? Â¿AcabarÃ¡ publicando su reseÃ±a, por ejemplo, en ArchipiÃ©lago, la revista que dirige Amador FernÃ¡ndez-Savater? Â¿Tienen que ver alguno de los puntos anteriores con el tono, esta vez sÃ, verdaderamente â��rencorosoâ�? de su reseÃ±a? Escribir (y razonar) por encargo para dulcificar la conciencia del responsable del sitio donde se aspira a publicar, es un ejercicio intelectual que cae entre la prÃ¡ctica de lo cutre y la degradaciÃ³n de lo infame. EsperÃ¡bamos del profesor DomÃnguez algo mÃ¡s parecido a un ejercicio responsable de militancia cÃvica, (la ejemplarizante fuga de la mayorÃa de los medios contrainformativos frente a las â��verdadesâ�? oficiales, su bÃºsqueda incansable de fuentes de informaciÃ³n realmente alternativas son un claro ejemplo de ello) y menos semejante a una iracunda pataleta polÃtica bajo el formato de una acartonada critica metodolÃ³gica. El profesor DomÃnguez la ha emprendido a golpes contra un espejo. Sin demasiado conocimiento sobre lo reflejado, atribuye a los efectos de refracciÃ³n y a la propia naturaleza del cristal las carencias e irregularidades que el objeto arrastra y proyecta. DeberÃa girar sobre sus talones, dirigir la mirada hacia el exterior, posar sus manos sobre la realidad material. Salir del despacho y respirar aire nuevo. _________________________________________ Copyright Â© 2005 Sara LÃ³pez MartÃn y Gustavo Roig DomÃnguez (miembros de Nodo50) Este artÃculo se publica bajo licencia Creative Commons Attribut ionN oDerivs. Permitida la reproducciÃ³n y difusiÃ³n literal de este texto por cualquier medio y con cualquier propÃ³sito. (http://creativecommons.org/licenses/by-nd/2.0/deed.es) Notas 1 Publicada el dÃa 29 de junio de 2005 en la pÃ¡gina web de Sindominio: http://sindominio.net 2 http://www.nodo50.org/lecturas/13m_contrainfo.pdf) 3 El capÃtulo 4: â��El nÃºcleo activista: la izquierda social madrileÃ±a y la convocatoria del 13Mâ�? 4 Lo puede comprobar con facilidad en el capÃtulo 5 de ese mismo libro: â��DeliberaciÃ³n celÃ©rica desde la periferiaâ�? 5 Lo puede ver aquÃ: http://www.unav.es/fcom/cicom/19cicom/ 6 http://www.unav.es/fcom/cicom/19cicom/pdf/distribucion10_11_2004.pdf 7 Lo puede ver aquÃ: http://www.elmundo.es/elmundo/2004/03/16/comunicacion/1079441545.html 8 En http://www.cadenaser.com/articulo.html? xref=20040312csrcsrnpr_2&type=Tes&anchor=&d_date=20040312 9 Algunos extractos en http://es.wikipedia.org/wiki/Atentados_del_11_de_marzo_de_2004 10 â��Atentado contra la sociedad civil de Madridâ�?, en http://acp.sindominio.net/article.pl?sid=04/03/11/1629222&mode=thread 11 http://acp.sindominio.net/article.pl?sid=04/03/11/1629222&mode=thread 12 Concretamente el GMS: http://www.sindominio.net/unomada/gms/
Mira també: http://www.nodo50.org/lecturas/imposturas_dominguez.pdf
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Comentaris

Re: Las imposturas intelectuales del profesor Mario Domínguez, o cómo construir una “gran verdad�? a partir de un montón de pequeñas falsedades
per kaos	18 jul 2005
Vaya forma de rebatir una crítica ... Como no pueden rebatir los argumentos prefierenn desprestigiar al autor y inventarse una confabulación "judeo-masonica".

Re: Las imposturas intelectuales del profesor Mario Domínguez, o cómo construir una “gran verdad�? a partir de un montón de pequeñas falsedades
per paco	18 jul 2005
pues yo veo que los argumentos están muy bien expuestos, son claros y bastante contundentes. te has leido los dos documentos? oye, las conspiraciones judeo masónicas son las que se montó el PP aquellos dias :-)

judeo-masónica no...
per cocoloco	19 jul 2005
...pero masónico-ACPerina sí que la hay... que es que hay gente pa'hí que lleva mu mal la crítica... y la verdad es que el texto del tal domínguez tiene todo el aspecto de ser un "encargo" (en el sentido que esa palabra suele tener en las pelis de gangsters de scorsese). mala, muy mala pinta tiene esto... cuando estas vendettillas de tres al cuarto sustituyen al auténtico debate intelectual y político... y claro que el libro de multitudes on-line no es perfecto ni sus autores omniscientes, pero la crítica hay que hacerla desde posiciones un pelín más serias y objetivas, no por deshacer los entuertos de quien(es), con una simple disculpa a tiempo ("la cagamos, lo sentimos", a fin de cuentas le pasó a medio país durante unas horas) hubiera salido con mucha dignidad de todo esto. que pase pronto esta marejada en la tetera, que el mundo sigue teniendo asuntos muy serios sobre los que reflexionar con honradez y pasión.

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