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Notícies :: amèrica llatina
Entra en una nueva etapa el proceso electoral cubano
24 feb 2005
La Habana, 23 de Febrero de 2005 www.granma.cu
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EL proceso electoral cubano entrará en una nueva etapa cuando este jueves comience la postulación de candidatos a delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular, gobiernos locales.

A partir de mañana más de 41 mil 500 asambleas públicas, programadas hasta el próximo 24 de marzo en aproximadamente 15 mil circunscripciones, serán el escenario de ese ejercicio democrático.

Serán los propios ciudadanos los que propondrán a quienes pueden representarlos, en un proceso en el que el modelo democrático de la Isla alcanza su plena expresión.

De esa manera, los ciudadanos de la Isla se preparan para los comicios de abril próximo en un proceso que se origina desde el barrio con las postulaciones de los candidatos, alejados de las costosas tradicionales campañas electorales en otras partes del mundo.

Precisamente, este rasgo distintivo es uno de los blancos de ataque del gobierno estadounidense, el cual pretende mediante una "transición" socavar las libertades de las que gozan los cubanos.

En la nación caribeña todos los ciudadanos con capacidad legal pueden elegir o ser elegidos para ocupar cargos en los órganos municipales del Poder Popular.

Las biografías de los aspirantes se divulgan en lugares públicos, en igualdad de condiciones, con suficiente antelación al día de las elecciones, para dar a la ciudadanía la información necesaria sobre sus virtudes, méritos y capacidad.

Asimismo, desde el pasado 15 de febrero están expuestos los padrones electorales en más de 133 mil lugares, para que los cubanos puedan comprobar si los datos publicados son correctos, lo cual le aporta un especial sentido de transparencia y democracia al proceso en la Isla.

La Ley Electoral vigente en Cuba desde 1992 establece dos tipos de procesos electorales: las elecciones para delegados a las 169 Asambleas Municipales de todo el país que se celebran cada dos años y medio, y las generales.

En estas últimas, que se efectúan cada cinco años, son electos además los diputados al Parlamento y los delegados a las Asambleas Provinciales del Poder Popular.

El proceso electoral que tendrá lugar en abril próximo tiene la característica excepcional de ser el primero luego de que la administración de George W. Bush anunciara un plan para intentar destruir la Revolución cubana.(PL)
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Comentaris

Elecciones cubanas. Base institucional de la democracia participativa
24 feb 2005
Angel Rodríguez Alvarez
AIN/Argenpres

El sistema político cubano es uno de los temas más manipulados por la propaganda imperialista, con lo cual han contribuido a difundir no pocas interpretaciones erróneas y confusiones en zonas geográficas, donde los medios de información están bajo control e influencia de los grandes grupos de poder.

En sus objetivos desinformadores los enemigos de la Isla cuentan con viejos y acuñados esquemas, con obligados requerimientos sin los cuales la elección de los dirigentes y órganos de gobierno no califican como democráticos.

Todo cuanto se aparte de esos criterios carece, según los patrones imperiales, de validez. No obstante la simpleza de tal enfoque, ha servido para engañar incautos y ocultar los mayores escamoteos de la voluntad popular.

Las virtudes del sistema cubano radican, precisamente, en aquellos aspectos más criticados por los enemigos de la Revolución, y son los que permiten definirlo como expresión de democracia participativa.

Ese protagonismo popular, más allá de la voluntad y los intereses de un partido, está presente en Cuba en todos los pasos organizativos de las elecciones, desde la conformación del Registro primario de electores hasta la toma de posesión de los elegidos y el posterior

cumplimiento de sus deberes públicos.

Lo anterior se cumple mediante el ejercicio de cinco características principales, que tiene en los comicios a nivel municipal la base institucional del sistema:
- inscripción universal y automática de todos los ciudadanos,
- nominación de los candidatos por los propios electores,
- inexistencia de campaña electoral, total limpieza y
- transparencia de los comicios y la facultad de los ciudadanos de revocar el mandato.

En estos momentos las comisiones electorales municipales y de circunscripción trabajan en la organización de los comicios convocados para elegir los delegados a ese nivel, previstos en su primera vuelta para el 17 de abril próximo.

Ahora están ocupados en la confección de los registros de votantes, conformados de manera automática como un derecho ciudadano, que incluye a todos los que arriban a los 16 años.

Dados a conocer en varios sitios públicos de cada circunscripción como primer paso, esos listados propician que la población pueda reclamar y obtener su inclusión y subsanar errores en los datos.

La base del sistema institucional son los delegados de circunscripción, quienes se agrupan en Consejos Populares -instancia que abarca un número de circunscripciones- e integran las asambleas municipales como órgano de gobierno del territorio.

Los candidatos -dos como mínimo y hasta ocho- resultan propuestos y nominados directamente por los vecinos en reuniones públicas de las diversas zonas que componen las referidas circunscripciones.

La elección, realizada cada dos años y medio, se efectúa mediante el voto directo y secreto y para resultar elegido debe contar con más del 50 por ciento de los votos válidos emitidos.

A diferencia de la práctica universal, en Cuba la propaganda electoral no está permitida. En este caso los pasquines, vallas, menciones de radio y televisión y los mítines a favor de los aspirantes, son sustituidos por la publicación en lugares concurridos de las biografías y las fotos, en igualdad de condiciones.

En esos documentos se detallan los datos personales y las virtudes y meritos sociales de cada quien por demás, ampliamente conocidos por la vecindad.

El día previsto para emitir el sufragio los miembros de los colegios, también vecinos de la comunidad, invitan al público a comprobar que las urnas están vacías antes de sellarlas y ponerlas bajo custodia de pioneros, alumnos de la enseñanza primaria de las escuelas del territorio.

Concluida la votación se emprende inmediatamente el escrutinio de forma pública. A este acto asisten libremente los electores, cualquier otro ciudadano, periodistas y visitantes extranjeros.

Los elegidos no reciben remuneración por el desempeño de su labor. Quienes deban dedicarse a tiempo completo a dirigir y asegurar el funcionamiento de las Asambleas Municipales reciben el mismo salario que tenían en su lugar de trabajo.

Todos los delegados -incluye al presidente del gobierno a ese nivel- deben rendir cuenta de su labor cada seis meses ante sus electores, quienes pueden revocar su mandato en cualquier momento.

Como puede observarse con la descripción anterior, la participación de los ciudadanos, sin distinción de edad, sexo, creencias religiosas, profesión u ocupación laboral, es una constante en todas las etapas del proceso.

El sistema electoral cubano, que abarca con estos mismos principios hasta la elección del Parlamento y el Consejo de Estado, quedó plasmado en la Constitución de 1976, discutida masivamente y aprobada en referéndum por más del 97 por ciento del electorado.

www.rebelion.org
Elecciones en Cuba y el silencio de los medios de comunicación
24 feb 2005
Juan Marrero
Rebelión

Tengo la certeza de que en los titulares de los periódicos de su país o en los espacios informativos de la TV jamás usted ha leído o visto en los últimos años alguna noticia sobre las elecciones en Cuba. No existen para los grandes medios de comunicación, porque sus dueños las han excluido de la agenda informativa.

Lo que si no ha faltado nunca en esos medios es la afirmación de algunos comentaristas tarifados o políticos defensores de intereses ajenos o adversos a los pueblos de que “bajo la dictadura de Castro en Cuba no hay democracia ni libertad ni elecciones�. Se trata de una consigna que se repite frecuentemente para hacer honor a aquel pensamiento de un ideólogo del nazismo de que una mentira repetida mil veces podría convertirse en una verdad.

Elecciones en la Cuba revolucionaria ha habido desde 1976. En estos momentos se celebra el décimo-segundo proceso electoral para elegir a los delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular, más o menos equivalentes a los concejales en otros países.

No dar información sobre las elecciones en Cuba, como tampoco a su obra de salud, educación, seguridad social y otros temas, obedece a que los poderosos del mundo del capital temen la propagación de su ejemplo, a la vez que quede completamente al desnudo la ficción de democracia y libertad que por siglos se ha vendido al mundo.

A la luz de las elecciones convocadas para el próximo 17 de abril, quiero solamente comentarles, dentro de la mayor brevedad posible, cuatro rasgos del proceso electoral en Cuba, aún susceptibles de perfeccionamiento, que marcan sustanciales diferencias con los mecanismos existentes para la celebración de elecciones en las llamadas “democracias representativas�. Esos aspectos son: 1) Registro Electoral; 2) Asambleas de Nominación de Candidatos a Delegados; 3) Propaganda Electoral; y 4) La votación y escrutinio.

El Registro Electoral es automático, universal, gratuito y público. Al nacer un cubano no sólo tiene derecho a recibir educación y salud gratuitamente, sino que cuando arriba a los 16 años de edad automáticamente se le inscribe en el Registro Electoral. Por razones de sexo, religión, raza o filosofía política a nadie se le excluye. Tampoco si pertenece a los cuerpos de defensa y seguridad del país. A nadie se le cobra un solo centavo por aparecer inscripto, y mucho menos se le somete a engorrosos trámites burocráticos como exigirles fotos, sellos del timbre o la toma de huellas dactilares. El Registro es público, lo que permite que todos puedan saber quienes son los posibles electores en cada circunscripción. En el actual proceso electoral en Cuba, se publica en lugares de masiva afluencia de público en cada circunscripción, desde el 15 de febrero y hasta el 17 de marzo, lo que se llama el Registro Primario de Electores, a fin de que cualquier elector o un familiar de este pueda detectar errores en sus nombres y apellidos, en la numeración del carnet de identidad o en el domicilio donde reside. Todas las observaciones que lleguen a las autoridades electorales correspondientes se procesan con vistas a incluir o excluir a electores con capacidad legal en el Registro de Electores oficial que se expondrá en cada colegio electoral, a partir del 6 de abril.

Todo este mecanismo público posibilita, desde los inicios del proceso electoral, que cada ciudadano con capacidad legal pueda ejercer su derecho de elegir o resultar elegido. E impide la posibilidad de fraude, lo que es muy común en países que se llaman democráticos. La base del fraude en todas partes está, en primer lugar, en que la inmensa mayoría de los electores no saben quienes tienen derecho a votar. Eso sólo lo conocen o dominan unas pocas maquinarias políticas. Y, por eso, hay muertos que votan varias veces, o, como pasa en Estados Unidos, decenas de miles de afroamericanos no son incluidos en los registros porque alguna vez fueron condenados por los tribunales, a pesar de haber cumplido sus sentencias.

Lo que más distingue y diferencia a las elecciones en Cuba de otras son las asambleas de nominación de candidatos. En otros países la esencia del sistema democrático es que los candidatos surjan de los partidos, de la competencia entre varios partidos y candidatos. Eso no es así en Cuba. Los candidatos no salen de ninguna maquinaria política. El Partido Comunista de Cuba, fuerza dirigente de la sociedad y el Estado, no es una organización con propósitos electorales. Ni postula, ni elige ni revoca a ninguno de los miles de hombres y mujeres que ocupan los cargos representativos del Estado cubano. Entre sus fines nunca ha estado ni estará ganar bancas en la Asamblea Nacional o en las Asambleas Provinciales o Municipales del Poder Popular. En cada uno de los procesos celebrados hasta la fecha han sido propuestos y elegidos numerosos militantes del Partido, porque sus conciudadanos los consideraron personas con méritos y aptitudes, pero no debido a su militancia.

Los cubanos y cubanas tienen el privilegio de postular a sus candidatos sobre la base de sus méritos y capacidad, en asambleas de residentes en barrios, demarcaciones o áreas en las ciudades o en el campo. A mano alzada se hace la votación en esas asambleas, donde resulta electo aquel propuesto que obtenga mayor número de votos. Para el actual proceso se celebrarán más de 41 mil asambleas de nominación de candidatos en las más de 15 mil circunscripciones electorales constituidas en los 169 municipios del país. En el proceso electoral de 2002-2003 participaron más de 8 millones de cubanos en las asambleas para postular a los candidatos, lo que significó un 81 % de los electores. Nada similar tiene lugar en el mundo. Es una prueba de democracia real que otros no pueden exhibir.

En cada circunscripción electoral hoy varias áreas de nominación, y la Ley Electoral garantiza que al menos dos candidatos, y hasta 8, puedan ser los que aparezcan en las boletas para la elección de delegados el l7 de abril.

Otro rasgo del proceso electoral en Cuba es la ausencia de propaganda costosa y ruidosa, la mercantilización que está presente en otros países, donde hay una carrera por la obtención de fondos o por privilegiar a una u otra firma de relaciones públicas. Ninguno de los candidatos postulados en Cuba puede hacer propaganda en su favor y, por supuesto, ninguno necesita ser rico o disponer de fondos o ayuda financiera para dar a conocerse. En las plazas y calles no hay actos en favor de candidato alguno, ni manifestaciones ni carros altoparlantes ni pasquines con sus fotos, ni promesas electoreras; en la radio y la televisión, tampoco; en la prensa escrita, tampoco. La única propaganda la ejecutan las autoridades electorales y consiste en la exposición en lugares públicos en la misma área de residencia de los electores de la biografía y foto de cada uno de los candidatos. Ningún candidato es privilegiado sobre otro. En las biografías se exponen méritos alcanzados en la vida social, a fin de que los electores puedan tener elementos sobre condiciones personales, prestigio y capacidad para servir al pueblo de cada uno de los candidatos y emitir libremente su voto por el que considere el mejor.

El rasgo final que queremos comentar es la votación y el escrutinio público. En Cuba no es obligatorio el voto. Como lo establece el Artículo 3 de la Ley Electoral, es libre, igual y secreto, y cada elector tiene derecho a un solo voto. Nadie tiene, pues, nada que temer si no acude a su colegio electoral el día de las elecciones o si decide entregar su boleta en blanco o anularla. No ocurre como en muchos países donde el voto es obligatorio y la gente va compulsada para evitar que le impongan una multa, lo lleven a los tribunales o incluso para no perder un empleo. Mientras en otros países, incluyendo Estados Unidos, la esencia radica en que la mayoría no vote, en Cuba se garantiza que todo el que desee pueda hacerlo. En los once elecciones efectuadas en Cuba desde 1976 a la fecha más del 95 % de los electores han ido a votar. En las últimas elecciones lo hizo el 97, 6 %.

El conteo de los votos en las elecciones cubanas es público, y puede ser presenciado en cada colegio por todos los ciudadanos que lo deseen, incluso la prensa nacional o extranjera.

En el mundo, sin duda, hay muchas crisis, y entre ellas hay que incluir la electoral. Los mecanismos que se utilizan en muchos países son ya obsoletos e inoperantes. La ética está por el piso, y las motivaciones de la gente, muchas veces hartas de fraudes, de promesas incumplidas por los candidatos, de oportunismos políticos, de no solución a las crecientes necesidades de los pueblos, hacen que se registren altos índices de abstencionismo y apatía de los electores. Cuba puede decir con orgullo que esa crisis no la acompaña, pues ha concebido un sistema electoral que es como un traje a la medida de su cuerpo, aunque estamos conscientes de que aún requiere mayor pulimento y perfeccionamiento.

Aspiro simplemente a que con estos rasgos enunciados, un lector sin información sobre la realidad cubana responda a algunas elementales preguntas, como las siguientes: ¿dónde hay mayor transparencia electoral y mayor libertad y democracia? y ¿dónde se ha logrado mejores resultados electorales: en países con muchos partidos políticos, muchos candidatos, mucha propaganda o en la Cuba silenciada o manipulada por los grandes medios, monopolizados por un puñado de empresas y magnates cada vez más reducido?

Aspiro a que algún día, al menos, en la gran prensa cese el muro de silencio que se ha levantado sobre las elecciones en Cuba, al igual que en otros temas como la obra de salud pública y la educación, y ello pueda ser fuente de conocimiento para otros pueblos que merecen un mayor respeto y un futuro de más libertades y democracia.

www.rebelion.org
Cada cubano nace con el derecho a votar
24 feb 2005
Jean-Guy Allard
Granma
En Cuba, esta etapa de 30 días es la primera del proceso electoral para elegir a los delegados a las Asambleas Municipales. Garantiza que el nombre de cada elector, inscrito automáticamente al alcanzar la edad de 16 años, aparezca debidamente en la lista de electores de su circunscripción.

“Si hubiera un registro electoral con las características del nuestro en muchas partes del mundo, eso sería el primer paso a una profunda revolución política�, indicó Alarcón, recordando que esta inscripción, en Cuba, es asegurada ya al nacimiento del ciudadano.

“La gente nace en Cuba con el derecho a votar como nace con el derecho a la educación gratuita, a la salud. Nace con el derecho a convertirse en elector cuando haya arribado a los 16 años de edad, para lo cual no tiene que pagar un centavo, para lo cual no tiene que hacer ningún trámite engorroso.�

Refiriéndose al sistema electoral estadounidense y a las elecciones presidenciales de noviembre último, el Presidente del Parlamento cubano preguntó: “¿Por qué razón en sociedades que tienen siglos de supuesta democracia representativa, cada vez que se acerca una fecha electoral, la batalla para la inscripción de los electores se convierte en una de las grandes tareas, por los que quieren reformar esas sociedades?�

“¿Por qué, hace unos meses en los Estados Unidos, los artistas más famosos se organizaron para hacer una campaña nacional para ayudar a los miles y miles —nadie puede saber cuántos son— de ciudadanos a que pudieran llegar a ese primer paso, ser reconocidos como electores? ¿Por qué desde Bárbara Streisand hasta Michael Moore recorrieron el país recaudando fondos y haciendo campañas para ayudar a las cifras incalculables de norteamericanos que no pueden autoinscribirse voluntariamente?“

Para el ciudadano cubano, esa parte del proceso electoral es tan natural, que no se da cuenta de su importancia, valoró Alarcón, quien subrayó el valor de esa etapa, de profunda y verdadera democracia.

Señalando la complejidad del proceso norteamericano de registro, Alarcón explicó a la Asamblea las varias etapas de los procedimientos que debe enfrentar el ciudadano estadounidense, para conseguir el derecho a votar.

“Nadie puede convertirse en elector porque lo desee, dijo. Uno tiene que averiguar dónde está la oficina de inscripción; tiene que llenar un formulario con una solicitud; tiene que llevar fotografías y supuestamente van a revisar si aparece inscrito o no; tiene que esperar que lo llamen para presentarse otra vez allí; en el caso de que haya sido aceptado como elector, tiene que recoger su documentación. Por todo eso, hay que pagar. Y además hay que dejar de cobrar porque todo eso se hace, por supuesto, en días laborables, en horas de trabajo. ¿Para estimular a los trabajadores a que se inscriban? ¿Para facilitarles que se inscriban voluntariamente? ¡Por supuesto que no! Exactamente todo lo contrario.�

“Nadie sabe cuAntos votaron� en ohio

En este sentido, Alarcón señaló la confusión que caracterizó el proceso electoral en el estado norteamericano de Ohio: “¡Nadie sabe cuántos votaron, ni quiénes votaron ni por quién votaron! Era imposible saberlo. ¡Qué fácil es el fraude —sin contar las maquinitas esas que no registran el voto— cuando la gente no sabe quiénes son los que pueden ejercer el derecho al sufragio!�

En este momento, se debe asegurar que el registro de electores sea lo más perfecto posible, insistió Alarcón al señalar que en otras partes este proceso se encuentra entre las manos de los que lo usan para asegurarse retener siempre los cargos electivos.

“Logran ese milagro de las elecciones norteamericanas que siempre el candidato que va a la reelección gana, salvo excepciones super excepcionales�, dijo.

El Presidente del Parlamento señaló que serán los primeros comicios que se realizarán en Cuba después que George W. Bush aprobara el Plan para una supuesta “transición democrática� destinado a anexar a la Isla.

“¿Es casual que ellos cuando, en su plan, tratan la cuestión electoral le dedican particular importancia a estos dos puntos: al del registro electoral y al de la postulación de los candidatos? ¡Por supuesto que no! Porque son elementos esenciales de la verdadera democracia que desaparecería si aquí se impusiera el sistema norteamericano.�

Recordando la famosa derrota de las tropas mercenarias del imperio en Playa Girón en 1961 y en alusión a las amenazas de guerra procedentes de Estados Unidos, Alarcón lanzó entonces este llamamiento: “¡Este proceso tiene que terminar en el Girón más grande, más demoledor que nuestro pueblo le anuncie al imperio, el que encontraría en el caso que intentase arrebatarnos la patria y su democracia!�

La primera vuelta de las elecciones parciales para elegir a los delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular se realizará el próximo 17 de abril. La segunda vuelta está prevista para el 24 siguiente.

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Re: Entra en una nueva etapa el proceso electoral cubano
18 oct 2005
Quisiera saber mas sobre la fortaleza y union del pueblo hermano cubano , bueno soy peruano y pertenesco a la casa peru-cuba en fortalecer el socialismo en perú .. y viva el socialismo mundial
Sindicat Terrassa