ReproducciÃ³n cotidiana de la miseria â��revolucionariaâ�?: La museÃstica de la Izquierda.

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Anàlisi :: educació i societat : laboral
Reproducción cotidiana de la miseria “revolucionaria�?: La museística de la Izquierda.
per Lector	25 jun 2005
Publicat a www.alasbarricadas.org Salut
ReproducciÃ³n cotidiana de la miseria â��revolucionariaâ�?: La museÃstica de la Izquierda. Archivado en: teorÃa/crÃtica â�� ach @ 08:31:17 El movimiento anarcosindicalista y el marxista-leninista, desde los 1980, sufre la Ãºltima fase de una ideologÃa condenada a convertirse en folclore museÃstico y de coleccionista. Mucho de esto ya se puede ver en no pocas "federaciones" sindicales que, cuando desaparezca la generaciÃ³n de activistas de los 1970-1980, posiblemente correrÃ¡n parecida suerte esos sindicatos o se dedicarÃ¡n â��por impotencia- a recoger reliquias de la historia obrera: de sindicalistas a taxidermistas. En espacios grises, personas grises, disecando el cadÃ¡ver del movimiento obrero. De sindicatos a salas de autopsia. [Mas:] La fase en la que se encuentra el anarco-sindicalismo (y el marxismo, por cierto) es la de lenta agonÃa donde el tiempo histÃ³rico de la idea y la causa transcurre apesadumbrado. Se desarrolla cansinamente como las uÃ±as y pelos de un animal despuÃ©s de muerto. Se parapeta tras los dogmas, sin ninguna aportaciÃ³n nueva. Un proceso similar a la defunciÃ³n de una estrella de segundo orden: su momento mÃ¡s esplendoroso es el que marca el principio del fin; en su decadencia se convertirÃ¡ en una enana blanca que darÃ¡ paso a la enana negra; esto es, el repliegue hacia adentro hasta verse vuelta menos que un agujero negroâ�¦ una bagatela, por fin, en el mundo de la vitrina. El anarco-sindicalismo y el marxismo leninismo ya estÃ¡n hoy repletos de â��las contradicciones internasâ�? que darÃ¡n al traste con sus sistemas: estos son, los tipos sociolÃ³gicos representados por las clases sociales que se identifican con el perfil del coleccionista y que actÃºan en el sindicato, todavÃa hoy, como una mezcla de polÃtico y comisario de museo. El anarcosindicalismo estÃ¡ asÃ hoy formado por funcionarios e historiadores pro y amateur, perdidos entre papeleos burocrÃ¡ticos e histÃ³rico-mohosos. Esto mismo â��formaciÃ³n por clase social y repliegue museÃstico- ocurre exactamente igual en otros movimientos modernos en descomposiciÃ³n, como el marxismo leninismo o la masonerÃa liberal (con la excepciÃ³n de las logias de magnates, que siguen muy, muy vivas). En todas ellas son las profesiones liberales y los funcionarios del estado quienes nutren las organizaciones; la presencia obrera â��de andamio o de tractor y arado- en las organizaciones obreristas es, paradÃ³jicamente y a pesar de la retÃ³rica, mÃ¡s que mÃnima. Pero hay otra clase social que, tanto en el marxismo-leninismo como en el anarco-sindicalismo, es de muy especial relevancia: los jÃ³venes (ya sean estudiantes o precarios con su/s primer/os trabajo/s). Los jÃ³venes entran a estas organizaciones y causas en decadencia con una misma ansia museÃstica; con un fuerte apego e idolatrizaciÃ³n de las grandes gestas de la causa en putrefacciÃ³n (Rusia 1917 o Cuba 1959 para los Marxistas, 1936 EspaÃ±a para los otros). Pero en los jÃ³venes se combina este carÃ¡cter con el del guerrillero: los jÃ³venes que entran no son desencantados, cansados o hastiados, como los funcionarios-historiadores del museo revolucionario. Es por esto â��para conservar el orden y la tradiciÃ³n- que los jÃ³venes nada mÃ¡s entrar son iniciados en las prÃ¡cticas del comisariado del museo anarco-sindical y marxista. Se les enseÃ±a cÃ³mo debe ser la postura de la organizaciÃ³n ante cada acto; cÃ³mo debe ser una asamblea y cÃ³mo su participaciÃ³n en ellas; cÃ³mo debe seguir funcionando la burocracia y estratificaciÃ³n sindical o de partido; cÃ³mo deben ser las relaciones con las diferentes organizaciones; cuÃ¡l debe ser el discurso, cuÃ¡les los lemas a machacar, desde quÃ© punto de vista debe ser vista la vida y la lucha (reduciendo ambas a lo economicista laboral), etc. La transmisiÃ³n de la tradiciÃ³n cumple un papel normativo, de identificaciÃ³n, adoctrinador, rutinizante, legitimador (las formas de actuar y pensar encuentran su justificaciÃ³n en la tradiciÃ³n) y hermenÃ©utico (que define los mÃ©todos para el anÃ¡lisis e interpretaciÃ³n de los textos clÃ¡sicos de la ortodoxia). En un principio todo esto es aceptado por el joven deslumbrado por la novedad y su mistificaciÃ³n de la lucha. Ã�ste otorga gran autoridad a los Comisarios del museo. El joven no cuestiona nada; de esta manera obedece sin necesidad de ser mandado â��esta propia invisibilidad del autoritarismo refuerza la justificaciÃ³n de la sumisiÃ³n a la autoridad-. La opiniÃ³n de los Comisarios museÃsticos prevalece porque el joven adopta una postura de sumiso espectador y chico de los recados, tanto en la calle en la lucha como en el mantenimiento del local de la organizaciÃ³n y de su maquinaria. Esto es asÃ porque el joven idolatra indirectamente al veterano museÃstico. El carcamal de partido o sindicato es, para el joven, el representante de la gestas gloriosas que Ã©l idolatra (1917, 1936, etc.) y la expresiÃ³n de esas luchas en el presente. AdemÃ¡s, el carcamal cuenta con otro factor a su favor: lleva muchos aÃ±os en la â��luchaâ�?. Este hecho refuerza su autoridad por dos cuestiones: 1) Por el supuesto de que el que lleva mÃ¡s tiempo sabe mÃ¡s y que el que sabe mÃ¡s estÃ¡ en posesiÃ³n de La Verdad. Ã�ste es uno de los principios a travÃ©s de los cuales se reproduce la tradiciÃ³n (socialmente hablando). Por supuesto, cada generaciÃ³n aÃ±ade sus pequeÃ±os cambios, nunca es igual que lo anterior. Como decÃa Woody Allen, y tantos otros, â��la tradiciÃ³n es la invenciÃ³n en el tiempo.â�? Y (2), el joven, en una sociedad donde la mayorÃa de la gente traga con la dominaciÃ³n, la explotaciÃ³n y la destrucciÃ³n, al pasar a la lucha desarrolla un sentimiento de rechazo a quien â��como Ã©l ahora- no es activo contra el sistema. Para el iniciado es un honor y muestra de superioridad (aunque sea moral o intelectual) estar en un movimiento de lucha; quien lleve desde mÃ¡s tiempo esa trayectoria, mÃ¡s honorable es. El carcamal ve asÃ reforzada su autoridad, aun a pesar de que posiblemente lleve aÃ±os sin hacer nada que se pueda considerar â��luchaâ�?, a parte de remover papeles, pagar cuotas y escribir cartas a la prensa. AdemÃ¡s de esto, en el refuerzo de la autoridad del veterano museÃstico, hay que tener en cuenta la fuerza en el imaginario (del joven y del viejo) de lo llamado â��estar organizadoâ�?. Y es que para los jÃ³venes y viejos ortodoxos este simple hecho significa ya en sÃ â��estar en luchaâ�?, una muestra de superioridad sobre los â��apolÃticos.â�? Es la OrganizaciÃ³n la que legitima su sentimiento de superioridad y es, a travÃ©s de La OrganizaciÃ³n (CNT, PC, etc.), como se participa de la gloria de esas Santas Cruzadas de la causa que han sido inspirados por los Patriarcas santificados en el dogma (Marx, Bakunin, Kropotkin, Che Guevara, etc.). No es de extraÃ±ar que La OrganizaciÃ³n, â��la causaâ�?, â��la ideaâ�?, â��el movimientoâ�?, sean aupados por encima de las personas, que gustosamente pierden su personalidad (su cara y delimitaciÃ³n fÃsica) en la organizaciÃ³n de masas (sin rostro y amorfa). AsÃ se efectÃºa una militarizaciÃ³n de las personas a travÃ©s de la divinizaciÃ³n de La OrganizaciÃ³n: cuando La OrganizaciÃ³n estÃ¡ antes que, y por encima de las personas la disciplina militar hace posible la interiorizaciÃ³n de la mÃ¡xima â��Todo por la Patriaâ�? o â��Por el triunfo de la OrganizaciÃ³nâ�?, en un â��a las barricadasâ�? enajenado. En este contexto no puede sino operar una rÃgida jerarquÃa. En la cÃºspide estarÃa La OrganizaciÃ³n â��el dios-, mÃ¡s abajo los veteranos hoy museÃsticos â��la casta sacerdotal- y abajo de todo, los principiantes en el movimiento, normalmente jÃ³venes; los feligreses que comulgan y toman las hostias. En un primer momento los jÃ³venes estÃ¡n imbuidos por la sensaciÃ³n de novedad, y sorprendidos gratamente por cada logro que van adquiriendo en el conocimiento de las tÃ©cnicas de organizaciÃ³n e ideolÃ³gicas. Esto no es algo particular del anarco-sindicalismo o el marxismo de partido, se trata de la fase iniciatica en la entrada de cualquier subcultura. Pongamos de ejemplo la subcultura de los fumadores de cannabis. La persona entra en contacto con un grupo. Este grupo estÃ¡ formado por fumadores ya experimentados en este arte. El iniciado, en un principio, se ve defraudado y molesto por la experiencia de fumar â��mareos, ganas de vomitar, o simplemente no le â��colocaâ�?-, pero como quiere formar parte de esta comunidad estudia el comportamiento de los veteranos para conseguir adaptarse. Para ello aprende las tÃ©cnicas de fumar cannabis (no es igual fumar tabaco que hachÃs), el lenguaje (â��petasâ�?, â��una trompetaâ�?, â��pillarâ�?, etc.), incluso a veces tambiÃ©n imita los efectos que deberÃa producirle (hambre, sensaciÃ³n de ralentizaciÃ³n del tiempo, tendencia hacia la risa, etc). El individuo estÃ¡ ya adaptado, es un â��porreroâ�? cuando consigue placer del acto de fumar y ya no tiene que imitar. Cuando domina la tÃ©cnica del fumador y asÃ se convierte en profesor de las nuevas generaciones. En el caso del anarco-sindicalista o el marxista de partido pasa parecidoâ�¦ pero mucho mÃ¡s tedioso. El desagrado con respecto a la primera toma de contacto suele ser igual de general que con la experiencia cannÃ¡bica (o de iniciaciÃ³n en el consumo de tabaco): el joven desfallece en asambleas aburridÃsimas si bien muy funcionales para la ortodoxia (enseÃ±an el significado de â��orden del dÃaâ�?, â��actasâ�?, â��cargosâ�?, burocracia, etc. AquÃ aprende el iniciado a amar el orden, la organizaciÃ³n, etc.). Ahora bien, a diferencia de los porreros, los otros al final ni siquiera obtienen placer, estÃ¡n siempre insatisfechos. Acaban convirtiendo el anarcosindicalismo o el partidismo marxista en su forma de vida, haciendo el sindicato o partido a imagen y semejanza de su museÃstica forma de vida â��esto le hace adoptar una posiciÃ³n paternal (tutelar) sobre su criatura, y reforzar su dogmatismo en la forma de llevar el sindicato/partido y enseÃ±ar a los jÃ³venes la tradiciÃ³n. El rito iniciatico suele ser mucho mÃ¡s largo en los casos izquierdistas (dependiendo de la gente unos meses o incluso unos aÃ±os) que en el de los porreros. Cuando esta primera fase desaparece, el joven se ve inclinado a tomar una decisiÃ³n: perseverar en la organizaciÃ³n pero redefiniendo su forma de participaciÃ³n, prioridades, etc., o irse de Ã©sta (y dejar toda lucha o enfocarla desde otra perspectiva). Si opta por la primera opciÃ³n, empieza a dar los primeros pasos para convertirse en el carcamal-museÃstico e ingresar en la casta sacerdotal. En la actualidad del anarco-sindicalismo y del marxismo-leninismo, los jÃ³venes optan mÃ¡s por irse que por proseguir. Al mismo tiempo, hay que advertir que este relevo generacional es menor; entran menos jÃ³venes que en los 80, pero mÃ¡s o menos como en los 90. El nÃºmero de jÃ³venes es mÃ¡s bajo que el de viejos, y esta brecha se incrementa. De esta manera el anarco-sindicalismo y el marxismo-leninismo sufren un problema de envejecimiento de poblaciÃ³n. Para subsanar esto la estrategia adoptada por anarco-sindicatos como CGT ha sido intentar atraer movimientos migratorios (de CCOO, comunistas, etc.) acomodÃ¡ndose a la lÃ³gica del sistema (subvenciones y demÃ¡s). El problema es que, en el mejor de los casos, si esta tÃ¡ctica tiene Ã©xito no puede desembocar en otra cosa que a la desapariciÃ³n de CGT como organizaciÃ³n anarco-sindical por superpoblaciÃ³n de no-anarquistas que ademÃ¡s, pueden legitimar sus acciones e interpretaciones noâ��anarquistas en el huracÃ¡n de las justificaciones desatado de las subvenciones, comitÃ©s de empresa y demÃ¡s. Este problema se ve agudizado por la cada vez mayor desilusiÃ³n de los que son anarquista con el anarco-sindicalismo, que refuerza aÃºn mÃ¡s el peso del sector no-anarquista (o anti-anarquista dentro de la organizaciÃ³n). En el bando marxista algo parecido ha ocurrido con la formaciÃ³n buenrrollista de Izquierda Unida. Es por esto que, tanto la opciÃ³n que representa CGT como la que prefiere proseguir con una poblaciÃ³n envejecida (y que no puede repercutir sino en un descenso de afiliados, a medida que se â��jubilanâ�? las dÃ©cadas prodigiosas de los 1970 y 1980), apuntan hacia un continuismo con la decadencia y el aburrimiento, y por tanto al repliegue museÃstico fruto de la derrota, la decepciÃ³n, la impotencia y la automarginaciÃ³n, y la propia idiosincrasia del carÃ¡cter burocrÃ¡tico, museÃstico y taxidermista de la reproducciÃ³n de la casta sacerdotal antes analizada. La Ãºnica alternativa es un radical desafÃo a la tradiciÃ³n. Una ruptura que busque mÃ¡s lo cualitativo de la lucha que lo cuantitativo. Que se fomente en la autonomÃa y la coordinaciÃ³n en redes informal, sin paternalismos ni idolatrÃas. Se trata de combatir el autoritarismo allÃ donde se encuentre, Â¡tambiÃ©n en nuestras organizaciones! Renovarse o morir, este es el dilema que se cierne sobre estas organizaciones. La Izquierda se encuentra en una lenta agonÃa; como un viejo conectado a mÃ¡quinas, encamado en un hospital. Pero, extraÃ±amente, estas mÃ¡quinas parecen poder mantenerlo con vida por el resto de la eternidad, con las pulsaciones vitales bajo mÃnimo. Una revoluciÃ³n contra la burocracia y el capitalismo, lÃºdica y pasional, contra la mecanizaciÃ³n de la vida, contra la pavimentaciÃ³n de las conciencias y el desgarro de esa segunda piel que es la naturaleza, reclama formas nuevas de entender el mundo, la vida, la lucha. Grita por dar muerte a ese Pope autoritario y aburrido que es la Izquierda y sus dogmas ideolÃ³gicos. O dicho de otra forma: la revoluciÃ³n ha de ser fruto de los herejes o no serÃ¡. Â¡â��Trabajadoresâ�? del mundo, desprenderos de vuestra ortodoxia! AntÃ³n FDR, marzo 2005 www.anticivilizacion.tk
Mira també: http://www.alasbarricadas.org/blackblogs/index.php?blog=9&title=reproduccion_cotidiana_de_la_miseria_rev&more=1&c=1&tb=1&pb=1
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Comentaris

Re: Reproducción cotidiana de la miseria “revolucionaria�?: La museística de la Izquierda.
per algu s'ho pot acabar de llegir??	25 jun 2005
ke aburrits kesteu per esrcriure aixo....

Re: Reproducción cotidiana de la miseria “revolucionaria�?: La museística de la Izquierda.
per Voltaire	25 jun 2005
Otros libertarios al servicio del liberalismo económicol.

Re: Reproducción cotidiana de la miseria “revolucionaria�?: La museística de la Izquierda.
per Ho Sands Guevara "Caracremada"	25 jun 2005
I tant! I nosaltres x llegir-ho tot! Per què els "intel·lectuals" europeus sempre han de ser tan feixucs, grisos i casposos, i han d'imitar aquesta "pose" anguniosodepressiva d'aquell petitburgès jueu de Nova York bufasaxofons anomenat Woody Allen? No es pot ser una persona normal, sana i feliç, sociable i equilibrada (estudies i/o treballes, t'enamores, jugues a futbol i segueixes el Barça, et fumes un canuto amb els amics sense barrinar sobre si ets un alienat, expliques acudits verds sense martiritzar-te amb que si et fan gràcia ets un sexista...), i intentar (com la resta de la Humanitat) que aquesta vida (l'única que segur que tenim, no?) sigui el més feliç i bonica possible. No estem alçant una mica el cap, l'esquerra internacional, després d'anys de quasidictadura neoliberal i pensament únic, per a que ara volgueu tornar-nos a desmotivar i deprimir, aneu-vos-en a cagar fent la verical-pont sota la mar salada, anarcohipis pocafeines, com es pot algú autoanomenar "primitivista" i "anticivilització" i fer servir Internet i l'ordinador personal, regalat pel papà iupi progre-neoliberal, per a difondre les seves neures postfumatòries a la resta de mortals? Però qui s'han cregut que són!? (Pujol sic) Visca la motivació revolucionària i mort als titafredes i pixatinters! Visca Chávez, la Revolució Bolivariana i la Cuba de Castro! Visca la intifada a Palestina, pel poble sahrauí i a l'Iraq! Pobles contra Imperis! EL NOSTRE DIA ARRIBARÀ!!! Oi!

Re: Reproducción cotidiana de la miseria “revolucionaria�?: La museística de la Izquierda.
per avorrit i fastiguejat	25 jun 2005
I després d'escriure aquestes animalades per Internet, els anarcotroglodites intel·lectualoides aquests van a una "rave", a fotre's de pirules fins al cul... Admiro als que s'ho han llegit tot! Quin valor! (i quina poca feina X DDDD)

Re: Reproducción cotidiana de la miseria “revolucionaria�?: La museística de la Izquierda.
per .	25 jun 2005

¡Qué profundidad! ¡Qué seriedad en el análisis! Se nota que el que ha escrito este texto es un gran estudioso del tema, es un verdadero INTELECTUAL MODERNO: -1-cínico, -2-alejado de la sociedad y de los movimientos sociales (y por lo tanto completamente ignorante de lo que en realidad sucede en ellos) -3-gran experto en frases vacías y en prosa demagógica... No sé... me recuerda a uno que escribe en El País...

Re: Reproducción cotidiana de la miseria “revolucionaria�?: La museística de la Izquierda.
per AVI 68	25 jun 2005
Penso ke l´analisi,en global,no está malament.I elresum no está tan malament.Jo soc el primer ke tinc contradiccions constantment,dubto,intento aclarir-me,i al.hora auto-criticarme.Jo sé que inconscientemen, tinc un idol/referent,péro també em pregunto a mi mateix si es absolutament bo.Llavors veig com a persona que aquet referent,tb era de carn i os com jo.I aixó també em pasa a les organitzacions,ke de vegades,degut a la dinamica de lluita constant,no em deixen fer akestes reflexions.I si crec ke el moment es l´adient,ho explicito.Les organitzacions permanents tenen el perill, ke cita el texte,pero no per aixó tenim ke defallir amb la ctitica a nosaltres mateixos,a les organitzacions cuan es donen les situacions ke cita l´article,i per d´amunt de tot penso ke la lluita no está separada de la meva vida kuotidiana.I,com supusareu la critica permanent al SISTEMA capitalista i al estat.Salut.

Re: Reproducción cotidiana de la miseria “revolucionaria�?: La museística de la Izquierda.
per El panfleto es de un agente doble al servicio del capital	27 jun 2005
Es evidente que el redactor del panfleto colgado por Lector es un agente doble formado en la organización "paraestatal" encargada de la aniquilación completa de las ideologías potencialmente revolucionarias. La función de estos agentes dobles es presentar análisis ciertos y conclusiones aparentemente coherentes, con el único objetivo de destruir cualquier proceso revolucionario, sustituyéndolo por dinámicas de tipo "nihilista" incapaces de promover procesos de transformación social.

Re: Reproducción cotidiana de la miseria “revolucionaria�?: La museística de la Izquierda.
per bukake	27 jun 2005
Si claro, tiene que ser una conspiración capitalista burguesa; los movimientos van a hacer la revolución mañana, ja ja ja ja... Ahora resulta que describir la realidad es nihilismo (¿?). Pues nada chavales, seguid en los Testigos de Bakunin o de Marx. La izquierda esta´medio muerta, otra cosa es que no dé soluciones al problema el supuesto intelectual.

Re: Reproducción cotidiana de la miseria “revolucionaria�?: La museística de la Izquierda.
per bukake-san	27 jun 2005
Se me olvidaba, el tal Antón no es un malvado agente doble ni Frenando Savater, es un primitivista, ideología que uno no comparte pero que a veces acierta en según qué cosas que la izquierda progre no quiere ver. Joder, esta página de indynedia está llena de paranoicos: acabareis viendo estelas grises en el cielo un día de estos, juo juo...

Re: Reproducción cotidiana de la miseria “revolucionaria�?: La museística de la Izquierda.
per bukake	27 jun 2005
Si claro, tiene que ser una conspiración capitalista burguesa; los movimientos van a hacer la revolución mañana, ja ja ja ja... Ahora resulta que describir la realidad es nihilismo (¿?). Pues nada chavales, seguid en los Testigos de Bakunin o de Marx. La izquierda esta´medio muerta, otra cosa es que no dé soluciones al problema el supuesto intelectual.