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Notícies :: globalització neoliberal |
Devotos de San Precario-ultima accion.
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per Kike |
10 des 2004
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Según cuentan GlobalProject y los periódicos que se hacen eco, devotos de San Precario extienden la práctica del simpa en restaurantes de lujo.
Se extiende en Italia la moda reivindicativa de darse un banquete e irse sin abonar la cuenta en protesta por la carestía de la vida. La última moda en protestas antiglobalización en Italia está atrayendo muchos adeptos, y no es para menos, porque consiste lisa y llanamente en pegarse una cena de antología, en un restaurante caro, y marcharse sin pagar. La última tuvo lugar el martes en el prestigioso Da Celeste, cerca de Treviso, donde nada menos que 50 personas, entre jóvenes, adultos y ancianos, simularon un bautizo. Hasta pidieron cinco botellas de Moët Chandon. Luego dejaron 80 euros de propina y al 'niño' festejado, que resultó ser un muñeco de 'san Precario', el patrón de este nuevo movimiento que protesta contra la carestía de la vida.
El restaurante fue elegido porque sirvió el banquete de gala de la última cumbre de la OTAN en Venecia, el pretexto empleado hace dos semanas para la misión más lograda. La víctima fue el legendario Harry's Bar, donde Hemingway trasegaba sus 'bellini' y que, como tantos otros locales venecianos, es famoso por sus 'clavadas'. Allí se presentaron diez personas, comieron a mansalva y se escabulleron dejando una nota en la que aconsejaban pasar la cuenta a la OTAN. No obstante, el dueño del restaurante, Arrigo Cipriani, aseguró que descontaría el importe del sueldo del camarero burlado.
También se han ejercitado otras modalidades, como el saqueo de supermercados o librerías, que se han acometido en presencia de cámaras para deslindar estas envidiables acciones de la simple rapiña. El mismo miércoles, otro numeroso grupo exigió y obtuvo un descuento del 30% en libros en una tienda de Bolonia perteneciente a una conocida cadena. Le llaman «expropiación» o «compra proletaria» y es la resurrección de una actividad que hizo fortuna en los setenta. Salvo un dirigente comunista que les comparó con Robin Hood, todos los partidos han condenado la idea.
Pero, desde luego, hay que reconocer que tienen bastante gracia. En la primera acción de este tipo, el pasado 6 de noviembre en Roma, un centenar de jóvenes asaltó un supermercado y repartió comida entre los clientes, que se la llevaron encantados. Se vio a señores huir con un jamón en ristre. «No es un robo, damos bienes a quienes los necesitan; allí había jubilados y parejas jóvenes que no llegan a fin de mes», replicó Luca Casarini, uno de los líderes del movimiento. |
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