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Foucault:el genio que se adelanto
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per yo) |
28 mar 2005
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El pensamiento inquieto
La edición de los cursos inéditos de Foucault muestra cómo anticipó la sociedad contemporánea
"La caracterÃstica del intelectual es su inquietud por la actualidad; somos más periodistas que profetas", dijo Foucault
ÓSCAR CABALLERO - 28/03/2005
Servicio especial PARÃ?S
Michel Foucault es el fantasma que recorre Francia y parte del mundo. Tras un Festival de Otoño del que fue sÃmbolo, coloquios, congresos y publicaciones, la edición de cursos inéditos y nuevos libros de sus discÃpulos -como Blandine Kriegel- coincide con la irrupción de la realidad, siempre tozuda. |
El pensamiento inquieto
La edición de los cursos inéditos de Foucault muestra cómo anticipó la sociedad contemporánea
"La caracterÃstica del intelectual es su inquietud por la actualidad; somos más periodistas que profetas", dijo Foucault
ÓSCAR CABALLERO - 28/03/2005
Servicio especial PARÃ?S
Michel Foucault es el fantasma que recorre Francia y parte del mundo. Tras un Festival de Otoño del que fue sÃmbolo, coloquios, congresos y publicaciones, la edición de cursos inéditos y nuevos libros de sus discÃpulos -como Blandine Kriegel- coincide con la irrupción de la realidad, siempre tozuda.
Por ejemplo, el aniversario de la lucha francesa por el aborto, la crisis europea de la seguridad social y de la enseñanza que refrescan los trabajos de los setenta de Ivan Illich en Cuernavaca (Fayard reedita sus obras completas). De pronto, la lectura de un pensamiento inquieto en el océano de bálsamos a la Sponville introduce la certeza de que si un soplo de aire fresco entró en las prisiones, los neuropsiquiátricos, la universidad, la sociedad, mucho tuvieron que ver en ello los intelectuales de aquellos años.
Hoy, cuando de los setenta sólo se recupera el consumismo -es más fácil reciclar la minifalda y los Beatles-, Foucault, "el hombre que siempre pensaba distinto", redacta incesantemente nuevas memorias de ultratumba. Sus cursos, dictados fuera del circuito Sorbona, casi 40 años atrás, suenan a hoy, para corroborar su definición de 1975: "La caracterÃstica del intelectual de hoy es su inquietud por la actualidad. Somos más periodistas que profetas. Pero periodistas de nosotros mismos".
En Foucault aujourd´hui? (Plon), Kriegel, que fue, junto con François Ewald, la colaboradora del autor de La arqueologÃa del saber,lo define: "Uno de aquellos filósofos excepcionales que deliberadamente renuncian a ser guÃas. Su legado no está en el texto; es el amor por el trabajo intelectual. Nos enseñó a tomar en serio el trabajo y la investigación. Por su libido sciendi enlazaba con los historiadores del XIX. Una tradición también ligada a Chateaubriand, la del placer por la historia y por la erudición".
Ewald, responsable a su vez de la edición pauciones latina de los cursos del Collège de France, sitúa por su parte "el trabajo de Foucault en la tradición de la filosofÃa de las ciencias y de la epistemologÃa francesas, tradición ilustrada por Gaston Bachelard,Alexandre Koyré oGeorges Canguilhem". Según Ewald, "desde finales del siglo XIX hay dos caminos, una tradición comparatista y otra que privilegia la interpretación.
Foucault, con Dumézil, pertenece a la primera. De ahà su interés por las nociones de sistema y de estructura".
Para Kriegel, "el problema de la identidad, tan presente a través de las discriminaciones como de las prácticas sexuales, fue particularmente elaborado por el último Foucault. Y las relayentre religión y polÃtica centraba los reportajes de Foucault sobre la revolución iranÃ. Por eso -remata- los dos volúmenes de cursos, consagrados a la noción de gobierno, permiten ref lexionar sobre la polÃtica contemporánea. Especialmente por esa noción de gobernamentalidad, elaborada por Foucault, que permite sobrepasar la oposición entre sociedad civil y Estado".
Roger Pol Droit publica Michel Foucault, entretiens,en Odile Jacob, donde el pensador señala que en los setenta "nunca los intelectuales fueron más fecundos, más próximos, con sus discursos, a lo que se dice en la realidad. Y ya, el telón descubre un escenario en el que vemos finalmente el cuerpo, el hábitat, la sexualidad, la familia, la vida cotidiana", porque -sigue Foucault- "a mis ojos el intelectual no debe aplastar con su discurso; más bien debe darle una plaza al discurso ajeno. Todo el mundo puede hablar, quejarse, enunciarlo por escrito. Los presos y los ingresados en el neuropsiquiátrico. Pero nuestro discurso es intelegible; el de las vÃctimas, inaudible. Una cosa es lo que se dice,en la calle, en la cama, en el mercado, y otra, el conjunto de enunciados que adquiere una cierta sistematicidad".
Maggiori lo sintetiza: "De un lado las técnicas disciplinarias -que Foucault denomina ´anatomo-polÃtica del cuerpo humano´- formatean el cuerpo máquina, vigilan y domestican al individuo, miden sus aptitudes, rentabilizan sus prestaciones y lo instalan allà donde será más útil. El otro sistema se forma durante el siglo XVIII a través de una serie de ´controles reguladores´que se ocuparán no ya del individuo en tanto que tal, sino del ´cuerpo-especie´, que sirve de ´soporte a los procesos biológicos´. Es una ´biopolÃtica de la población´que administra todo aquello que permite a la población desarrollarse o desaparecer: hábitat, condiciones de vida urbana, desplazamientos, higiene pública, nacimientos, mortandad, tasa de crecimiento...". |
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