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NEPAL: MaoÃstas exiliados apoyan huelga armada.
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per Yop mismo |
25 feb 2005
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Ankit Kapur
NUEVA DELHI, 15 feb (IPS) - Simpatizantes del insurgente Partido Comunista de Nepal (Maoísta) exiliados en India apoyan la huelga armada dispuesta por sus camaradas dentro del país, contra el golpe de Estado encabezado por el rey Gyanendra el 1 de este mes. |
"El gobierno nepalés ha fracasado y no logró sacar a la gente de la pobreza. Nosotros nos hemos visto obligados a venir a India para sobrevivir", dijo Tika Shirish, de 28 años y originaria de Bardia, una localidad del oeste de Nepal.
Shirish participó el domingo, junto con miles de nepaleses, en la conmemoración del 10 aniversario del inicio de la guerrilla maoÃsta, cuyo objetivo es establecer una república comunista. La organización está inspirada en la peruana Sendero Luminoso.
"Nuestra última esperanza es este partido. Esperamos que una república pueda hacer frente a los problemas que afrontamos", dijo la mujer, mientras secaba el sudor del rostro de su hijo de siete años.
La insurgencia comenzó en febrero de 1996 en los remotos distritos montañosos del medio oeste de Nepal, en forma de protestas contra la profundización de la brecha entre ricos y pobres y la marginalización de las castas inferiores determinadas por la religión hindú,
Las manifestaciones se convirtieron poco a poco en una "guerra popular" que ya va por su décimo año. Hoy, los insurgentes tienen importante presencia en todos los distritos de Nepal. El saldo de la guerra civil es de 10.500 muertes desde 1996.
El martes 1, el rey Gyanendra de Nepal asumió el poder absoluto por segunda vez en dos años al disolver el gobierno del centrista Partido del Congreso, declarar el estado de emergencia e imponer una fuerte censura a los medios de comunicación y la restricción del servicio telefónico.
El monarca del único reino hindú del mundo cuestionó la capacidad del gobierno encabezado por Sher Bahadur Deuba para restaurar la paz en este paÃs asolado por la guerra civil.
â€?La corona es tradicionalmente responsable de proteger la soberanÃa nacional, la democracia y el derecho del pueblo a vivir en pazâ€?, advirtió Gyanendra al informar del golpe de Estado por cadena de televisión.
Desde su escondite, el presidente del partido maoÃsta, camarada Prachanda --cuyo nombre real es Puspa Kamal Dahal-- reiteró en un mensaje por radio, el primero desde 1996, que la meta de la insurgencia es la abolición de la monarquÃa.
"Esta es nuestra última batalla contra la autocracia feudal. No importa cuán difÃcil sea esta batalla, el triunfo es seguro. Unámonos", enfatizó.
Un millar de dirigentes polÃticos, sindicales y estudiantiles han sido detenidos en todo el paÃs a raÃz del golpe. El Real Ejército Nepalés anunció que los arrestos podrÃan durar hasta tres meses sin dar cuenta a los jueces.
Los 10 años de la insurgencia maoÃsta fueron celebrados no solo en las calles de Nueva Delhi, sino también en las de Chandigarh, Mumbai (ex Bombay) y Chennai, en las que viven miles de nepaleses.
En el propio Nepal hubo actos en los bastiones maoÃstas del oeste, el centro y el oriente del paÃs, dijo Laxman Pant, presidente de la organización promaoÃsta Jandhikar Suraskhya Samiti, radicada en India.
El ministro de Información y Comunicaciones de Nepal, Tanka Dhakal, anunció que el gobierno no volverÃa a convocar a los maoÃstas al diálogo. "Lo que dijo el rey es suficiente si ellos quieren resolver el problema amigablemente", sostuvo.
Los medios de comunicación controlados por el Estado informaron que la huelga tuvo poco o ningún impacto en el paÃs, pues las fuerzas de seguridad escoltaron los camiones de carga por las carreteras del paÃs.
"La gente comenzó a desafiar esas convocatorias. El efecto del bloqueo es mÃnimo", aseguró Dhakal.
Mientras, el dirigente del Partido del Congreso Nepalés Pradip Giri, hoy exiliado en India, exhortó a maoÃstas, comunistas y centristas a unirse en un programa común para restaurar la democracia, por el bien de "los esclavos explotados por señores feudales y las mujeres explotadas en los burdeles de India".
Los combates entre las fuerzas maoÃstas y el Real Ejército Nepalés continúan, según Sujata Koirala, hija del ex primer ministro Girija Prasad Koirala, de 81 años, en arresto domiciliario desde el golpde el rey Gyanendra.
En su huida al sur, rumbo a India, Koirala presenció batallas en áreas remotas del distrito de Chitwan, cerca de la frontera. "Pude haber sido muerta tanto por los rebeldes como por el ejército", dijo.
Pero, para ella, el triunfo de los maoÃstas es solo cuestión de tiempo, pues cuentan con 300.000 combatientes frente a un ejército de unos 78.000 uniformados.
"Con la censura informativa, las atrocidades del Ejército Real Nepalés pueden ser atribuidos fácilmente a los maoÃstas", advirtió.
La corona perdió la confianza del pueblo y sobrevive con la ayuda de los militares, según Koirala. "Los 'pilares gemelos' del sistema nepalés --monarquÃa constitucional y democracia parlamentaria-- nunca funcionó en este paÃs. Lo de Nepal es un régimen feudal y dictatorial." (FIN/IPS/traen-mj/sp-rdr/si/ip hd/05) (FIN/2005)
http://www.ipsnoticias.com/interna.asp?idnews=32873 |
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