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Las imposturas intelectuales del profesor Mario DomÃnguez, o cómo construir una “gran verdadâ€? a partir de un montón de pequeñas falsedades
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per Unai Osa Gorria |
16 jul 2005
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Hay una diferencia clara (y esto no puede escapársele al profesor de sociologÃa de la Complutense) entre la “Mentira Prudenteâ€? que practican algunas organizaciones a primera hora de la mañana del jueves (los que mienten para que no se les acuse) y los que a las cuatro y media de la tarde señalan a parte de los movimientos sociales como soporte polÃtico de la masacre. Reproduciendo el discurso gubernamental y ampliándolo con el señalamiento irresponsable de “la izquierdaâ€?, efectivamente, se hace un flaco favor a “los intereses de la causa alternativaâ€?. |
x Gustavo Roig DomÃnguez y Sara López MartÃn
Las lÃneas que siguen son una respuesta a la reseña “Militancia y excitación, o cómo nosotros solos constituimos la multitudâ€?(1) publicada recientemente por el profesor Mario DomÃnguez en respuesta al libro “13M, multitudes on lineâ€?.
Concretamente, contestamos a las referencias que dedica al capÃtulo 7 de dicho libro “Del desconcierto emocional a la movilización polÃtica: redes sociales y medios alternativos del 11 al 13mâ€?(2), del que somos autores.
Respondemos, en primer lugar, porque se nos piden explicaciones que podemos y tenemos ganas de dar. También porque queremos demostrar que una suma de pequeñas falsedades y manipulaciones conscientes no necesariamente tiene por qué constituir una “gran verdadâ€? (ni siquiera una pequeñita), aunque ese sea el efecto deseado por el profesor DomÃnguez (quien, por cierto, confunde el sarcasmo con la mala educación). Y, al mismo tiempo, porque una lectura que dice ser exhaustiva, pero que delata omisiones importantes, necesita de alguna ayuda para acabar de entender nuestro texto. Aquà está, en espera de que lea con más atención esta vez.
En el primer párrafo que nos dedica, el profesor DomÃnguez se pregunta dónde están las redes sociales que se pretende investigar, demostrando cierta confusión ante el objeto de estudio de nuestro capÃtulo. Cualquiera con un mÃnimo de conocimiento sobre cómo funcionan los medios alternativos hubiese captado que los analizados son los medios consultados por esas redes sociales a las que DomÃnguez no ve. El hecho de que los niveles de entradas a las páginas web de estos medios, muy limitadas y constantes en el tiempo en circunstancias normales, sólo se vean espectacularmente incrementadas en momentos puntuales (como el que nos ocupa), dan a entender que es un cÃrculo activista limitado el que los consulta habitualmente. Cabe añadir que la selección temática que abordan dichos medios (que puede comprobar si alguna vez se toma la molestia de visitarlos), además de sesgos estéticos, terminologÃas especÃficas y un sinfÃn de indicadores, acotan y facilitan la identificación del público al que se dirigen. Es más, son “militantesâ€? las organizaciones que publican en los medios moderados, y lo son también los individuos que publican en los Indymedias, que, le recordamos, surge como modelo en torno a una contracumbre del “movimiento antiglobalizaciónâ€? (Seattle, 1999) con el objetivo de eliminar mediaciones orgánicas entre el “activista reporteroâ€? y el medio en el que publica. ¿Sigue sin ver a las redes sociales?
Se lo explicamos. El artÃculo analiza el discurso de las redes sociales en sus medios de comunicación, los alternativos o contrainformativos. Ni nos interesa cuáles en concreto fueron a la concentración del 13M (aunque otro capÃtulo que no le gusta(3) señala de manera argumentada la posibilidad de que el primer cÃrculo de los asistentes estuviera integrado por activistas) ni qué votaron si es que lo hicieron (no nos interesa el comportamiento polÃtico convencional de dichas redes). Entendemos que no es tan difÃcil preguntarse quién lee los Indymedias, Nodo50 o La Haine. El autor de la reseña, que no demuestra demasiado conocimiento acerca del funcionamiento y la naturaleza de estos medios, no se toma la molestia.
AsÃ, el profesor DomÃnguez se pierde y enreda en su ortodoxia metodológica, lo que sin embargo no le pone a salvo de algunas contradicciones: primero nos reprocha haber recurrido a excesivas categorÃas para clasificar lo publicado en los cuatro medios, para luego concluir que tantas simplifican el análisis. Para rescatarle del lÃo que se ha hecho, le explicamos cómo se hace una codificación de medios: una lectura inicial de todas las noticias permite la construcción de un manual de codificación, con las categorÃas discursivas más recurrentes, a las que son sometidas las noticias para clasificarlas. Por si a alguien le cabe alguna duda, las categorÃas no se crean a priori para encasillar la realidad, sino a partir del propio discurso, de lo publicado en los medios.
Si se hubiera molestado en echarle una ojeada a la muestra completa, hubiera reparado, en primer lugar, en la existencia de una amplia gama de “maticesâ€? en lo publicado el dÃa 11, que se convierte en lÃneas discursivas tan diferenciadas y diferenciables a partir del dÃa 12 como para justificar su destaque en el análisis: una categorÃa única “AutorÃa ETAâ€?, por más exhaustiva y excluyente, no representarÃa con rigor el conjunto de discursos que rápidamente se hacen hegemónicos en varios de estos medios. En parte, esa es la base de la explicación que nos permite entender que algunos de ellos experimenten durante esos dÃas crecimientos relativos tan elevados, dentro de la contrainformación y más allá de ella(4).
También podrÃamos haber clasificado todo en tres categorÃas, con lo que la exigencia de exhaustividad y exclusividad quedarÃa formalmente fuera de lugar; de hecho, asà lo hacemos en la recodificación y agrupamiento en SBM (Supera el Bloqueo Mediático), RBM (Reproduce el Bloqueo Mediático) y EN (Elemento Neutro). Sin embargo, las 14 categorÃas iniciales reflejan la diversidad de lo publicado y las lÃneas incipientes de lo que será el análisis y la reflexión pública sobre lo sucedido: acaban agrupadas en bloques de contenido exhaustivo y excluyente entre quienes acusan a ETA y los que, basándose en fuentes alternativas y muchas veces en el sentido común, apuntan hacia la pista islámica.
Efectivamente, para nuestro trabajo no basta este agrupamiento en tres bloques, en la medida en que consideramos determinante establecer diferencias previas, por ejemplo, entre los que mienten con prudencia (como hace IU, el PCE, el CSCA o la CGT) y aquellos que acusan a ETA para, a continuación, responsabilizar al nacionalismo, al PSOE y a la izquierda. Desde la ortodoxia metodológica del profesor DomÃnguez, este matiz (tonalidad expositiva, dirÃan algunos) es irrelevante. Para nosotros, y para el análisis polÃtico de lo acontecido el 11 de marzo, es determinante. No se sostiene, como sà hace el profesor DomÃnguez, que manejemos las categorÃas con ambigüedad. Nos vemos en la necesidad de recordarle que la decisión de situar una noticia en una categorÃa se hace cuando una mayorÃa de párrafos en la misma confirman sin posibilidad de error la clasificación, atendiendo a razones e intensidad, sÃ, pero a aquellas que connotan inequÃvocamente la noticia situándola en un lugar en vez de en otro. Otra cosa es que a al metodólogo DomÃnguez le desagraden las categorÃas en si mismas ¿por qué? Porque da la impresión de que en su lectura está más pendiente de los resultados que arrojarán dichas categorÃas y muy especÃficamente como pueden afectar a lo publicado por Indymedia Madrid durante esos dÃas. Hay una molestia transparente en relación a los resultados, que le llevan a cuestionar la metodologÃa que los genera. Al respecto queremos comentar algunas cuestiones: -Sólo en el caso de los medios moderados cabrÃa hacer la valoración de mala gestión por las publicaciones analizadas en el estudio cuantitativo; los “malosâ€? resultados (como los llama el profesor DomÃnguez) en la publicación abierta difÃcilmente pueden ser entendidos como una crÃtica al colectivo editorial; son, en el mejor de los casos, una explicación de cómo la proximidad emocional y geográfica afecta en mayor medida a las redes sociales madrileñas que a las catalanas.
-El equÃvoco se explica porque confunde el análisis cuantitativo con el cualitativo, anticipando conclusiones que no encuentra, por la sencilla razón de que las busca donde no están. Nuestra “crÃticaâ€? a Indymedia Madrid no se deriva de los resultados cuantitativos, sino del análisis del texto que emiten bajo la forma de editorial el dÃa 11, que imprime sentido polÃtico explÃcito a su gestión. Nos sorprende que su escrupuloso análisis metodológico adolezca de estas inconsistencias: es el análisis cualitativo, y no el cuantitativo, el que “comprometeâ€? polÃticamente al medio que tanto le duele. Es ese editorial analizado (cuyas lÃneas argumentales analizamos in extenso, pero sobre las que el profesor DomÃnguez pasa de largo) el que refuerza y valida el resultado cuantitativo de todo lo publicado por Indymedia Madrid, pues pone sobre la mesa una correspondencia clara entre cuanto se publica en cada categorÃa y la lÃnea polÃtica marcada por ese editorial.
-En parte de la reseña del profesor DomÃnguez, se nos acusa de manipular datos para colocar a Nodo50 en las mejores posiciones de los resultados, al tiempo que supuestamente nos empeñamos en perjudicar a Indymedia Madrid. En este caso DomÃnguez ya no distorsiona ni manipula nuestro trabajo: directamente miente. Nodo50 queda en tercer lugar de una clasificación de cuatro medios, muy por detrás de La Haine y de Indymedia Barcelona en la clasificación definitiva respecto a la Superación del Bloqueo Mediático (SBM). EstarÃa bien que nos explicara en base a qué tipo de lectura se justifica su acusación de exaltación narcisista de lo propio frente a otros medios.
-Indymedia Madrid aparece en último lugar porque sus contribuciones responden mayoritariamente a las categorÃas Pérdida de referencias polÃticas, CategorÃa emotivoinstrumental, Indignación antiterrorista de extrema derecha, AutorÃa de ETA y Mentira prudente, que son las que conforman la Reproducción “del Bloqueo Mediáticoâ€?. No es la ausencia de una crÃtica sólida al PP la que le coloca dentro de esta gran categorÃa, sino la suma de varias. Pero le daremos la razón por una vez cuando dice que “su crÃtica (la de Indymedia Madrid) al Gobierno y al Partido Popular es más débil porque aparecen menos noticias que caigan bajo esta categorÃaâ€?. Efectivamente: menos noticias, categorÃa de menor peso. No era tan difÃcil de entender.
-Y se vuelve a equivocar cuando se enfada comprobando que las “grandes organizacionesâ€? presten poca atención a Indymedia Madrid. Suponemos que no le descubrimos nada nuevo si le decimos que los medios contrainformativos no suelen ser objeto de atención por parte del “gran públicoâ€?. Es más, le podemos completar lo que ya contamos antes: la mayorÃa de esas organizaciones (que, pese a todo, son muy pequeñas: partidos y sindicatos, a la izquierda de IU y de CGT) tienen página web propia, por lo que no suelen necesitar de los servicios de los Indymedias. Además, la mayorÃa las tienen en Nodo50, razón por la que publican sus comunicados en este medio con toda la naturalidad del mundo. A ello hay que añadir algo que también le hemos contado ya: en los Indymedias suelen publicar casi exclusivamente activistas a tÃtulo personal. Cuando decimos que en Cataluña las cosas varÃan un poco, podrÃamos empezar a hablar de cómo y por qué la mayor densidad asociativa, las caracterÃsticas de la movilización social en épocas aparentemente no conflictivas, y las relaciones entre la izquierda “institucionalâ€? y la “socialâ€? en Cataluña explican el fenómeno, pero probablemente lo puede leer en cualquier estudio sobre el tema, ya que dispone de tanto tiempo.
En conjunto, todo esto nos sirve para llegar a lo más sorprendente de todo: el profesor de SociologÃa “descubreâ€? (y vuelve a enfadarse cuando lo hace) que el objetivo de esta codificación es simplificar el análisis de los medios y evitar que cada nuevo lector tenga que leer más de trescientas noticias para entender algo. No es nada “maloâ€?. La investigación en ciencias sociales se apoya metodológicamente en la construcción de abstracciones conceptuales a partir de la percepción de “lo realâ€?; este proceso es obligatoriamente un proceso de simplificación. A todo procesamiento de información y clasificación de datos subyace una voluntad simplificadora imprescindible para el análisis. De hecho, toda metodologÃa sociológica se propone una reducción del universo de estudio a unas dimensiones operativas para la inteligencia humana y opera como simplificación del mundo exterior, de la realidad social.
Efectivamente, recodificamos en busca de evidencias contundentes, que nos alejen de la arbitrariedad de que hace gala nuestro interlocutor. Podemos prescindir de esta segunda codificación y que cada cual saque sus propias conclusiones. Pero el profesor DomÃnguez se siente tremendamente molesto al “comprobarâ€? cómo esa “simplificaciónâ€? afecta a uno de los medios en concreto. ¿CuestionarÃa el profesor DomÃnguez las bases de la investigación empÃrica en caso de que Indymedia Madrid saliera en mejor situación? ¿Acabará por renunciar definitivamente a sus herramientas de trabajo?
Y en este empeño por cuestionar evidencias cuando lo evidente se empeña en pasar factura polÃtica a sus proyectos amigos, DomÃnguez acaba negando lo que ya sólo Urdaci y Aznar tienen la desfachatez de rechazar: la existencia de un bloqueo mediático a partir del dÃa 11 de marzo. Paradójicamente, en su cruzada metodológica el profesor DomÃnguez nos emplaza a demostrar mediante complejas fórmulas y modelos cientÃficos que llueve cuando nos está cayendo un chaparrón encima. Al negar la posibilidad de que la crisis y la convulsión polÃtica y social de aquellos dÃas pivotara sobre cuestiones tales como la gestión/manipulación mediática por parte del gobierno ignora, por ejemplo, que la consigna central de las movilizaciones del 13M fue precisamente “¿Quién ha sido?â€?. Sin ser objeto de estudio de este capÃtulo, forma parte de las evidencias más sólidamente consensuadas respecto de la gestión gubernamental de los medios de comunicación durante esos dÃas. Pero para más señas, la cuestión es abordada en el capÃtulo 5 de este mismo libro; seguramente puede repasar la lectura transversal que abordó para su reseña sin demasiadas pérdidas de tiempo.
Habla de “gerrymanderingâ€? al referirse a la recodificación y reagrupamiento de las noticias en torno a la categorÃa Supera Bloqueo Mediático y se empeña en obviar que las lÃneas argumentales de la recodificación responden al argumento central con el que se analiza el comportamiento de los medios de comunicación convencionales entre el 11 y el 14 de marzo de 2004, en el contexto de lo que se llama “la comunicación en tiempos de crisisâ€?. Le podemos recordar que ha sido objeto de análisis de la misma comunidad académica de la que procede, incluso en congresos internacionales, como el de Navarra en noviembre de 2004, cuyo tÃtulo es precisamente “La comunicación en situaciones de crisis: del 11m al 14mâ€?(5). Forma parte del viejo debate, que encontrará en varias de las mesas de ese congreso(6), sobre la independencia de los medios de comunicación respecto del poder polÃtico y de aquel que analiza cómo se manejan las fuentes, especialmente en situaciones como estas. Es parte, además, del escándalo de las presiones que denunciaron los corresponsales de varios medios de comunicación extranjeros por parte de Moncloa(7), de manera muy similar a cómo lo hicieron varios directores de medios de comunicación estatales y también del que obligó a dar explicaciones a la entonces ministra de exteriores por su carta a los embajadores exigiendo el cierre de filas(8).
Parece legÃtimo preguntarse, en vista de semejante panorama en los medios convencionales y otras instancias, cómo responden a un clima de opinión donde reina el desconcierto los medios que se llaman crÃticos y alternativos, que manejan otras fuentes y trabajan para otros públicos. Todo ello teniendo en cuenta que, como demuestra el crecimiento en entradas de varios de ellos, pasan a ser un referente para públicos que habitualmente no los consultan.
Es evidente que todas estas objeciones son cosas menores, en comparación con el tema que centra parte de su atención (seguramente es el tema que le mueve a ensañarse con nuestro capÃtulo): la mención a Amador Fernández-Savater por su destacada presencia en el nodo madrileño de Indymedia, que DomÃnguez convierte en nuestra única explicación al paralelismo entre los discursos de Fernando Savater, el Ministro del Interior e Indymedia Madrid. Olvida, asÃ, varias páginas de análisis, que ni siquiera comenta, en el que se detectan y comparan los espacios de significación comunes, por no decir ideas compartidas, entre tres textos clave: el artÃculo del primero (Autopsia, publicado en El PaÃs el dÃa 12 de marzo); la rueda de prensa del segundo, a medio dÃa del 11 de marzo(9), y el editorial que el colectivo editorial del tercero emite la tarde del 11 también(10). ¿Cómo llamar a esta incomprensible omisión: mala fe, deshonestidad intelectual, o simplemente manipulación?
Las lÃneas argumentales recurrentes en estos tres textos son las siguientes:
-La primera es la de la atribución de la autorÃa de los atentados a ETA: forma parte del desconcierto de los primeros momentos, en el que recaen gran cantidad de medios y organizaciones. A diferencia de lo que plantea el profesor DomÃnguez, este punto no es, por sà mismo, digno de mención. Muchas organizaciones de izquierdas creyeron la versión gubernamental y se pronunciaron públicamente condenado a ETA. Hasta aquà ninguna novedad.
-Donde la cosa empieza a complicase es en este punto. El famoso “nosotros ya lo sabÃamosâ€?: en los tres medios se defiende que ETA llevaba semanas buscando una masacre. Tanto para Indymedia Madrid, Savater y Acebes su determinación por perpetrar una matanza en Madrid era evidente y se demostraba en la manida tesis de las maletas bomba de los trenes de ChamartÃn y la furgoneta cargada de explosivos desactivada por la Guardia Civil en Cañaveras. En los tres medios idéntico argumento para sustentar su acusación: Cañaveras y ChamartÃn nos llevan a Atocha
-Finalmente, para los tres, poner en cuestión la versión gubernamental es un acto miserable o delirante, según el caso, que descalifica (y en ese contexto criminaliza) a quien lo haga. Hay una atribución de responsabilidad-complicidad-encubrimiento a terceros: PNV y PSOE en el caso de Savater padre. Acebes arremete contra quienes den credibilidad a las palabras de Otegi en rueda de prensa por la mañana. Indymedia Madrid, cubriéndose de gloria, señala hacia “la izquierdaâ€?. Afirman en su editorial, sin ruborizarse, que les parece “vergonzoso que una parte deâ€? la misma, “que se cree con capacidad de juzgarlo todo sin sentirse responsable de nadaâ€?, trate de “exculparâ€? a ETA “tan rápido, por reflejo, antes de saber nada del asunto, sin pensar las cosas por un momento, simplemente por un tic ideológicoâ€?(11). Que nosotros sepamos (y esto es lo grave del asunto), a las 16:29 del 11 de marzo (hora de publicación de este editorial) ninguna organización de izquierdas del estado español habÃa salido en defensa de la organización armada. Por el contrario, IU, PCE, CSCA y CGT habÃan criticado a ETA presuponiéndola autora de la masacre. ¿A quién señala Indymedia Madrid?
Esta trÃada expositiva es lo que diferencia la “Mentira Prudenteâ€? enunciada por algunas organizaciones, de la categorÃa “Emotivo Instrumentalâ€?, que, en el caso de Indymedia Madrid, la coloca en un campo polÃtico extraño a los movimientos sociales: el peligroso terreno de la acusación pública en un momento de máxima crispación y previsible criminalización de toda práctica comunicativa alternativa. Por decirlo con más claridad: el editorial de Indymedia Madrid traza una lÃnea que la separa del movimiento social, del que se distancia señalando a una parte. ¿De dónde nace una acusación tan grave, sin argumentación sólida ni pruebas materiales, que pone en peligro innecesariamente a buena parte de las redes sociales con las que se supone que Indymedia Madrid comparte espacios polÃticos? ¿Dónde están los documentos y las declaraciones de esa izquierda justificando la violencia polÃtica o exculpando a ETA? ¿De dónde surge la necesidad de este señalamiento irresponsable y gratuito en un contexto de criminalización galopante que materializa el PP en la reforma de Código Penal y la redacción de la Ley de Partidos? Son preguntas abiertas para una investigación pendiente.
Para el profesor DomÃnguez este análisis simplemente no existe. ¿No es un tanto deshonesto al ocultar información clave en su reseña? En un ejercicio claro de manipulación de los enunciados del artÃculo simplifica nuestra tesis, colocándonos frente a quienes “simplementeâ€? siguieron la versión de la autorÃa de ETA, cuando lo que realmente se propone analizar esta parte del trabajo (el epÃgrafe 3.4) es otra cosa: el paralelismo entre los enunciados de tres espacios que el 11 de marzo del 2004 pertenecÃan formalmente a universos polÃticos distantes, pero que en la práctica compartieron un mismo discurso. Hay una diferencia clara (y esto no puede escapársele al profesor de sociologÃa de la Complutense) entre la “Mentira Prudenteâ€? que practican algunas organizaciones a primera hora de la mañana del jueves (los que mienten para que no se les acuse) y los que a las cuatro y media de la tarde señalan a parte de los movimientos sociales como soporte polÃtico de la masacre. Reproduciendo el discurso gubernamental y ampliándolo con el señalamiento irresponsable de “la izquierdaâ€?, efectivamente, se hace un flaco favor a “los intereses de la causa alternativaâ€?. Finalmente, y ya que plantea la necesidad de hacer preguntas abiertas a modo de conclusión, nosotros también tenemos unas cuantas:
¿Qué es lo que más molesta al señor DomÃnguez: la metodologÃa o el resultado de la investigación? Compartir “espacios de significaciónâ€? y proyectos académicos con miembros del Colectivo Editorial de Indymedia Madrid(12) ¿ha influido en la beligerancia y agresividad de su reseña? ¿Es pura casualidad que el señor DomÃnguez publique su artÃculo en la “bibliowebâ€? de Sindominio, el proyecto personal de un miembro del colectivo editorial de la ACP? ¿Acabará publicando su reseña, por ejemplo, en Archipiélago, la revista que dirige Amador Fernández-Savater? ¿Tienen que ver alguno de los puntos anteriores con el tono, esta vez sÃ, verdaderamente “rencorosoâ€? de su reseña?
Escribir (y razonar) por encargo para dulcificar la conciencia del responsable del sitio donde se aspira a publicar, es un ejercicio intelectual que cae entre la práctica de lo cutre y la degradación de lo infame. Esperábamos del profesor DomÃnguez algo más parecido a un ejercicio responsable de militancia cÃvica, (la ejemplarizante fuga de la mayorÃa de los medios contrainformativos frente a las “verdadesâ€? oficiales, su búsqueda incansable de fuentes de información realmente alternativas son un claro ejemplo de ello) y menos semejante a una iracunda pataleta polÃtica bajo el formato de una acartonada critica metodológica.
El profesor DomÃnguez la ha emprendido a golpes contra un espejo. Sin demasiado conocimiento sobre lo reflejado, atribuye a los efectos de refracción y a la propia naturaleza del cristal las carencias e irregularidades que el objeto arrastra y proyecta. DeberÃa girar sobre sus talones, dirigir la mirada hacia el exterior, posar sus manos sobre la realidad material. Salir del despacho y respirar aire nuevo.
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Copyright © 2005 Sara López MartÃn y Gustavo Roig DomÃnguez (miembros de Nodo50) Este artÃculo se publica bajo licencia Creative Commons Attribut ionN oDerivs. Permitida la reproducción y difusión literal de este texto por cualquier medio y con cualquier propósito. (http://creativecommons.org/licenses/by-nd/2.0/deed.es)
Notas
1 Publicada el dÃa 29 de junio de 2005 en la página web de Sindominio: http://sindominio.net
2 http://www.nodo50.org/lecturas/13m_contrainfo.pdf)
3 El capÃtulo 4: “El núcleo activista: la izquierda social madrileña y la convocatoria del 13Mâ€?
4 Lo puede comprobar con facilidad en el capÃtulo 5 de ese mismo libro: “Deliberación celérica desde la periferiaâ€?
5 Lo puede ver aquÃ: http://www.unav.es/fcom/cicom/19cicom/
6 http://www.unav.es/fcom/cicom/19cicom/pdf/distribucion10_11_2004.pdf
7 Lo puede ver aquÃ: http://www.elmundo.es/elmundo/2004/03/16/comunicacion/1079441545.html
8 En http://www.cadenaser.com/articulo.html?
xref=20040312csrcsrnpr_2&type=Tes&anchor=&d_date=20040312
9 Algunos extractos en http://es.wikipedia.org/wiki/Atentados_del_11_de_marzo_de_2004
10 “Atentado contra la sociedad civil de Madrid�, en http://acp.sindominio.net/article.pl?sid=04/03/11/1629222&mode=thread
11 http://acp.sindominio.net/article.pl?sid=04/03/11/1629222&mode=thread
12 Concretamente el GMS: http://www.sindominio.net/unomada/gms/ |
Mira també:
http://www.nodo50.org/lecturas/imposturas_dominguez.pdf |
 This work is in the public domain |
Comentaris
Re: Las imposturas intelectuales del profesor Mario DomÃnguez, o cómo construir una “gran verdadâ€? a partir de un montón de pequeñas falsedades
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per kaos |
18 jul 2005
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Vaya forma de rebatir una crítica ... Como no pueden rebatir los argumentos prefierenn desprestigiar al autor y inventarse una confabulación "judeo-masonica". |
Re: Las imposturas intelectuales del profesor Mario DomÃnguez, o cómo construir una “gran verdadâ€? a partir de un montón de pequeñas falsedades
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per paco |
18 jul 2005
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pues yo veo que los argumentos están muy bien expuestos, son claros y bastante contundentes. te has leido los dos documentos?
oye, las conspiraciones judeo masónicas son las que se montó el PP aquellos dias :-) |
judeo-masónica no...
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per cocoloco |
19 jul 2005
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...pero masónico-ACPerina sí que la hay... que es que hay gente pa'hí que lleva mu mal la crítica... y la verdad es que el texto del tal domínguez tiene todo el aspecto de ser un "encargo" (en el sentido que esa palabra suele tener en las pelis de gangsters de scorsese). mala, muy mala pinta tiene esto... cuando estas vendettillas de tres al cuarto sustituyen al auténtico debate intelectual y político... y claro que el libro de multitudes on-line no es perfecto ni sus autores omniscientes, pero la crítica hay que hacerla desde posiciones un pelín más serias y objetivas, no por deshacer los entuertos de quien(es), con una simple disculpa a tiempo ("la cagamos, lo sentimos", a fin de cuentas le pasó a medio país durante unas horas) hubiera salido con mucha dignidad de todo esto.
que pase pronto esta marejada en la tetera, que el mundo sigue teniendo asuntos muy serios sobre los que reflexionar con honradez y pasión. |
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