Imprès des de Indymedia Barcelona : http://barcelona.indymedia.org/
Independent Media Center
Notícies :: educació i societat
Sobrecarga de horror
22 oct 2004
Sobrecarga de horror

• Tanta atrocidad terrorista abruma, pero tenemos capacidad de decir 'no' al fanatismo y a la injusticia



FEDERICO Javaloy
Catedrático de Psicología Social de la Universitat de Barcelona y autor de Introducción al estudio del fanatismo

Los medios de comunicación y, en particular, los noticiarios de televisión nos han venido transmitiendo a lo largo del año ciertas noticias que exceden la cota desgraciadamente habitual de violencia a que nos tienen acostumbrados. Hasta nosotros han llegado sucesos altamente impactantes como las torturas contra presos iraquís, los atentados del 11-M en España, decapitaciones de rehenes en vídeo y la masacre de niños y niñas en una escuela rusa. Mi impresión es que estamos sufriendo algo más que sobrecarga de información, que el listón de horror se ha sobrepasado y que una clave para explicar la atrocidad de sucesos tales como los mencionados es el fanatismo que impulsa a diversas personas y grupos.

Más allá de la sobrecarga de información. Somos cada vez más conscientes de que, sumergidos en un incesante fluir de noticias, nuestra capacidad receptora es ciertamente limitada y puede experimentar una sobrecarga. En este caso, nos volvemos más ineficaces: cometemos errores al intentar interpretar la información correctamente, nos vemos obligados a seleccionar algunas informaciones prescindiendo del resto y podemos llegar a sentirnos abrumados.

NO POCAS informaciones son sobre acontecimientos trágicos que ocurren cerca de nosotros, como los casos de violencia doméstica y malos tratos, pero debe destacarse que, más recientemente, ha habido algunos actos cometidos por grupos terroristas y aireados por los medios en los que se ha rebasado la carga de horror que estamos habituados a soportar. En estos casos, puede ocurrir que a nuestra incapacidad para asimilar el horror reaccionemos con indiferencia o con simple evasión, como sería cambiar de canal, pasar página o mirar hacia otro lado. El peligro de ello es la deshumanización, que perdamos la capacidad para ponernos en la piel del otro e identificarnos con su sufrimiento.

Salto cualitativo. En cuando a las acciones terroristas que, a mi juicio, han representado un salto cualitativo en su dosis de horror hay dos que destacan: las decapitaciones de rehenes difundidas en televisión e internet y, particularmente, las masacres indiscriminadas de niños y niñas.
Entre el 7 y el 18 de octubre se nos ha informado de cinco decapitaciones. La primera, transmitida en un vídeo que causó fuerte conmoción en el Reino Unido, fue la de Ken Bigley, por quien las campanas del Ayuntamiento de Liverpool sonaron 62 veces, los años que él tenía. Otras ejecuciones han pasado más desapercibidas, pero debe recordarse que se ha tratado de un lento y cruel goteo desde el mes de abril. Ello ha avivado en ocasiones el morbo de la curiosidad. Cuando en mayo murió degollado en Irak el joven Nicholas Berg, las búsquedas en internet para ver el vídeo de la decapitación fueron más numerosas que las destinadas a encontrar sitios pornográficos, según un sondeo del grupo Terra-Lycos.
Masacrar niños de una escuela ya no es una acción sin precedentes. Ocurrió el mes pasado, en Beslán, en Osetia. Un grupo radical musulmán asesinó en un colegio a 339 personas, la mitad niños. La directora de la UNICEF declaró que "usar niños como rehenes y negarles alimentos y agua durante tres días aterradores representa un nuevo nivel de bajeza". Sin embargo, este suceso no ha sido un caso único de asesinato indiscriminado de niños: más recientemente, un grupo islamista reivindicó un atentado con coches bomba contra un convoy de EEUU en el que perecieron 47 personas, 37 de ellas eran niños que se habían acercado para pedir caramelos a los soldados.

Atrocidades del fanatismo. ¿Por qué la violencia que promueve el fanático es tan cruel e indiscriminada? Porque defiende dogmas e ideales de carácter absoluto, que carecen de límites o inhibiciones morales. Las leyes civiles o los derechos humanos pierden todo sentido para ellos. Las conductas más atroces, como decapitar a un inocente o masacrar a los niños de una escuela, pueden ser buenas si el fin lo justifica, es decir, si contribuyen a difundir e imponer sus convicciones. Para quien está dispuesto a perder su vida no tiene importancia que se pierda la de otros. Basta con que el guión lo exija. La coraza de su ideal le blinda ante el sufrimiento ajeno y le aleja del sentimiento más genuinamente humano, la compasión.

EL FANATISMO genera fanatismo. El de Bin Laden despertó el de Bush. Un experto mundial en terrorismo religioso, Mark Juergensmeyer, ha comentado que la respuesta del Gobierno de EEUU a los ataques del 11-S fue exactamente la deseada por Bin Laden. Éste había anunciado a la nación árabe que se había iniciado una guerra cósmica contra las "fuerzas del mal", que era EEUU, y Bush respondió corroborando la idea de Bin Laden con la operación Justicia Infinita y con su idea fanática de destruir el eje del mal.
Uno y otro, en la medida en que ocupan posiciones fanáticas, se sitúan más allá de los derechos humanos y de las normas internacionales. Esto es lo que las organizaciones humanitarias les han recriminado a ellos y a otros que han seguido un camino similar. Así, con posterioridad a la masacre de la escuela de Beslán, ocho ONG, entre ellas Amnistía Internacional y Human Rights Watch, acusaron conjuntamente a la actitud intolerante del presidente Putin y de diversos grupos rebeldes de haber provocado "graves atrocidades contra los derechos humanos".
Afortunadamente, en las personas existe una capacidad para decir no al fanatismo y a la injusticia. Esta capacidad destacó hace un año en las manifestaciones globales contra la guerra y, después del 11-M, en las manifestaciones y protestas que se promovieron en nuestro país para hacer frente tanto a la barbarie terrorista como a las mentiras del Gobierno. La misma capacidad de reacción puede advertirse en el hecho de que la mayor parte de la opinión pública mundial, a juzgar por una reciente encuesta realizada en 10 países, afirma estar en contra de la política exterior de Bush y también puede observarse en amplios sectores del electorado estadounidense que, después de estos tres dramáticos años que han seguido al 11-S, parecen mostrarse cada vez más receptivos a un cambio

This work is in the public domain

Comentaris

sobran los créditos
22 oct 2004
Me pregunto si hace falta ser catedrático para decir este tipo de obviedades y hacerse esta reflexión.
Re: Sobrecarga d
23 oct 2004
‘Xoc de civilitzacions’

Per Olivier Roy*
Article traduït per Rut Jou

L’organització Al-Qaida existeix realment? La qüestió, seriosament apuntada per bons autors com Jason Burke (1), mereix ésser plantejada tenint en compte tot el que s’atribueix al grup del Sr. Ossama bin Laden des de l’11 de setembre del 2001: els atemptats de Madrid l’abril del 2004, les accions dirigides a l’Iraq pel Sr. Abu Mussab al-Zarqawi (que tenia la base a Fal·luja, però que també va ser acusat de l’atac de Madrid), els atemptats de Bali (l’octubre del 2002), de Casablanca (el maig del 2003), d’Istanbul (el novembre del 2003), i recentment els que van afectar l’Aràbia Saudita (el juny del 2004). A això s’hi afegeix l’arrest al Regne Unit i al Pakistan de presumptes responsables de la xarxa d’Al-Qaida (l’agost del 2004). Quina és la relació entre tots aquests esdeveniments?

La trajectòria de les persones implicades en els atemptats o dels intents d’atemptat permet mesurar l’esfera d’influència d’Al-Qaida, ja que la xarxa ja era història. Tot i així, cal prudència: els càrrecs retinguts contra els individus etiquetats de combatents d’Al-Qaida, internats a Guantánamo (com els quatre francesos extradits cap a París el juliol del 2004) o diferits davant els tribunals (el Sr. Mounir el-Motassadeq a Alemanya (2)), sovint han resultat molt fràgils i no s’han presentat davant els tribunals ordinaris.

Naturalment, alguns afirmen que només es coneix una part petita de l’iceberg: Al-Qaida seria una organització tentacular estructurada abans de l’11 de setembre, amb unes xarxes adormides disposades a actuar segons les instruccions del centre enviades amb missatges furtius que circulen per Internet. És creïble? Per què Al-Qaida espera per actuar? Si no és que la causa sigui una recuperació de les condicions tècniques (reclutament, obtenció de material, desviació de les mesures de seguretat), el que mostraria que l’organització està més afeblida del que vol admetre l’administració Bush.

Al-Qaida no sembla que tingui un calendari basat en una estratègia política precisa (atacar en un moment determinat pot influir en el curs dels esdeveniments), però al revés d’una visió activista i oportunista: atacar en qualsevol moment per mantenir un clima de terror i demostrar que totes les intervencions militars, de l’Afganistan a l’Iraq, són ineficaces. L’atemptat de Madrid no constitueix una excepció, tal com subratlla Lawrence Wright (3): la programació dels atacs només es relaciona per accident amb les eleccions polítiques espanyoles —i, si no hagués estat per la poca traça insígnia del govern del Sr. José Aznar, hauria pogut produir l’efecte contrari en l’opinió.

Per simplificar, es pot classificar els atemptats atribuïts a Al-Qaida en dues categories: els internacionalistes i els locals. Els primers són efectuats per equips de nacionalitats diverses que actuen fora del territori del seu país d’origen (a Nova York, Washington, Madrid, també en els atemptats frustrats de Los Angeles, París i Estrasburg); els segons estan dirigits per equips nacionals, que actuen en el seu propi territori però apuntant objectius occidentals (Casablanca, Istanbul, Bali). Fins ara, els internacionalistes en primer lloc eren els excombatents de l’Afganistan; els locals mostraven una política de franquícia. El cas de l’Iraq és menys fàcil d’analitzar, l’origen i la pertinença organitzacional dels voluntaris estrangers que estaven presents a Fal·luja continuen essent indeterminats.

Tot apunta que el moviment Al-Qaida és una mutació, essencialment a causa dels canvis en el reclutament. Cada vegada serà més difícil parlar-ne en termes d’organització estructurada. Per contra, el segell té molts dies per endavant en la mesura que li permet assegurar un impacte màxim en l’acció empresa.

El que anomenem Al-Qaida, en principi, es funda en una associació d’excombatents de la guerra (o més aviat guerres) de l’Afganistan. Després de l’ocupació d’aquest país per part de les forces americanes, aquest nucli no només va deixar de renovar-se, sinó que va retrocedir, a causa dels morts i els arrests. Es compon de dues categories: d’una banda, els caps i la guàrdia del Sr. Ossama bin Laden, que alguns han seguit des dels anys vuitanta, i de l’altra, el corrent de joves internacionalistes que van arribar als anys noranta, i sobretot entre el 1997 i el 2001. Un viver limitat i fàcil d’identificar.

Els militants del Pròxim Orient dels anys vuitanta i de la primeria dels anys noranta, que van arribar per lluitar contra els soviètics, constitueixen el nucli dur. Ja polititzats, sovint implicats en moviments radicals del seu país d’origen i procedents dels sectors més creients, van seguir el Sr. Bin Laden a les peregrinacions al Iemen i al Sudan, per tornar al mateix temps que ell, el 1996, a l’Afganistan. Molts d’ells van ser morts o arrestats: Xeic Mohammed Xeic, Wadih el Hage, Mohammed Odeh, Abu Hafs al-Masri (Mohamed Atef), Suleiman Abu Gayth, Abu Zubeyda, etc. Van compartir la vida del Sr. Bin Laden, vivint amb la seva família en els mateixos compounds i a vegades units per lligams matrimonials (el Sr. Bin Laden havia donat la seva filla en matrimoni a Atef). D’aquest grup, gairebé només en queda l’egipci Ayman al-Zawahiri.

Una guàrdia jove, de perfil diferent, va fer la seva aparició després del 1992, i sobretot a partir del 1996 i la presa de poder dels talibans. Excepte els saudites, aquests joves internacionalistes s’han radicalitzat a Occident, d’on han seguit des de fora l’estil de vida (pels seus estudis, però també pels seus comportaments i el seu casament, quan no són solters). Arribaven a Occident o molt joves o per estudiar. Alguns han nascut a Europa i molts han adquirit una nacionalitat occidental. Esdevenen born-again; és a dir, sovint trenquen amb la seva família i es radicalitzen políticament en la multitud del seu retorn a la religió —per això es pot suposar que aquest retorn s’efectua en un context de radicalització política. Entre ells hi ha els quatre pilots dels atemptats de l’11 de setembre, però també el Sr. Mohamed Ressam (4), la xarxa Beghal (5), el Sr. Zacarias Mussaui (6), i el Sr. Mohamed Sliti Amor (7). Alguns són convertits (el Sr. Richard Colvin Reid (8), el Sr. José Padilla (9)). Curiosament, molt pocs militants venen directament de països musulmans (amb l’excepció d’alguns autors de l’atemptat d’Istanbul el novembre del 2003, originaris de Turquia).

Els membres d’aquesta generació no tornen pràcticament mai al país d’origen de la seva família. Cap dels que van néixer a Algèria per exemple no es van unir al Grup Islàmic Armat (GIA). Van cap a les gihads perifèriques (l’Afganistan, Bòsnia i més tard Txetxènia, fins i tot el Caixmir), i no al Pròxim Orient o el Magrib, després tornen a Europa. La gihad i el viatge a l’Afganistan esdevenen rituals del passat: el veterà que en torna està aureolat del prestigi de mujahidins, encara que la seva estada hagi estat molt curta.

Preocupats per posar una mica d’ordre en el flux de voluntaris estrangers que sovint creaven tensions amb la població local, els talibans van confiar al Sr. Bin Laden (sens dubte al principi del 1997) el monopoli del control dels camps dels àrabs, incloent-hi els convertits, mentre que els uzbeks i els pakistanesos conservaven les seves estructures pròpies. En conseqüència, qualsevol voluntari musulmà que no fos pakistanès o originari de l’Àsia Central i que viatgés a l’Afganistan entre el 1997 i el 2001 forçosament passava pels camps d’Al-Qaida (o, a vegades, pels de les organitzacions pakistaneses radicals). Això no suposa que qualsevol persona que hagués estat en aquests camps sigui un terrorista en potència.

Combatents ‘internacionalistes’

Cap dels joves d’aquesta nova generació, al contrari de l’antiga guàrdia, no és proper al Sr. Bin Laden. Els voluntaris estaven sotmesos a una filtració: els millors eren seleccionats per tornar a Occident a cometre els atemptats, l’estada afganesa servia per entrenar-los, però sobretot per forjar l’esperit de cos que donaria força a la xarxa. Els altres, és a dir el nombre més gros, estaven fixats a la brigada estrangera que combatia al costat dels talibans contra el comandant Massud. D’aquest fet neix la dificultat que té la justícia occidental per trobar caps per a les acusacions pertinents per als presoners de Guantánamo, l’únic error dels quals és trobar-se a les tropes dels talibans.

Aquesta nova generació és la que proporciona l’essència dels caps que han comès els atemptats internacionalistes. És la que fins ara ha donat força i eficàcia a l’organització. Per definició, aquestes xarxes són alhora internacionals i basades en estretes relacions personals: concilien la globalització i la cohesió d’un petit grup homogeni d’homes que es coneixen bé. Aquesta solidaritat d’excombatents internacionalistes, que havien compartit els mateixos camps i els mateixos combats, fan la lleugeresa i la fiabilitat de les xarxes. Tot i així, com bé ha analitzat Marc Sageman (10), aquest esperit de cos es troba en els dos extrems del viatge iniciàtic cap a la gihad afganesa. En efecte, és en el si d’un petit grup de companys on es radicalitza (en una ciutat universitària, un barri, una mesquita) i pren la decisió de partir. I a l’Afganistan (o a Bòsnia, o Txetxènia), troba altres germans que poden ser de Malàisia o del Pakistan i que eventualment es trobaran al seu país.

Els membres de la xarxa es comporten sovint fora de qualsevol lògica regint una veritable clandestinitat. Comparteixen els apartaments i els comptes bancaris, són testimonis al casament d’un company, signen el testament d’un altre, etc. La impermeabilitat ve de l’efecte de grup, no de les tècniques de l’acció secreta.

L’estat major, les cèl·lules de base, les xarxes transnacionals i la cadena de comandament d’Al-Qaida també s’han fundat sobre relacions personals, forjades o bé a l’Afganistan, o bé localment, i que a continuació es transposen en una dimensió transnacional i de desterritorialització (viatges, instal·lació en altres països, nacionalitats múltiples, etc.). La companyonia té un paper molt important, a vegades doblada pels lligams matrimonials que no tenen res de tradicionals: es casa amb la germana del seu company —i no la dona escollida pels seus pares—, el que sovint implica una relació de parella moderna, com en dóna testimoni l’esposa de l’assassí de Massud, que narra com el seu marit li sargia els seus vestits (11). Aquestes relacions tan personals donen tant la força com la feblesa de les xarxes.

A vegades, a la policia només li cal desviar la pilota a partir d’un militant conegut (disposat a acusar innocents que l’únic mal que han fet sigui haver compartit una habitació o freqüentat la mateixa mesquita). Així, un dels responsables de l’atemptat de Madrid, el Sr. Jamal Zougam, havia estat assenyalat per la policia francesa al seu homòleg espanyol i breument empresonat el novembre del 2001. Fins i tot si no hi ha base de dades sobre els voluntaris que van sortir de l’Afganistan, és cert que un nombre creixent serà identificat (pels documents expedits sobre terreny, els arrests, els passaports falsos usats, etc.). Però sobretot, amb la pèrdua del santuari afganès, pràcticament no hi ha cap més lloc on reconstituir aquesta solidaritat de veterans. I si s’evoca Txetxènia, el Sahel, les zones tribals pakistaneses, fins i tot Fal·luja, cap d’aquests indrets —encara que es pugui beneficiar de compliments de les administracions locals— no pot constituir un santuari durador a causa de la vigilància i dels atacs puntuals. En una paraula, la generació dels excombatents de l’Afganistan s’ha reduït (la tècnica de l’atemptat suïcida evidentment hi ha contribuït) i ho té difícil per renovar-se.

Per evitar la marginació, Al-Qaida ha hagut d’ampliar el seu reclutament i forjar aliances. Però no disposa de relleu, ja que no constitueix un moviment polític amb una direcció política, una estructura militar, companys de carretera, organitzacions de simpatitzants, etc. Una xarxa d’activistes només existeix en la mesura que cometen atemptats. Cap sortida a la política no sembla objectiva. Dit d’una altra manera, Al-Qaida només es pot aliar amb grups combatents (encara que puguin tenir una dimensió política, com en el cas dels talibans o dels txetxens).

Hi ha tres estratègies de recerca d’aliances, o simplement de pas de relleu, que siguin possibles: la franquícia, les associacions i el bandolerisme.
La franquícia ja està en marxa. Els autors dels atemptats locals, és a dir comesos per militants en el seu propi territori, que hagin o no efectuat un viatge a l’Afganistan, configuren aquesta categoria. Un grup local, sense relació directa amb l’estat major d’Al-Qaida, com a Casablanca (o connectat indirectament, com el cas de l’atemptat de Djerba o el d’Istanbul), actua en nom de l’organització o veu com li reivindiquen l’acció. Només cal que l’opinió pública o les autoritats locals atribueixin l’acció a Al-Qaida per tal que l’efecte sigui el mateix. Els objectius són prou amplis (el que mostra la presència occidental, el judaisme o els interessos americans) per tal que quan passi alguna cosa en qualsevol lloc, doni la impressió que Al-Qaida és a tot arreu.

D’aquests relleus locals es pot passar a una organització estructurada i radical (Jemaah Islamiya van anar amb Al-Qaida a l’Afganistan, fins i tot el grup Al-Zarqaui a l’Iraq) a una banda on la revolta juvenil, el bandolerisme i el fenomen de secta es conjuguen al voltant d’un líder local, com en el cas de l’atemptat de Casablanca. Les cèl·lules també poden constituir-se entre els internautes educats i poliglotes, i proclamar-se d’Al-Qaida. L’al-qaidisme podria sobreviure a la desaparició d’Al-Qaida.

Aquesta franquícia encara és més fàcil quan sempre existeix un moviment radical que recluta i opera segons esquemes similars als d’Al-Qaida, però sense lligar-s’hi orgànicament, com a França, la xarxa Kelkal (12) i la “banda de Roubaix (13)� el 1995 i 1996. També es pot imaginar que els membres de moviments neofonamentalistes però no gihadistes (com els Tablighis (14), fins i tot Hizb ut-Tahrir (15)) van decidir passar a l’acció individualment sota l’etiqueta Al-Qaida. Així, els atemptats de Tachkent del juliol del 2004 contra les ambaixades americana i israeliana poden haver estat un fet tant de membres del Moviment Islàmic de l’Uzbekistan (MOI) que van combatre amb Al-Qaida contra els americans a l’Afganistan, o bé dels dissidents de l’Hizb ut-Tahrir, encara que la primera hipòtesi sembli més raonable.

Els exafganesos també poden autonomitzar-se, com el Sr. Al Zarqaui (sigui quina vulgui la realitat del rol que se li atribueix). Els voluntaris estrangers presents a Fal·luja tenen interès a beneficiar-se del segell i fer creure en l’existència d’una organització internacional més estructurada del que és.

Desconeguda saudita

El cas saudita és més complex. D’una banda, es compten molts exvoluntaris de l’Afganistan entre els radicals que van llançar els atacs el 2004 (els saudites estan sobrerepresentats entre els voluntaris musulmans que van combatre en tots els fronts, des de l’Afganistan a Txetxènia, passant per Bòsnia). Tenint en compte l’origen saudita del Sr. Bin Laden i el seu paper en el pas de saudites a l’Afganistan, els anys vuitanta, quan encara tenia orella als serveis secrets del seu país (la ruptura entre ell i el règim, al principi relativa, data del 1991), és probable que conegués personalment molts caps dels grups radicals.

Els atacs dirigits a l’Aràbia apunten més els estrangers (incloent-hi àrabs) i els símbols de la presència estrangera, que l’aparell d’estat. S’assemblen, per tant, a les accions dirigides per Al-Qaida. Tot i que els terroristes desitgin clarament la desaparició de la monarquia, el mètode usat no va en el sentit d’una estratègia revolucionària. D’altra banda, en aquest moviment pròpiament saudita, no hi ha cap voluntari estranger, i els seus militants no tenen trajectòries mundials, a part del pas per l’Afganistan o Txetxènia, ben al contrari dels altres militants d’Al-Qaida. Finalment no signa les seves accions Al-Qaida, encara que no les negui.

L’omnipresència d’aquest segell s’explica amb dues lògiques contradictòries: la voluntat dels règims, de Tachkent a Moscou, de veure la mà d’Al-Qaida per tot arreu per tal de presentar-se com a membres de dret del club de l’antiterrorisme, i fer oblidar les seves polítiques de repressió. Però els militants també tenen interès a fer creure que Al-Qaida és arreu: el Sr. Bin Laden per aparèixer com el gran cap d’orquestra, i els petits per assegurar-se el ressò de la seva acció.
Es tracta d’una política de franquícia: l’organització mare defineix el concepte i deixa el seu segell als franquiciats. Encara és més fàcil, ja que Al-Qaida mai no ha estat una organització leninista, preocupada pel control estret dels seus membres: aquests últims tenen molta autonomia i el centre delega fàcilment la iniciativa als joves, fins i tot els convertits (el que és totalment nou en una organització islamista radical).

Pel que fa a la recerca d’aliances, es fa prescindint de la puresa ideològica. Però Al-Qaida no tindria gaire elecció, ja que no es vol aïllar. Els seus militants regularment s’alien amb grups musulmans que tenen objectius purament locals: els talibans, els radicals txetxens o sunnites iraquians, però tots reclamen el concepte de gihad.

El lloc dels convertits

Aquestes aliances podrien estendre’s en tres direccions.

— L’aliança amb els moviments nacionalistes o ètnics, com a Bòsnia, Txetxènia i, sembla, l’Iraq. Però, en aquest tercer cas, els internacionalistes no desenvolupen una estratègia pròpia i només serveixen d’avantguarda militar, en un context on l’acció només s’exerceix en un territori nacional. Aleshores serveixen de legió estrangera que es desfà quan acaba la guerra, com es va produir a Bòsnia i podria reproduir-se a l’Iraq.

De totes maneres, no es pot excloure que certes franges radicals dels moviments nacionalistes decideixin, per desesperació, internacionalitzar la lluita, a semblança del que van fer els palestins als anys setanta. Tots els moviments d’alliberació nacional, sigui quin vulgui el paper que hi tingui l’islam (el Hamàs palestí, els txetxens del Sr. Xamil Bassàiev), donen suport a la seva lluita en el seu territori i en el dels que perceben com la potència ocupant. Cap membre d’Al-Qaida no ha actuat en territori israelopalestí i cap palestí (que visqui a Gaza o en els territoris ocupats) no va participar en les accions d’Al-Qaida. No obstant això, no es pot excloure que, davant la repressió i l’aïllament internacional, alguns grups no decidissin estendre el conflicte aliant-se amb els internacionalistes del moviment.

— La conjunció entre Al-Qaida i una franja de l’extrema esquerra radical i violenta, hereva de la Banda a Baader, d’Acció Directa o de les Brigades Roges, etc., fins i tot de l’extrema dreta. L’enemic és el mateix: l’ordre mundial caracteritzat per l’imperialisme americà. Al-Qaida fascina els que van a la recerca d’una ruptura amb l’ordre establert i es beneficia de la pràctica desaparició de l’extrema esquerra radical marxista, reconvertida en un altermundialisme que no afecta els veritables espais d’exclusió social. Fins ara, per unir-se a Al-Qaida, calia convertir-se, però la condició pot desaparèixer fàcilment. D’altra banda, els objectius de l’organització no són mai religiosos, i el seu antisemitisme en principi s’assembla més a l’antisemitisme europeu clàssic que a la seva versió musulmana (l’exadvocat de Baader, el Sr. Horst Mahler, després del seu pas a l’extrema dreta, es va reunir l’octubre del 2002 en un míting del partit islamista radical Hizb ut-Tahrir a Hamburg, també violentament antisemita).

Els convertits constitueixen sens dubte un bon indicador de mutacions futures: el pas que obren entre joves occidentals i radicals islamistes podria ser irreversible. També es podria assistir al retorn dels joves convertits en els sectors d’origen, per trobar aliances, sigui per a activitats criminals, sigui per a accions polítiques. El Sr. Ilich Ramírez Sánchez, anomenat Carlos, es va convertir a l’islam a la presó i elogiava el Sr. Bin Laden en el seu darrer llibre, L’Islam révolutionnaire (16), igual que Nadia Desdemona Lioce, la supervivent d’un grup de les Brigades Roges italianes, durant el seu arrest policíac a Itàlia, el febrer del 2003. Moltes conversions a l’islam a les perifèries són més properes a un compromís militant que a una trobada mística: més que res es tracta de conversions de protesta.
— Finalment, el tercer mètode, la mercenarització o el bandolerisme. Tot i que el centre d’Al-Qaida acabi per ser neutralitzat, un cert nombre d’exafganesos o membres potencials de l’organització posaran les tècniques apreses, les xarxes establertes i la imatge de marca al mercat. Podrien unir-se a xarxes mafioses o transformar-se en màfia; també podrien servir mercenaris als serveis secrets, com van fer en el seu temps el palestí Abu Nidal i Carlos.

Cap estat no s’aventura per ara a una col·laboració d’aquest tipus per por d’una reacció americana directa. Però la situació podria canviar si un estancament a l’Iraq fes aparèixer els Estats Units en posició de feblesa i si l’abandonament de les xarxes Al-Qaida així com la confusió sobre el final i els mitjans de la guerra contra el terrorisme acabessin per obrir una zona gris on no se sabria massa bé qui és qui. Aquestes evolucions podrien efectuar-se en espais on es mouen els militants internacionalistes que suposen connexions i suports que provenen les xarxes traficants, amb possibles complicitats en l’aparell de l’estat (regions tribals al Pakistan per exemple).

En tot cas, el fenomen Al-Qaida, com els seus avatars, s’acosta més a quelcom transnacional que a lligams circumstancials amb el Pròxim Orient. La dinàmica de mobilització i d’acció no està indirectament lligada als conflictes de la regió, que s’inscriuen sobretot en lògiques nacionalistes. Es tendeix a sobreislamitzar Al-Qaida i a menysprear la seva dimensió global, antiimperialista i tercermundista. La lògica del moviment serà, sens dubte, encarnar menys la defensa de l’islam que l’avantguarda de moviments de protesta de l’ordre establert i de la hiperpotència americana.


(1) Al Qaeda, casting a shadow of Terror. Londres: I. B. Tauris, 2004.

(2) Se sospita que havia servit de base posterior als terroristes del World Trade Center.

(3) Wright, Lawrence. “The Terror Web, Where the Madrid bombings part of a new Al Qaeda Strategy – driven by the Internet?. A: The New Yorker, 2 d’agost de 2004.

(4) Arrestat a la frontera entre els Estats Units i el Canadà, el desembre del 1999, amb explosius. Després va col·laborar amb la justícia americana.

(5) Examinat a França el 2001, sospitós d’haver preparat un atemptat contra l’ambaixada americana a París.

(6) Francès arrestat als Estats Units, acusat d’haver participat en els atemptats de l’11 de setembre.

(7) Anomenat Abu Omar, va ser acusat per la justícia belga d’haver acollit i guiat dos kamikazes tunisians que havien de matar el comandant Massud el 9 de setembre del 2001.

(8) Condemnat per haver intentat calar foc a un explosiu amagat a la seva sabata durant el vol París–Miami, el 22 de desembre del 2001.

(9) Arrestat a l’aeroport de Chicago el maig del 2002. Va ser acusat d’haver proporcionat a Al-Qaida informació per construir una bomba radioactiva. Llegiu: Conchiglia, Augusta. “Dans le trou noir de Guantanamo�. A: Le Monde diplomatique, gener de 2004.

(10) Sageman, Marc. Understanding Terror Networks. University of Pennysilvania Press, 2004.

(11) El Aroud, Malika. Les soldats de Lumière, A. S. B. L. Les Ailes de la Miséricorde, rue de l’Eglise Sainte-Anne, 93, 1081 Koekelberg-Bruxelles, Bèlgica, 2003.

(12) Xarxa dirigida per Khaled Kelkal mort pels gendarmes i sospitós d’ésser a l’origen d’una onada d’atemptats a França, entre ells el del metro Saint-Michel el juliol de 1995.

(13) El gang va escometre moltes voltes amb fusell a la regió el 1996.

(14) Ou Jama’at al tabligh, societat per la propagació de l’islam, present a l’Aràbia Saudita, al Marroc i als països de l’Oceà �ndic.

(15) El partit d’alliberació, amb base a Londres. Llegiu “L’Islam au pied de la lettre�. A: Le Monde diplomatique, abril de 2002.

(16) París: Editions du Rocher, 2003.


* Director de recerca al CNRS, va publicar especialment L’Islam mondialisé i Les Illusions du 11 septembre: Le débat stratégique face au terrorisme, tots dos publicats a Seuil el 2002.
_____________________________________________________
De Nova York a Riad

11 de setembre de 2001. Quatre avions van ser desviats per kamikazes. Dos van xocar al World Trade Center a Nova York, un al Pentàgon prop de Washington, l’últim explotava en un camp a Pensilvània. En total, aquests atemptats van causar 2.800 morts.

7 d’octubre de 2001. Inici de l’operació “Llibertat immutable� a l’Afganistan. Els talibans van ser expulsats de Kabul el 13 de novembre.

Octubre de 2001. Adopció als Estats Units del “Patriot Act�, que reforçava el recurs a les escoltes telefòniques i a la vigilància de les comunicacions per Internet, suplia les condicions de les indagacions a domicili, i estenia la durada de la vigilància als estrangers sospitosos d’activitats terroristes.

Novembre de 2001. Adopció a França de la llei sobre la seguretat quotidiana, que estenia els poders de la policia per a les indagacions i els registres.

Gener de 2002. Els primers presoners de la guerra contra el terrorisme van ser transferits a la base militar de Guantánamo (Cuba).

29 de gener de 2002. George W. Bush, durant el seu discurs sobre l’estat de la Unió, va designar l’Iraq, l’Iran i Corea del Nord com a “l’eix del mal, armat per amenaçar la pau del món�.

11 d’abril de 2002. Un camió bomba va explotar contra la sinagoga de Djerba (Tunísia): 19 morts.

8 de maig de 2002. Atac amb cotxe bomba contra els membres de la direcció de la construcció naval francesa a Karachi (el Pakistan): 14 morts.

12 d’octubre de 2002. A Bali, una sèrie d’atemptats destruïen dos clubs nocturns de Kuta Beach i el consolat dels Estats Units causant 187 morts i més de 300 ferits.

28 de novembre de 2002. Un cotxe bomba llançat contra un hotel a Mombassa (Kenya) provocava 11 morts. Poc després, un avió civil israelià escapava d’un llançament de míssils.

20 de març de 2003. Inici de la invasió angloamericana a l’Iraq. Bagdad queia el 9 d’abril.

12 de maig de 2003. Una onada d’atemptats suïcides simultanis atacaven tres complexos occidentals a Riad (l’Aràbia Saudita): 35 morts.

16 de maig de 2003. Cinc atemptats suïcides apuntaven restaurants, un hotel, representacions diplomàtiques i el centre cultural jueu; van fer 42 víctimes a Casablanca (Marroc).

19 d’agost de 2003: Un atemptat suïcida contra la seu de la missió de l’ONU a Bagdad va provocar 25 morts, entre ells Sergio Verra de Melo, el representant especial del secretari general.

9 de novembre de 2003. Un atemptat amb cotxe bomba va apuntar un complex de residents estrangers a Riad: 17 morts.

15 de novembre de 2003. Atemptats contra dues sinagogues a Istanbul (Turquia): 32 morts.

Febrer de 2004. Adopció a França de la llei anomenada Perben 2, que se centrava en la lluita contra el gran crim i el terrorisme.

11 de març de 2004. Van explotar bombes en trens de viatgers a l’arribada a l’estació d’Atocha a Madrid: 200 morts.

22 de març de 2004. Durant una cimera a Brussel·les, la Unió Europea va crear la funció de coordinador per a la lluita contra el terrorisme, i la va confiar al neerlandès Gijs de Vries.

Maig de 2004. Indagacions al món sencer després de la publicació de testimonis, acompanyats de fotografies, sobre les tortures practicades per l’exèrcit americà a la presó d’Abu Ghraib (Iraq).

28 de maig de 2004. La Unió Europea va donar el seu acord a la instauració d’un sistema de transferència sistemàtica de les dades dels passatgers aeris cap als Estats Units.

30 de maig de 2004. Durant una presa d’ostatges a Al-Khobar (l’Aràbia Saudita), 22 treballadors d’una empresa petroliera van ser assassinats abans de la intervenció de la policia saudita.
_____________________________________________________
Algunes pàgines

Acció de l’ONU contra el terrorisme. Els diferents aspectes de la lluita dirigida per les Nacions Unides contra el terrorisme internacional.
www.un.org/french/terrorism/

Departament d’Estat, Programa d’informació internacional. El servei d’informació de Washington proporciona tots els documents oficials relatius a la campanya antiterrorista americana.
usinfo.state.gov/is/international_security/terrorism.html
usinfo.state.gov/regional/af/security/french/frterror.htm

9-11 Comissió. La Comissió Nacional d’Investigació sobre els Atacs Terroristes contra els Estats Units dóna accés des de la seva pàgina al text integral de l’informe final sobre l’11 de setembre fet públic el juliol del 2004. S’hi recomana especialment una estratègia de lluita contra el terrorisme “islamista� en tres dimensions: “atac, prevenció, defensa�.
www.9-11commission.gov

Terrorism – The UE on the move. La pàgina d’informació de la Unió Europea sobre el terrorisme.
europa.eu.int/comm/justice_home/news/information_dossiers/terrorism_2004/wai/documents_en.htm

Comitè Internacional de la Creu Roja (CICR). La lluita contra el terrorisme i el dret internacional humanitari.
www.icrc.org/Web/fre/sitefre0.nsf/htmlall/terrorism

Federation of American Scientists (FAS). Aquesta associació de científics oposats a la cursa per l’armament i la proliferació nuclear va desenvolupar una base de dades sobre l’amenaça terrorista i les postures estratègiques globals.
www.fas.org/irp/threat/terror.htm

Questions internationales. La revista de La Documentation française proposa una selecció de pàgines sobre el terrorisme.
www.ladocfrancaise.gouv.fr/revues/qi/encadres/terrorisme_internet.shtml

Confluences Méditerranée. La revista presenta l’article de François Burgat, «A propos du “terrorisme islamique“ et “du camp des démocraties�, publicat en la seva edició de la primavera de 2004.
www.ifrance.com/Confluences/Textes/49burgat.htm

Oumma.com. Una anàlisi de Mohammed Chaouki Zin: “L’Islam et l’Occident: les enjeux du sens et les aléas de la puissance�.
oumma.com/article.php3?id_article=158

Cultures & Conflits. Un dossier imponent sobre el terrorisme.
www.conflits.org/dossiers_new.php3

The Edward Said Archive. Un gran nombre de textos de i sobre l’intel·lectual americanopalestí.
www.edwardsaid.org

The Clash of Civilizations. L’article de Samuel Huntington publicat el 1993 a la revista Foreign Affairs.
www.alamut.com/subj/economics/misc/clash.html

Bernard Lewis. Una selecció de recursos sobre l’universitari britànic.
www.arab2.com/biography/bernard-lewis.htm
Trobareu més referències a la pàgina del Monde diplomatique : www.monde-diplomatique.fr/index/sujet/terrorisme
Sindicato Sindicat