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Arafat, el inmortal
per Gianluca Solera	16 nov 2004
Arafat ha podido ser un personaje discutible,que no ha sabido consolidar la Autoridad Palestina,ni exigir el desmantelamiento de las colonias israelís en los Territorios Ocupados y una solución a la cuestión de los refugiados y de Jerusalén,ni democratizar la sociedad palestina y sus instituciones,pero es aquel que ha dado toda su vida para que los palestinos se sintiesen un solo pueblo, en lucha por la libertad.

ARAFAT, EL INMORTAL Por Gianluca Solera SÃ³lo podÃa terminar un dÃa 11 del mes, el 11 de Noviembre de 2004. El once es ya una fecha fija en la trama entre Oriente Medio y Occidente. Con la muerte de Yasser Arafat se abre una pÃ¡gina desconocida para el pueblo que mÃ¡s que ninguno personaliza las frustraciones y sufrimientos de los Ã¡rabes, el pueblo palestino. El 11 de Noviembre de 2004 se superpone al 11 de Septiembre de 2001 para repetir que no habrÃ¡ paz en el mundo, ni concluirÃ¡ la cruzada antiterrorista, ni se agotarÃ¡ el combustible que dibuja a Occidente como profundamente ambiguo e hipÃ³crita en los enfrentamientos con los pueblos Ã¡rabes, hasta que no haya paz en JerusalÃ©n. Si, la cuna de todos los rencores, ejemplo concreto de la duplicidad de la polÃtica internacional. Buscamos las raÃces del terrorismo tras las montaÃ±as de AfganistÃ¡n o junto al Eufrates, pero las raÃces han prendido mÃ¡s en profundidad, tras las piedras milenarias de Palestina, donde una ocupaciÃ³n militar de extraordinarios significados goza de inmunidad internacional. Esto lo he pensado entre jueves y viernes, el dÃa en que Yasser Arafat morÃa en ParÃs y venÃa muerto a su Ãºltima prisiÃ³n, la Muqata de Ramallah. Su muerte es como su destino, el sÃmbolo de un pueblo que no tiene patria. Ni siquiera el funeral lo ha podido celebrar en casa. TambiÃ©n fuera, en El Cairo. No ha podido escoger el lugar de la sepultura. Y su gente no lo ha podido acompaÃ±ar por las calles hasta la tumba : Ramallah permanece cerrada para los que viven en BelÃ©n, HebrÃ³n, Gaza o JericÃ³. Muchos, muchÃsimos, pero siempre pocos para los millones de palestinos de la diÃ¡spora y de las ciudades bajo la ocupaciÃ³n militar. Porque Arafat ha podido ser un personaje discutible, que no ha sabido consolidar la Autoridad Palestina, que no ha sabido exigir desde los tiempos de Oslo el desmantelamiento de las colonias israelÃs en los Territorios Ocupados y una soluciÃ³n a la cuestiÃ³n de los refugiados y de JerusalÃ©n, que no ha sabido democratizar la sociedad palestina y sus instituciones, pero es aquel que ha dado toda su vida para que los palestinos se sintiesen un solo pueblo, en lucha por la libertad. Arafat para los palestinos es primero que nada Abu Ammar, el â��padre fiel y devotoâ�?. TambiÃ©n sus opositores lloraban cuando Abu Ammar dejaba la Muqata para volar a ParÃs, aquel triste dÃa de Octubre.... Y en estos dÃas llegaban al cielo en toda la regiÃ³n de Ramallah columnas de humo negro de viejos neumÃ¡ticos quemados para que tambiÃ©n el aire estuviese de luto. Y la foto de Arafat estaba sobre los cristales de los automÃ³viles, en las ventanas, sobre las rejas de las tiendas cerradas. â��Abu Ammar permanece inmortal en el alma de Palestinaâ�? titulaba la ediciÃ³n especial del diario Al-Ayyam (â��Los dÃasâ�?) del 12 de Noviembre. El paÃs entero estÃ¡ de penitencia, como si expiase por no haber creÃdo en el fondo de sÃ mismo la causa que su â��raÃsâ�? ha encarnado. Todo estÃ¡ cerrado, y debemos racionar las provisiones. Hoy estaban millares entorno y dentro de la Muqata. TambiÃ©n yo he podido entrar. Las portaladas han estado abiertas despuÃ©s que los mÃ¡s Ã¡giles hayan saltado los muros externos y los muchachitos hayan abierto las redes para ver a Abu Ammar de cerca, por Ãºltima vez. La emociÃ³n era grande y todos eramos iguales. DiplomÃ¡ticos, estudiantes, policÃas, periodistas, ancianos le esperaban, aspirados por el mismo remolino humano. Hay quien ha subido arriba de los escombros de los edificios y de las carcasas de los automÃ³viles que permanecen en el recinto de la Muqata desde la incursiÃ³n israelÃ de 2002. La Muqata es un lugar extraÃ±o, desvencijado, poco elegante, ha sido la Ãºltima residencia forzada del raÃs, desde su condiciÃ³n de â��presidenteâ�? en libertad vigilada. La Muqata como los Territorios Ocupados. Arafat no podÃa salir de casa como los palestinos no pueden salir de su propio barrio. Â¿Y esto es un Gobierno?. Â¿Y esto es un PaÃs?. El dÃa del entierro habÃa viejos con bastÃ³n y niÃ±os con banderas; y habÃa muchas mujeres, no sÃ³lo hombres, y muchas con los cabellos al viento. Y cuando los dos inmensos helicÃ³pteros egipcios aterrizaban en el asfalto viejo aspirando en el remolino de aire ascendente octavillas y mucho, mucho polvo, algunos gritaban: â��Dios es grandeâ�?. Como si Arafat descendiese del Cielo, y no se marchase hacia Ã©l. Pero la multitud era demasiada, y el ataÃºd, y con Ã©l el primer ministro Abu AlÃ¡, el jefe de la OLP Abu Mazen, el iniciador del Acuerdo de Ginebra Abed Rabbo y los otros pasajeros, permanecieron a bordo tres cuartos de hora antes de encontrar un corredor entre la marea humana. Tras las banderas palestinas he visto dos o tres banderas francesas y tambiÃ©n una bandera canadiense. Â¡QuÃ© solos estÃ¡n estos palestinos!. Â¡ Y quÃ© solos estÃ¡n los constructores de paz israelÃs que han venido a la Muqata en contra de las propias leyes, que prohÃben a un ciudadano israelÃ ir a Ramallah! Luego los fusiles apuntando a lo alto han disparado para vaciar la rabia y la tristeza en los cartuchos. El ataÃºd desciende a la tierra, bajo cuatro pinos, entre cuatrocientos brazos. Una sepultura temporal, confÃan muchos, en espera de alcanzar la Explanada de las Mezquitas en JerusalÃ©n, desautorizada para Arafat por Sharon. La muerte como la vida, una diÃ¡spora perenne. Algunas mujeres lloraban y decÃan: â��Abu Ammar, te seremos fielesâ�?. Pero hay quien tiene miedo. Sari, que estÃ¡ a mi lado con una cÃ¡mara, dice: â��Estamos inquietos. Â¿QuiÃ©n podrÃ¡ llenar el vacÃo que ha dejado Arafat?Â¿QuiÃ©n tendrÃ¡ el carisma, la credibilidad y la fuerza de Arafat?â�?. Arafat habÃa sido descrito como un "obstÃ¡culo", pero ahora que estÃ¡ muerto la gente tiene aÃºn mÃ¡s miedo de la ocupaciÃ³n israelÃ, y lo aÃ±ora. Â¿SerÃ¡ suficiente con tener los nombres de Abu Mazen o Abu AlÃ¡, o de Marwan Barghouti, que estÃ¡ en una cÃ¡rcel israelÃ, para devolver el coraje y la esperanza a los palestinos, ya condenados a contentarse con estar dentro de un recinto de cemento, el â��muroâ�??. Arafat, cuanto mÃ¡s los israelÃs y sus aliados lo pintaban como un terrorista en quiÃ©n no puedes confiar, mÃ¡s se instalaba en el corazÃ³n de los palestinos. Pasadas las cuatro comenzamos a irnos, a las cinco de la tarde era ya oscuro. Las colas de autobuses y furgonetas se hacen mÃ¡s largas, deberÃ© caminar algunos km. antes de encontrar uno. Hay polvo en el aire, y suciedad amontonada, pero la gente sonrÃe y bromea. Al ponerse el sol, comerÃ¡n y beberÃ¡n, como requiere el tiempo de Ramadan. MaÃ±ana serÃ¡ otro dÃa, el tercero sin Abu Ammar.
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Comentaris

Re: Arafat, el inmortal
per ***	17 nov 2004
¿Quién ha escrito este texto? Me ha gustado mucho; una visión muy cercana a lo que supongo se está viviendo en Palestina estos días. Dicen que Arafat era un gran autoritario, no lo dudo, pero es cierto que el pueblo le quería. Él encarnó la lucha de un pueblo oprimido, y murió no dónde él quería, pero sí con quien quería. Con su pueblo.

Re: Arafat, el inmortal
per Maria marjes01 ARROBA wanadoo.es	17 nov 2004
El autor es Gianluca Solera que está escribiendo y estudiando árabe en la Universidad de Birzeit cerca de Ramallah.

Re: Arafat, el inmortal
per uno mas	17 nov 2004
cada dia hay muchas personas que dan su vida por palestina y mueren en silencio. por respeto a ellas dejemos d jugar al juego d heroes, d inmortales, d reallity show y macabradas. seguramente dentro d doscientos años muy poca gente se acordara d arafat.

Re: Arafat, el inmortal
per De tí si que no se acordará nadie...!	17 nov 2004
Arafat estará por siempre en la memoria de su Pueblo,por el que lo dió todo ,hasta la vida (hoy su médico personal declara en El Pais que cree que fué envenenado).¿Y tú,inútil,qué has hecho ? Os molestan los heroes porque os recuerdan vuestra propia medicridad .

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