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Notícies :: criminalització i repressió
Los grandes de la UE pactan más represión.
per Intro.	18 oct 2004
Los grandes de la UE pactan más represión (gara)
Los ministros del Interior de los estados español y francés, de Gran Bretaña, Alemania e Italia, se mostraron ayer a favor de unificar el pasaporte comunitario, de manera que incluya también las huellas dactilares, así como de medidas de expulsión contra los «sospechosos de actividades terroristas». Los ministros de esos países, integrantes del llamado G-5 de Interior, se reúnen ayer y hoy en la ciudad italiana de Florencia para coordinarse en mayor medida en áreas como la «lucha contra el terrorismo y la inmigración ilegal». A la reunión asisten el ministro español, José Antonio Alonso; el británico, David Blunkett; el francés, Dominique de Villepin; el alemán, Otto Schily, y el italiano, Giuseppe Pisanu. Los ministros acordaron encargar a un grupo de expertos que trabaje para definir la condición de «sospechoso de actividades terroristas», de modo que pueda ser expulsado rápidamente del territorio europeo. Esa condición de sospechoso deberá ser «racional y demostrable» para que pueda ser aceptada por el resto de socios, según declaró José Antonio Alonso. Asimismo, los miembros del G-5 (los cinco países más poblados de la UE) se mostraron favorables a que en el futuro pasaporte comunitario figure el nombre del titular, su fotografía y las huellas dactilares. Este último elemento es novedoso en algunos países, como Italia, donde el documento nacional no incluye la huella dactilar, pero según el ministro español es el método más fiable para la identificación de un ciudadano y en especial para la investigación de delitos. «La Unión Europea tiene que ser un espacio de libertad, en el que se puedan mover sin dificultad los ciudadanos, pero por lo mismo también tiene que serlo de seguridad», dijo Alonso, quien agregó que la idea avanzada ayer por el G-5 en Florencia no tiene fecha de aplicación. En el transcurso de la reunión se constataron las diferencias que suscita la iniciativa que, con carácter de proyecto piloto, asumieron el pasado día 1 los titulares de Interior de los veinticinco países de la UE para crear una especie de «centros de acogida» en Túnez, Marruecos, Argelia, Mauritania y Libia, destinados a los inmigrantes «ilegales» que tratan de entrar en Europa. Según esa decisión, en esos cinco estados del norte de Africa se crearán estructuras destinadas a «acoger y asistir a los inmigrantes ilegales interceptados en aguas internacionales del Mediterráneo», pero con intención de desembarcar en algún país de la UE.
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