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Comentari :: educació i societat
Creencias y «secuestro mental»
30 abr 2005
Contribución de Pepcastelló el Sábado, 30 abril a las 16:25:19 http://www.nuncamas.net

Creer algo equivale a no ponerlo en duda. Lo propio de la creencia es la negación de la racionalidad. Lo visceral, lo emocional, prima por encima de la reflexión y aun del sentido común. Es una actitud que hallamos en todos los ámbitos humanos, tanto en lo personal como en lo colectivo, y así en el amor como en el futbol como en la política o en la religión.
Debemos entender como creencia toda forma de pensar que antepone la emotividad a la reflexión. En nuestro mundo occidental, supuestamente inteligente y evolucionado, suele reducirse la idea de creencia al marco religioso, con lo que se libera de ellas de forma injusta y aun peligrosa a las ideologías, cuando en realidad éstas no son sino elucubraciones teóricas basadas en conjuntos de creencias. Y no cabe duda de que aceptar calladamente una ideología equivale a dejarse secuestrar el pensamiento, del mismo modo que renunciamos a él cuando aceptamos ciegamente creencias de orden religioso.

Una y mil veces a lo largo de la Historia la mayor parte de un pueblo ha renunciado a pensar y se ha unido gregariamente a un líder desalmado que mintiendo cínicamente les ha llevado a una especie de delirio colectivo en el que la irreflexión y la falta de conciencia han protagonizado todas las acciones. Desde los más remotos tiempos, desde que la Humanidad tiene memoria, grandes palabras como Dios, Patria, Raza, Imperio, Progreso, Justicia o Democracia han impulsado a las masas a cometer acciones criminales. ¿Cabe pensar pues que en el fondo de todo desvarío colectivo hay un buen puñado de creencias de toda índole perversamente manejadas?

Bien pudiera ser que creer en vez de reflexionar fuese el principio de toda conducta humana extraviada, ya que poco bueno se puede hacer cuando se actúa bajo el impulso de la irracionalidad. Y si bien los seres humanos no podemos prescindir de las creencias porque son parte intrínseca de nuestra mente, sí que podemos «moderarlas» sometiéndolas a la Reflexión, una conveniente acción del pensamiento mediante la cual podremos evitar en buena parte ceder compulsivamente a los imperativos de nuestro cerebro irracional.

Pero en la esfera pública hay no pocos elementos dominantes que se oponen de forma más o menos abierta a esa actitud reflexiva. De hecho, quienquiera que aspire al poder sabe muy bien que su éxito depende de su capacidad de «hechizar» a quienes le tienen que aceptar, de modo que, con miras a ese fin, es lógico que no regatee esfuerzos ni se ande con escrúpulos. Otra cosa no han hecho a lo largo de la Historia todas las ideologías, entre las que atendiendo a la cantidad de población afectada figuran en lugar preferente el Capitalismo y las religiones. Tanto éste como aquellas no paran de difundir creencias entre la población con el fin de condicionar las formas de vida a sus propios intereses, y se esfuerzan por revestir sus acciones de un loable halo espiritual, cuando es obvio que no tienen otro objetivo sino el poder.

Pero a poco que pensemos veremos que el daño de las diversas formas de pensamiento que los humanos hemos elaborado a lo largo de los siglos (¿qué otra cosa son sino las ideologías y las religiones?) procede más de la exclusión de lo diverso que de la asimilación de los rasgos mas sobresalientes de esas formas de pensar. ¿Quien puede poner en duda que el esfuerzo personal merece ser compensado? Y ahí tenemos el Capitalismo. ¿Ni que todo ser viviente merece ser atendido conforme a sus necesidades? Lo cual es la base del Comunismo. ¿Quien puede dudar de la necesidad de cuidar la dimensión espiritual de la persona, ese aspecto de la mente que nos lleva a sentirnos parte integrante del Universo y miembros de es gran familia que es la Humanidad? Y eso es lo que en principio concierne, o debiera concernir, a la Religión.

Actuemos pues con cautela ante las creencias, sean del orden que sean. Mantengamos una actitud reflexiva y crítica, y rechacemos de plano toda forma de pensamiento único, ya sea religioso o ideológico, ya que eso no es más que puro secuestro mental, y en él está el germen de los peores daños que ha llevado a cabo una buena parte de la Humanidad.

Pepcastelló
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http://www.nuncamas.net

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Comentaris

Re: Creencias y «secuestro mental»
30 abr 2005
m'ha agradat molt. Hem de posar en comunicació els dos hemisferis cerebrals, l'emocional i el cognitiu.
Re: Creencias y «secuestro mental»
01 mai 2005
Estoy de acuerdo totalmente, pero me gustaría diferenciar de cuando hablamos de grandes religiones las cuales han sido reaccionarias a lo largo de la historia, y otras religiones menores (Como tienen los indígenas o los animistas africanos) que es una creencia que generalmente está controlada por las mismas comunidades y no por un líder mesiánico. Se acusa de alienación de las religiones, y en la práctica ocurre bastante. Sin embargo, yo estoy dentro de las luchas indígenas puedo decirte que por ejemplo los Mapuches tienen una religión. Pero, esta no incita a la sumisión, sino más bien al contrario. Detrás de las luchas hay lideres religiosos (Machis-Chamanes) que luchan junto con su comunidad por la liberación y reclamación de vivir libremente en sus costumbres y religión ancestral. Los mapuches tienen dos tipos de líderes, el Lonko (El jefe del Clan) y la Machi (La Chamana), los cuales cuando se reunen con la comunidad y toman decisiones lo hacen de forma asamblearia y horizontal. Y esto lo han hecho de toda la vida. Es por así decirlo, que viven en el Comunismo Primitivo que habla Marx

Este tipo de reivindicación es muy semejante a la que se utiliza en las naciones sin estado como Catalunya y Euskalerria en el uso del Catalán o el Euskera.

Yo soy libertario, y creo que debe ser abolido el Estado, pero también las Religiones. Y dejar al pueblo que viva sus creencias en libertad sin ningún cuerpo extraño que lo domine como la Iglesia Católica que ejerce la misma función que el mismo Estado.

Muchas veces ha habido una agresión por parte de marxistas y anarquistas a las creencias religiosas. Pero, yo creo que muchas veces son fruto de un mal análisis. El problema no radica tanto en la religión, sino quien la controla y con qué fines. Está claro cuando hablamos de la Iglesia Católica, por ejemplo, la alienación y dominio de la población. Y con ello vivir del cuento.

Yo matizaría que más oponerse a la alienación de la irracional que se practica en muchos ámbitos, no solamente el religioso, por ejemplo, en el artístico; deberíamos reclamar y usurpar al poder el control de todas las ideas y practicas culturales (Ya sean artísticas, Rock, espirituales, etc.) y que sea el mismo pueblo que las autogestione. La práctica revolucionaria o de autonomía debe ir acompañado de una revolución cultural en el cual constituya la abolición de todas las estructuras de control (El Estado, la Iglesia, la Familia, el Patriarcado....) para construir una sociedad basado en la Libertad y no la dominación.

Solamente así, creo que la religión puede dejar de ser "El Opio de los Pueblos" para convertirse en una expresión más cultural de los pueblos.
Sindicato Sindicat