¿Quien
es Raúl Rivero?
Recientemente,
en el marco de la normalización de las relaciones entre Cuba y la UE que se
lleva a cabo impulsada por el Gobierno español, en los medios de prensa aparece
el tema de los "disidentes" cubanos, especialmente en referencia al
famoso "grupo de los 75", formado por los 75 "disidentes"
encarcelados en abril de 2003 por el régimen cubano. Este hecho fue, junto con
la ejecución de tres de los once delincuentes que secuestraron una barcaza con
más de cincuenta pasajeros a bordo, poniendo en peligro a todo el pasaje, el
que dio pié al ejecutivo de Aznar para lanzar una campaña que culminó en la
suspensión de relaciones entre Cuba y la UE.
A
estos efectos, conviene reseñar que la política anticubana, que vino siendo
implementada desde el principio por el gobierno del PP (creación de la Fundación
Hispano Americana, apoyo a la disidencia interna, no permisión de que se
produjera visita oficial de SS.MM. los Reyes de España, etc...), se encuadra
perfectamente en la línea de supeditación hacia los EE.UU. que caracterizaba
la política exterior de ese Gobierno.
Los
incidentes de abril del 2003 han sido manipulados en los medios de comunicación
hasta niveles grotescos. Una acción llevada a cabo por el Gobierno cubano con
la finalidad de cerrar el paso a una intervención norteamericana apoyada en una
red de subversión interna se convierte así en un acto arbitrario y gratuito de
represión hacia aquellos que simplemente manifiestan su opinión. A esto cabe
decir que estos señores llevan años "manifestando su opinión", sin
que por ello hayan sido excesivamente "reprimidos" con anterioridad,
llegando a entrevistarse en suelo cubano con miembros de gobiernos hostiles a
Cuba (Raúl Rivero se entrevistó repetidas veces con José Mª Aznar) sin por
ello ser detenidos. A primera vista, manifestar opiniones políticas puede
parecer un derecho elemental, pero para juzgar el caso de Cuba debemos
detenernos en analizar algunas circunstancias. Cuando tenemos un país como
Cuba, que está expuesto a todo tipo de
tentativas por parte de EE.UU. para desestabilizar su régimen político con
vistas a sustituirlo por otro a su conveniencia, desde hace más de 40 años,
hay que examinar los hechos sin perder nunca de vista esta grave circunstancia.
Y si además constatamos que los supuestos "disidentes" cobran en
dólares americanos provenientes del Gobierno de EE.UU. para realizar su labor,
y además reciben desde la SINA
las directrices de su trabajo, estamos ante un caso de colaboración con el
enemigo que pone en peligro no solo la estabilidad del Gobierno sino la propia
soberanía del país. Para entender en su justo contexto los incidentes de abril
del 2003, recomiendo la lectura de la Conferencia
de Prensa ofrecida por el Canciller Felipe Pérez Roque el 9 de abril del
2003 ante 82 periodistas de la Prensa Internacional acreditada.
Para
ilustrar el tema de la disidencia interna, vamos a centrarnos en la figura de
Raúl Rivero, tan mencionado recientemente, que se nos presenta como "poeta
y periodista". Exmilitante del Partido Comunista Cubano, este señor
encuentra en la década de los 90 una ocupación que le resultará mucho más
lucrativa: la de "periodista independiente". En Cuba, ser
"periodista independiente" significa escribir para las publicaciones
anticubanas, radicadas sobre todo en Miami. Por esta actividad, los
"periodistas independientes" reciben excelentes remuneraciones por sus
artículos, siempre y cuando sigan el guión que se les traza desde los sectores
ultraderechistas de la oposición cubana.
En
esta nueva andadura, Raúl es contratado por El Nuevo Herald, periódico de la
extrema derecha anticastrista de Miami. Los méritos acumulados le abren las
puertas a la presidencia de la Sociedad
Interamericana de Prensa, que agrupa a los propietarios de los principales
medios del continente americano y uno de los principales soportes de Estados
Unidos durante la guerra fría. Siguiendo esta brillante trayectoria de
"periodista independiente" colabora también con Cubanet1,
agencia de Miami financiada por el gobierno de los EE.UU que publica a los
"periodistas independientes" de la Asociación de Prensa de Cuba (ASP)
y envía dinero de la United States Agency for International Development (USAID)
a los autores2.
Siguiendo
esta fulgurante ascensión vemos también que Raul Rivero es director de Cuba
Press (agencia que fundó él mismo en 1995). Un certificado de la Secretaría
Internacional de Reporteros sin Fronteras, firmado por el propio secretario
general, Bob Menard, afirma que el 30 de agosto de 1966 dicha entidad entregó
"la suma de 900 dólares a Raúl Rivero, director de Cuba Press".
Raúl Rivero fue también candidato a encabezar el proyecto Varela, tarea que
finalmente le fue encomendada a Osvaldo Payá, a quien se hace pasar por
responsable del proyecto y ha recibido por ello el premio Sajarov, dotado con
50.000 euros. Prueba de ello la tenemos en la siguiente nota que Carlos Alberto
Montaner le envía a Osvaldo Alfonso, en La Habana:
«Mi
querido Osvaldo, un amigo a quién conoces tiene la bondad de hacerte llegar 30
mil pesetas. Muy pronto te llamarán unos amigos españoles de alto nivel para
hablar del Proyecto Varela [...] sugerí cinco nombres para fundar esa nueva
idea: Payá, Alfonso, Arcos, Raúl Rivero y Tania Quintero».
Raúl
Rivero forma parte también del Partido Solidaridad Democrática, liderado por
Huber Matos, quien a su vez tiene cercanías políticas con Carlos Alberto
Montaner. En 1977 acepta ser miembro del patronato de la Fundación Hispano
Cubana. En los últimos años se documenta una intensa relación del Sr. Rivero
con la SINA, oficina de intereses norteamericana en Cuba.
En
vista de todas estas circunstancias, difícilmente podemos encajar a nuestro
personaje en el papel de "inofensivo poeta cubano encarcelado por
manifestar sus opiniones", ya que está plenamente inmerso en la trama
orquestada desde EE.UU. para desestabilizar desde dentro el régimen cubano.
NOTAS:
1.-
El presidente de la ASP, Néstor Baguer, declaró que Cubanet les pagaba a través
de tarjetas Transcard, salvo las sumas mayores, que les llegaban por correo.
Cubanet recibió en el 2003 más de 833 000 dólares de la USAID, así como
otras cantidades de la National Endownment for Democracy (NED), institución
establecida oficialmente por el Congreso Norteamericano, que opera con fondos
asignados por el Congreso a la Agencia de Información de los Estados Unidos de
América (USIA).
2.-
En el 2003 el presupuesto para Cuba de la USAID fue de seis millones de dólares,
destinados, según ellos mismos afirman, a ONGs que «promuevan una transición
democrática en Cuba». Con lo cual reconocen que el gobierno norteamericano
financia la subversión interna para provocar un cambio político en Cuba,
operación encubierta y obviamente prohibida por todas las leyes
internacionales.
3.-
Como se puede leer en la entrevista a Hubert Matos, este le dijo a los autores
que su grupo en Cuba se llamaba Partido Solidaridad Democrática. Este grupúsculo
se encuentra clasificado en el No. 276 dentro de la Lista de organizaciones
disidentes, opositoras y de derechos humanos; figurando en Internet, el 15 de
octubre de 1997 y revisada en enero de 1998. El señor Rivero está ahí
inscrito como uno de los miembros del Partido Solidaridad Democrática. Sobre el
acercamiento político de Hubert Matos a la Plataforma Democrática Cubana, se
puede leer: Carlos Alberto Montaner: Vísperas del final: Fidel Castro y la
Revolución cubana, Ed. Globus, Madrid, 1994.
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