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Notícies :: sexualitats
Radicalmente Gay
per Radical Gay	26 abr 2005
MARICA, DE LA RA�Z A LAS PUNTAS Por Norberto Rodríguez Radical viene de la palabra latina radicem (raíz). Es un adjetivo que suele usarse en oposición a "moderado", aunque admite otras oposiciones. Ahora que se lleva tanto la moderación, la tolerancia y el encajar lo que sea sin mudar el semblante, el radicalismo está muy mal visto. Por eso todo el mundo se esfuerza en aparecer como moderadamente nacionalista, moderadamente democrático, moderadamente cristiano, moderadamente corrupto, moderadamente respetuoso con los derechos de los demás. Se trata de rehuir el definirse con demasiada claridad. Esa es la doctrina y la praxis dominante.*
Ser radical, significa estar en contacto con la raíz, el origen. Algo que en la comunidad gay se ha ido perdiendo con el paso de los años hasta convertirse en una caricatura "moderada" del mundo feliz heterosexual. Al final del día, nadie se siente lo suficientemente homosexual como para comprender que nos encontramos fuera del circulo de la legalidad, atiborrándonos de normalidad moderada como si viviésemos de lo más integrados. Y no lo estamos. Necesitamos recuperar la radicalidad cuando intentan convencernos que todo va bien, pero nada cambia, cuando nadie se pregunta con tanta insistencia si el heterosexual nace o se hace, cuando se evita hablar de la homosexualidad infantil y olvidamos que muchos de nosotros hemos sido niños homosexuales, cuando nadie se pregunta si un matrimonio tradicional esta capacitado para educar a su hijo gay, lesbiana o transexual. La radicalidad es necesaria cuando no conseguimos entender que, si el noventa por ciento de los transexuales ejercen la prostitución, no es porque hayan nacido con vocación de hacer las calles pasando frío y soportando palizas, sino porque es la única puerta que siempre permanece abierta. Mientras en España la comunidad homosexual se encierra en discotecas y recorre los escaparates de la ciudad o hace las maletas huyendo de su pueblo en busca de una vida sexual mejor, en Palestina se arrastran por el desierto hasta llegar a Israel para no morir a manos de la policía o de su propia familia. Ni somos los mejores, ni los mas listos, ni los mas cultos. Estamos atiborrados de moderación hasta el vómito y eso solo genera dependencia, comodidad y pérdida de la identidad, o lo que es lo mismo: la erradicación de lo homosexual. Erradicar significa "cortar de la raíz", o lo que viene a ser lo mismo: cortar con lo radical, con el origen, con lo que soy yo o lo que eres tú. Ni tolerancia ni aceptación. Tenemos que aprender a exigir aquello que nos pertenece, y ser uno mismo no es negociable, es radicalidad.
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