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Notícies :: mitjans i manipulació : pobles i cultures vs poder i estats
Entrevista con ETA publicada en el diario BERRIA
04 abr 2005
Traducción al español por la RED VASCA ROJA
Tomando como eje la oportunidad para superar el conflicto, BERRIA ha hecho una larga entrevista a ETA por medio de un cuestionario. Entre otras cosas, ETA aclara el futuro de la propuesta de Anoeta.
¿UNA OPORTUNIDAD PARA LA SOLUCIÓN?
En sus últimos comunicados ETA ha dado a entender que hay una oportunidad para superar el conflicto. ¿En este momento mantiene esa opinión? ¿Por qué ahora y no antes?
En nuestra opinión, estamos en puertas de una cambio político y pensamos que ahora existe una oportunidad para no repetir los errores cometidos en tiempos de la «transición» española.
Mira, hace veinticinco años nos vimos en una encrucijada parecida. Como ahora, la izquierda abertzale reivindicaba el reconocimiento del derecho de autodeterminación como base imprescindible para dar una solución política al conflicto. Desgraciadamente, algunos decidieron optar por el camino que ha mantenido la negación y la división de Euskal Herria, desaprovechando la oportunidad para dar una solución justa al conflicto. Hemos visto qué ha traído esa trayectoria de veinticinco años: la disgregación de Euskal Herria, el enfrentamiento y la prolongación del conflicto, castigando a la misma situación a las nuevas generaciones.
La izquierda abertzale, sin aceptar esa situación, se ha mantenido en una lucha infatigable durante todos estos años, y junto a la lucha ha presentado incesantemente propuestas para superar el conflicto. Hemos avanzado mucho: la autodeterminación aparece ahora como clave fundamental; que los ciudadanos vascos tenemos la palabra y la decisión y que nuestro futuro lo decidiremos nosotros, son ideas cada vez más aceptadas.
Hemos conseguido poner al descubierto las razones del conflicto, y con ellas la urgencia de darles una respuesta justa. Nadie niega que es necesaria una solución política, que es imprescindible un cambio político radical para solucionar este largo conflicto, para no cerrar de nuevo en falso la situación, para no dar pasos en falso que provoquen la prolongación del conflicto. Por tanto, ahora tenemos una oportunidad para remediar entre todos el error cometido hace veinticinco años, en concreto para conseguir una paz justa basada en los derechos de Euskal Herria. Eso es responsabilidad de todos.
¿En qué se basa esa oportunidad? ¿Cuáles son sus claves?
En nuestra opinión, la verdadera oportunidad vendrá del reconocimiento del derecho de autodeterminación y de un proyecto que tenga en cuenta a la totalidad de Euskal Herria, superando las fronteras divisoras que nos imponen. Para eso es preciso abrir un proceso de solución, para conseguir, mediante el el diálogo y la negociación, un acuerdo que respete los derechos de Euskal Herria. En definitiva, la solución vendrá de la consulta a todos los ciudadanos vascos sobre su futuro.

LA APORTACIÓN DE ANOETA
ETA se mostró en su comunicado del 16 de octubre dispuesta a entrar en un proceso siguiendo la aportación «Ahora el pueblo, ahora la paz» presentada por Batasuna en el velódromo de Anoeta. ¿Qué compromisos está dispuesta a asumir en esa dirección?
Si bien son importantes los pasos que pueda dar ETA, nos parece más importante analizar qué pasos daremos juntos entre todos, y examinar qué compromisos están dispuestos a adoptar los agentes implicados en el conflicto. La Alternativa para una Solución Democrática precisa el sentido de ese compromiso: por un lado, fijar las reglas del juego de la democracia vasca entre los agentes vascos y conseguir un acuerdo sobre el proceso necesario para dar al pueblo la palabra y la decisión. Por otro lado, los gobiernos español y francés deberán respetar lo acordado por los agentes vascos y lo que decidan los ciudadanos vascos. Son pues compromisos precisos los que hay que adoptar, especialmente entre todos los agentes y los responsables gubernamentales.
No nos parece adecuado estar siempre mirando lo que harán los otros o andar poniendo condiciones a la izquierda abertzale. Hemos mostrado claramente nuestra voluntad, con la palabra y con la acción. Estad seguros estamos dispuestos a dar pasos concretos en la medida en que se materialice un auténtico proceso democrático. Pero lo único que podrá alimentar ese proceso no son los pasos que pueda dar ETA, sino los que daremos entre todos.
ETA declaró en el comunicado mencionado que la única forma de superar el conflicto es organizar un proceso de diálogo que tenga como fin un acuerdo general. ¿Qué tipo de acuerdo? ¿Sobre qué? ¿Y qué tipo de proceso?
El objetivo del acuerdo, desde nuestro punto de vista, será el respeto a Euskal Herria y a los derechos de los ciudadanos vascos. Eso quiere decir abrir una situación democrática que supere la situación actual de opresión y posibilite todos los proyectos políticos. Para eso es imprescindible un cambio del actual status político.
Así pues, el acuerdo deberá incorporar soluciones inmediatas y también tendrá que prever oportunidades para el futuro. Será preciso incorporar esos dos elementos para no dejar heridas mal cerradas. En cuanto a la naturaleza del proceso, parece claro que será largo, puesto que se trata de solucionar un largo conflicto. Así pues, es importante no tener prisa, no poner condiciones previas a las partes y que cuente desde un principio con garantías firmes. Por último, hay una clave muy importantes: se debe garantizar la participación de todos los ciudadanos vascos, se necesita la implicación de todos los hombres y mujeres que componemos Euskal Herria en su pluralidad.

EL ACUERDO DE BASE
El 5 de marzo varios agentes vascos firmaron el Acuerdo Democrático de Base para la Resolución del Conflicto. La idea principal de ese Acuerdo es sencilla: «Se debe consultar sobre el futuro de Euskal Herria a todos los ciudadanos de todo el País Vasco». ¿Qué importancia tiene ese Acuerdo de Base?
Para ETA será un hito y una referencia, porque ha supuesto un gran paso adelante hacia la resolución del conflicto. Pensamos que mediante lo que se propone en ese Acuerdo se puede superar el conflicto armado y abrir y culminar un proceso democrático con el acuerdo de todos.
Decimos esto porque identificar el núcleo del conflicto y señalar las claves de un proceso democrático para superarlo son pasos importantes. El mencionado Acuerdo incorpora los elementos principales: el diálogo para la solución del conflicto, porque vendrá de la negociación y el pacto; y porque el principal fundamento democrático para superar el conflicto consiste en respetar la palabra y la decisión de los ciudadanos vascos sobre el futuro de Euskal Herria.
¿Qué ayuda supone ese acuerdo para la solución del conflicto?
Para solucionar el conflicto son necesarios un compromiso lo más amplio posible y que todos los agentes participen en él, y ese Acuerdo ha sido el texto que ha reunido más voluntades desde Lizarra-Garazi hasta ahora. Además, ofrece una fórmula precisa, que los ciudadanos vascos tomen la palabra y decidan.
El impulso vendrá de ahí. Cuando los vascos den a conocer su decisión, a los gobiernos español y francés no les quedará otro remedio que respetar esa voluntad. Eso ya lo saben. Como saben que, más pronto o más tarde, esa realidad triunfará.
La solución exige que todos participemos en ella. Teniendo en cuenta a quienes no lo han firmado, ¿Es posible sentar en torno a una mesa a todos los partidos y agentes a medio plazo?
Para eso se necesita voluntad política. Sin voluntad no hay proceso de solución del conflicto ni tampoco mesa para esa solución. Pero sobre todo, los agentes que no están dispuestos a sentarse en torno a una mesa para superar el conflicto tendrán que reflexionar sobre la responsabilidad que tienen con este pueblo. Nuestra propuesta es muy clara: sentémonos y hablemos todos, sin condiciones previas, sin perspectivas cerradas, pero también sin límites.
¿Se puede resolver el problema que supone pone como condición previa para llegar a cualquier acuerdo -como hace el PNV- la desaparición de ETA?
Ése es un discurso aburrido que utilizan como justificación de su inmovilismo algunos agentes. Quienes tratan de señalar como obstáculo para el acuerdo la actividad de ETA mienten, y pretenden ocultar con esa mentira su incapacidad y falta de voluntad para asumir compromisos. Son actitudes chantajistas.
Pero esa discusión es algo superado. Son discursos del pasado, porque en la Euskal Herria actual el debate es otro: qué proceso emprenderemos entre todos para dar una solución política y democrática al conflicto. Y el PNV se está quedando fuera de ese debate, porque no tiene voluntad para ello, porque sigue empeñado en sus proyectos particulares. Lo mismo hicieron en el proceso del 98, y el resultado todos sabemos cuál fue. En aquel momento prevalecieron los intereses partidistas, y el PNV trató de debilitar los instrumentos de lucha de la izquierda abertzale, llevando a un pudrimiento del proceso y a una situación de bloqueo. En ese sentido, habría que considerar lo que hará el propio PNV. ¿Está dispuesto a dejar a un lado sus intereses partidistas y a asumir auténticos compromisos para conseguir una paz basada en los derechos de Euskal Herria? Si da una respuesta positiva a esa pregunta nos hallaremos inmediatamente en otra situación. Los pasos unilaterales, poner condiciones a otros o los intentos de dar soluciones parciales al conflicto lo único que provocan es dejar heridas mal cerradas y sembrar malas semillas para los conflictos del futuro.

LA BÚSQUEDA DEL ACUERDO
Con el agente que presentó una propuesta de paz -Batasuna- fuera de la ley y sin posibilidad de presentarse a las elecciones, ¿se puede emprender un proceso hacia la solución?
Desde el punto de vista de las posibilidades de solución, la decisión de ilegalizar a Batasuna muestra cuál es hoy por hoy la actitud del gobierno español. Si examinamos las acciones de los gobernantes de la Moncloa, vemos que han decidido insistir en la política opresora sin dar respuesta justa a las razones del conflicto. Los [últimos] ataques se producen además en una situación especial, cuando la izquierda abertzale ha hecho una propuesta para superar el conflicto y cuando ha mostrado una clara voluntad de dar pasos en ese camino. La respuesta ha sido injurias y desprecio, represión y palizas, y así difícilmente se puede emprender un proceso de solución.
Pero al mismo tiempo distinguimos claramente el proceso de solución y la contienda electoral. No vemos un vínculo directo entre en la garantía de la presencia institucional de la izquierda abertzale y la representación necesario de la izquierda abertzale en un proceso la solución. La Mesa para la Solución, el proceso de Negociación, el proceso de acuerdo, no parten de la representación institucional. Esté o no esté en las instituciones, la representación que corresponde a la izquierda abertzale en el diálogo le viene de su arraigo en el pueblo. Por eso es importante, aun bajo la situación de ilegalización, votar a la izquierda abertzale y reforzarla.
¿Un único agente puede bloquear el proceso?
Tendríamos que hacernos esa reflexión: cómo hacemos entre todos para que una sola fuerza no pueda bloquear el proceso en un momento determinado, para que los pasos que se den sean irreversibles. Pero estamos hablando de los gobiernos español y francés, no de agentes corrientes, porque estamos hablando de los sujetos que han provocado la opresión y el conflicto. Así pues, resulta imprescindible la voluntad de solucionar el conflicto por su parte; de otro modo no habrá proceso de solución. A los ciudadanos les corresponde presionar y luchar para que esa voluntad se materialice. No debemos olvidar que los Estados siempre intentarán condicionar el proceso, bloquearlo, meter miedo ante las posibilidades que se puedan abrir.
¿El resultado final del proceso debe quedar sin precisar en el punto de partida?
En nuestra opinión, poner condiciones previas puede dificultar e incluso bloquear el proceso de resolución. Lo más importante es sentar bases y garantías firmes desde el comienzo, porque no se pueden dar pasos en falso, ni desde una perspectiva limitada. Unas bases débiles van en perjuicio de los ciudadanos vascos y del proceso, porque éste no avanzará, y porque el peso de ese bloqueo caerá sobre Euskal Herria.
Además de algunas garantías básicas, el proceso será dinámico, zigzagueante, pero debe tener un objetivo preciso: el reconocimiento de Euskal Herria y el respeto hacia los derechos de los ciudadanos vascos, esto es, abrir una situación verdaderamente democrática.
¿Y alguien puede tener miedo ante los resultados finales del proceso?
¿Alguien tendría miedo a un escenario que permita superar la situación de conflicto y que traiga una situación de paz? En todo caso, sería a los políticos profesionales que han alimentado el conflicto, o a los poderosos del estilo de la oligarquía de Neguri, que en las últimas décadas han erigido grandes intereses económicos y políticos en torno al conflicto vasco, y a diario vemos a esos sectores en contra de una solución política democrática, amparando la opresión de Euskal Herria.
Sobre todo tienen miedo a la libertad de Euskal Herria, a que los ciudadanos vascos seamos dueños de nuestro futuro.
¿Y ETA?
Nadie desea más conseguir una paz basada en la justicia que los luchadores vascos que combatimos y corremos el riesgo de dejar la vida en ello, y lo decimos desde la legitimidad que nos da la lucha de muchos años y la clara voluntad de llegar a una solución del conflicto.
Según la propuesta de Anoeta se distinguen dos terrenos de acuerdo, uno entre los agentes vascos y otro entre ETA y los Estados. Para iniciar el proceso, ¿hay que dar pasos adelante en los dos terrenos?
Hay que dar pasos desde hoy en una y otra dirección. En nuestra opinión, el paso principal que hay que dar es el de los agentes vascos. Por eso concedemos una importancia especial al pacto entre los agentes vascos y luego a la interlocución que habrá que constituir para conseguir el acuerdo con el Estado. Con eso daríamos un gran paso, cuando se exprese y se dé a conocer claramente la voluntad de Euskal Herria, porque los Estados tendrán que respetar ese acuerdo. En la medida en que se den pasos decisivos entre los agentes vascos, obligaremos a moverse a los Estados, los obligaremos a respetar la voluntad de este pueblo.
Al mismo tiempo, el gobierno español tendrá que hablar y negociar directamente con ETA.
¿No se ven algunos agentes vascos en un segundo plano y no ponen más esperanzas en los movimientos entre ETA y el gobierno español?
Ese punto de vista nos parece equivocado. Son tiempos de tomar la palabra y para eso es necesario la participación e implicación de todos los agentes y ciudadanos vascos. En nuestra opinión, hay que evitar permanecer a la espera de lo que hagan otros movimientos, evitar que los ciudadanos y agentes miren hacia arriba. Es hora de que cada agente asuma y materialice sus compromisos.

LA PARTICIPACIÓN DE ETA
En la propuesta de Anoeta se distinguen dos terrenos de acuerdo: entre los agentes vascos y entre ETA y los Estados. Los asuntos que se deben acordar en el segundo terreno son la desmilitarización, los presos y refugiados y las víctimas. Desde el punto de vista de la negociación, parece haber un cambio en el planteamiento actual. ¿Que qué decir eso?
A la hora de poner al día nuestra reflexión hemos tenido en cuenta distintos factores: por un lado, las oportunidades que ha abierto el agotamiento cada vez más notorio de los marcos que oprimen a Euskal Herria y del estatuto de la Moncloa. Por otro lado, la izquierda abertzale tenía que dar una respuesta concreta a las propuestas que venían haciendo distintos agentes tomando como base la autodeterminación y la consulta al pueblo.
Sobre todo, hemos ajustado nuestro planteamiento teniendo en cuenta los cambios que se han producido y los pasos que hemos dado en las últimas décadas desde que se hizo pública la Alternativa Democrática. La iniciativa del 98 supuso un punto de inflexión en la evolución del conflicto y desde entonces todos los agentes han ido adaptando su posición y sus propuestas políticas. En lo que se refiere al proceso de negociación, según la Alternativa para una Solución Democrática ETA tendrá que negociar directamente con los Estados sobre las consecuencias del conflicto. Al mismo tiempo, para superar el conflicto armado será precisa una garantía por parte del Estado español de respetar lo que acuerden los agentes vascos y lo que decidan los ciudadanos de Euskal Herria
¿Hay o ha habido relaciones entre ETA y los gobiernos español y francés?
ETA ha mostrado una y otra vez públicamente su disposición a dar una solución política y democrática al conflicto. Sobre los pasos en ese camino, podemos decir que se hacen intentos para abrir un proceso de resolución y negociación con el gobierno español; pero hoy por hoy no hay tal proceso de negociación.
ETA está dispuesta a hablar con los gobernantes españoles franceses mañana mismo, y a abrir un proceso de negociación y conseguir acuerdos políticos.
¿Qué espera ETA de los gobiernos español y francés?
Dicho en pocas palabras, los gobiernos español y francés deben mostrar su voluntad de respetar lo que decida Euskal Herria y deberán dar garantías al respecto. Ni más, ni menos. En definitiva, deben pasar de ser los Estados los que ejercen la opresión, a ser los Estados que respetarán la palabra y la decisión de Euskal Herria en una situación democrática.
El jefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero ha declarado más de una vez que para escuchar a ETA es imprescindible que callen las armas y las bombas. ¿Hay algo más que palabras en la actitud del gobierno español?.
Yendo más allá de las palabras, el gobierno español y el PSOE tienen muchos terrenos y oportunidades para mostrar su voluntad y para dar pasos adelante. Hasta ahora, su actitud práctica no ha mostrado otra cosa que opresión política. Dar una respuesta positiva a la actitud mostrada por la izquierda abertzale con sus palabras y acciones es algo que corresponde principalmente al gobierno español.
¿Qué reflexión ha hecho ETA sobre lo que ha dicho Rodríguez Zapatero en la entrevista realizada en ETB sobre la posibilidad de decidir el pueblo vasco?
No quitamos importancia a a algunas declaraciones, las valoramos en su medida, pero más que el talante, prestamos atención a algunas acciones concretas.
Con el gobierno del PSOE, como en tiempos del PP, las fuerzas policiales niegan los derechos de los ciudadanos vascos, emplean la tortura, sigue en pie la dispersión de los presos, la Audiencia Nacional sigue siendo un tribunal de excepción. ¿Qué es todo eso, falta de voluntad de cambiar las cosas o incapacidad?
Lo que vemos es que el gobierno del PSOE, desde que llegó a la Moncloa hace ya un año, no ha ofrecido a Euskal Herria más respuesta que la represión. Se ha dedicado a cerrar las oportunidades de resolución y a echar más leña al fuego del conflicto. Desgraciadamente, los gobernantes españoles y franceses se mantienen ahí, con la colaboración de algunos partidos y políticos profesionales vascos.

EL CONTENIDO DE LAS CONVERSACIONES CON EL GOBIERNO
En lo que se refiere a los asuntos sobre los que ETA debe hablar con los gobiernos, ¿qué quiere decir en concreto desmilitarización? ¿La desmilitarización debe ser bilateral y progresiva?
En el asunto de la desmilitarización, se deberá garantizar la que la palabra y decisión de los ciudadanos vascos se produzcan sin ninguna presión ni amenaza. Y superar el conflicto armado asegura el derecho que tenemos los ciudadanos vascos a vivir en paz y libertad. Para ello será preciso que las fuerzas armadas que ejercen la opresión se vayan de Euskal Herria. En lo que atañe a la Ertzaintza también hay mucho que hablar, porque si no se desactiva como fuerza represiva esa policía bajo el mando español no hay forma de asegurar una situación de paz en nuestro pueblo.
El proceso para llevarlo a cabo, las formas y plazos habrán de negociarse y acordarse, las dos partes tendrán que asegurar y garantizar que desactivan sus fuerzas armadas con vistas al proceso de solución.
Con respecto a los presos, el primer paso imprescindible es su traslado a Euskal Herria? El colectivo de presos políticos está en lucha para conseguir que se acepte su estatus político y para participar directamente en el proceso. ¿Por qué es importante la participación de los presos?
Los presos políticos vascos son consecuencia del conflicto, y junto con la solución del conflicto se dará solución al asunto de los presos políticos, con su excarcelación y amnistía. Pero mientras lleguemos a esa situación, los presos políticos vascos tienen sus derechos, y no se pueden aceptar los castigos y venganzas políticas contra los presos. Por eso, mientras se llega a una solución general del conflicto, hay medidas que pueden aliviar sus consecuencias, entre ellas el traslado de los presos vascos a Euskal Herria.
En lo que se refiere a las víctimas, especialmente a las víctimas de la lucha armada de ETA, ¿qué aportación puede hacer ETA?
En ambos bandos hay víctimas del conflicto, y desde ese punto de vista general es como hay que examinar lo que que hacer en ese terreno, y no desde un punto de vista parcial o unilateral. Entre otras cosas habrá que examinar la reparación histórica que se debe a Euskal Herria, las consecuencias de la opresión de los Estados, las víctimas provocadas por la guerra del 36-39, las provocadas por el franquismo entre 1939 y 1975, y las consecuencias de la pseudo democracia española entre 1975 y 2005, los muertos por fuerzas policiales o las víctimas de la guerra sucia, los torturados y una larga lista.
Por nuestra parte, estamos dispuestos a examinar el asunto de las víctimas de las acciones armadas de ETA en toda su dimensión y a hacer los gestos precisos que sirvan de ayuda en el desarrollo del proceso.

QUEHACERES INTERNACIONALES
ETA ha mencionado más de una vez la dimensión europea del conflicto vasco. ¿Qué participación puede tener la Unión Europea u otras organizaciones o autoridades internacionales?
Como hemos pedido recientemente a las embajadas en España mediante una carta, para la solución del conflicto es necesaria la aportación e implicación de las instituciones europeas. Sería un gran paso que los agentes internacionales reconocieran a Euskal Herria y se mostraran favorables a la negociación y a una solución política del conflicto.
Las instituciones europeas deberían percibir que el conflicto entre Euskal Herria y los Estados es algo más que un conflicto interno español o francés, porque en su núcleo está el derecho de autodeterminación que corresponde a todos los pueblos. Otros pueblos pequeños europeos están en la misma lucha, y eso afecta directamente a las instituciones europeas.
¿Puede ser importante en el proceso de resolución la participación de posibles observadores internacionales?
La presencia y participación de observadores internacionales confiere seriedad y firmeza a tales procesos. Ofrece garantías sobre los pasos que se van dando, porque permite hacerlos de algún modo irreversibles. Algunos preferirían que los compromisos no tuvieran garantías, pero eso se hace más difícil cuando participan en el proceso agentes internacionales, cuando realizan un seguimiento.
En las experiencias de algunos otros conflictos se ve claramente la importancia de la dimensión internacional. Por eso pensamos que la participación de observadores internacionales es positiva y necesaria, sobre todo para garantizar los acuerdos.

LUCHA ARMADA
«Son tiempos de tomar la palabra», decía ETA en su comunicado de enero. ¿Qué lugar ocupa la lucha armada en estos tiempos?
Tendríamos que hacer más bien esta pregunta: ¿Qué lugar hay en la democracia franco-española para que los ciudadanos vascos puedan expresar su decisión y que ésta sea respetada? ¿Cómo garantizamos la palabra y la decisión de los ciudadanos vascos? Hoy por hoy esa palabra es negada, las puertas para expresarla están cerradas, no podemos decidir sobre nuestro futuro.
Precisamente para abrir esa oportunidad es por lo que lucha ETA. Utilizamos la lucha armada para abrir espacios democráticos que hoy día están cerrados. Para que todos los ciudadanos vascos tengamos la posibilidad de expresar nuestra opinión, sin presiones, límites de amenazas. Cuando llegue esa situación finalizará la lucha armada.

EL PLAN IBARRETXE
Después de que la Propuesta de Estatuto del Tripartito lograra una mayoría absoluta con tres votos de SA, esa propuesta se discutió en el Congreso español y recibió una respuesta negativa muy mayoritaria. ¿El PP y el PSOE han querido dejar muy claro que la soberanía española no se puede poner en cuestión?
Por su contenido político y su profundo significado, tuvo gran importancia el pleno realizado en el Congreso de los Diputados español. Los derechos que corresponden a Euskal Herria y la capacidad de decisión de los ciudadanos vascos fueron el tema de la discusión. La respuesta estaba decidida de antemano, y eso muestra, por un lado, que de España no nos llega más que la negación, y por otro la incapacidad del PNV ante esa situación.
Ibarretxe quería aparecer como un enérgico defensor de los derechos de los ciudadanos vascos, pero el PNV hizo de nuevo el ridículo, porque respondió con una iniciativa unilateral a la situación abierta por la iniciativa de la izquierda abertzale, al acuerdo en favor de los derechos básicos de Euskal Herria. En Madrid se negaron a aparecer como un pueblo y prefirieron aparecer con una opinión partidista. El PNV sigue sin dar una respuesta concreta al paso dado el 30 de diciembre por la izquierda abertzale.
¿Cómo se puede solucionar el conflicto de soberanías? ¿Puede ser una alternativa la propuesta de soberanía compartida?
Nos parece muy extraño ese concepto, porque aquí lo que viene durando siglos es la negación de la soberanía de Euskal Herria y de sus derechos en nombre de la soberanía de España y Francia.
Ese punto de vista forma parte del fraude de Ibarretxe. Un pueblo que está sometido a un Estado no puede compartir voluntariamente su soberanía, y cualquier acuerdo que se firme no obtendrá nunca el resultado de una adhesión libre. Dicen que el objetivo es establecer un nuevo pacto de cohabitación entre la CAV y España, pero la única posibilidad que se ofrece es seguir formando parte del Estado español. Ninguna otra. La fórmula «Estatus de Libre asociación» esconde bajo ese «libre» el vínculo con España.
Los impulsores de la Propuesta de Estatuto del gobierno de la CAV, con Ibarretxe a la cabeza, dicen que quieren dar, mediante una consulta, la palabra a los ciudadanos de �lava, Vizcaya y Guipúzcoa. ¿Se puede considerar esa consulta un instrumento útil para utilizar el derecho a decidir?
Ésa es la otra parte del fraude de Ibarretxe. Presenta su propuesta como un ejercicio práctico del derecho de autodeterminación, pero no es cierto porque no hay posibilidad de elegir entre distintas opciones; por ejemplo, no incluye en la discusión la posibilidad de construir Euskal Herria como pueblo independiente. Eso desfigura la propia naturaleza del conflicto.
Ibarretxe ha querido apoderarse de todos los frutos de la lucha durante veinticinco años de la izquierda abertzale. Mejor haría si pusiera las primeras piedras de un proceso que trajera la recuperación de los derechos del pueblo. La mano de la izquierda abertzale está abierta para ello. Pero el PNV sigue, desgraciadamente, sin un proyecto político para Euskal Herria. No ofrece más que un proyecto regionalista para tres herrialdes, utilizando como adorno «Euskal Herria» y la «autodeterminación».
Preferirían ahogar en la inacabable competencia electoral y en un proceso de renovación del estatuto de la Moncloa la esperanza de los ciudadanos vascos. Eso es lo que nos ha mostrado Ibarretxe en su negra legislatura de los últimos cuatro años. Ante la gente dice una cosa pero por detrás hace otra, muchas veces con navajazos por la espalda que nos rompen el corazón a los abertzales.

ELECCIONES EN �LAVA, VIZCAYA Y GUIPÚZCOA
El adelantamiento a abril de las elecciones al parlamento vascongado previstas para mayo, ¿ha supuesto dificultades desde el punto de vista de las posibilidades de resolución del conflicto?
Sobre todo, el adelantamiento de las elecciones nos ha mostrado cuál es la vocación de Ibarretxe, porque desde el comienzo hasta el día de hoy su objetivo principal ha sido engrosar la bolsa electoral del PNV. Ibarretxe ha adoptado una decisión muy grave convocando un proceso electoral que traerá consigo la marginación de la izquierda abertzale, y ahora todos parecen dispuestos a participar en ese ejercicio antidemocrático para repartirse después el pastel entre todos, para llevar adelante sin oposición sus proyectos fraudulentos en sus parlamentos de papel.
Está claro que eso no ayuda a resolver el conflicto, porque con sus previsiones maliciosas ante las elecciones muestran la voluntad de hacer definitiva la situación de ilegalización y de conferir legitimidad a esta situación antidemocrática.
En estas elecciones se plasmarán las consecuencias de dejar fuera de la ley a Batasuna en todas las instituciones de Euskal Herria. ¿Qué obstáculo supondrá esa marginación a la hora de materializar el cambio político?
Esta situación trae dificultades añadidas a la izquierda abertzale, no se puede negar; la ilegalización política causa heridas. Pero desde hace mucho tiempo hemos aprendido a avanzar entre zarzas y también ahora la izquierda abertzale, renovando los instrumentos de su influencia y poniendo al día su perspectiva, avanzará como agente político decisivo. Por encima de todos los obstáculos, la izquierda abertzale seguirá siendo una potente realidad en los pueblos, porque representa un proyecto político muy arraigado entre los ciudadanos.
Como hemos visto durante estos últimos meses, todos los agentes reconocen a la izquierda abertzale como un interlocutor imprescindible, tanto para un proceso de solución del conflicto como en cuanto principal referente político de los abertzales de izquierda. De aquí en adelante la izquierda abertzale seguirá siendo el motor del cambio político, porque los latidos de su lucha son los del corazón de Euskal Herria.
Mirando hacia adelante, ¿qué es lo que se pone en juego en las elecciones del 17 de abril?
Principalmente está el reto de reforzar la oferta política de la izquierda abertzale y de dar una firme respuesta a la ilegalización política con una nueva muestra de dignidad del pueblo. Para abrir un proceso que traiga la superación del conflicto sobre bases democráticas, para reforzar esa orientación, será necesario que la izquierda abertzale salga reforzada de esas elecciones. Eso es principalmente lo que está en juego. Y para eso es necesario amparar a los candidatos electorales de la izquierda abertzale y darles el voto.

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Comentaris

Re: Entrevista con ETA publicada en el diario BERRIA
04 abr 2005
eta¿?Burgues socialista marxista estado Euskaldun contra retrogrado,casposo atrasado estado Españaol¿?Como va el partido¿?
Lo cierto es que ya Güele bastante la historia sin olvidar el derecho a la autodeterminación bla bla bla bla bla bla
Visca la terra lliure!!
De patrias y de fronteras!!
Salut y força!!
Re: Entrevista con ETA publicada en el diario BERRIA
05 abr 2005
"Utilizamos la lucha armada para abrir espacios democráticos que hoy día están cerrados. Para que todos los ciudadanos vascos tengamos la posibilidad de expresar nuestra opinión, sin presiones, límites de amenazas."
Ufff... flipes, que s'en vagin de passeig, i ens deixin en pau
Re: Entrevista con ETA publicada en el diario BERRIA
05 abr 2005
NO QUEREMOS NINGÚN ESTADO.
PERO MIENTRAS HAYA UNO FRANCÉS Y OTRO ESPAÑOL, QUEREMOS EL NUESTRO, VASCO.

(A)
Re: Entrevista con ETA publicada en el diario BERRIA
05 abr 2005
ETA fora de Catalunya, no som bascos ni espanyols
Sindicato Sindicat