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¡Qué miserable nivel de confrontación polÃtica!
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per El Politólogo |
18 mai 2005
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Por culpa de una docena de gañanes. Son insoportables... |
¿A alguien de los medios, esos tan amantes de los sondeos de opinión no se le ha ocurrido todavÃa consultar en qué niveles dialécticos polÃticos se encuentra este paÃs? ¿Habrá rankings en este sentido?
Porque el partido de la oposición actual, antes en el gobierno, que dice representar a 10 millones de españoles, no permite al pensamiento polÃtico global avanzar ni un solo centÃmetro. Es deprimente ver y oir a los que representan a los restantes 15 millones razonar frente a una piedra, frente a menguados, frente a cÃnicos, frente a necios.
Imaginemos que no existe ese partido, el PP. Imaginemos que los polÃticos de las restantes fuerzas, portavoces, ministros y periodistas no posicionados con la derecha no tuvieran, cada dÃa, cada hora, a cada momento, que razonar en cÃrculo con los “cerradosâ€? habituales del Congreso y con periodistas cargantes, tan cÃnicos y estragados como ellos...
En ese mismo instante habrÃamos dado un salto de gigante. Desde ese momento nos habrÃamos situado en los niveles de discusión, de controversia y de conceptuación general que se gastan por los paÃses verdaderamente “avanzadosâ€?. EstarÃamos hablando de centralismo versus federalismo, de prioridades medioambientales sobre educacionales, de éstas sobre aquéllas, de la adhesión o no al Tratado de Europa y de tantas otras cuestiones que preocupan a minorÃas, a otros territorios, a otras sensibilidades... Pero eso de razonar, unos con un coeficiente de inteligencia 5, con otros con un coeficiente 0; es decir, con unos que niegan la luz del dÃa, que mienten cada dos por tres, que hicieron lo que les vino en gana, y siguen haciéndolo, pero niegan ese derecho a los demás partidos, por ejemplo, es cuando menos extenuante y empobrecedor para todo el paÃs.
Pues "éstos" razonan como destripaterrones y fulleros... Eso de discutir maestros con quienes todavÃa no saben leer, tiene mucha tela... Tener que afrontar la lucha polÃtica con quienes sólo saben poner palos a las ruedas, es una invitación a no hacerles ni puñetero caso y un empujón a todo el que pueda a marcharse de este paÃs aunque sólo sea para no oir a tanto necio de auténtica ultraderecha.
¡Qué digo!, la ultraderecha habla claro, tiene posicionamientos claros, no juega constantemente a los equÃvocos. Se puede defender de ella el resto con relativa facilidad. Pero "éstos" ni siquiera son de derechas. En la medida que no son conservadores, son falsos conservadores, cutres, revienta-ideas, pateadores... Son, como empiezo esta reflexión, sencillamente insoportables. Y lo que no saben es que cuando quieran acordar -si antes nos han hecho el favor de no forzar violentamente las cosas-, esos 10 millones que dicen representar se habrán quedado a lo sumo en cuatro.
El Politólogo |
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