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Notícies :: criminalització i repressió : dones
Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
28 des 2004
El Grupo Vasco contra la Tortura -TAT- junto con la familia de Amaia Urizar, han denunciado que la joven fue violada durante su detención incomunicada en dependencias de la Guardia Civil. Ofrecemos aquí su terrible testimonio.
"Me detuvieron el 29 de octubre, viernes, a las tres de la mañana, estando en casa de mis padres. En el momento de la detención mis padres se encontraban en casa. Golpearon la puerta, mientras gritaban que era la Guardia Civil y que abriésemos la puerta. Me puse muy nerviosa y me entró el pánico, así que fui corriendo a la habitación de mis padres buscando resguardo.
    Fue mi madre quien abrió la puerta, y nada más hacerlo entraron en casa muchos agentes de la Guardia Civil en tropel, con las armas en las manos, apuntando hacia todas partes y preguntando por mí. En aquel momentote di cuenta que no había escapatoria y se me cayó el mundo a los pies… me presenté ante ellos y les dije que yo era Amaia.
    Me obligaron a sentarme en una silla de la entrada de casa, una mujer guardia civil me leyó la orden de detención en presencia de mis padres, mientras me decía que se me detenía por mi colaboración con ETA.
    Al principio empezaron a gritarme, pero se fueron tranquilizando. Yo tenía miedo por mis padres, puesto que ellos suponían lo que me iban a hacer durante aquellos cinco días... y en aquel momento me mareé, creo que a causa de lo fuerte que era la situación.
    Me dijeron que me llevaban a mi habitación para comenzar con el registro. Una vez allí, desmontaron todos los armarios, sacaron toda la ropa, movieron los libros de su sitio… mientras tanto, iban cogiendo las cosas que ellos creían que eran importantes: cartas de presos y presas, cuadernos de estudio, fotografías de amigos y familiares, mapas, agenda de teléfonos… Estaban unos seis guardias civiles haciendo el registro, los demás estaban con mis padres en la puerta y también había más en las escaleras del edificio. Dejaron mi habitación patas arriba, todo fuera de su sitio. Cuando acabaron, entraron en la habitación de mi hermano mayor, que se encuentra en prisión, y la miraron por encima. Yo les dije que no tenían derecho a registrar su habitación porque era la habitación de mi hermano y que allí solo había cosas suyas, que no era un habitáculo común del domicilio. No se llevaron nada de allí. Después me llevaron al salón. Mientras lo registraban todo, se me hacía imposible controlar lo que cogían puesto que estaban los seis agentes por todas partes registrando y moviendo todo a la vez.
    Me encontraba nerviosa, pero a la vez estaba tranquila, estaba completamente aterrorizada porque me impresionaba mucho ver a todos aquellos agentes de la Guardia Civil encapuchados y armados, en la casa de mis padres. De vez en cuando les miraba a mis padres, igual era para que me viesen tranquila y a la vez para comprobar que el trato hacia ellos era correcto.
    Cuando acabaron en la sala, me llevaron a la habitación de mis padres, les dije lo mismo que cuando me habían llevado al cuarto de mi hermano, pero me di cuenta que cuando entraron en casa me habían visto salir de allí. Registraron toda la habitación, todos los rincones y todos los armarios, y se llevaron algunos papeles.
    Mientras estaban registrando el domicilio sufrí un pequeño mareo, y la mujer guardia civil que he comentado me llevó a la cocina para que tomase un poco de azúcar. Cuando me encontré mejor, me llevaron a mi habitación. Me obligaron a vestirme y a coger algo de ropa en una bolsa (bragas, camiseta, pantalones y unos támpax). Estaba muy nerviosa y no sabía muy bien qué coger, no quería salir de casa, no quería quedarme sola con ellos…
    Me llevaron a la puerta y me colocaron unas esposas de metal a la espalda. Mientras me decían que estuviese tranquila, me bajaron por las escaleras. Antes de llegar al portal me ordenaron bajar la cabeza y mientras me decían que ni se me ocurriese mirar, me dejaron en manos de otros dos hombres. Me agarraron de los brazos, me dijeron “ahora calladitaâ€? y me sacaron del portal y me metieron en un coche oscuro. Oí los gritos de mi madre dándome ánimos, estaba aterrorizada, me encontraba en sus manos y no podía hacer nada para salir de aquella situación. No podía creer que fuese cierto, aquello tenía que ser una pesadilla…
    En el coche iba en medio de dos hombres, llevaba la cabeza agachada. Nada más entrar en el coche, el que iba a mi derecha me quitó las esposas y me esposó las manos adelante. Me empezó a hablar “has caído Amallita y eso lo tienes que asimilar; a nosotros nos da igual porque sabemos todo pero ten claro que nos lo tienes que contar tú, y tienes dos formas de hacerlo, por las buenas o por las malas y creo que esto no te lo tengo que explicar, no?!! Así que ahora piénsatelo porque te voy a dar la oportunidad de que empieces a hablar ahora, si no, me quedo dormido todo el viaje y cuando lleguemos ya estaré descansado y entonces como no hayas dicho nada te vas a cagar…â€?. Estaba temblando y me mareé, le pedí azúcar porque ya sabía que la mujer que había estado en casa le había dado un par de sobres. Empezaron a reírse los cuatro agentes que iban en el coche y uno de ellos me enseñó el paquetito de azúcar y me dijo que había abierto la ventanilla y que lo había tirado.
    Una y otra vez me repetían lo mismo, que empezase a hablar o que si no él mismo tomaría la decisión de empezar a golpearme, que iba a permanecer durante cinco días en sus manos y que aquello no tenía vuelta atrás… Estaba perdida, no sabía qué era lo que ellos querían oír y decidí permanecer en silencio, porque suponía que me iban a golpear lo mismo tomase la decisión que tomase.
    Les decía que yo no sabía nada y ellos me decían que de aquella forma empezaba mal, siempre que se dirigía a mí me llamaba Amallita, como lo hace la gente cercana a mí. Aquello me dolía, porque me hablaba con confianza, y que jugase como si fuese una persona cercana y con confianza me dejaba fuera de lugar.
    Como el viaje fue largo y como la persona que habían detenido anteriormente había sido trasladada a Madrid, pensé que a mi me llevarían también allí. Y así fue. Estaba convencida que estábamos en Madrid cuando se paró el coche por segunda vez. Anteriormente se habían parado en una gasolinera, lo sé por el olor que allí había.
    Nada más llegar a las dependencias de la Guardia Civil en Madrid, y antes de bajarme del coche, me cubrieron los ojos con un antifaz. El que durante el trayecto me fue hablando me dijo “ya hemos llegado puta, y no nos has dicho nadaâ€?, mientras me dejaba en manos de otros guardias civiles. Estos, entre ellos había una mujer, me llevaron aun baño que estaba bajando unas escaleras; me dijeron que me quitase la ropa y me ordenaron ponerme bajo una ducha que allí había. Me mojaron entera con agua fría, después me devolvieron el tanga y el sujetador mientras me ordenaban que me los pusiera. Me quitaron los pendientes, las pulseras, los anillos etc.
    De nuevo me cubrieron los ojos y me metieron en un calabozo, entonces la mujer me explicó cómo tenía que actuar cada vez que ellos tocasen la puerta (al oír su voz me di cuenta que era la misma mujer que había estado en casa durante mi detención y el registro): tenía que permanecer en la pared opuesta a la puerta, dando en todo momento la espalda a la puerta, con las piernas un poco flexionadas y los brazos detrás. Me dijo esto y cerró la puerta del calabozo. El calabozo tendría las medidas más o menos iguales a la celda de aquí, de Soto, estaba pintado de blanco, había una cama con dos sucias mantas y había una luz que estaba incrustada en la pared dentro de una rejilla metálica. La puerta tenía una ventana pequeña que ellos abrían y cerraban constantemente. Por decirlo de alguna manera, me encontraba tranquila, aterrorizada por lo que pasaría durante los siguientes días, pero tranquila. En la cabeza me rondaba el momento de la detención, la preocupación por cómo se encontrarían mis padres…
    Al cabo de unos diez minutos de que me hubieran metido en el calabozo, golpearon en dos ocasiones en la puerta, e hice lo que ellos me habían ordenado; me puse de espalda a la puerta contra la pared, me temblaba todo el cuerpo del miedo que tenía. Nada más se abrió la puerta oía la voz del guardia civil que había ido en el coche hasta Madrid, diciéndole a otro, al que llamó Garmendia, que hiciese lo que tenía que hacer. Se tiró sobre mí, me echó a la cama y me agarro muy fuerte de los brazos. Empecé a gritar que me dejase y ellos me gritaban “¡cállate puta!â€?. Entonces les vi, estaban encapuchados y el que había ido en el coche tenía bajados los pantalones y los calzoncillos, y venía hacia mí mientras me decía entre risas “nos vamos a follar a la novia del jefeâ€?. Se tiró sobre mí mientras restregaba su cuerpo contra el mío. Notaba su pene entre mis piernas, yo estaba llorando y forcejeaba para quitármelo de encima mientras ellos me gritaban que me iban a violar. La puerta del calabozo estaba abierta y allí había no sé cuantos guardias civiles más que gritaban, entre carcajadas, que ellos serían los siguientes. Yo les gritaba, estaba llorando, pero les daba igual. El que estaba sobre mí, me sobaba todo el cuerpo con sus manos y cada vez se apretaba con mas fuerza contra mi entrepierna mientras me gritaba “¡Qué te dice tu pareja mientras te folla, gora ETA? Seguro que estás poniendo cachonda, puta, te vamos a follar todos y le vas a dar asco porque nos lo vamos a pasar muy bien contigo…!â€?. Los que estaban en la puerta estaban pidiendo su turno y entre risas me decían “te va a follar hasta la tía que está aquí con nosotrosâ€?. Siguieron durante bastante tiempo así, yo me encontraba completamente perdida, porque aquello solo era el principio y tenían cinco días para tener aquella actitud conmigo. Estaba completamente aterrorizada, estaba sola en sus manos…
    Cuando se fueron tenía todo el cuerpo completamente dolorido, me sentía ya sin fuerzas y estaba llorando sin parar, estaba completamente mojada y tirada en una esquina tapada con una manta.
    No sé el tiempo que transcurrió hasta que de nuevo golpearon la puerta del calabozo; estaba temblando, completamente aterrorizada, no tenía ni fuerzas para levantarme y empezaron a gritarme “¡Levántate zorra que ahora es la buena, ponte en tu posición!â€?. Cuando hice lo que me ordenaron se abrió la puerta y, entre risas, me cubrieron los ojos. Me sacaron del calabozo, esposada y con la cabeza agachada. Bajamos unas escaleras, subimos más escaleras, dimos vueltas hacia un lado, al otro y me metieron en una habitación, poniéndome en una esquina contra la pared. Me empezó a hablar un hombre cuya voz no había oído hasta aquel momento. Me dijo que ya sabía que hasta aquel momento no había dicho nada interesante y que a partir de aquel momento comenzaba el infierno para mí; que tenía dos opciones y que al parecer había aceptado la más dura, que todo lo que me harían a partir de aquel momento sería culpa mía… mientras me preguntaba si quería cambiar de idea. Yo no podía dejar de llorar, estaba temblando y le dije que no sabía nada, que no sabía porqué motivo me habían detenido. Entonces aquel hombre me dijo “tú has elegidoâ€? y diciéndome que se iba y me dejaba en manos de sus hombres, que a ver si cuando volviese tendría valor para seguir diciendo lo mismo. Acto seguido otro me agarró del brazo y me sacándome de allí me llevó a otra habitación. Esta habitación era toda de baldosas. Cuando me metieron allí me quitaron el antifaz y pude ver que había cinco hombres, todos encapuchados. La luz que había era blanca y me producía dolor. Me sentaron en una silla y me enseñaron un paquete de bolsas de basura, mientras me preguntaban si sabía para qué eran. Les dije que sí, y me obligaron a explicarles para qué las utilizaban. Estaban venga reírse hasta que uno de ellos golpeó la silla con la mano. Me dijeron que había perdido toda oportunidad y que de allí en adelante conocería lo que ellos llaman tortura. Me gritaban los nombres de amigos y conocidos y querían que les dijese de qué les conocía y en qué trabajaban. Les decía que a muchos les conocía pero que no tenían ninguna relación con la organización, por lo menos que yo supiera; en aquellos momentos me gritaban y me insultaban puta, zorra, mentirosa, y me colocaban una bolsa por la cabeza mientras me la apretaban por detrás. Al principio sentía calor, tenía la cara empapada en sudor, intentaba moverme cuando la bolsa me tapaba la boca, no podía respirar y comenzaba a marearme; conseguía romper la bolsa con los dientes, y en aquellos momentos, cuando empezaba a respirar de nuevo, me golpeaban en los oídos sopapos con la mano abierta. La cabeza me daba vueltas, casi no les oía, me encontraba completamente perdida, pero de nuevo me gritaban nombres y como mis respuestas eran las mismas me ponían otra bolsa nueva por la cabeza.
    No sé cuántas veces me la hicieron durante esta primera sesión de tortura. En una ocasión me caí con la silla y todo al suelo medio mareada y entre carcajadas me decían “levántate puta, ¿Eso es lo que aguantas?â€?, mientras tanto pegaban patadas al respaldo de la silla… Me obligaban a beber agua continuamente, diciéndome que eran botellas que las habían abierto expresamente para mí.
    Cuando veían que me encontraba algo mejor comenzaban de nuevo con el interrogatorio, gritándome una y otra vez nombres y más nombres, golpeándome con las manos abiertas en los oídos y poniéndome bolsa tras bolsa. De repente pararon, me soltaron las esposas y de nuevo me levantaron a la vez que me cubrían los ojos. Oía la puerta y agarrándome de los brazos de nuevo me llevaron al calabozo.
    Cuando estaba en el calabozo, como sentía mucho frío, me tapaba con una manta de las que allí había. Yo estaba en tanga y en sujetador. Oía golpes contra la pared así como golpes contra la puerta, y temblando, me colocaba en la posición que me habían ordenado pensando que iban a entrar, pero no entraban y cuando de nuevo iba a sentarme, otra vez comenzaban a golpear…
    Estaba cansada, asustada, temiendo lo que me irían a hacer, tenía ganas de devolver, así que una de las veces que abrieron la ventanilla de la puerta aproveché para pedirles ir al baño. Entonces uno de ellos me respondió “si vomitas, te jodes, y como se te ocurra te lo comesâ€?. Al cabo de poco tiempo de nuevo golpearon la puerta, me puse en mi posición, y entró la mujer que me dio un botellín de agua a la mano para que bebiese, cerrando la puerta. No sé cuanto tiempo pasó hasta que de nuevo vinieron a por mi, pero estaban constantemente golpeando la puerta, la ventanilla estaba abierta, de forma que no podía tranquilizarme.
    De nuevo me sacaron del calabozo y me llevaron a la sala de interrogatorios. Allí estaba el guardia civil que había ido en el coche hasta Madrid, me empezó a hablar. Estaba muy nerviosa, porque no podía olvidar lo que me había hecho nada más llegar, su voz, su olor… todo aquello me recordaba lo que había ocurrido anteriormente. Me pusieron contra una esquina dándoles la espalda, me obligaban a tener las piernas un poco flexionadas. Notaba un gran cansancio, como me mareaba me caía hacia atrás, en aquellos momentos el que estaba detrás de mí me empujaba hacia la pared. Las preguntas me las hacía el del coche. Me dijo que hasta aquel momento no había dicho nada y que supiese que aparte de la bolsa, tenían otros métodos para hacerme hablar, que si decía lo que ellos querían, no me pondrían una mano encima que era decisión mía pero que no me iba a dar ninguna otra oportunidad. Me decían que el anterior detenido no se había comportado como yo, que había hablado y que por aquella razón estaba yo allí, porque me había vendido y que yo tenía que actuar de la misma manera para aguantar bien aquellos días, que todo el mundo hacía lo mismo, pero, para que fuera la gente no se enterase, denunciaban torturas, que solamente tenía que declarar todo lo que ellos me dijesen, que fuese lista o que, si no saldría de allí a cuatro patas. Que llevaba mucho tiempo sin dormir y que no había conseguido nada, que empezase a asumirlo todo. Hacían muchas veces comentarios acerca de mi compañero, que si yo sabía que andaba con otras mientras yo estaba como una tonta esperándole… me decían los nombres de amigas diciéndome que habían mantenido relaciones sexuales con mi compañero, estaban muy pesados con este tema, querían hacerme daño. En este interrogatorio solo me decían cosas del estilo, echando la culpa de que yo estuviese allí a mi compañero. Estuvieron durante mucho tiempo así, yo ya no me podía sostener en aquella postura, estaba temblando, llorando y sudando. Me decían que les gustaba mi cuerpo, no sé cuántos estarían, tres o así, me decían que me quedaba muy bien el tanga, que estaría mejor sin el sujetador. Empecé a llorar de nuevo porque tenía miedo de que me hiciesen lo mismo que anteriormente me habían hecho, o que fuesen aún más allá. Intentaba mantener el cuerpo firme pero no me dejaban y me obligaban a seguir en la misma postura en que me habían obligado a permanecer. De nuevo me llevaron al calabozo.
    Las paredes del calabozo eran de “goteléâ€? y no sé cual sería la razón, pero veía dibujos en ella, y éstos se movían. Tenía miedo de salir de allí loca, el calabozo se hacía grande y se empequeñecía, la puerta se me acercaba y se me alejaba, el suelo también se movía… No sabía (no sé) si era mi cabeza o era porque me habían obligado a beber e igual me habrían dado algo en el agua… me encontraba muy mal… notaba que se me iba la cabeza y si cerraba los ojos, me mareaba. De nuevo abrieron la ventanita y uno que llevaba una capucha blanca comenzó a gritarme que no podía mirar hacia allí y que si volvía a hacerlo me iba a dar una paliza. Me dijo que iba a entrar y me coloqué en mi sitio. Pensaba que me iba a dar una paliza, y yo, no podía dejar de llorar. Me cubrió los ojos y me llevaron de nuevo a la habitación de baldosas blancas. Al entrar allí oí ruido de agua, era como si estuviesen llenando algo, y ellos se reían mientras me susurraban al oído, “Amallita, Amallitaâ€?. No sé si fue a causa del terror o porqué razón, pero en aquellos momentos me oriné encima. Algunos comenzaron a reírse de mí, en cambio otros se enfadaron y me dijeron que tendría que limpiar toda la habitación con la lengua. Se cortó el chorro de agua, me obligaron a dar un par de pasos hacia delante y a ponerme de rodillas. Me quitaron el antifaz. Me apretaron las esposas, estaba esposada a la espalda. Ante mi estaba la bañera… me puse muy nerviosa e intentaba echarme para atrás, pero no había escapatoria, estaba rodeada. Ya sabía lo que me iban a hacer, uno de ellos me gritaba nombres que iba atando con “taldesâ€? diferentes; solo querían que asumiese lo que me decían, que asumiese que aquella gente hacía lo que ellos me decían. Yo les repetía que no sabía nada, que era verdad que no lo sabía, que solo eran amigos o gente conocida, y que lo que ellos me estaban diciendo no era verdad, o por lo menos que yo no lo sabía. Entonces entre dos hombres, uno agarrándome del cuerpo y el otro estirándome del pelo, me metían la cabeza en la bañera muy bruscamente, de forma que me golpeaba el pecho contra la bañera: sentía que me ahogaba, intentaba echarme para atrás con las piernas, a los lados, pero no podía; movía la cabeza con todas mis fuerzas para sacarla del agua pero era imposible mientras ellos no querían. Tragué demasiada agua, tanto por la boca como por la nariz, tenía la cabeza mareada, estaba sin fuerzas, pero a ellos les daba igual y seguían gritando y diciendo nombres y más nombres, que lo asumiera, que lo asumiera. El llanto no me dejaba decir nada y me metían la cabeza una y otra vez en el agua. Ya no esperaban ninguna respuesta puesto que no daban opción a responder entre una y otra vez, solo me daban tiempo a que respirase un momento. No podía más, en aquellos momentos pensaba que no iba a salir viva de allí, que no podía hacer nada, y dejé mi cuerpo como si se tratase de una marioneta. No hacía fuerza en contra de lo que me estaban haciendo, solo quería que aquello se acabase, si su objetivo era matarme, que lo hiciesen cuanto antes… Pero controlaban muy bien lo que hacían porque me dejaban el tiempo justo para que pudiese respirar, no querían tener ningún susto, y aquello, en aquellos momentos, me tranquilizaba. Para salir de allí, asumí lo que ellos quisieron, les dije que sí, que lo iba a asumir, y me llevaron al calabozo. No tenía fuerzas ni para andar, estaba reventada y me llevaron a rastras. Me dejaron bastante tiempo allí, envuelta en una manta porque tenía frío y estaba mojada. Me quedé encima de la cama, en una esquina, llorando.
    De repente golpearon de nuevo la puerta y me puse en mi posición, nerviosa. Pero ellos estaban tranquilos, me taparon los ojos y me dijeron que me iban a llevar a la sala de interrogatorios, para que me tranquilizase. Cuando llegamos a la sala aquella, me pusieron contra la pared, en una esquina, con las manos sin esposar (estaba casi todo el tiempo esposada). Entonces oí la voz del guardia civil del coche, estaba tranquilo y me dio opción a sentarme, pero me negué porque no quería que pensase que le daba algo de confianza, porque no quería que pensasen que hacía “diferenciasâ€? entre ellos. Me decía que era muy lista, un poco cabezota, pero que al final, aunque fuese entre golpes, aprendería a tener buena actitud, que sus hombres le habían dicho que tenía noticias buenas para él y que aquello significaba que iba a asumirlo todo, que empezase a hablar. Me quedé callada, estaba temblando. Entonces me dijo que me iba a decir qué era lo que tenía que repetir arriba, y que si no aparecían en la declaración las cosas tal y como me las había dicho, ya sabía lo que me esperaría a la vuelta mientras me decía que lo aprendiese bien. Después, comenzaron a leerme las preguntas que me iban a hacer en la declaración y lo que yo tenía que contestar. Así estuvieron durante mucho tiempo hasta que aprendí de memoria las respuestas.
    Me dieron los pantalones y el jersey para que me los pusiera, y una toalla para que me secara la cabeza. Me dijeron que en la declaración también iban a estar ellos oyendo, y que si no les gustaban mis respuestas, ya sabía la que me esperaba. También me dijeron que iba a estar con el forense pero que no le podía decir nada de las torturas, que si no, si que sufriría torturas y mucho más duras. De nuevo me cubrieron los ojos y me llevaron “arribaâ€?, a una sala pequeña. Allí había tres personas; una estaba delante del ordenador escribiendo, otro me hacía las preguntas y detrás estaba la persona que cumplía el papel del abogado de oficio. Nada más entrar, uno me leyó mis derechos, me dijo que la persona que estaba sentada detrás de mí era el abogado de oficio y que no podía ni mirarle ni hablar con él. Me di la vuelta y vi que era una mujer sentada en una esquina de la sala. Vi que detrás había un espejo y nada mas mirar, oí dos golpes desde la parte de atrás del espejo. Tenía claro que mis torturadores se encontraban detrás del espejo oyendo mi declaración. El que me leyó los derechos tenía unos folios entre sus manos en los que aparecían las preguntas y las respuestas. Estaba completamente aterrorizada, tenía mucho miedo de que si no decía lo que me habían dicho me volviesen a torturar. Ya sabía que aunque dijese lo que ellos me habían ordenado decir, no me dejarían en paz, pero pudo el miedo, e intenté contestar a las preguntas. Estaba muy nerviosa, y no quería denunciar a mis amigos y conocidos, siendo además todo aquello mentira. Me trababa al contestar en casi todas las preguntas, no podía soportar el pensar que aquella gente sería torturada como lo estaba siendo yo, y empezaba a llorar. En aquellos momentos de nuevo oía los golpes del otro lado del espejo. Los dos hombres que estaban en la sala hacían como que no oían los golpes, y me ofrecían agua y tabaco, pero yo no los cogía. Cuando acabaron con las preguntas imprimieron la declaración y me la dieron para que la leyese y firmase. En aquella declaración aparecía todo, incluso cosas que se me habían olvidado decir. Entonces me di cuenta que tenían la declaración preparada desde antes, porque allí estaba lo que ellos querían que dijese, porque aparecían cosas que no las había dicho en aquellos momentos. Firmé la declaración.
    Me dijeron que me levantase y me cubrieron de nuevo los ojos mientras me decían que me llevaban donde el forense. De allí me llevaron a otra habitación, donde nada más entrar me quitaron el antifaz. Esta habitación era muy pequeña, en la pared había un botiquín de la cruz roja y también había una mesa. Allí había un hombre, me enseñó el carné un momento, y yo le notaba como con desconfianza. Lo primero que me preguntó fue si había sufrido malos tratos, y yo entre sollozos le contesté que no, me preguntó si estaba con el periodo, si me dolía el cuerpo y yo le dije que me mirase los ojos, porque tenía hinchado y rojo el ojo izquierdo. Me echó un vistazo y me dijo que aquello no era nada, que seguramente se me habría infectado al hacerme la bañera y me preguntó si quería un colirio. No me lo podía creer, me preguntó si había sufrido malos tratos y luego él me dijo lo de la bañera... no quise el colirio, quería seguir teniendo el ojo rojo cuando me pusiesen a disposición judicial. Me tomó la tensión porque los guardias civiles le habían dicho que tenía bajadas de azúcar. Me preguntó qué día era, donde estábamos, le contesté que no lo sabía; aparte de comentarme lo del agua, a la pregunta de si me habían dado de comer y de beber también le respondí que no. Nada más acabar, un guardia civil me cubrió de nuevo los ojos con el antifaz y mientras me llevaba al calabozo me dijo que había hecho muy bien tanto la declaración policial, como la visita del forense.
    De nuevo me llevaron al calabozo. Me dijeron que aprovechase para dormir algo, pero en pocos minutos volvieron a golpear la puerta. Me puse en mi sitio y entraron dos agentes encapuchados. Me dijeron que me acercase a donde había luz, que me iban a echar colirio al ojo, mientras me enseñaban un frasco grande. Les dije que no quería que me echasen nada al ojo, pero uno de ellos me contestó que le daba igual lo que yo quisiera, que de todas formas me lo iban a echar, que decidiese si sería por las buenas o por las malas. No sé qué era aquel líquido, pero me echaron un chorro en cada ojo, y se fueron. Estuve durante bastante tiempo en el calabozo, mientras ellos encendían y apagaban la luz y golpeaban la puerta. No me podía tranquilizar y me daban pequeños mareos. Pero no quería que entrasen de nuevo y permanecí sentada en el suelo con la cabeza entre las piernas, hasta que de nuevo vinieron en mi busca.
    Y otra vez me sacaron del calabozo con los ojos tapados y me llevaron a la sala de interrogatorios. Me pusieron en el sitio de siempre y uno de ellos comenzó a hablarme. Me dijo que en la declaración policial me había portado bien, pero que como en otra ocasión se me ocurriese mirarle al abogado de oficio, sabría lo que me acarrearía el no hacerles caso. Aunque al principio me hablaba con un tono tranquilo, iba poniéndose más nervioso cada vez. Me dijo que me iban a enseñar unas fotografías y que les tenía que dar los nombres y apellidos de la gente que en ellas aparecían, así como las direcciones de sus puestos de trabajo y de sus domicilios, y que como se iba a prolongar en el tiempo, me obligaron a sentarme en una silla. Tenía los brazos atados al respaldo de la silla, y los tobillos me los sujetaron a las patas de la silla con una especie de esposas de cuerda. En aquella posición, me sentía aún más débil porque no tenía ninguna oportunidad de moverme, y aquello me asustó. Uno de ellos me quitó el antifaz, estaba contra la pared, en aquel momento uno que estaba encapuchado me puso delante un folio donde había una fotografía, no sé cuántas fotografías me enseñaron… pero cuando les respondía algo que no les gustaba me amenazaban con la bolsa y la bañera, y en ocasiones me golpeaban en los oídos con las manos abiertas, dejándome medio mareada. Casi toda la gente que aparecía en las fotografías les dije que era gente que conocía del bar, pero que no sabía ni por donde andaban ni donde vivían. De esta forma, enseñándome fotografías y más fotografías, estuvieron hasta que se cansaron, y en aquel momento el que hacía el papel de jefe empezó a gritarme “¡Puta zorra, si no has aprendido nada estos días lo vas a aprender!â€? y cosas del estilo. Me dijo que en aquel momento le daba igual pegarme dos tiros, y me puso de nuevo el antifaz. Me preguntó si lo que les había dicho sobre la gente que aparecía en las fotografías era verdad y si les había dicho todo lo que sabía. Le respondí que sí, que no sabía nada más sobre ellos. Estaba completamente aterrorizada, llorando… me gritó que no llorase que él lo sabía todo y que aún no le había dicho ni la mitad, y que sería mucho peor para mí si lo decía él en vez de ser yo quien lo dijese. Que el juego se había acabado. Me levantó un poco el antifaz, me enseño una pistola, era de metal. Yo intenté revolverme, estaba aterrorizada pensando que me iban a pegar dos tiros… Entre risas me preguntaron si la quería coger con las manos, a ver si tenía “cojonesâ€? como mi hermano y mi compañero para dispararles; yo les decía que no, entre sollozos, temblando y ellos entre risas me decían cosas del estilo de “puta traidoraâ€?. Entonces sentí el metal entre mis piernas y un guardia civil me susurró que no me moviese, yo lloraba, y empecé a gritar como una loca, mientras hacía fuerzas por juntar mis piernas, pero no podía porque tenía atados los tobillos a las patas de la silla… Me puso la pistola entre las piernas y con su mano me apartó el tanga, yo le gritaba que me dejase en paz, pero él comenzó a golpearme en los oídos con las manos abiertas a la vez que me gritaba que estuviese quieta o que se le iba a escapar un tiro porque la pistola estaba cargada. Oía las carcajadas de los demás diciendo cosas del estilo de “zorra, guarra, puta, si te va a gustar…â€?. Me introdujo el cañón de la pistola en la vagina mientras me gritaba al oído una y otra vez “Que te dice (por mi pareja) cuando te folla? Gora ETA?!!â€? no podía parar de llorar y ya no tenía fuerzas para gritar. Empezó a introducirme y a sacarme la pistola de forma más violenta, lo que me provocaba dolor, mientras el que me estaba violando me susurraba “si te gusta putaâ€?, “no vas a tener un hijo de puta porque te voy a pegar dos tirosâ€?; su olor se me metía hasta dentro, me daba asco, no sé si alguna vez se me irá ese olor de la cabeza… Todos estaban riéndose, uno me sujetaba por el cuello mientras el otro una y otra vez me metía y me sacaba el cañón de la pistola en la vagina y me sobaba el pecho de forma muy brusca, apretándome el pecho con las manos. Notaba dentro de mí el frío del metal, ellos me repetían que la pistola estaba cargada y que si disparaban sería mi culpa… No sé durante cuanto tiempo se prolongó la violación, pero me quedé muda, estaba como perdida; en aquella habitación estaban violando mi cuerpo pero por un momento yo conseguí huir de allí, entre sollozos, pero conseguí huir de allí; me acordaba de la gente de mi entorno, estaba con ellos y con ellas, estaba protegida… De repente sacó muy bruscamente el cañón de la pistola de dentro de mí, mientras les decía a los demás “mirar si se ha corrido la puta estaâ€?, “habrá que repetir que a la guarra le ha gustado…â€?. Volví a la realidad, me encontraba completamente dolida… De nuevo me enseñaron las fotografías, de una en una y me decían respecto de cada persona lo que yo les había dicho (el pueblo del que eran…) más lo que ellos les querían imputar; me decían que tenía que aprenderlo todo de memoria para repetirlo todo, cuando me subiesen a declarar… Lo repitieron en muchas ocasiones, yo tenía que repetirlo todo una y otra vez, y si me confundía en algo, de nuevo empezaban a golpearme en los oídos con las manos abiertas y a amenazarme diciéndome que iban a violarme de nuevo.
    Me llevaron otra vez al calabozo. Me echaron aquel “sueroâ€? en los ojos y me dejaron allí un rato hasta que de nuevo golpearon la puerta; me coloqué en mi lugar y me dieron los pantalones y el jersey para llevarme a realizar la declaración policial.
    Estaba en la misma habitación que antes, con los mismos agentes, pero en esta ocasión el “abogadoâ€? era un hombre (no le vi pero oí su voz). En esta ocasión me enseñaban fotografías, en cada folio había seis o siete fotos, y tenía que firmar sobre las fotografías que conocía, y decir de qué les conocía. Estaba muy nerviosa no recordaba la mayoría de los datos, cada vez que me trababa oía los golpes desde el otro lado del espejo, como en la declaración anterior, para presionarme. Así estuve hasta que repasamos todas las fotografías; cuando acabamos, me dijeron que me iban a hacer la prueba del ADN, a ver si les daba permiso. Como estaba aterrorizada y no tenía ya fuerzas para negarme, dije que sí. Me hicieron eso que se llama frotis, metiéndome en la boca un par de bastoncillos de esos para limpiarse los oídos. Para sacarme de allí me taparon de nuevo los ojos, y me llevaron al forense, que me hizo las mismas preguntas que me había anteriormente, si estaba con el periodo, si había sufrido malos tratos, etc.… Pero como anteriormente, no escribió nada en su cuaderno.
    De nuevo me sacaron de allí, con los ojos tapados, y me llevaron al calabozo. Allí permanecí durante unas horas, diría que “tranquilaâ€?, aunque golpeaban la puerta y abrían la ventanilla que esta tenía, pero no entraban en mi busca. No podía conciliar el sueño porque estaba aterrorizada y nerviosa, sin poder quitarme de la cabeza lo que me habían hecho antes… habían llegado incluso a violarme, no podía pasar nada peor, me sentía sucia, me daba asco el mero hecho de pensarlo, no sabía la razón por la cual me habían violado y no podía dejar de llorar. Cuando entraron a buscarme me dio un pequeño mareo, seguramente a causa del miedo que tenía, y antes de que me llevasen de nuevo a la sala de interrogatorios les pedí que me dejasen ir al baño. La voz de una mujer me dijo que me diese prisa, nada más entrar en el baño me quité el tanga para comprobar si me habían causado un desgarro o algo del estilo, porque me dolía mucho, pero estaba “bienâ€?… En la placa de metal que tenía la calefacción de agua, me miré el ojo, pero ya no lo tenía rojo, no tenía más que lágrimas que me caían, pero lo tenía mejor que antes…
    Me dijeron que me llevaban a la sala de interrogatorios, me pusieron en el mismo sitio de siempre. El mismo agente me decía que llevaba ya dos días allí y que como tenía que saber, mis compañeros ya habían tenido tiempo para huir, que ya sabía lo que eran capaces de hacer, que empezase ya a hablar… Les repetía, entre sollozos, que no sabía nada, y él empezaba a gritarme; me hablaban de cualquier cosa, de mi compañero, de la familia, del trabajo, de los estudios… Hasta que se cansaban y me amenazaban con que me iban a volver a violar, también que me iban a pisar la cabeza…
    De aquí en adelante de alguna manera todo fue algo más tranquilo; me pusieron la bolsa por la cabeza en dos ocasiones, como si de un juego se tratase, cuando no me lo esperaba y aquello me asustaba más aún… Me llevaron una vez más a la habitación donde tenían la bañera, introduciéndome la cabeza una vez más. Lo que más padecí fueron amenazas, con la violación, con la bolsa, la bañera etc. diciéndome tanto que me lo harían a mí, como que a mis familiares les harían lo mismo. Estaban muy pesados con mi compañero, y mientras tanto me hacían muchas preguntas. Me dijeron que tenía que hacer una nueva declaración y que en ella me harían preguntas solamente sobre mi compañero. Las que hicieron en un corto espacio de tiempo.
    Me llevaron al calabozo de nuevo con los ojos tapados. Al entrar en él comencé a llorar… De repente oía la voz del guardia civil de siempre, diciéndome que me colocase contra la pared. Estaba temblando, aterrorizada, no me podía quitar de la cabeza lo que aquel tipo me había hecho al entrar en el calabozo… Pensaba que me iba a hacer lo mismo. Cuando hice lo que me ordenó, entró en el calabozo, y abriendo la puerta comenzó a hablarme… que aprovechase para dormir, que pensase bien lo que iba a decir delante del juez y que fuese lista, porque tenía que saber que si no decía todo lo que había declarado allí, iba a volver a estar con él y que entonces no saldría viva de allí. Que no le podía decir a nadie lo que allí había ocurrido, por un lado porque ellos lo sabrían, y por otro, porque si no le daría asco a la gente de fuera, sobre todo a mi compañero, porque, según él, ya no tendría ganas de estar más conmigo. Después de decirme aquello, cerró la puerta y se fue.
    Al poco rato la mujer guardia civil me ordenó que me pusiese contra la pared, porque me iba a dejar un bocadillo y un botellín de agua sobre la cama. Hice lo que me ordenó y cuando cerró la puerta, vi el bocadillo sobre la cama; no probé ni la comida ni el agua porque tenía miedo de que le hubiesen puesto algo (alguna droga) y de nuevo entró a recogerlo.
    En aquellos momentos, intentaba tranquilizarme pensando en los de casa, me repetía a mi misma, que estaban a mi lado, puesto que sentía una soledad muy profunda… no sabía cuantos días llevaba allí en manos de mis torturadores y tenía miedo de que fuese mentira que me llevarían pronto ante el juez… De repente golpearon la puerta violentamente y me puse contra la pared, aterrorizada, porque los golpes habían sido muy violentos. Cuando oí que se abría la puerta dos hombres se me tiraron encima mientras que, entre risas, me decían que en esta ocasión la violación iba a ser de verdad… Al principio utilicé todas mis fuerzas para liberarme de ellos, pero era imposible y uno de ellos me daba sopapos en la cara para que parase. La puerta estaba abierta y en la puerta había otro mirando hacia afuera. Los que estaban dentro, uno de ellos me obligaba a permanecer sobre la cama mientras me agarraba de los brazos y se bajaba los pantalones; yo estaba llorando, desesperada, pero me quedé completamente quieta, porque ya no tenía fuerzas para hacerles frente, “Que te creías, ¿que ibas a librarte?â€? me decía el que tenía los pantalones bajados, cuando se me echó encima ni me moví, le miraba a los ojos con odio, y mientras tanto, no podía dejar de llorar. Restregaba su cuerpo contra el mío y me decía guarradas, pero de repente empezaron todos a reír, y se fueron dejándome en una esquina de la cama, echa un nudo, mientras me decían que les daba asco. Para entonces estaba ya desfasada, no podía aguantar más, quería estar con mi familia, salir de allí, que acabase aquella pesadilla…
    Cuando vinieron de nuevo a buscarme, había pasado mucho tiempo, vino la mujer y me llevaron al baño, con los ojos tapados, me obligaron a ducharme y me dieron ropa limpia para que me la pusiera. Cuando acabé me pusieron de nuevo el antifaz y me sacaron del baño y permanecimos allí durante unos minutos, quietas, hasta que vino el coche de la Guardia Civil. Me dijeron que ante el juez tenía que ratificar las declaraciones allí realizadas, que si no ya sabía lo que me esperaba, y que no le dijese nada sobre las torturas si no quería volver allí… Cuando me dijo esto se fue. Después me metieron en un furgón quitándome el antifaz, me llevaban a la Audiencia Nacional, empecé a llorar, por fin estaba fuera de aquel infierno…"

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Comentaris

Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
28 des 2004
como novela de ficcion está bien este relato, ademas esta tipa ha leido mucha prensa sensacionalista,habla de los mitos de la bolsa de plastico y de la bañera, solo le ha faltado mencionar los electrodos, !venga ya¡ k se dedique a la novela que allí en Soto del real tendra tiempo para purgar sus culpas como terrorista asesina de niños,y que recuerde k siempre será una chivata.
VAYA LADRILLO
28 des 2004
ESTA TIA, SIN DUDA, VIO MUCHO LA TELEVISION.
POR UNA VEZ INTENTAR CAMBIAR DE ESTRATEGIA, ENGAÑAREIS A VUESTROS AMIGUITOS PROETARRAS, A MI AL MENOS NO
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
28 des 2004
me kedado sin palabras. sea verdad o sea mentira este caso en concreto, lo que es indudable es que estas aberraciones suceden de verdad. esto solo sirve para odiarlos mas, y volvernos mas radikales.
txelis me gustaría ver como reaccionarias tu en su situación. porque el hecho de que vengas a insultar a internet me dice mucho sobre tu valentía y tu fuerza, y no creo que aguantases ni una kuarta parte de lo que ella.
NEVER SURRENDER
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
28 des 2004
plasplasplas
mira que inventar-se que encara es tortura... tens tota la raó
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
28 des 2004
Del Gara de hoy:

Apenas unos días después de que la familia denunciara públicamente ataques a vehículos de su propiedad y desperfectos en torno a su comercio, desconocidos rompieron el cristal de entrada de la panadería de la familia Berrueta.

Como se puede apreciar en la fotografía superior, los atacantes golpearon justo el punto en el que está colocado habitualmente el retrato del miembro de Gurasoak que murió en esa panadería el pasado 13 de marzo, hecho por el que serán juzgados próximamente un agente de la Policía española y su hijo.

Según detalló a GARA Mari Karmen Mañas, viuda de Angel Berrueta, el ataque se produjo el domingo. «Rompieron la luna abriendo un boquete donde estaba la foto de Angel, y los cristales han quedado rajados. Lo hemos denunciado y luego encima hemos tenido que estar reparándolos para que no cayeran a la calle».

En su opinión, el momento en que se producen estos ataques es más que revelador:«Todo ha empezado a raíz de que se produjeran los procesamientos. Desde luego, lo que está claro es que no ha sido ningún crío el que ha hecho esto. Y nos preguntamos si este tipo de cosas no provocan alarma social».

+ Info:
http://barcelona.indymedia.org/newswire/display_any/147647/index.php#148
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
28 des 2004
Doncs pot ser perfectament veritat. I té numeros per ser-ho. Putus polis corruptes, aurieu danar tots vosaltres a la presó. Amb proves o sense proves, kom ha dit certa persona, son coses ke pasen. Akets fills de puta han de desapareixer com tots els feixistes i nazis. Són tots escoria
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
28 des 2004
Pues para ser mentira no veas que grandes novelistas que debe haber en Euskadi, centenares de ellos nos cuentan relatos de este tipo cada año... claro, debe ser una conspiracion de Amnistia Internacional (lo de denunciar las torturas a la ONU) para editar los best-sellers y de momento hace publicidad, si es que con la policia tan buena, humana y civica que tenemos estas cosas no pasan en realidad. Es como lo de Nuremberg, es todo invencion de los judeomasonicos. Y los desaparecidos de la operacion Condor? esos tambien se inventaron las torturas para putear a los milicos, con lo buena personita que es el fragil pinochito...

Aix, que feliz soy con mi plaisteixon y mi coleccion de deuvedes "Polis Wenos que protegen a la masa indefensa"...
La justicia espanyola no existeix
29 des 2004
No es pot caure mes baix que esset violador, i si un estat que protegeix violadors sens dubte no es un estat de dret.
Aqui s'esta donant arguments a la gent que deixideix d'optar per la lluita armada, que no es queixin despres.
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
29 des 2004
Els listos de més amunt són la demostració de que l'humanisme és una puta merda i que hem d'aprendre a matar.
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
29 des 2004
vamos a ver señor winston, tortura son los mas de 2000 muertos a sangre fria por estos terroristas,esta señorita esta a cuerpo de rey en la prision de Soto delReal, hasta se podra sacar una carrera,podria estudiar algo de humanidades y pensamiento moderno occidental, haber si se le sacan de la cabeza las ideas cavernicolas que tiene.
Si a esta tipa la violan con una pistola,le hubiesen producido desgarros en la vagina y al Baltasar Garzon no le tiembla el pulso para encarcelar a un pikolo.
Esta pobre niña inocente vivia feliz en un idilico caserio de euskal Herria,hasta que un dia aparecieron los txakurras torturdoras y de buenas a primeras se la llevan a Madrid para torturarla y violarla , inocente ella, que ignora todo el sufrimiento han causado sus amiguitos en muchas familias trabajadoras de España,en muchas madres k han perdidio a sus hijos, si es verdad k la violaron su sufrimeinto no es comparable al de las madres k perdieron a sus hijos pequeños en el atentado de la caserna de Vic, o al de Irene villa. k ha sido condenada por esta gente a vivir sin piernas de por vida,prefiero que me violen mil veces a perder mis piernas .
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
29 des 2004
Txelis ets escòria, tant sols et desitjo el mateix que a qualsevol guardia civil, un tret a la nuca.
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
29 des 2004
Aquest Cheli es dels que volen que hi hagi tota la violencia possible al decurs de tot el temps possible a Euskal Herria, per que sense ETA no tenen mitjà per criminalitzar i mirar d'obstaculitzar el que els fa més por. Que els bascos decideixin encetar un debat obert per superar els estrets limits de l'estatut, per anar més allà i exercir el seu dret a l'autodeterminació. Estan cagats i faràn tot el possible per endarrerir la fi de la violència i l'obertura del debat sobre l'autodeterminació a l'estat espanyol per tothom que ho desitgi. Aquest Cheli sería el primer en violar amb una pistola a tothom que pogués... només cal veure l'odi amb el que escriu.
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
29 des 2004
És increïble. Com poden haver-hi encara energúmens infames dient que si això es una novel.la, que si s'ha de tenir molta imaginació...Desperteu! Els que viviu en un món de novel.les i de fantasia sou vosaltres, obriu els ulls d'una maleïda vegada, el vostre preciós Estat Espanyol- presó de pobles, és un estat torturador. Sento despretar-vos del vostre plàcid somni dient-vos una cosa tan cruel...em feu fàstic.Per desgràcia aquest cas no és aïllat, la policia espanyola tortura i viola amb tota impunitat, i mentrestant tots i totes vivim felices en aquesta "democràcia"...

Estat espanyol, estat torturador!
Prou tortures a les comissaries!
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
29 des 2004
nem a veure Txelis chola de merda vesten a una puta pàgina fatxa i deixa´ns en pau.

El que més alucino és que hi hagi gent, que no es cregui aquest tipus de coses, o que se les cregui i digui "ostia que fort!". No és fort, és HABITUAL, és la trista REALITAT COOTIDIANA.
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
29 des 2004
DENUNCIA DE TORTURAS

Joseba Azkarraga: "Se me hace difícil creer que Amaia Urizar se haya inventado las torturas"
El consejero de Justicia, Trabajo y Seguridad Social de Lakua, Joseba Azkarraga ha calificado de "escalofriante" el relato que hizo la madre de Urizar, quien ayer, en una rueda de prensa, leyó el testimonio escrito por su hija. "Sinceramente se me hace difícil que alguien pueda inventarse eso".



GASTEIZ.- El consejero de Justicia, Trabajo y Seguridad Social de Lakua, ha reclamado hoy al Ministerio de Interior español que "no mire a otro lado" e investigue las denuncias de torturas a Amaia Urizar.

De esta manera, se ha referido a las denuncias sobre malos tratos durante su estancia en dependencias de la Guardia Civil realizadas por Amaia Urizar, que fue detenida en octubre de este año.

Azkarraga ha calificado de "escalofriante" el relato que hizo la madre de Urizar, quien ayer, en una rueda de prensa, leyó el testimonio escrito por su hija. "Sinceramente se me hace difícil que alguien pueda inventarse eso. Por lo tanto, creo que estamos ante un caso grave o presunto caso de vulneración de derechos humanos gravísimo", ha añadido.

En este sentido, ha afirmado que el Ministerio de Interior español debe investigar estos hechos y "no puede mirar hacia otro lado o perseguir a quienes denuncian la posible vulneración de derechos humanos y, por tanto, la práctica de la tortura".

Azkarraga ha asegurado que, si en esa investigación constata que son ciertos los hechos denunciados, se estaría "ante la existencia de responsabilidades penales y políticas", que, en este caso, "afectarían al propio Gobierno del PSOE".

"Se debe investigar porque no se puede decir que aquí no ha pasado nada. Si no ha pasado, ojalá no haya pasado, pero a mí se me hace muy difícil entender que este tipo de situaciones se pueden inventar", ha denunciado.

Por último, el consejero señaló que la Dirección de Derechos Humanos, dependiente de su Departamento, va a solicitar una reunión con la familia de Amaia Urizar para conocer en detalle el caso y "obrar en consecuencia".
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
29 des 2004
No ho sé, m'he quedat sense paraules, m'ha envaït una sensació de dolor, ràbia i odi molt forta, a mesura que anava llegint aquest cru relat.
També veient alguns comentaris d'aquest post he conegut la mesquinesa, la crueltat i la fredor d'aquells que se saben amparats per l'anonimat (ja sigui del nick o de la caputxa...) i per els que han escrit i apliquen allò que alguns anomenen "lleis"...

Al Roger, a l'Amaia, als tres de gràcia, als del 92, als de torà...a nosaltres (perquè la única condició per estar en aquesta disortada llista és creure en la dissidència) NOMÉS ENS QUEDA LA RÀBIA, I PER SUPOSAT... LA LLUITA

Salut...

PD: Si mires al cel només veuràs aquells núvols que anuncïen que avui tampoc podràs veure el sol.
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
29 des 2004
k bonito queda llamar facha y fascista a quien no piensa como uno, soy democrata librepensador y estoy en contra de la violencia y a favor del dialogo,eu euskal Herria la democracia no existe y no es culpa de la guardia civil, sino de los pistoleros mafiosos de ETA ke han sembrado de cadaveres y de solor nuestra querida piel de toro.
Ke kede claro k esta txikita no necesitaba llevar escolta en Euskadi, se sentia fuerte en su aldea cavernicola, mientras otro como la catedrática de la UPPV,Gotxane Mora no puede expresarse libremente y ha de llavar escolta, o a Eduardo TXillida le destruyen su obra, ¿esto kien lo hace, el estado torturador o los nazis de ETA?
¿kien amputo las piernas a Irene Villa?, ¿cual era el delito de esta niña? ¿a kien habia hecho daño?
¿kien mato a FAbio en Erandio? ese niño de 5 años hijo de gaurdia civil, k daño habia hecho un niño de 5 años para volar por los aires.
¿kien hizo la matanza de hipercor?la de vallekas, la de la Plaza Republica dominicana..........,a mi no me engañais con lo de Estado opresor y todo ese rollo, puro fascismo es el vuestro k no dejais a ndie expresarse, ni sikiera en el templo del sabaer, qeu es la Universidad,porque a vosotros os parece bien k vengan y hablan los batasunos y sus acolitos, pero no soportais k uno del PP, por ejemplo pueda expresarse,esa es vuestra tolerancia y democracia , a mi no me engañais, los fascistas sois vosotros y en vuestros post se nota vuestra intolerancia, no soportais un pensamiento diferente, os han comido el koko, con lo de las torturas y es estado opresor, estamos en el siglo XXI, y somos EUROPA.
VIVA LA DEMOCRACIA, ABAJO LA INTOLERANCIA.
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
30 des 2004
Els que comenceu declarant-vos demòcrates a euskal Herria: "nosotros los democratas" sou els hereus directes del feixisme, els mateixos que us veu abstenir de la constitució avui la sacralitzeu, els que no volieu l'estatut ara el trobeu magnífic i voleu que continui igual. A qui voleu enganyar "demòcrates". Teniu una paraula que us defineix perfectament: HIPÒCRITES. El conflicte basc ha generat molt dolor i moltes víctimes, però no només des d'un costat, aquest conflicte no comença amb vosaltres, suposo que encara no havies nascut quan una dictadura feixista va intentar esborrar del mapa a les cultures no espanyoles, suposo que la tortura, els assassinats del franquisme i la repressió per tu no compten, després arribem a la mal anomenada "demòcracia" i continua la repressió i la tortura, el tema del GAL només us interessava per fer fora als assassins del PSOE i posar-vos vosaltres al seu lloc, la dispersió de més de 800 presos, la condemna a les seves famílies implicita, la continuació evident dels casos d'assassinat a comissaries i presons, les tortures denunciades cada any per AI, gens sospitosa de ser proetarra, tot això també ha generat víctimes, per suposat que barbaritats com Hipercor i moltes d'altres no són justificables, per suposat que l'assassinat no és cap solució però posar com exemple de víctima a Gotzone Mora et delata com rata rabiosa de Pasta Ya, els que només teniu unes víctimes, les del PP i espanyolistes vàries, mireu com heu tractat a les del 11-M, hi ha molta gent a Euskal Herria que tampoc pot parlar, entre d'altres centenars de presos aillats, centenars de famílies d'aquests ignorades pels mitjans oficials, milers de votants d'una opció política il·legalitzada, milers de lectors d'una revista i oients de radios censurats, no aneu de demòcrates i tolerants quan sou les mateixes hienes trasvestides d'allò que sempre heu odiat, demòcrates, ja, ja i ja. Jo des de Catalunya el que vull és que tots els bascos puguin parlar i és per això que s'ha de fer un referendum i decidir, a aquesta situació tan democràtica que es fer una consulta al poble els que us anomeneu demòcrates us oposseu amb tota la ràbia feixista que us surt de dins. Per donar lliçons de democràcia vosaltres no sou ningú.

Gora Euskal Herria Askatuta
Visca la Terra lliure
Totes les terres i tots els pobles lliures
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
16 feb 2005
M'he quedat de pedra despres de la lectura d'a quest testimoni sobre la tortura. Se ben del cert que no es el primer cas ni l'ultim. Només espero que totes les persones que hagin viscut aquest tipus de tractes siguin tant fortes com aquesta noia per aguantar-ho i ho denuncïn obertament perque tot el món en prengui conciència. Fets com aquest seguirán pasant sempre i quant hi hagi silènci.

StOP tORtuReS!!!
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
16 feb 2005
TXELIS!!! NiÑaTa!!!
Enterete de Un PUTA VEZ! El estaDo és ES el mayor PropUlsor deL tERRorismo!!! O si no Date un Gardeo Por las cÀrceles, Que ser De EuKadI no Es siNónimo de ser TerroRista, que En HiPecor se Abisó... Fue Culpa de Los Maderos Por no DesaloJar quanDo Gozaban De tIemPo suficiente Para HazerLo, Las Torres Gemelas Las DestruyÓ Bush Y lo del 11m Fue culpa de Los PPeperos como tú QUE apoyasteis una masacre. !!!
Asi que mientras más de 5000 vidas pesan sobre tus espaldas, vete a darle el sermón aL IGnoralte que quiera Oirlas.
A nosotr@s dÉjanos En Paz.!!!!
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
28 ago 2005
Españoles con mente de conqueridores....Si la mayoria de vascos quiere la independencia porqué no le dais y los dejais en paz?? Q problema hay?
Porque no haceis ningun gesto para frenar la violencia???
A los politicos les gusta que haya violencia en Euskal Herria sinó dijeran viva españa nadie los votaria ¿verdad?. Españoles sois un pueblo inculto e ignorante, gracias a vuestras colonias catalanas y vascas estais en la unión europea.
Soys envidiosos, amargados y muy acomplejados nada mas que eso.
Re: Denuncia haber sido violada durante su detención incomunicada
02 des 2005
aqui se quieres violar a una niña que es del colegio del pedro de baldivia y se llama javiera voseli es un niño de como de 12 años ¿chaaaaoooo?
"Violaciones por la patria" (este deberia ser el lema que deberiamos leer en todos nuestros 'queridos' cuartelillos
09 mar 2006
No sabia nada de esto hasta ahora, marzo de 2006. Me parece asqueroso lo de estos guardia civiles en pleno s. XXI. Esto ni con el puto Caudillo. Ahora entiendo lo de todo por la patria. Cuando dicen todo se refieren a torturas, violaciones, amenazas... deberian decier Violaciones por la patria. Malditos canallas!! Y tu txelis, no se si llegaras a leer lo que te voi a decir, pero estoi seguro k tu eres guardia civil y que estas implicada. Eres la picoleta de mierda que nombra Amaia en su relato. Como puedes decir que a visto muxa tele?? Si no es la primera vez k ocurre algo similar. Que se vayan los picoletos, son simplemente los residuos del franquismo.

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