Comunicaqdo del EZLN a la sociedad civil

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Notícies :: amèrica llatina
Comunicaqdo del EZLN a la sociedad civil
per CSRZ Barcelona Correu-e: ellokal ARROBA pangea.org (no verificat!)	23 jun 2005
Enviamos comunicado del EZLN. Un carta explicación a la Sociedad Civil Nacional e Internacional en donde agradece todo el apoyo aportado por la resolución pacífica del conflicto.
Enviamos comunicado del EZLN. Un carta explicaciÃ³n a la Sociedad Civil Nacional e Internacional en donde agradece todo el apoyo aportado por la resoluciÃ³n pacÃfica del conflicto. EJÃ�RC1TO ZAPATISTA DE LIBERACIÃ�N NACIONAL. MÃ�XICO. 21 de Junio del 2005. A la Sociedad Civil Nacional e Internacional: SeÃ±ora, seÃ±orita, seÃ±or, joven, niÃ±o, niÃ±a: Ã�sta no es una carta de despedida. A ratos va a parecer que sÃ, que es una despedida. pero no. Es una carta de explicaciÃ³n. Bueno, eso trataremos. Originalmente esto vendrÃa en un comunicado, pero hemos elegido esta forma porque, para bien o para mal, cuando le hablamos a usted casi siempre lo hicimos en este tono mÃ¡s personal. Nosotros somos los hombres, mujeres, niÃ±os y ancianos del EjÃ©rcito Zapatista de LiberaciÃ³n Nacional. Tal vez nos recuerde, nos alzamos en armas el 1 de Enero de 1994 y, desde entonces, hemos mantenido nuestra guerra contra el olvido y resistido la guerra de exterminio que los distintos gobiernos han emprendido, sin Ã©xito, en contra nuestra. Nosotros vivimos en el Ãºltimo rincÃ³n de este paÃs que se llama MÃ©xico. En ese rincÃ³n que se llama "Pueblos Indios ". SÃ, asÃ en plural. Porque por razones que aquÃ no daremos, en este rincÃ³n se usa el plural para todo: sufrimos, morimos, peleamos, resistimos. Bueno, pues como usted bien sabe, resulta que, desde aquella madrugada del inicio del 94, hemos dedicado, primero con el fuego y luego con la palabra, nuestra lucha, nuestro esfuerzo, nuestra vida y nuestra muerte, exclusivamente a los pueblos indios de MÃ©xico, al reconocimiento de sus derechos y su cultura. Era lÃ³gico, los zapatistas somos abrumadoramente indÃgenas. IndÃgenas mayas, para ser mÃ¡s precisos. Pero no sÃ³lo, los indÃgenas en este paÃs, no obstante haber sido la base de las grandes transformaciones de esta NaciÃ³n, siguen siendo el sector social mÃ¡s agredido y mÃ¡s explotado. Si con alguien se han ensaÃ±ado las guerras militares, y las guerras disfrazadas de "polÃticas", de despojo, de conquista, de aniquilamiento, de marginaciÃ³n, de ignorancia, es con los indÃgenas. La guerra en contra nuestra ha sido tan intensa y brutal que se ha convertido en lugar comÃºn el pensar que los indÃgenas sÃ³lo saldrÃ¡n de su condiciÃ³n de marginaciÃ³n y Â¡pobreza, si dejan de ser indÃgenas... o si estÃ¡n muertos. Nosotros hemos estado luchando 'por no morir y no dejar de ser indÃgenas. Hemos luchado por, vivos e indÃgenas, ser parte de esta NaciÃ³n que se ha levantado sobre nuestras espaldas; de la que hemos sido los pies (casi siempre descalzos) con los que ha caminado en sus momentos decisivos; de la que hemos sido los brazos y manos que han hecho dar fruto a la tierra, y han levantado las grandes construcciones, edificios, iglesias y palacios de los que se enorgullecen los que tienen todo; de la que, con palabra, mirada y modo, es decir, cultura, somos la raÃz. Â¿Estamos lloviendo sobre mojado? QuizÃ¡s es porque estamos en Junio, el sexto mes del aÃ±o. Bueno, sÃ³lo querÃamos seÃ±alar que el inicio de nuestro alzamiento no fue sÃ³lo un "AquÃ estamos", gritado al oÃdo de una NaciÃ³n sordomuda por el autoritarismo de arriba. Fue tambiÃ©n un "Esto somos y seguiremos siendo... pero ahora con dignidad, con democracia, con justicia, con libertad". Usted lo sabe bien, entre otras cosas, porque nos ha acompaÃ±ado desde entonces. Desgraciadamente, despuÃ©s de mÃ¡s 7 aÃ±os empeÃ±ados en ese camino, en abril del 2001, los polÃticos de todos los partidos polÃticos (principalmente del PRÃ?. PAN y PRD) y los autodenominados "tres poderes de la UniÃ³n" (o sea la presidencia, el congreso y los jueces) se aliaron para negarle a los pueblos indios de MÃ©xico el reconocimiento constitucional de sus derechos y su cultura. Y lo hicieron sin importarles el gran movimiento nacional e internacional que se levantÃ³ y uniÃ³ con ese objetivo. La gran mayorÃa, incluidos los medios de comunicaciÃ³n, estaban de acuerdo en que debÃa saldarse esa deuda pendiente. Pero a los polÃticos no les importa nada que no les deje dinero y rechazaron la misma propuesta de ley que habÃan aprobado aÃ±os antes, cuando se firmaron los Acuerdos de San AndrÃ©s y la Cocopa hizo una propuesta de reforma constitucional. Lo hicieron porque pensaron que, pasado un poco de tiempo, a todos se les olvidarÃa. Y tal vez a muchos se les olvidÃ³, pero a nosotros no. Nosotros tenemos memoria y fueron ellos: el PRI, el PAN, el PRD, la presidencia de la repÃºblica, los diputados y senadores y los jueces de la Suprema Corte de Justicia de la NaciÃ³n. SÃ los pueblos indios siguen hoy en el sÃ³tano de esta NaciÃ³n y siguen padeciendo el mismo racismo de hace 500 aÃ±os es por ellos. No importa quÃ© digan ahora que se estÃ¡n preparando para las elecciones (o sea para conseguir puestos que les den ganancias): no van a hacer nada en bien de la mayorÃa ni van a escuchar nada que no sea dinero. Si de algo nos preciamos los zapatistas es de hacer honor a la palabra, a la palabra honesta y consecuente. Todo este tiempo le hemos dicho a usted que luchamos por los pueblos indios de MÃ©xico. Y eso hemos hecho. Le dijimos a usted que intentarÃamos la vÃa del diÃ¡logo y la negociaciÃ³n para conseguir nuestras demandas. Le dijimos que nos esforzarÃamos en la lucha pacÃfica. Le dijimos que nos concentrarÃamos en la lucha indÃgena. Y asi ha sido. No la hemos engaÃ±ado. Toda la ayuda que usted, generosa, ha aportado para esta noble causa y por esos medios, ha sido para eso y para nada mÃ¡s. No hemos usado nada para otra cosa. Toda las ayudas y apoyos humanitarios que hemos recibido de todo MÃ©xico y de todo el mundo, han sido empleadas Ãºnicamente en mejorar las condiciones de vida de las comunidades indÃgenas zapatistas y en iniciativas pacÃficas por el reconocimiento de los derechos y la cultura indÃgenas. Nada de lo recibido ha sido dedicado a la adquisiciÃ³n de armamento ni a prepaarativo bÃ©lico alguno. No sÃ³lo porque no lo hemos necesitado (el EZLN mantiene intacta su capacidad militar desde 1994), sino, sobre todo, porque no hubiera sido honesto Decirle a usted que su apoyo era para una cosa y usarla para otra. Ni un centavo del apoyo recibido para la paz con justicia y dignidad, se ha dedicado a la guerra. Para hacer la guerra no hemos necesitado apoyo. Para la paz sÃ. Claro que hemos usado nuestra palabra para referirnos (y en algunos casos para manifestar nuestra solidaridad) a otras luchas en MÃ©xico y el mundo, pero hasta ahÃ. Y muchas veces, sabiendo que podÃamos hacer mÃ¡s, hubimos de contenernos porque nuestro empeÃ±o, asÃ se lo habÃamos dicho a usted, era exclusivamente por y para los indÃgenas. No ha sido fÃ¡cil. Â¿Se acuerda usted de la marcha de los 1,111?, Â¿de la consulta de los 5000 en 1999?, Â¿de la Marcha del Color de la Tierra en 2001? Bueno, pues imagine usted lo que sentimos cuando vimos y escuchamos las injusticias y las rabias que Ãbamos tocando en campesinos, obreros, estudiantes, maestros, empleados, homosexuales y lesbianas, jÃ³venes, mujeres, ancianos, niÃ±os. Imagine usted lo que sentÃa nuestro corazÃ³n. Tocamos un dolor, una rabia, una indignaciÃ³n que ya conocÃamos porque habÃa sido y es la nuestra. Pero entonces la tocamos en el otro. Y escuchamos que el "nosotros" que nos animaba querÃa hacerse mÃ¡s grande, hacerse mÃ¡s colectivo, mÃ¡s nacional. Pero nada, habÃamos dicho que sÃ³lo lo indÃgena y eso tenÃamos que cumplir. Creo que es por nuestro modo, o sea que preferimos morir antes que traicionar nuestra palabra, Ahora estamos consultando nuestro corazÃ³n para ver si vamos a decir y hacer otra cosa. Si la mayorÃa dice que sÃ, pues vamos a hacer todo lo posible por cumplir. Todo, hasta morir si es preciso. No queremos parecer dramÃ¡ticos. Lo decimos nada mÃ¡s para que quede claro hasta dÃ³nde estamos dispuestos a llegar. O sea que no "hasta que nos den un puesto, una cantidad de dinero, una promesa, una candidatura". Tal vez alguno recuerde que, hace seis meses, empezamos con eso de que "falta lo que falta". Pues bien, como es evidente, llegÃ³ la hora de decidir si vamos a caminar para encontrar eso que falta. Encontrar no, construir. SÃ, construir "otra cosa". En alguno de los comunicados de dÃas pasados, le informamos que hemos entrado a una consulta interna. Pronto tendremos los resultados y se los daremos a conocer. Mientras pues aprovechamos para escribirle a usted, A usted siempre le hablamos con sinceridad, tambiÃ©n a quienes son nuestro corazÃ³n y guardiÃ¡n, nuestro Votan Zapata, las comunidades zapatistas, nuestro mando colectivo. SerÃ¡ una decisiÃ³n difÃcil y dura, como de por si ha sido nuestra vida y nuestra lucha. Durante cuatro arios hemos estado preparando las condiciones para presentarle a nuestros pueblos puertas y ventanas, para que, llegado el momento, tuvieran todos los elementos para elegir por cual ventana asomarse y cual puerta abrir. Y es que asÃ es nuestro modo. O sea que la direcciÃ³n del EZLN no dirige, sino que busca caminos, pasos, compaÃ±Ãa, orientaciÃ³n, ritmo, destino. Varios. Y entonces le presenta a los pueblos esos caminos y analiza con ellos quÃ© pasa si seguimos uno u otro rumbo. Porque, segÃºn el camino que andamos, hay cosas que serÃ¡n buenas y cosas que serÃ¡n malas, O sea que no hay camino que puras cosas buenas. Y entonces ellas, las comunidades zapatistas, dicen su pensamiento y deciden, despuÃ©s de discutir y por mayorÃa, por dÃ³nde vamos todos. Y entonces pues dan la orden, Y entonces pues la direcciÃ³n del EZLN tiene que organizar los trabajos o preparar lo que se necesita para caminar ese camino. Claro que la direcciÃ³n zapatista no mira segÃºn lo que se le ocurre solamente a ella, sino que tiene que estar pegada con los pueblos y tocar su corazÃ³n y hacerse, como quien dice, la misma cosa. Entonces se hace la mirada de todos nosotros, el oÃdo de todos nosotros, el pensamiento de todos nosotros, el corazÃ³n de todos nosotros. Pero quÃ© tal que, por lo que sea, la direcciÃ³n no mira, ni oye, ni piensa, ni siente como todos nosotros. O le falta ver algunas partes o escuchar otra cosa o pensar y sentir otros pensamientos. Bueno, pues por eso se consulta a todos, por eso se pregunta a todos, por eso se toma el acuerdo de todos. Si la mayorÃa dice que no, pues entonces la direcciÃ³n tiene tache y tiene que buscar otra vuelta, y otra vuelta presentarse ante los pueblos a proponer y asÃ hasta que, en colectivo, llegamos a una decisiÃ³n. O sea que acÃ¡ mandan los pueblos. Ahora el colectivo que somos tomarÃ¡ una decisiÃ³n. Se estÃ¡n sopesando los pros y los contras. Se estÃ¡n haciendo bien las cuentas, lo que se pierde y lo que se gana. Y, viendo que no es poco lo que se arriesga, se decidirÃ¡ si vale la pena. Tal vez, en la balanza de algunos, pesarÃ¡ mucho lo que hemos logrado. Tal vez, en la balanza de otros, pesarÃ¡ mÃ¡s la indignaciÃ³n y la vergÃ¼enza que provoca el ver a nuestros suelos y cielos destruidos por la estÃºpida avaricia del Poder. En cualquier caso, no podemos permanecer pasivos, contemplando nada mÃ¡s como una banda de rufianes despoja a nuestra Patria de todo lo que la hacÃa ser y ser a todos: la dignidad. Bueno, ya es mucha vuelta. Nosotros le estamos escribiendo esta vez. acaso la Ãºltima, para devolverle su palabra de apoyo comprometido. No es poco lo que hemos logrado en la lucha indÃgena, y eso ha sido, asÃ lo hemos dicho en pÃºblico y en privado, por su ayuda. Creemos que puede enorgullecerse, sin pena alguna, de todo lo bueno que, junto a usted, hemos construido hasta ahora los zapÃ¡tistas. Y sepa usted que ha sido un honor, a todas luces inmerecido, el que personas como usted hayan caminado a nuestro lado. Ahora vamos a decidir si hacemos otra cosa y el resultado lo haremos pÃºblico en su momento. Aclaramos desde ahora, para acabar con las especulaciones, que esta "otra cosa" no implica ninguna acciÃ³n militar ofensiva por parte nuestra. No estamos, por nuestra parte, planeando ni consultando el reinicio de los combates militares ofensivos. Desde febrero-marzo de 1994, todo nuestro dispositivo militar ha sido, y es, defensivo. El gobierno deberÃa decir si, por su parte, hay algÃºn preparativo bÃ©lico ofensivo, sea de las fuerzas federales o de sus paramilitares. Y el PRI y el PRD deben decir si planean algÃºn ataque en contra nuestra con los paramilitares que apadrinan en Chiapas. Si es decisiÃ³n de la mayorÃa zapatista, quienes nos han apoyado hasta ahora en la lucha exclusivamente indÃgena podrÃ¡n, sin pena ni remordimiento alguno, deslindarse de esa "otra cosa" a la que se refiriÃ³ el Comandante Tacho en la plaza de San CristÃ³bal de Las Casas en enero del 2003, hace dos aÃ±os y medio. Es mÃ¡s, hay un comunicado que, de acÃ¡ allÃ¡, hace ese deslinde y que puede ser presentado en una solicitud de empleo, currÃculum vitae, reuniÃ³n de cafÃ©, sala de redacciÃ³n, mesa redonda, templete, foro, escenario, solapa de libro, nota de pie de pÃ¡gina, coloquio, precandidatura, libro de arrepentidos o columna periodÃstica y que, ademÃ¡s, tiene la ventaja de poder ser exhibido, como prueba de descargo, en cualquier juzgado (no se rÃa usted, hay un antecedente: en 1994, a unos indÃgenas que detuvo el mal gobierno ~y que no eran zapatistas- los liberÃ³ un juez dando validez a una carta del CCRI-CG donde se deslindaba a esas personas de lo realizado por el EZLN. O sea que, como dicen los abogados, "hay precedente jurÃdicoâ�?). Pero quienes encuentren en su corazÃ³n un eco, asÃ sea pequeÃ±o, de nuestra nueva palabra y se sientan llamados por el camino, el paso, el ritmo, la compaÃ±Ãa y el destino que hayamos elegido, tal vez decidan renovar su apoyo (o participar directamente)... sabiendo que serÃ¡ "otra cosa". AsÃ. sin engaÃ±os, sin dobleces, sin hipocresÃas, sin mentiras. Agradecemos a las mujeres. A todas las niÃ±as, adolescentes, jÃ³venas, seÃ±oritas, seÃ±oras y ancianas (y a las que fueron cambiando de uno a otro de esos calendarios en estos 12 aÃ±os) que nos apoyaron, nos acompaÃ±aron y, no pocas veces, hicieron suyos nuestros dolores y nuestros pasos. A todas esas, mexicanas y de otros paÃses, que nos apoyaron y caminaron con nosotros. En todo lo que hicimos, ustedes fueron la inmensa mayorÃa. Tal vez porque compartimos con ustedes, aunque cada quien en su modo y lugar, la discriminaciÃ³n, el desprecio... y la muerte. Agradecemos al movimiento indÃgena nacional, al que no se vendiÃ³ por puestos gubernamentales, por viÃ¡ticos, por lisonjas que los poderosos catalogan como "para indÃgenas y animales ". Al que escuchÃ³ nuestra palabra y nos dio la suya. Al que nos abriÃ³ el corazÃ³n, es decir, su casa. Al que resistiÃ³ y resiste con dignidad, levantando bien alto el color que somos de la tierra. Agradecemos a los jÃ³venes y jÃ³venas de MÃ©xico y del mundo. A quienes eran niÃ±os, niÃ±as o adolescentes aquel 94 y, nobles, crecieron sin escatimarnos ni la vista ni el oÃdo. A quienes llegaron a la juventud o, a pesar de las hojas arrancadas al calendario, se mantuvieron en ella tendiendo la mano de su rebeldÃa a la morena mano de la nuestra. A quienes optaron por venir a compartir dÃas, semanas, meses, aÃ±os, nuestra digna pobreza, nuestra lucha, nuestra esperanza y nuestro necio empeÃ±o. Agradecemos a los homosexuales, lesbianas, transexuales, transgenÃ©ricos y "cada-quien- sumodo ". A quienes compartieron con nosotros su lucha por el respeto a la diferencia, sabiendo que Ã©sta no es un defecto para ocultar. A quienes demostraron que la valentÃa no tiene nada quÃ© ver con la testosterona y que. una y otra vez, nos dieron algunas de las mÃ¡s hermosas lecciones de dignidad y nobleza que hemos recibido. Agradecemos a los intelectuales, artistas y cientÃficos, de MÃ©xico y el mundo, que nos apoyaron en la lucha por los indÃgenas. Pocos movimientos u organizaciones se pueden preciar de haber tenido el respaldo (siempre crÃtico, y lo agradecemos) de tanta inteligencia, ingenio y creatividad. Ustedes ya saben que siempre los escuchamos con respeto y atenciÃ³n, incluso cuando no compartÃamos sus puntos de vista, y que algo de la luz que emanan ayudÃ³ a alumbrar nuestros oscuros caminos. Agradecemos a l@s trabajador@s honesf@s de la prensa y a los medios de comunicaciÃ³n decentes que mostraron, con verdad y a todo el mundo, lo que miraban y escuchaban, y respetaron, sin distorsionar, nuestra voz y caminar. Reciban nuestra solidaridad en estos duros momentos que atraviesa el ejercicio de su profesiÃ³n, donde arriesgan su vida, son agredidos y, como nosotros, no encuentran justicia. Y, para que no falte nadie, agradecemos en general a todit@s tod@s que, honest@s y sincer@s, nos apoyaron. He dicho, al inicio de esta carta, que no era una despedida. Bueno, pues resulta que para algunos sÃ lo es. Aunque para otros serÃ¡ lo que es en realidad, es decir, una promesa... Porque ya se alcanza a ver lo que falta... Vale. Salud y, de corazÃ³n a corazÃ³n, gracias por todo. A nombre de tod@s l@s zapatistas del EZLN. Desde las montaÃ±as delSureste Mexicano. Subcomandante Insurgente Marcos MÃ©xico, en el mes sexto del aÃ±o 2005 P.D.- Ya se ve que no estÃ¡bamos pensando enjugar fÃºtbol. Bueno, no sÃ³lo. Porque algÃºn dÃa jugaremos contra el Intemazionale de Milano. Nosotros o lo que quede de nosotros. Col.lectiu de Solidaritat amb la Rebel.lio Zapatista C/ de la Cera, 1 bis. 08001 Barcelona tel: 34-93-4422101 y 3290643 fax: 34-93-3290858 email: ellokal ARROBA pangea.org http://chiapas.pangea.org
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Comentaris

Re: Comunicaqdo del EZLN a la sociedad civil
per malatesta	29 jun 2005
Esperem amb impaciència l' "otra cosa". Quina penya! A aquestes hores i fent-m emocionar... Aquí hi ha 1 cap i 2 braços xl q calgui! VIVA ZAPATA, KABRONES!!!

Re: Comunicaqdo del EZLN a la sociedad civil
per el poeta del poble	29 jun 2005
agradesimientos para los altos, para los bajos, para los feos, para los guapos, para los gordos, para los delgados, para los fabricantes de pasamontañas, para los revolusionarios en la selva, para los revolusionarios de sillón... grasias por comprar camisetas del EZLN