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Notícies :: corrupció i poder |
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La tortura
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per anjel rekalde |
11 gen 2005
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Angel Rekalde - Escritor
La tortura
Al rememorar la detención, tortura y asesinato del cantante Víctor Jara en el Chile de Pinochet, decía un periodista español que el impacto de su muerte, que todavía estremece a los chilenos, es comparable al que produjo el crimen del poeta Federico García Lorca a manos de los franquistas. La ironía de este estremecimiento es que a los españoles les alcanza siempre desde la distancia, sea temporal, de los sesenta años transcurridos desde las atrocidades de la guerra, o trasatlántica. Tal es así que al mismo periodista que narra el procesamiento actual de los torturadores de Víctor Jara no se le ocurre pensar que en el Estado español jamás se ha procesado a los culpables, ni se ha investigado judicialmente la desaparición del poeta de Granada. La impunidad de los crímenes de Estado es cosa muy española.
Quizás por ello resulte especialmente irritante, indignante, escuchar la reciente versión de Miren Azkarate, portavoz del Gobierno Vasco, al equiparar distintas formas de violencia, «venga de donde venga». Hace apenas unas semanas, con motivo de la acostumbrada redada policial, volvió a emerger el escalofriante relato de los detenidos y la denuncia de la tortura. Coincidió con la oportuna aparición de un petardo de pega junto al vehículo de un concejal socialista. Y la reacción del gobierno autonómico fue meter en el mismo saco «las dos formas de tortura».
«Edozein lekutik datozela ere, torturak dira, guztiok gaitzetsi behar ditugu eta guztiok egin behar dugu ahal dugun guztia horrelako jokaerak baztertzeko» («Vengan de donde vengan, son tortura. Todos debemos condenarlos y hacer lo posible para marginar tales comportamientos»).
Dejando de lado esa lectura clerical de la acción social, que pretende resolver los problemas colectivos mediante condenas morales y buenos propósitos, la pretendida equidistancia de esos gobernantes está más que nunca fuera de lugar. Y no me refiero a que, mientras la supuesta amenaza de Eibar era falsa, el terror, las palizas, el ensañamiento que se sufren en los interrogatorios son de una realidad terrible y contrastada, según el último informe de Amnistía Internacional. No se trata de comparar y poner a la misma altura dos situaciones descompensadas, dos magnitudes sin parangón, recurriendo a la demagogia platónica de que, en esencia, en la idea, estamos ante dos versiones de una misma lacra.
No es así. Al contrario, a la portavoz de un gobierno, por local que sea, se le debe exigir un mínimo imprescindible de rigor semántico, además de político. No son lo mismo churras que merinas.
La tortura tiene, en el actual ordenamiento occidental, una caracterización precisa, y unas consecuencias, que la distin- guen y la configuran como una forma particularmente perversa y odiosa de delito. Según la definición de la Asamblea General de las Naciones Unidas (10 de diciembre de 1984), se entiende por tortura «todo acto por el cual se inflija intencionalmente a una persona dolores o sufrimientos graves ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero, información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras. O por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público».
No es tortura, porque los procesos y los efectos son muy diferentes, por violento que sea, cualquier ataque, agresión, etc., cometido por un particular, sea individuo o grupo, mientras no forme parte o se ampare bajo el poder público. ¿Y qué diferencia se da en ello?, preguntará Miren Azkarate desde esa visión clerical de la vida pública. Sin embargo, la distancia es enorme.
La tortura, desde las instancias de gobierno, la aplica quien está encargado del mandato de garantizar los derechos, las libertades, la neutralidad del ejercicio del poder. Sin esa premisa, ¿dónde están estos rasgos esenciales de la democracia? Si el responsable de defender nuestra integridad nos apalea, ¿qué defensa nos queda? Si nuestra seguridad está en esas manos que torturan, ¿qué seguridad ciudadana brinda el Estado? Si los derechos y libertados, para realizarse materialmente, deben estar garantizados, ¿qué garantía tenemos? ¿Qué forma de participación ciudadana o respeto a la voluntad colectiva se salva cuando el depositario del poder lo utiliza de este modo? ¿Qué reserva mental ha de hacer Azkarate para imaginar una democracia bajo esos auspicios? La existencia de la tortura, en rigor, es un signo básico que diferencia un modelo dictatorial o totalitario de un régimen político de derechos y garantías.
Pero, más allá aun, la tortura conlleva una dimensión cualitativamente más tortuosa. No es un acto aislado, ni casual, ni personal. Como apunta Marianne Juhler, asesora médica del RCT (Rehabilitation Center for Torture Victims of Copenhague), «el fin de la tortura no es matar a la víctima. La tortura es utilizada por regímenes violentos en primer término como medio de represión». Es decir, se trata de un procedimiento deliberado, decidido, auspiciado por las autoridades, para reprimir «la resistencia contra los regímenes torturadores» (Marianne Juhler).
Ello explica la impunidad con que se ejercen estas prácticas policiales, generadas por el poder. Pero, más allá de la constatación descriptiva, lo que significa es la existencia, tras la tortura, de un contencioso, de un conflicto entre la sociedad y ese poder, que por lo mismo se demuestra ilícito.
En efecto, el psicólogo sueco Charles Westin precisa: «La tortura quiebra la identidad personal, pero el objetivo principal es terminar con los movimientos colectivos. Nosotros vemos individuos psíquicamente desgarrados, lo difícil de percibir es el daño contra el movimiento colectivo». La tortura no limita sus efectos al acto individualizado, sino que recae sobre toda la sociedad que la padece. En nuestro caso, la sociedad vasca, que sufre las secuelas, la impunidad, el castigo, de una lacra policial que expresa una realidad de ocupación y dominio.
Con estos presupuestos entendemos que en Chile se procese a los torturadores y en Euskal Herria se mire (piadosa, jesuíticamente) para otro sitio. - |
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Comentaris
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Re: La tortura
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per io |
11 gen 2005
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es mas, en los USA se han solicitado 17 años de carcel para uno de los torturadores de la carcel de insurgentyes de Iraq, aquí o no se les juzga y se les asciende de cargo o se les suspende del servicio durante unos meses... puto reino bananero que es España. |
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Re: La tortura
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per comunista |
11 gen 2005
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Comparar las torturas perpetradas por Pinochet y la CIA en Chile (Estadios llenos, gritos que se oían), o por los franquistas en España, con las que (supuestamente) hay en Euskal Erria, o con las que (supuestamente) sufren los presos de ETA (y no otros), es pura demagogia. Pura demagogia de lagrimón y, en cualquier caso, caldo de cultivo para que ETA siga alimentando su discurso ad eternum.
También los 75 "disidentes" dicen que son torturados en Cuba. También niegan ser terroristas, aun estando a sueldo de la CIA y haber perpetrado decenas de actos contra Cuba.
La diferencia es la amplificación. Mientras esos disidentes cubanos disponen de la CNN para que su mensaje llegue, los etarras disponen tan solo de Gara. En lo local, es mucho. Pero a ver quien es el guapo que dice que es mentira, ya sea en Washington, ya sea en Ondarribia.
Que se pruebe que han sido torturados, pues a los torturados por el franquismo que yo he conocido todavía les afloran las terribles marcas en la cara, el cuello y la espalda. Y no vale decir que hoy hay "otros" métodos de tortura. La tortura es la tortura, y no una entelequia alimentadora de imbecilidad.
Sin duda, hay que hacer un esfuerzo para erradicar la tortura en muchas partes del mundo, y en España son los inmigrantes el colectivo más desprotegido, por cuanto en el Pais Vasco, si hubieran todas esas terribles torturas ya se sabría fuera de los círculos etarras.
Habría que desterrar, también, el uso incorrecto de la palabra. Porque parece que actualmente cualquier cosa es tortura, cualquier cosa es fascismo.
Efectivamente, en el Estado español jamás se ha procesado a los culpables, empezando por el asesino de Serrano Suñer, que murió tranquilo en la cama, siendo un nazi del Tercer Reich a efectos prácticos. No será que es, sobretodo, culpa de que no haya gente interesada ni políticamente motivada, más que por ser un impedimento de Estado? Si ahora se está torturando en Euskalerria, ¿a qué se espera para demostrarlo y llevar a juicio a los culpables, en lugar de ir lamentandose por ahí y, peor aún, clamando por que sea ETA quien imparta "justicia"? Si en el Pais Vasco hay tortura de verdad, hay métodos más que suficientes para perseguirla jurídicamente, en lugar de usarla a efectos políticos como se hace.
Finalmente, ¿dice AI la verdad? ¿A sueldo de quien está AI? Un a frase de Fidel: "a los cubanos no nos gusta AI, porque no dice la verdad". |
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Re: La tortura
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per Gracienc |
11 gen 2005
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"Si en el Pais Vasco hay tortura de verdad, hay métodos más que suficientes para perseguirla jurídicamente"
jajajjajajjajajjajajajjajajajjajajajjajjajaja
Que harton de reir comunista, gracias por hacerme pasar este rato. (Aunque más que reir de alegría es de pena.) Mmmmmmmmm, oye comunista, en que mundo vives?
Lo que s'ha de veure............ |
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Re: La tortura
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per garrulo! |
11 gen 2005
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Hoye nen!
Com en España no se tortura te pediria que fueras o fuesesa algun dia a la comissaria de tu barrio, (si te va el deporte de riesgo, te aconsejo los cuartelillos de la Guardia Civil), i entras al canto de la Internacional, acto seguida, les preguntas en que departamento de la comissaria pudes comprar el haxis i la coca que el comissaria te habia prometido,i luego vuelves i me lo cuentas, ya que cantar no és ningun delito i pedir tampoco, si tienes razón volveras a casa por tu propio pie! |
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torturantes panfletos
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per comunista |
11 gen 2005
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Vosotros sí que sois garrulos, que no sabéis ni articular un discurso, ignorantes.
Para qué están los abogados, para qué sirven los detectives, y para qué sirve hasta la ONU o el Tribuna Penal de Estrasburgo, sino para demostrar, para quien quiera mover el culo, que en Euskalerria hay todas torturas que dicen que hay.
Lo de la tortura es un arma política, en la que, si uno es inteligente no entra. Porque, como arma política, nadie se la cree, y menos si no se demuestra.
Tortura, tortura, tortura, represión, represión, represión...únicas palabras que se oyen en boca de gente que jamás la ha sufrido y que, encima, hace proselitismo barato con ellas. Tortura y represión se viven socialmente, se ven en la calle, se palpan.
En España, los únicos susceptibles de sufrir tortura y represión son los inmigrantes sin papeles, sobretodo si tienen aspecto de moro o de negro. Lo demás es puro panfleto autojustifativo de ciertas luchillas políticas nacionalistas.
PD: puedo hacer el experimento e irme a un cuartel de la Guardia Civil, como dices. Seguramente, la única tortura que sufra será la de la caspa hispánica ambiental. |
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Re: Menos chorradas y más soluciones
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per Socialista |
11 gen 2005
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«Una sola frase que afirme el derecho fundamental que tenemos todos los ciudadanos vascos a ser consultados en toda Euskal Herria». Esta expresión condensa la propuesta de «acuerdo base» elaborada por la Comisión para la Resolución del Conflicto.
El grupo ha puesto en manos de los agentes políticos, sindicales y sociales un primer borrador para que ofrezcan sus puntos de vista en torno al mismo. El objetivo final es alcanzar «un acuerdo democrático de mínimos que logre un
amplio respaldo». Sería el primer paso para constituir una Mesa de Resolución sin exclusiones.
La Comisión para la Resolución del Conflicto sigue dando pasos hacia adelante. Al margen de los avatares políticos las aguas bajan
bastante revueltas durante las últimas semanas, este grupo de trabajo surgido del Foro Nacional de Debate continúa con su tarea: lograr un
texto que sirva de base para que los diferentes agentes políticos, sindicales y sociales del país se sienten en torno a una mesa y debatan acerca de cómo poner fin al conflicto político que sufre
Euskal Herria.
Tras su nacimiento en julio del año pasado, la Comisión solicitó un encuentro con todos los agentes. La respuesta fue positiva en 55
casos. A estos grupos se les solicitó que pusieran por escrito cuáles serían, a su juicio, los elementos necesarios para resolver el
conflicto.
Hasta la fecha, la Comisión ha recibido 24 documentos, aunque las formaciones políticas LCR y Elgar-Enssemble ambas con implantación en
Ipar EuskalHerria han anunciado que enviarán su aportación a lo largo de este mes.
Según explicaron ayer los integrantes de la Comisión, los agentes «han plasmado en las aportaciones sus diversas opiniones y reflexiones
sobre el proceso resolutivo, la consulta popular o el acuerdo de mínimos. Son puntos de partida y perspectivas tan diferentes como enriquecedoras».
Además de su aportación, estos agentes «han mostrado su disposición a comprometerse en el proceso resolutivo». Cabe recordar que en esta
lista están partidos políticos como AB, Aralar, ANV, Batzarre, Batasuna, Berdeak, CDN, EA, IUN, PNV y Zutik; sindicatos como CGT, EHNE, ELB, STEE-EILAS, ELA, ESK, Hiru y LAB; y colectivos como
Askatasuna, Gesto por la Paz, Herria 2000 Eliza, Elkarri, el Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) y Etxerat.
La Comisión también recogió aportaciones desde el plano institucional Udalbiltza. Otros agentes, como los partidos EB, PSE, PSN y UDF o las centrales sindicales CCOO de la CAV y de Nafarroa, UGT de Nafarroa, FO, CFDT, CFTC, CGT y SUD han mostrado interés por ser puntualmente informados, según explica la Comisión.
Con todas las aportaciones, ésta ha redactado un borrador destinado a encarrilar un futuro acuerdo de mínimos. A fin de que obtenga «un amplio respaldo», indicó que se han «respetado las diferencias» y se han buscado los «puntos de acuerdo y unión aparecidos en los documentos».
Este primer borrador cuenta con dos apartados. En el primero, denominado «prólogo», se recogen «el carácter y las características de Euskal Herria y la legitimidad del derecho de autodeterminación».
Asimismo, se afirma que «siendo política la naturaleza del conflicto, en consecuencia la resolución debe ser política».
Esta solución «debe basarse en un diálogo y negociación política sin exclusiones». Arritxu Santamaría y Martín Aranburu, portavoces de la
Comisión, subrayaron que en un proceso que busque la paz «no puede haber vencedores ni vencidos. Debe ser un proceso donde la única vencedora sea la ciudadanía vasca, donde se respeten todos los
derechos básicos de la ciudadanía. En consecuencia, los agentes deben consensuar un acuerdo democrático de mínimos».
La segunda parte del borrador ha sido denominada como «acuerdo base». Según señalaron, se ha intentado «resumir» dicho acuerdo en una sola
frase, que sea «una simple afirmación basada en un principio aceptado y defendido por todos los demócratas y que afirme el derecho fundamental que tenemos todos los ciudadanos vascos a ser consultados en toda Euskal Herria».
Revelados los contenidos, la Comisión pasó a informar sobre el método y el calendario que propone para el debate. En estos instantes, este
primer texto se halla en manos de los agentes, que tendrán la posibilidad de «añadir, suprimir o reemplazar» ideas y enviarlas por escrito.
Entre mediados de enero y mediados de febrero, la Comisión «pondrá en marcha el debate del acuerdo democrático de mínimos. Para ello, organizará debates entre los partidos, sindicatos y movimientos sociales. Si la ocasión o algún agente así lo requiere, organizará
reuniones bilaterales».
A finales de febrero, con los consejos y aportaciones recogidos en el debate habido con los agentes, la Comisión concretará el contenido del acuerdo democrático de mínimos. Una vez logrado esto, consensuará su publicación y la formación de la Mesa para la Resolución.
Conseguido un «acuerdo de mínimos» que sea suscrito por todos los agentes, la responsabilidad recaerá en los integrantes de dicha mesa de diálogo. |
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Re: La tortura
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per Theo van Boven |
11 gen 2005
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Theo van Boven, Relator Especial de la ONU para la Tortura, lamenta que Madrid desacredite la denuncia de torturas. Lo ha hecho tras presentar ante la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas el informe relativo al Estado español.
Van Boven, Relator Especial de la ONU para la Tortura, presentó ayer ante la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas el informe relativo al Estado español. En él se hace eco de varias denuncias de tortura realizadas por ciudadadanos vascos entre 2002 y 2003. También recoge las conclusiones extraídas de la visita que hizo del 5 al 10 de octubre, y diez recomendaciones para la erradicación de esta práctica.
Si el informe no fue del agrado del Ejecutivo español, tampoco lo fue la presentación. Su embajador ante los organismos de la ONU en Ginebra, Joaquín Pérez Villanueva, rechazó todas las alegaciones de Van Boven. Nada más finalizar su intervención, el representante español se ausentó del foro sin atender la réplica del Relator, quien aseguró que podría defender su informe «de principio a fin».
Ante la Comisión de DDHH, lamentó «los esfuerzos de las autoridades españolas por desacretidar mi informe». Estimó que las alegaciones formuladas en su contra antentan contra «mi integridad y buena fe».
En una posterior comparecencia, afirmó que «yo sólo trabajo con fuentes fiables» y calificó como una «vieja táctica de descrédio» el poner en duda la fiabilidad de las fuentes de información utilizadas. Añadió que durante la visita hecha en octubre se reunió con «abogados y magistrados de alto nivel que me confesaron, en privado, que estas prácticas ocurren en España, no de modo sistemático, pero suceden».
En el informe presentado ayer, el experto de la ONU manifiesta que «el trato descrito por ex detenidos golpes, extenuantes ejercicios físicos, 'la bolsa' y un humillante acoso sexual no constituye una práctica regular, pero, en mi opinión, va más allá de lo puramente accidental y esporádico».
Afirma que «en vista de la consistencia de la información recabada y de la precisión de los detalles objetivos, esas alegaciones de tortura y maltrato no se pueden considerar fabricadas».
Van Boven recomendó a las autoridades españolas reconocer el problema «porque sólo así se podrá trabajar para mejorar la situación». En este sentido, comparó al Estado español con «la dictadura argentina» aunque precisó que la comparación no la realizaba en lo referente a las gravedad de los hechos cometidos, sino por «la negación brutal sobre la existencia de estos tratos crueles e inhumanos». |
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Re: La tortura
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per Gracienc |
11 gen 2005
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Comunista vamos a ver, primero quitate esa mascara de prepotencia que dejas en las teclas.
El tema de denunciar torturas puede utilizarse como medio politico. Esto es lógico ya que estas personas, para empezar, estan comprometidas politicamente tanto de manera directa como indirecta. Por eso son victimas politicas (aqui entrarian por ejemplo los presos politicos). De manera que un acto de tortura no es más que represión ejercida para unos fines políticos en el caso de la problemática basca. Asi que, no mejodas comunista, en que "Lo de la tortura es un arma política, en la que, si uno es inteligente no entra" porque esta tortura en si misma ya es politica.
Me hiela rabiamente como dices que "los únicos susceptibles de sufrir tortura y represión son los inmigrantes sin papeles" dejando de lado tod@s l@s torturad@s que han sufrido esta violencia.
¿Es que no conoces el funcionamiento de las Fuerzas de Seguridad? Que nos sabes que un choque contra los intereses predominantes lleva consigo una serie de mecanismos de correción (represión)?
Sabes, muchas personas con el nombre el cual te proclamas, han sido humilladas, golpeadas, torturadas y asesinadas sin que los responsables sean enjuiciados y condenados. De hecho, la gran mayoría de veces, la violencia ejercida sobre ellos ha sido simplemente silenciada. Así de fácil.
Yo de ti, aunque sólo sea por respeto, me iría informando un poco más sobre el tema y así conseguir una visión almenos básica para poder discutir estos hechos. Después ya vendrá el decidir si para ti son o no de suficiente credibilidad. O de si pueden utilizarse como arma politica.
Seguiria escribiendo pero no me encuentro muy bien hoy.
Siento hacer un uso personal de este comentario pero no me he podido frenar.
Espero respuesta comunista. |
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Re: La tortura
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per comunista |
11 gen 2005
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¿Y yo, que no estoy comprometido políticamente?
Mi problema no es que me repriman y torturen por ser marxista. Es que no tengo espacios en dónde expresarlo y llegar al pueblo. Ni yo, ni muchos como yo, como vosotros seguramente. Y menos todavía los tendré si me ven como alguien que sólo sabe hablar de torturas y represión, en lugar de ideas para mejorar la comunidad, el entorno,que suficientemente torturado anda por el capitalismo.
Por supuesto que me informo. Cada vez que camino por Gracia me molesto en leer los posters del independentismo radical, y siempre leo lo mismo: tortura y represión. Muchas veces, quienes cuelgan esos posters son niñatos que no saben ni lo que es la tortura ni la represión. He conocido a gente que la ha vivido y me la ha explicado. A gente que, un día, estuvo dispuesa a morir por una causa, la de mejorar las cosas.
Por eso me revienta que parte de la izquierda sólo hable de tortura y de represión, sin ofrecer alternativas, ni de conceptos, ni de ideas.
He leído acerca del informe Boven. Y también he leído acerca de las tácticas de ETA para relatar torturas de forma que parezcan reales. Como organización (de organizarse) que es, este aspecto lo tienen bien pulido y saben que, para su causa, el relato sistemático de las torturas crea adhesión popular. No digo que no haya habido torturas contra gente de ETA o contra gente que no se ha demostrado que lo era. Pero esos casos han sido motivo de escándalo público, de reportajes, de investigaciones y de inculpaciones con nombre y apellidos. ¿Les suena el escándalo GAL? Los sservicios secretos españoles (con mercenarios dispuestos, efectivamente, a torturar) son tan penosos que caen enseguida. Otro motivo más para creer que la torura en términos de reclutamiento de una serie de sádicos desalmados no existe, en este país de pandereta. Si existió durante el franquismo fue porque tenían manuales de la CIA, que por aquel entonces luchaba contra el comunismo. Hoy, diría que la CIA no tiene nada que pelar por aquí, excepto con el tema Al Qaeda.
Decir que nadie ha sido nunca castigado, cuando tienes a un Galindo en la cárcel, cuando se han hecho reportajes sobre Intxaurrondo...insistir en que en España se tortura impunemente es insistir en una mentira. Porque (si se tortura) hay de sobras espacio para denunciarlo y gente dispuesta a fajarse para sacarlo a la luz pública.
¿Porqué mantener, entonces, ese esoterismo de que el "Estado tortura" porque es malo por naturaleza? |
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Re: La tortura
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per Socialista |
11 gen 2005
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Tú tampoco propones nada, sólo haces demagogia de "izquierda" contra todo lo que no sea nacionalismo español. ¿Dónde has estado metido todo este tiempo antes de que apareciera el Plan Ibarretxe? Estos jóvenes de Gràcia a los que te refieres -y también de Horta-Guinardó, Sants, 9 Barris, etc.- contribuyen mucho a dar vida a sus barrios trabajando junto asociaciones vecinales y colectivos sociales. No tienes ni idea de lo que escribes. El estado español tortura y eso esta probado documentalmente, hasta la ONU y la UE han exigido al estado español que controle mucho más a su policia. Pero eso no es lo peor, porque esta negando a los ciudadanos vascos su derecho a decidir. El otro dia el equivalente a más del 65% de los vascos dijo claramente que desea superar el estatuto y la violencia. Cuando el nacionalismo español o ppsoe se niega a respetar a la voluntad de la mayoría de los vascos a vivir en paz y sin imposiciones de nadie, eso también es violencia. |
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Re: La tortura
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per x |
12 gen 2005
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ignorant...que no existeix la tortura??????????ja no només l'han hagut de patir la gent de euskalherria, sinò que a Calaunya, València, Galicia...Tu coneixes gent torturada durant el franquisme???doncs no m'ho crec pq no tens cap mena de conciència dels seus efectes. el meu pare el van torturar durant el franquisme i jo desgraciadament no coneixo ni una ni dues ni tres persones que l'han patit actualment, en coneixo més.Gràcies per la teva ignorància i facilitat de jutjar als altres quan tu realment no coneixes la dimencions de la tortura i jo per sort no la he patit però t'asseguro que no hem considero tan gran com tu per enriurem de les misèries dels altres.
Sort que persones com tú mai lluiteu sinò... |
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