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Anunci :: globalització neoliberal : corrupció i poder |
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Ficciones
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per I like Bukkake |
16 nov 2004
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Bienaventurados los que tienen fe en ideas ectoplásmicas porque ellos no tendrán dudas molestas. |
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En la derecha democrática se sitúan los partidos más genuinamente representativos de la burguesÃa tradicional, tanto por su mensaje como por la procedencia social de su voto. Conviene dejar esto bien sentado, pues por el ahÃnco con el que los partidos llamados de izquierda defienden hoy las instituciones burguesas podrÃa parecer que originariamente son las suyas, o que las han inventado ellos. y aunque eso no es asÃ, habla elocuentemente de lo que realmente es la izquierda. Lo cierto es que tras la verborrea de la derecha clásica, moralista una veces y modernizante otras, según aconsejen las circunstancias, no hay otra cosa que lo que ha habido siempre, es decir, afán de lucro, codicia desmedida, voluntad de dominio y, en definitiva, el más abyecto espÃritu materialista. Sólo desde la necedad o la hipocresÃa puede mantenerse que el capitalismo, auténtica esencia del alma burguesa, es compatible con religiosidad o rectitud moral alguna. Aunque visto el auge del “neoconservadurismoâ€? sobre todo en EE.UU., se hace cierto el refrán de “cada dÃa que amanece el número de tontos creceâ€? (con o sin elecciones amañadas por Bus junior).
En cuanto al neoliberalismo económico, ese rostro (nada nuevo) con el que se presenta hoy la nueva derecha, digamos solamente que no consiste sino en reducir el Estado a las estructuras mÃnimas necesarias (burocráticas, represivas y militares) que garanticen la hegemonÃa de las clases privilegiadas con el menor coste posible para éstas. Invocando pretextos en algunos casos fundados, como el creciente intervencionismo estatal, se pretenden justificar objetivos tan ruines como la supresión de aquellos
cometidos y servicios públicos destinados a paliar los desequilibrios sociales. La razón, fácil de comprender, es que tales servicios ocasionan a los pudientes más gastos que beneficios. Es el sempiterno vaivén, el perpetuo engañabobos del modelo burgués, ora autoritario, ora liberal, lo que a la postre viene a derivar siempre en lo mismo, puesto que el liberalismo capitalista no supone otra cosa que hacer de la libertad una abstracción puramente teórica para la inmensa mayorÃa, y sólo una realidad para los económicamente poderosos, que siempre tienen a mano un paraÃso fiscal para sus beneficios.
Acerca de los movimientos y partidos ultraderechistas tampoco será preciso extenderse demasiado. Su naturaleza está muy clara, aunque de un tiempo a esta parte venga desarrollándose una campaña cuyo propósito evidente es sembrar la confusión. Más adelante veremos el papel que desempeña la izquierda en esta sucia maniobra. Porque el fascismo no es, como pregonan los demagogos del "frente democrático", un enemigo que amenace al sistema socio-económico vigente, sino la continuación del mismo por la vÃa totalitaria. Adelantemos un ejemplo realmente grotesco de lo que es realmente la ultraderecha: el Frente Nacional de Le Pen, a pesar de su antisemitismo estridente, recibe el voto de algunos judÃos franceses resentidos con el apoyo de la izquierda progre al mundo árabe. Y las dictaduras del cono sur americano en los años 70 y 80 no le hicieron ascos a los “asesores militaresâ€? israelÃes, a pesar de su defensa de “la civilización cristiana-occidentalâ€?...
Pero si la naturaleza de la derecha está claramente perfilada, y de ahà que no sea necesario abundar en excesivas descripciones, no ocurre lo mismo en lo tocante a la izquierda, alrededor de la
cual se ha tejido un entramado de tópicos que precisa de un análisis más penetrante para desvelar su auténtica naturaleza.
Una de las más nocivas patrañas de la época moderna es la
que ha presentado al marxismo, y por extensión, a la izquierda, como la antÃtesis ideológica del capitalismo. Y tal cosa, que no /'J
;o, fue cierta en ningún momento, lo es hoy menos que nunca. Porque si alguna fuerza polÃtico-ideológica encarna en la actualidad
los infravalores más genuinos del capitalismo avanzado, esa fuerza es precisamente la izquierda.
Cuando nos referimos a izquierda nos remitimos a las corrientes mayoritarias, ya sean reformistas o presuntamente revolucionarias; sabemos que hay tendencias que escapan a los infravalores del sistema, sobre todo dentro del anarquismo y del socialismo no prosoviético, pero son la excepción que confirma la regla
Sirvan como muestra el aborto o el hedonismo, que son algunas de las señas de identidad de la moderna izquierda, y, a su vez, productos inequÃvocos de la gran expansión de la economÃa capitalista, como en su momento comprobaremos. Lo que interesa ahora es analizar el proceso a través del cual se ha desembocado en esta situación.
Bien podrÃa comenzarse citando a Gramsci, quien afirmó en numerosas ocasiones que jamás existió un partido de la clase obrera. y no le faltaba razón al comunista italiano, ya que los partidos de origen marxista fueron desde el principio netamente interclasistas, con un acusado predominio de elementos burgueses en sus órganos directivos. Por tal motivo, si bien en el terreno económico, y en menor medida en el polÃtico, existieron discrepancias ciertas con respecto al modelo capitalista, en el ámbito filosófico, por el contrario, la mentalidad de los doctrinarios del socialismo cientÃfico fue coincidente en lo esencial y desde un
principio con los postulados de la intelectualidad burguesa, distinguiéndose todos ellos por una concepción netamente materialista de la existencia.
El hecho es que en el presente, y desde hace bastante tiempo, la función de los partidos llamados de izquierda, defmitivamente arrinconados los planteamientos revolucionarios, no es otra que garantizar la estabilidad del orden democrático burgués. Esto ya era asà mucho antes de que el fracaso del régimen soviético se convirtiera en una incuestionable realidad. y conviene dejado bien aclarado, pues todavÃa se oye a no pocos demagogos zurdos aludir a las graves anomalÃas demostradas por el "socialismo real" para justificar su adscripción al modelo de libre mercado. |
Mira també:
http://www.bukkake.net
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Re: Ficciones
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per jordy |
16 nov 2004
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"Cuando el dedo apunta al cielo, el idiota mira al dedo"(probervio chino)
Ciertamente hoy, la izquierda esta "desorientada"como suelen decir algunos periodistas sin saber que estan diciendo una de las pocas verdades que escriben.En realidad estamos al final (o al principio?) de un ciclo en los paises hiperdesarrollados que han dado en llamar la era postindustrial. En unos años en estos paises no quedara ni una gran industria de las tradicionales.Ese mundo de grandes masas obreras desnutridas e ignorantes sobre el que se crearon las grandes teorias sociales decimononicas,ha desaparecido para emerger un "sistema" basado en la especulación financiera y en el desarrollo de tecnologia y ocio alienante, mientras deslocalizan las industrias y las instalan en paises subdesarrollados.Pero y los movimientos "altermundialistas", tienen algo en claro? Porque si pensamos que a un nuevo ciclo le corresponden nuevas ideas para luchar contra la situacion actual, no veo nada clara la resolucion del conflicto. ha habido una toma de conciencia del panorama que se nos está echando encima pero, de momento, nada más.Nos condenará la historia a pertenecer a las generaciones "bisagra"? Conoceremos la humillación,o vamos a aportar la base de una insurrección adaptada al poder globalizante?SALUD |
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Re: Ficciones
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per Bukkake |
17 nov 2004
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Pues eso salud.Yo yampoco quiero ser condenado a ser bisagra. |
