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Realicemos ceremonia de abandono de la iglesia
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per Enric Garcia |
22 abr 2005
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CELEBRAMOS NUESTRO EXCLUSIÓN DEFINITIVA DE LA IGLESIA. Deseosos de subrayar nuestra madurez y libertad de espíritu, decidimos vestir de gala nuevamente a familiares y amigos. Contratamos fotógrafos. Obligamos a nuestros padrinos (esta vez somos nosotros quienes les obligamos a ellos) a acompañarnos ceremoniosamente a nuestra oficina predilecta de correos.
CARTA ABIERTA A UN AMIGO. |
Acompañando esta carta te llega un regalo especial que querÃa ofrecerte. Se tratan de los papeles necesarios para apostatar de la iglesia católica. Muy útiles para todo aquel que durante su primera infancia y etapas posteriores en las que se hallaba igualmente vulnerable, indefenso y abrumado por voluntades ajenas y la fuerza de costumbres rancias, fue forzado a congregar con unas creencias dogmáticas, embrutecedoras de la mente y peligrosas para el libre desarrollo tanto de la conciencia como del espÃritu. El miedo y la ignorancia son y han sido siempre sus armas. Apostatar de la iglesia que ha cultivado durante largos y penosos siglos, y sigue cultivando en la actualidad, la sumisión a sus jerarcas y su poder -mundano-, la aceptación forzosa de preceptos contrarios a la razón y la naturaleza real del mundo, la humillación y dominación de otras culturas, provocando y promoviendo, muy frecuentemente, la guerra y el dolor en infinidad de seres: desde las cruzadas a las matanzas de herejes, pasando por el genocidio de los pueblos paganos, la cristianización forzosa de otras culturas en las colonias imperiales de la cristiandad, llegando a la complicidad silenciosa con el genocidio nazi. Su impasibilidad ante el dolor ajeno es legendaria. Cuando un caballero cruzado le preguntó al papa Gregorio VII, promotor del exterminio de los cátaros, tambien llamados albigenses o “perfectosâ€? -un extenso grupo de cristianos disidentes que habitaban en el prospero y liberal sur de Francia y norte peninsular (mi querida Cataluña), cuyas ideas se extendÃan rápidamente entre el pueblo y la nobleza, presentando de este modo una amenaza para el poder central-, cómo podrÃa distinguir entre los herejes y los fieles, el papa le respondió que los matara a todos, que Dios ya los distinguirÃa en el cielo. Sin duda, de existir Dios, estoy seguro que los distingue, y todos los católicos arden para siempre en el infierno. Mientras, en este mundo, el único que conocemos y probablemente conoceremos nunca, ellos mismos siguen provocando otro tipo de infiernos: propiciando la extensión de enfermedades como el VIH entre sus fieles por la negación de utilizar condón, llegando a provocar tasas de hasta el 50% de infectados –adultos y niños por igual- en poblaciones sumisas y pobres de Ã?frica, propiciando los embarazos no deseados, por la misma prohibición y otras igualmente estúpidas. Sus preceptos afectan siempre a los más desfavorecidos, hundiéndoles en la miseria y la desesperación, una angustia vital terrible que finalmente los convierte en su público ideal. Les tienden una mano amistosa mientras con la otra los apuñalan por la espalda. Los acogen con los brazos abiertos para ofrecerles consuelo y salvación, mientras siguen proporcionándoles dolor, remordimiento, inseguridad, culpa y un profundo miedo a la vida. Un auténtico lobo vestido de cordero que engaña y mantiene diabólicamente el tupido velo de la ignorancia y el engaño ante los ojos de sus fieles. Una iglesia como tantas otras, al fin y al cabo, pero ostentadora de una supremacÃa ideológica –felizmente superada en la mayor parte de su vieja cuna europea- solo igualada por (y conseguida gracias a) su maldad e hipocresÃa.
Es hora de terminar con esto y encender definitivamente las luces de la ilustración, que iluminarán el mundo poniendo de manifiesto la estulticia y la perversión. Abandonar la iglesia católica (podrÃa leerse protestante, islámica, judÃa, o cualquiera de las religiones y sectas reveladas y antropocéntricas, encadenadoras de los espÃritus y las conciencias, siempre con Dios y la Verdad -su Dios y su Verdad, el que ellas se han inventado a su conveniencia- bendiciéndoles) se ha convertido en una ceremonia de obligada realización para todos aquellos miembros de nuestra generación que sufrieron en sus carnes la degradante ofensa de ser bautizados sin consentimiento. Deseosos de subrayar nuestra madurez y libertad de espÃritu, asà como nuestra plenitud de facultades mentales, decidimos vestir de gala nuevamente a familiares y amigos. Contratamos fotógrafos. Obligamos a nuestros padrinos (esta vez somos nosotros quienes les obligamos a ellos) a acompañarnos ceremoniosamente a nuestra oficina predilecta de correos. Y en medio de un mÃstico silencio, ante la atenta mirada de nuestros seres queridos, hacemos entrega de nuestros documentos firmados de apostatación para su envÃo como burofax al obispo de la región, recogidos por las inmaculadas manos del funcionario postal de turno con la bendición del espÃritu santo en persona. Darle un beso en la mano al guardia de seguridad al entrar en la oficina y persignarse ante el escaparate con diversos modelos de sobres y paquetes son ritos puramente optativos, que, ante la duda, es mejor no hacer, no sea que nuestro queridÃsimo Yahvé, siempre tan sanguinario y vengativo, lo tome a mal y llene la oficina de langostas.
Apunta esta cita de La Lengua de las Mariposas, que creo que le viene bien a lo dicho hasta ahora: “La libertad estimula el espÃritu de los hombres fuertesâ€?.
Respeto y salud.
Los documentos para apostatar se encuentran en:
http://www.pepe-rodriguez.com/Cristianismo/Derechos/Mod_doc_Apostasia_PR |
Mira també:
http://www.pepe-rodriguez.com/Cristianismo/Derechos/Mod_doc_Apostasia_PR.pdf
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This work is in the public domain |
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Re: Realicemos ceremonia de abandono de la iglesia
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per Magaledro |
23 abr 2005
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Apostatar es someterse, puesto que los censos de la Igleisa son ilegales y no cumplen las leyes de protección de datos. Hay que denunciar los hechos para que el Estado obligue a la Iglesia a borrar de sus censos a todos aquéllos que no hayan prestado su consentimiento expreso a estar en ellos durante los últimos seis años, que es el plazo que marca la Ley para todos los registros de datos personales. |
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Re: Realicemos ceremonia de abandono de la iglesia
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per Apostata |
23 abr 2005
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Apostatar es someterse??
Però has sentit bé el que estàs dient??
Apostatar es precissament deixar de formar part d'una institució com l'església a la que tots formem part pel simple fet d'haver estat batejats en el seu dia com manaven els costums de l'època. Apostatar vol dir que no vols formar part d'aquesta església i que no vols que comptin amb tu quan facin les seves estadístiques sobre implantació de religions, sobre cobraments d'impostos, etc. Que tu creguis que hi ha una altra solució no vol dir que la que es planteja sigui "someterse". Està molt bé això d'obligar a l'estat però en les teves individuals mans tens una opció si vols l'agafes i el dia en que algú s'organitzi per fer el que tu dius llavors suposo que als apostates no ens importarà participar-hi, però mentres tant i com passa sempre la resposta està en les nostres mans i no en la de messianics que es creuen amb tot el dret del món per dir que si no fem el que ells diuen ens estem sotmetent o no som tan purs com ell. El tema dels sis anys de plaç és surrealista quan tu mateix marques la llei en la que tan et cagues com a principi.
A vegades penso que hi ha un bull que et falla en aquest cervell o que mira tu per on tens una patologia, molt religiosa per cert, que se'n diu il·luminació. |
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Re: Realicemos ceremonia de abandono de la iglesia
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per Enric Garcia
enric ARROBA bloq.org |
23 abr 2005
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Magalero maco, et recomano que comencis a moure els braços amunt i aball molt ràpid i amb molta força, a veure si surts volant i deixes d'estar sotmès a la força de la gravetat. Quan ho aconsegueixis publica una notícia a Indymedia explicant-nos la gesta. |
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Re: Realicemos ceremonia de abandono de la iglesia
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per Carles |
24 abr 2005
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A mi em sembla be el fet individual d'apostatar.
Però, tot i que no coincideixo amb en Magalero, crec que la solució un problema col·lectiu no passa per una acció inividual, sino col·lectiva.
L'Esglèsia cobra de l'Estat perque aquest dóna per bo un "cens de socis" que no es van afil·liar voluntariament. A mi em van batejar, no vaig poder escollir i ara consto al "cens de socis". Per què m'he de moure JO? L'Estat ha de negar loa validessa d'aquest cens.
mentres això no passa, ja em sembla be qu la gent faci la seva. |
