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Notícies :: corrupció i poder : especulació i okupació
Barcelona 92 en el 2005/aparcamiento port vell se hunde/Valencia 2007 en el...
per yo	07 abr 2005
Infraestructuras para propaganda...el timo del siglo(pasado)!
La actual zona de aparcamiento del Port Vell de Barcelona, situada delante del paseo Joan de Borbó que se ganó al mar con los Juegos Olímpicos del 92, corre el peligro de hundirse si no se toman medidas urgentes. Tan sólo trece años después se han detectado daños importantes en algunas de las placas de hormigón que conforman la zona y que, de no cambiarse, podrían acabar cediendo y romperse. Por ello, la concesionaria, Marina Port Vell, ha acordonado la zona, unos 400 metros de vial que dan acceso a los panta-lanes de amarre de los barcos que están ubicados en la dársena de Comerç. De momento se ha restringido la entrada a los coches como medida de prevención, mientras que los usuarios deben circular por un estrecho pasillo habilitado entre vallas. Mientras tanto, se ultiman los estudios que determinarán el alcance de los daños. La estructura que conforma esta zona de aparcamiento, en el Moll Barceloneta, sirve para dar acceso a los usuarios de los amarres de la Marina del Port Vell. Se sustenta sobre el agua con unos pilares anclados a once metros de profundidad. El problema no se encuentra en dichas columnas, sino en la plataforma sobre la cual circulaban hasta hace poco los coches de los propietarios de las embarcaciones y del personal del puerto. Se trata de una estructura metálica recubierta de hormigón, hueca en su interior, para aligerarla de peso. Aunque la plataforma tiene un grosor de 30 centímetros, la cobertura de esta estructura metálica en su parte inferior, la más próxima al agua, es de apenas tres centímetros de grosor. Este hormigón es el que ha ido perdiendo consistencia en algunos puntos, llegando a ceder en otros, dejando al descubierto la estructura metálica que se ha ido oxidando por la salinidad del agua del mar. La principal zona afectada, y la que más preocupa a la concesionaria, se centra en el tramo más próximo al edificio de Marina Port Vell (conocido como el Moll del Rellotge), el que da acceso a los barcos recreativos de mayor calado. La apertura de la segunda bocana del puerto, hace poco más de un año y medio, cambió la dirección del oleaje dentro del recinto portuario. Desde entonces las corrientes han provocado que las olas rompan con mayor fuerza en este tramo, lo que ha ido agravando la situación junto con el oleaje que provocan las propias embarcaciones al entrar en la zona de amarre de la dársena de Comerç. Aunque algunos amarristas se han alarmado por creer que se trata de un caso de aluminosis, fuentes de la concesionaria lo han desmentido, aunque sí reconocen que las placas que conforman la plataforma del vial están hechas, como ha venido sucediendo en muchos puertos catalanes y del resto de España, con materiales sencillos que a lo largo del tiempo han demostrado no resistir la constante agresión del agua y la salinidad. Estas últimas semanas, un equipo de buzos de Marina Port Vell han llevado a cabo trabajos de inspección para determinar los posibles daños en la estructura y evaluar el estado de las placas que conforman la plataforma. También se están realizando catas en el tramo más terrestre, la parte que correspondería al antiguo puerto que fue ampliado con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992. Según expertos de Marina Port Vell, se debe determinar los materiales que conforman el subsuelo del puerto para garantizar su consistencia, un dato de vital importancia en el caso de que se deban cambiar las placas más afectadas y sustituirlas por otras de mayor peso y resistencia. De no ser un suelo lo suficientemente estable, la concesionaria se vería obligada a intercalar más pilares para garantizar el sustento del conjunto de la plataforma. Hasta ahora han realizado un total de cuatro catas en varios puntos a lo largo de los 400 metros de la zona afectada. Los primeros resultados, realizados por una empresa especializada, hablan ya de un terreno muy variable que habrá de tenerse en cuenta a la hora de proponer soluciones que perduren y garanticen la estabilidad de las infraestructuras más allá de los 15 años que todavía tiene de concesión Marina Port Vell. De momento, lo más probable es que las obras de reforma pasen por un recubrimiento general de hormigón superior en grosor a los tres centímetros que tenía hasta ahora, y que venían marcados por la antigua normativa de puertos deportivos. Pero ahora, incluso la nueva legislación obliga a incrementar hasta cinco centímetros el grosor del hormigón que aislaría y alejaría del agua el hierro de este tipo de estructuras metálicas portuarias. Aunque el acceso a los vehículos está restringido desde el pasado mes de diciembre, los responsables de la concesionaria aseguran que "no hay peligro de hundimiento y la medida se ha tomado solamente por seguridad". Las mismas fuentes también apuntan que los pantalanes no están afectados. Marina Port Vell calcula tener listo y redactado un proyecto de remodelación dentro de dos meses. Trabaja con la previsión de iniciar los trabajos previos el mes de septiembre pero no cree que estén acabados en menos de un plazo de cinco meses. Aunque se considera que la actividad interna dentro de la dársena de Comerç no se verá afectada por las obras, en caso de necesidad la concesionaria ya tiene previsto trasladar los barcos al otro extremo de la Marina del Port Vell, a los amarres que tocan al Moll d´Espanya.
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