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Notícies :: amèrica llatina
El debate sobre hidrocarburos
18 abr 2005
El debate sobre hidrocarburos
((i)) La Paz (31/03/2005 15:14)

Todos sentimos una especie de incertidumbre cuando pensamos en el gobierno, sus renuncias, las posibilidades de que se quede, las promesas, las necesidades de cambio. Un tema fundamental que es parte de la situación política actual y que se ha tornado antagónica, es el de los hidrocarburos.

Por una parte están todos los partidos tradicionales, el gobierno, la oligarquía y los empresarios nacionales, la embajada norteamericana y las empresas transnacionales que presionan para no cambiar su ventajosa situación actual; al otro lado, están los movimientos sociales que pactaron una unidad donde se exige un cambio mínimo en la política hidrocarburífera que incremente las regalías a las transnacionales del 18% actual al 50%, en muchos sectores, éste es sólo un paso para avanzar hacia algo más profundo: la nacionalización, que significa la efectiva recuperación de los hidrocarburos.

Parte de ésta confusión radica en la forma en la que se presenta la información del debate: demasiado técnica y económica. En estos momentos es importante informarse y entrar al debate, pero esto solamente tiene sentido si se logra despejar esta forma técnica y económica del problema y hacer visible la conexión interna de su contenido: es la lucha de las clases trabajadoras y de los pueblos indios por defender sus recursos de las transnacionales.

Esta es una propuesta para ver algunos de estos elementos económicos, traducidos a su expresión política.

La ganancia de las transnacionales sólo aparece por el sistema capitalista

La ganancia de las transnacionales no proviene del riesgo de sus inversiones, ni de ningún derecho que pretenden consolidar, estas ideas sólo les sirven para defender sus intereses. Su ganancia, proviene de algo un poco más complejo, de cómo se determinan las relaciones y condiciones para que se puedan apropiar efectivamente de los hidrocarburos.

En primer lugar, la posibilidad de ganancia aparece con la propiedad que ejercen las empresas sobre los recursos naturales, en éste caso, los hidrocarburos. Esta propiedad, les permite poner precios oligopólicos internacionales que les rinde una ganancia extraordinaria aprovechándose de los hidrocarburos que la naturaleza nos brinda para que podamos utilizarlos principalmente como fuente energética.

Si vemos a toda la economía en su conjunto, la explotación de hidrocarburos, la minería, los pequeños productores familiares urbanos y rurales, la producción comunitaria, ésta ganancia extraordinaria, proviene de la posibilidad que tienen las petroleras de apropiarse una parte del dinero que no pagan por el trabajo a los trabajadores que el conjunto de los capitalistas extraen al conjunto de trabajadores de una sociedad, sean estos empleados o desempleados. Esto parece aún algo que no tiene relación con la ley, pero avancemos un poco más.

Pero mucho cuidado, la ganancia de las transnacionales no proviene de la propiedad jurídica en sí misma, el hecho de que el Estado otorgue un papel a la empresa que le otorga dicho derecho, sólo habilita a las empresas a que obtengan una ganancia extraordinaria, ésta posibilidad sólo se vuelve ganancia para la empresa y despojo para el pueblo, cuando las empresas pueden controlar el conjunto de la cadena del negocio de los hidrocarburos. Esta explotación sólo es posible por el hecho de que exista una situación en que el Estado cede el monopolio de la propiedad de los hidrocarburos a las transnacionales y el pueblo queda relegado a un simple observador de su despojamiento.

Cuidado también en creer que los hidrocarburos en sí mismos generan ganancias. Sólo con el sistema capitalista, donde existe la donación de la propiedad de la tierra y de los recursos por parte del Estado, donde hay explotación a los trabajadores y la apropiación de su trabajo, donde existe monopolio sobre los recursos naturales, es posible que la producción de éste recurso genere ganancias. Si no existieran el conjunto de estas condiciones, la producción de hidrocarburos, no significaría: saqueo.

Por eso la lucha por la propiedad de los hidrocarburos, implica dos niveles:

* Se lucha principalmente por defender uno de los únicos recursos que tiene la sociedad para pensar en mejorar ahora la situación económica de todos, es la única perspectiva política imaginable para trazar una salida económica real para mejorar la extrema situación de pobreza de las grandes mayorías.

* Pero también se lucha, por cambiar la correlación de fuerzas en la cual esa parte pequeñísima de la sociedad, las transnacionales, se apropian de una parte del trabajo que unas cuántas empresas transnacionales que se mueven simultáneamente en los ámbitos financiero, industrial, agrícola, recursos naturales, comercial, militar, explotan al conjunto de los trabajadores. Es decir, es un pasito en la lucha por cambiar éste sistema.

En síntesis, la ganancia de las transnacionales, no proviene de su inversión, tampoco proviene de la propiedad en papeles, sino que estas sólo les posibilitan a saquear un país, pero el saqueo sólo adquiere posibilidad real, cuando existe un Estado que les cede la propiedad, cuando existe un pueblo que es despojado, cuando existe una sociedad donde las empresas pueden ganar lo que desean a costa de la vida de los pueblos.

Recuperación de los hidrocarburos: Un paso en la lucha por cambiar el sistema capitalista

En la cabeza de absolutamente todos los explotados, trabajadores y desempleados, se encuentra la idea del cambio del sistema, ya sea en forma de un cambio radical, ya sea emancipándose las naciones indígenas, o ya sea bajo la esperanza de que ésta situación cambiará algún día.

El cambio de sistema, por las pocas experiencias relativas que acontecieron a nivel mundial, se lo puede concebir como un cambio paulatino de muy largo plazo en el que intervienen varios factores, como por ejemplo el cambio político en el “poder�, el control territorial y geográfico establecido por las comunidades, un cambio económico profundo, el cambio en la organización social y un cambio en la actitud del pueblo que empieza a sentirse dueño de su territorio, de sus recursos y de su destino.

La lucha por los hidrocarburos, forma parte de este conjunto de cambios que apuntan al cambio de sistema, o es un pasito hacia él. Plantea un cambio radical en la relación económica de las transnacionales con el pueblo a través de una mayor participación del Estado nacional. Pero también implica un cambio político en el que la gente avanza en hacer prevalecer sus decisiones y necesidades sobre las imposiciones del poder y del modelo actual. Por eso el camino apunta también a la reconquista de la dignidad.

Propiedad de los hidrocarburos, Estado y transnacionales

Ahora pasaremos a ver la propiedad de los hidrocarburos en la legislación vigente y en las propuestas de ley que se están discutiendo.

El problema fundamental de la propiedad de los hidrocarburos se origina con la privatización de YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) y con la reclasificación de los pozos que fueron entregados a las transnacionales.

YPFB generaba bastantes ingresos para el TGN (Tesoro General de la Nación), se supone que la capitalización (entiéndase privatización) debería mejorar el rendimiento del sector y aumentar los ingresos para el Estado. El resultado no fue el anunciado, sino todo lo contrario, los ingresos del TGN se redujeron a menos de la tercera parte. El Estado generó mayores impuestos a las personas y a las familias para compensar ésta pérdida.

Con la ley 1689 de Gonzalo Sánchez de Lozada, las transnacionales tienen el control absoluto y total del negocio de los hidrocarburos y apenas pagan el 18% del precio en boca de pozo como regalía al Estado por la renta de la explotación.

Este 18% aparece con la reclasificación de los campos. Antes todos los pozos pagaban 50%, con la reclasificación los pozos que estaban ya descubiertos e incluso en funcionamiento, fueron reclasificados como pozos nuevos que sólo pagan el 18%, los pozos antiguos continúan pagando el 50%. El problema radica en que el 95% del total de los pozos fueron clasificados como nuevos y sólo el 5% de los pozos pagan el 50%.

Es por éste cambio en la legislación, que el Estado transfiere la propiedad formal a las empresas transnacionales a través de la privatización y habilita su propiedad real con los contratos de concesión a las empresas transnacionales sobre los hidrocarburos.

En octubre del 2003, debido al avanzado estado en la negociación para la exportación de gas a Chile, México y Estados Unidos, el pueblo se levanta y luego de poner en debate el tema de los hidrocarburos, plantea su recuperación. Después de expulsar a Goni, símbolo del neoliberalismo, y la posesión del nuevo presidente Carlos Mesa, se abre un debate nacional sobre los hidrocarburos cuyo eje es su propiedad formal y real.

Por una parte, se planteó la nacionalización que es la recuperación real de los hidrocarburos, vale decir, que a través del Estado, el pueblo sea dueño, pueda controlar y aprovechar los hidrocarburos para beneficio de todos. La nacionalización va más allá de la recuperación formal que consiste solamente en recuperar la propiedad en la Ley que mantiene la propiedad real porque mantiene las condiciones que le permiten el uso, aprovechamiento, control, determinación de precios y generación de ganancias extraordinarias a las transnacionales.

En la propuesta del ejecutivo se establece la recuperación formal de los hidrocarburos en boca de pozo, pero mantiene todas las condiciones para que las empresas continúen con la propiedad real en el resto de la cadena del negocio, es decir, casi en todo. Estas condiciones son el pago de regalías del 18% en boca de pozo y el 32% de ICH (Impuesto Complementario a los Hidrocarburos) en la fase de comercialización después de deducir costos. Esto significa también que se consolidan las condiciones de la anterior Ley (18% de regalías y propiedad) incluida la reclasificación de los pozos. Por otra parte, amplía el plazo que tienen las empresas para declarar un descubrimiento y trabajarlo. El cobro del ICH es a través de un promedio de producción por pozo al que jamás llegarán las empresas, cuando este promedio debería cobrarse a la empresa sumando la producción de todos los pozos que posee. El cobro de éste impuesto, es deducible del impuesto a las utilidades, es decir que si ya pagó el ICH se resta lo que debería pagar en utilidades. El cobro del impuesto es progresivo, en 14 años llegarían a pagar, por todo lo expuesto arriba, un poquito más, justo cuando ya no hayan reservas.

También el MAS propone en el Congreso un proyecto de ley. Su proyecto plantea un cambio de aumentar a 50% regalías. Este cambio tampoco significa la recuperación real y completa de los hidrocarburos. Hay una diferencia con el proyecto de Mesa ya que el concepto de regalías implica, de manera muy tímida, la consolidación de la propiedad formal, pues en el resto del negocio, las transnacionales siguen teniendo el control. En cambio el concepto de impuesto del 32% de Mesa no reconoce la propiedad ni formal ni real. El cobro del 50% es un aumento a las obligaciones de las transnacionales, pero no es la nacionalización porque no es la recuperación real y total de los hidrocarburos.

Después del bloqueo en el Chapare de éste año, se aprueba en la Cámara de Diputados una ley propuesta por Cossío -compañero de Goñi-, en la que se mantiene el 18% por pago de regalías y el 32% por pago de un Impuesto Directo a los Hidrocarburos. En esta ley, lo mismo que con la de Mesa, se respetan y defienden las condiciones que mantienen la propiedad formal y real de las transnacionales. El hecho de que el impuesto no sea deducible, no cambia el panorama. Por lo tanto, en estos momentos, sólo existe un cambio en la forma respecto de la ley 1689 de Goni, no hay una anulación real.

Para finalizar, podemos decir que mientras las propuestas de ley no cambien estas condiciones que posibilitan la propiedad real de las transnacionales sobre los hidrocarburos, la migración obligatoria o no, la refundación de YPFB, el control de los precios, no cambiará absolutamente nada la situación actual. Es importante anotar que, el derecho de los pueblos indígenas planteada por el MAS y la propuesta de Cossío, no así por la propuesta de Mesa, es algo positivo pero no es un don de nadie, este punto está contemplado en un convenio internacional con la OIT.

Salir de la lógica empresarial en el debate

Las leyes vigentes y propuestas, siguen manteniendo la propiedad formal y real de las transnacionales, por eso las transnacionales se sienten dueñas de los hidrocarburos, según ellos fueron compradores de unos derechos que adquirieron pagando una suma de dinero. Las empresas presionan políticamente, amenazan con demandas en paneles de arbitraje internacional, presionan y confunden a través de los medios de comunicación, corrompen y compran políticos, para conservar sus intereses.

Bueno, es aquí donde las empresas han llevado y quieren donde quieren que se mantenga el debate, la discusión sobre los “derechos� de un comprador y los porcentajes que debe pagar al Estado. Su objetivo es convertir en difusas y esconder las condiciones que les permiten esas ganancias. Eso es justamente lo que quieren las empresas transnacionales, esconder y evitar discutir que esta situación es consecuencia del actual modelo. No es un problema de cuánto se les cobra a unos compradores sino de que las condiciones reales en el control efectivo de los hidrocarburos posibilitan o la explotación de nuestros recursos o la recuperación de los hidrocarburos… es una discusión política.

Por toda esta confusión es necesario seguir profundizando el debate técnico en todas las organizaciones. Pero sólo tiene sentido ingresar en este debate para esclarecer la situación actual y mostrar las conexiones internas que les permiten a las transnacionales apropiarse de nuestros recursos y nuestro trabajo. El actual modelo no es un problema de “derechos ni pago de porcentajes� es un problema de una lucha de las grandes transnacionales contra los pueblos. Las primeras esforzadas por defender sus ganancias extraordinarias usando a los gobiernos nacionales para que les posibiliten la propiedad formal y real de los recursos naturales y los pueblos luchando por recuperar lo suyo e intentando cambiar el sistema.

Si las transnacionales continúan manteniendo las relaciones y el sistema que hace posible que sean propietarias de los hidrocarburos, continuarán excluyendo del mundo al resto que son los pueblos, continuarán explotando el cuerpo del planeta y los nuestros, las entrañas de la tierra y las nuestras, nos seguirán arrebatando la conservación y el desarrollo de la vida.
Mira també:
http://bolivia.indymedia.org/es/2005/03/16118.shtml

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