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Notícies :: criminalització i repressió |
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¿Colaboración Ciudadana o Caza de Brujas?
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per anonim@ |
29 mar 2005
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Todos los días, cuando después de desayunar, leo y escucho los medios de comunicación, pero no los oficiales, sino aquellos que por su horizontalidad y compromiso social pretenden demonizar, me hecho las manos a la cabeza. |
Y es que aun existe "la caza de brujas". Si, aunque no esa de hace siglos en que la Iglesia, por medio de la Inquisición, ajusticiaba mediante infernales aparatos como La Dama de Hierro y hogueras a "brujos y brujas", que luego resultaban ser simples aldeanos con costumbres milenarias heredadas de sus antepasados, pero que "significaban un grave riesgo" para la “incipienteâ€? doctrina y poder de la Iglesia Cristiana, Apostólica y Romana española; o se trataba de campesinos victimas de "demonÃacas" envidias o calumnias de las mentes oscuras de algunos calenturientos vecinos con mil ocultos intereses.
Efectivamente, hoy existe "la colaboración ciudadana", nueva Caza de Brujas ejecutada por medio de "La Ley Antiterrorista" y extendida por la Nueva Inquisición, el Ministerio de Interior y la "reciente" versión de la Iglesia, el Estado.
Decenas, cientos de personas, jóvenes, hombres, mujeres, estudiantes, trabajadores, sindicalistas, miembros de colectivos…, son detenidos “legalmenteâ€? en esta Caza de Brujas, golpeados, humillados, incomunicados, vejados, torturados e incluso asesinados en una sociedad de paranoia colectiva, alimentada por esos que manejan “La Nueva Iglesiaâ€?. En la mayorÃa de los casos, las victimas de la Caza de Brujas, son puestas en libertad sin cargos, puesto que no tienen pertenencia o relación con ninguna organización armada o mafia narcotraficante, pero eso si, sus vidas y la de sus familiares quedan truncadas para siempre.
Hace pocos dÃas pude comprobar esto, no a través de los Medios, en las carnes y en el espÃritu de mi amiga. Mi amiga es una mujer joven, mujer trabajadora y curtida por la vida, pero abierta y alegre a pesar de su mocedad. Después de años de miseria en su ciudad natal, Bilbao, decide marchar, huir, emigrar a una ciudad del interior de la PenÃnsula. Aquà consigue “rehacerâ€? su vida, conoce a su actual compañero y a pesar de la dureza de la existencia consiguen “tirar pa’lanteâ€? conviviendo en un bloque de viviendas de un conocido barrio de la ciudad; bien integrada en su nueva vida jamás olvida sus raÃces, su tan querida y amada familia, y su tierra.
Pronto su dura y sin embargo adaptada cotidaniedad se verÃa ennegrecida por lo más oscuro de la realidad. Fue abordada, apaleada y detenida en la misma puerta de la comunidad de vecinos donde reside por cuatro Agentes de paisano, frente a la pasividad de sus convecinos. En comisarÃa, fue interrogada, apaleada, humillada y retenida durante más de un dÃa por los Agentes de la “Nueva Inquisiciónâ€?, posteriormente comprobada su no vinculación con ninguna oscura trama fue puesta en libertad, con su cuerpo magullado y con cargos judiciales por no se que daños. Es irónico, encima aun, ha tenido suerte.
Mi amiga ya no es la misma, ahora es desconfiada e irritable, casi roza la paranoia, ¿volverá algún dÃa a ser la misma?
En el vecindario donde ella reside ya se oÃan rumores,
- Oye Antonina.
- Dime seña Dolore.
- La chica esa del quinto, si esa de Bilbado, y su mario o lo que sea…
- No se, pero a mi no me gustan una miaja, pa’ mi que están metios en argo malo.
- Po si, enalgo deben estar metios.
- Yo pa’ mi que son terrorista de la ETA y que venden dronga.
- Po si yo no quiero decà na, pero eso e lo que pensaó yo siempre pa’ mi.
- Ute, seña Dolore, su mario que e tasista y a tanta gente conose, no se podra entera de argo.
- No se preocupe que le vi a decà a mi Antonio que haga argo, c’able con arguien, que llame a la Guardia Sivà o a ve si conose a argún polisÃa.
Asà está el panorama, no se puede vivir, no te dejan vivir en paz. Pero bueno, tengo un vecino que no me gusta nada, no se que andará haciendo, el caso es que paga mucho menos por el alquiler del piso que yo y lo tiene muy bien apañado…a ver si va a ser terrorista. Y es que como decÃa aquel, “no somos nadaâ€?. |
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