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Notícies :: corrupció i poder : criminalització i repressió : dones |
¿Qué pasa con las presas en Langraitz/Nanclares de la Oca?
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30 mar 2005
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Comunicado exigiendo el esclarecimiento de las denuncias de "presuntos abusos sexuales" en el módulo de mujeres de la prisión de Nanclares.
Una preocupación con urgente necesidad de respuesta. |
Ya sabemos que las condiciones de habitabilidad de la cárcel de Langraitz/ Nanclares de la Oca (Araba/Ã?lava) son deficientes: ratas en las celdas, humedades, frÃo, problemas con la comida, ocupación por encima de su capacidad, etc. Esto nos viene preocupando desde hace tiempo, preocupación que ha ido a más desde que el pasado diciembre nos llegaran noticias de dos presos que aparecieron muertos en sus celdas y en febrero un tercero, muertes que no han sido suficientemente esclarecidas. Y es que sabemos cosas de las que pasan en Nanclares, sÃ, pero lo que mejor sabemos es que a penas nos llega información y la que llega es difÃcil de confirmar. Nos preocupa a quienes pedimos el debido respeto a la dignidad y los Derechos de l@s pres@s, tanto de Langraitz como de todas las demás cárceles, el hecho de que sea la propia Administración penitenciaria la primera en dificultar el conocimiento de esta realidad.
Ahora, nuestra mayor preocupación es la que nace de los repetidos y detallados comentarios que nos han llegado sobre los módulos de mujeres de Nanclares, comentarios que hablan de supuestas “presionesâ€? hacia algunas presas, para que ejerzan la prostitución en beneficio de un funcionario del centro. Comentarios que sugieren la existencia de posibles “agresiones sexualesâ€? hacia presas (delito tipificado en el art. 178 del C. Penal) por parte del mismo funcionario, en abuso de su cargo (lo que también permitirÃa hablar de tortura, según el art. 174). Comentarios sobre las posibles coacciones a las que se está sometiendo a estas presas para que no denuncien, a través de las concesiones (o no) de permisos y terceros grados. La gravedad de estas acusaciones hace necesaria la inmediata verificación de las mismas, incluida la información que hablarÃa de la existencia de al menos una denuncia judicial. No sabemos si estas afirmaciones son ciertas y por ello pedimos el total esclarecimiento de las mismas.
No queremos cometer el error de trivializar con este tema, principalmente porque no queremos que ninguna mujer que pueda haberse visto afectada por esta violencia, se vea forzada a hacer nada distinto de lo que ella misma desee, pero por esa misma razón, tampoco podemos arriesgarnos a dejar sin voz a ninguna de las que quisieran denunciarlo y puedan estar siendo presionadas para no hacerlo. Porque es nuestra preocupación por estas presas la que nos lleva a pedir estas explicaciones.
Basándonos en nuestro conocimiento de la realidad penitenciaria del Estado español, sabemos que la cárcel es un espacio especialmente jerarquizado y machista, en el que la mujer sufre una doble discriminación: la propia de ser presa y la añadida de ser mujer. Y uno de los efectos evidentes de esta doble discriminación es el especial olvido y el absoluto silencio que rodea a las presas, que les hace aún más difÃcil la denuncia de los abusos, malos tratos y torturas a los que puedan verse sometidas.
Además, como son varias las ocasiones en las que Administración Penitenciaria ha negado, o ha tardado en reconocer, hechos de los que habÃa constancia “informalâ€? y que a la postre han resultado ser desgraciadamente ciertos, y más en concreto, tras el reciente comportamiento de la Dirección del C. P. de Nanclares de la Oca /Langraitz respecto a las muerte ocurridas en los últimos meses, hace aumentar nuestros temores por lo que pueda estar pasando en el interior de esa prisión, que guarda tanto silencio. Nos asusta pensar que las hipotéticas agresiones sexuales a presas en el Módulo II de la cárcel de Nanclares se puedan acabar confirmando como reales, pero nos asusta más que, de ser ciertas, estas acusaciones queden impunes y las presas afectadas siguieran a expensas de quienes pudieran estarlas agrediendo y coaccionando.
Es necesario que se investiguen estos supuestos hechos y que, de confirmarse, se depuren las responsabilidades correspondientes, con la mayor urgencia. Es inaceptable que la Institución que ostenta la custodia de las personas presas, pueda estar involucrada en la ocultación o el no esclarecimiento de hechos de esta envergadura y es por esto que, desde SalHaketa (Bizkaia), solicitamos públicamente:
A la Dirección del Centro Penitenciario de Nanclares de la Oca / Langraitz:
Que comparezca inmediatamente ante la opinión pública para informar sobre si le consta o no la denuncia de posibles abusos sexuales a presas del Módulo II de su Institución y para que abra una investigación al respecto, en el caso de no haberlo hecho ya.
A las Autoridades Judiciales afectadas:
Que inmediatamente y a ser posible de oficio, investiguen la posibilidad de que en el Módulo II del C.P. de Nanclares de la Oca / Langraitz haya funcionarios del Estado implicados en la comisión de delito contra la libertad sexual y la dignidad de las presas.
A las Administraciones Públicas:
Que se preocupen efectivamente de la salvaguarda de los derechos de l@s pres@s y que tomen las medidas para permitir que las asociaciones y personas preocupadas del respeto de los mismos, tengamos acceso a estas personas con la intimidad y la inmediatez necesarias para asegurar la eficaz denuncia de cualquier abuso que pudiera cometerse.
Estas garantÃas están en parte contenidas en el Protocolo Facultativo contra la Tortura y los Malos Tratos de la ONU, por lo que también pedimos que el Estado español firme, ratifique y aplique hasta sus últimas consecuencias y lo antes posible dicho Protocolo.
A la sociedad...
A la sociedad le pedimos que se preocupe por el rápido esclarecimientos de estas denuncias... Y de confirmarse, le pediremos que nos ayude a terminar con estos abusos.
Entendemos que acabar definitivamente con las agresiones sexuales y la violencia de genero contra las mujeres, tanto dentro como fuera de prisión, es obligación ética de toda persona e institución. Pero, además, es imprescindible exigir al Estado español que garantice la efectiva erradicación de estas “posibles agresionesâ€? contra aquellas mujeres que están bajo su tutela y custodia, en las cárceles, sobre todo cuando hay sospechas de que esta violencia pudiera estar siendo ejercida por aquellos funcionarios que deberÃan velar por su inexistencia.
En Bilbao, 21 marzo de 2005. |
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