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Comentari :: guerra
La esencia del capitalismo y la guerra
per Jano Magaledro	04 mar 2005
El siguiente artículo publicado por La Vanguardia burguesa y clerical pone de manifiesto cómo la religión es la esencia ideológica de la guerra, la opresión y la depredación capitalistas.
Moisés divide el alma estadounidense La exhibición de los Diez Mandamientos en lugares públicos acaba ante el Supremo Para el juez Scalia, los ateos que se sienten incómodos son una "minoría que tiene que ser tolerante con la mayoría" EUSEBIO VAL - 04/03/2005 Corresponsal WASHINGTON Los estadounidenses, herederos de quienes sufrieron persecución religiosa en Europa, mantienen un vínculo muy intenso, aunque complejo, con la religión. Son el pueblo más devoto del mundo occidental. La referencia a Dios se remonta a la Declaración de Independencia. Está presente en los billetes de banco -con la inscripción "In God we trust" (en Dios confiamos)-, en el diario juramento de fidelidad a la bandera de los escolares y en los discursos presidenciales, que suelen concluir con un "Dios bendiga a América". Pero, a la vez, uno de los principios fundacionales de la República, anclado en la primera enmienda de la Constitución, fue la estricta separación entre Iglesia y Estado. Esa tensión permanente entre religiosidad y laicismo vuelve a ser de máxima actualidad con el pleito ante el Tribunal Supremo en Washington sobre si es constitucional o no exhibir los Diez Mandamientos en edificios o terrenos de propiedad pública. Los jueces del máximo tribunal escucharon el miércoles apasionados argumentos a favor y en contra, mientras en la calle se manifestaban grupos variopintos, desde cristianos fundamentalistas con la Biblia en la mano hasta activistas de izquierda que pedían "democracia y no teocracia". Dos son los motivos concretos de la disputa actual: un monumento de granito, con los Diez Mandamientos inscritos, que se halla desde 1961 en los jardines del Capitolio de Texas; y las copias enmarcadas del mismo decálogo sagrado en los en las sedes de los tribunales en Kentucky. El Tribunal Supremo no se había ocupado del contencioso de los Diez Mandamientos desde 1980. Entonces abrogó una ley que requería exhibir el decálogo en las escuelas públicas. En los 25 años transcurridos han cambiado muchas cosas en Estados Unidos. El Tribunal Supremo -compuesto por nueve jueces designados con carácter vitalicio- es mucho más conservador y el movimiento cristiano evangélico fundamentalista cuenta con palancas de poder muy influyentes en Washington, incluida la Casa Blanca. Dios y el Gobierno En la sesión del pasado miércoles quedó patente la división en el seno del máximo tribunal y la dificultad de emitir un fallo de consenso. El juez Antonin Scalia, muy cercano a la Administración Bush y de línea ultraconservadora, dejó clara su postura al afirmar que los Diez Mandamientos son "un símbolo del hecho de que el Gobierno deriva su autoridad de Dios". Scalia reconoció que mostrar el decálogo supone un "mensaje profundamente religioso, pero que es compartido por la inmensa mayoría del pueblo". Según él, los ateos que se sienten incómodos son en EE.UU. una "minoría que tiene que ser tolerante con el punto de vista de la mayoría". El juez John Paul Stevens propuso la solución salomónica, en el caso de Texas, de vender la porción del terreno en que está el monumento a una institución privada y colocar un letrero en el que el Estado explicara que no hace proselitismo de ningún credo. A buen seguro la sentencia del Tribunal Supremo, que se espera para junio, no cerrará el debate.
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