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Notícies :: antifeixisme
Companys analizado por 'Libertad Digital'
16 oct 2004
La publicación pseudofascista Libertad Digital vio así el acto de homenaje a Lluis Companys
Editorial de 'Libertad Digital'
"La farsa de Montjuic" <br>


"Cuando se juntan la ignorancia, la ruindad y el oportunismo político, pasa lo que pasó ayer en Barcelona. El presidente de la Generalidad, Pasqual Maragall, y sus socios de gobierno en la autonomía, celebraron, con motivo del 64 aniversario del fusilamiento de Lluis Companys, una farsa inexplicable, sectaria y que destilaba rencor por todos los costados. No faltó de nada, ni siquiera una solitaria bandera tricolor ondeando al viento que, dada la presencia en el acto de la vicepresidenta Fernández de la Vega, hace plantearse seriamente hasta que punto el nuevo Gobierno, el del 14-M, está comprometido con la Constitución y el régimen democrático -que a todos da cobijo- desde hace un cuarto de siglo. Lluis Companys es uno de los personajes históricos del siglo XX español que más tinta ha hecho correr. Y no precisamente para bien. Fue presidente de la Generalidad en los años treinta y protagonizó algunos de los episodios más bochornosos de la Segunda República y la Guerra Civil. En octubre de 1934, hace pocos días se ha cumplido el septuagésimo aniversario, organizó desde el Gobierno autónomo catalán un golpe de estado con el que pretendía contribuir a derribar al gabinete de centro derecha que el año anterior había ganado las elecciones por amplia mayoría. La operación de Companys, coordinada con la que los socialistas del PSOE tramaban en el resto de España, consistió en hacerse por la fuerza con Barcelona, proclamar el Estat Catalá y poner a la Nación en jaque y al servicio de su propia ambición de político mediocre. Para la maniobra golpista, al margen de la Ley y vulnerando la Constitución del 31, no escatimó en medios. Armó una milicia compuesta por jóvenes militantes de la Esquerra, los célebres escamots, y convocó una huelga general en toda Cataluña. La intentona, sin embargo, le salió mal. Los catalanes mantuvieron su lealtad a la República y tanto el golpe como su inspirador quedaron sumidos en el descrédito más absoluto. Dos años después, ya en plena contienda fratricida que enfrentó a catalanes con catalanes, Companys volvió a tentar a la fortuna –desde la misma magistratura- entregando el poder a los comunistas teledirigidos por Stalin desde Moscú. Este segundo saqueo, del Estado y de la propia Cataluña, le llevó directamente al exilio. En Francia fue apresado por los alemanes y entregado a la España franquista donde, en 1940, fue condenado a muerte. Estos son los credenciales del presunto héroe de la democracia que la plana mayor del Gobierno catalán y la vicepresidenta del Ejecutivo nacional homenajearon ayer. Un individuo siniestro, exaltado y que no dudó en traicionar por dos veces la causa de la República, se ha convertido en modelo a seguir y paradigma del buen catalán amante de la libertad. Bárbara ironía. Todos los mitos y patrañas del paleoprogresismo nacionalista se dieron cita ayer en la parodia barcelonesa. Fernández de la Vega incluso llegó a asegurar que para el Gobierno es prioritario revisar todos los juicios del franquismo para proceder a su anulación. Flaco consuelo para los que murieron en aquella España destrozada y macabro modo de desenterrar una época de nuestra Historia, acaso la peor, sobre cuyas cenizas se levanta la España libre y próspera de la que disfrutamos hoy en día. Porque, si se trata de reabrir viejas polémicas y exigir reparaciones ha de hacerse de las dos partes que desangraron la Nación en aquellos tres años de infamia, asesinato y vergüenza. Tan víctimas fueron, por ejemplo, las que yacen en las fosas comunes de Paracuellos del Jarama como las que hay enterradas en la colina de Montjuic. Tan verdugos fueron los soldados franquistas que apretaron el gatillo en el fusilamiento de Companys, como las milicias del Frente Popular que conducían al alba una saca de presos camino del paredón. El mejor homenaje que podemos hacer a nuestra Historia es no volver a repetirla. Jamás. Lección tan elemental, al alcance de cualquier escolar de primaria, no parece que cale en la mente revanchista de algunos de nuestros más conspicuos políticos. Desde Esquerra Republicana se ha pedido que España pida perdón a Cataluña por la ejecución de Companys. Los comunistas de IU han hablado de un “intento de genocidio de la cultura y las instituciones catalanas� por el que, naturalmente, el Estado debe disculparse. Ni la Guerra Civil fue un conflicto entre España y Cataluña, ni se tiene noticia de genocidio alguno con una cultura y unas instituciones que son tan españolas como la lengua castellana o el Tribunal Constitucional. Si esta es la Segunda Transición que desde Moncloa venden a bombo y platillo no merece la pena ni tenerla en cuenta. Entre los pilares sobre los que se edificó la España democrática del 78 no se encuentra la venganza, ni el desquite, ni el rencor. "<br>


Juzguen ustedes mismos la calidad del editorial.
Fachas!

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Comentaris

Re: Companys analizado por 'Libertad Digital'
16 oct 2004
I aquest és l´article d´avui de César Vidal a La Razón:

El verdadero rostro de Companys

César Vidal
Esta semana, el gobierno presidido por el señor Rodríguez Zapatero decidió sumarse a las iniciativas del tripartito nacional-socialista catalán destinadas a rehabilitar de manera pública y oficial la figura de Companys. El gesto –que parece desandar la política de reconciliación que caracterizó la Transición– resulta aún más controvertido si se tiene en cuenta la trayectoria específica del personaje.

Lluis Companys nació en el seno de una familia acomodada en Tarrós, en la comarca de Urgell, en 1883. Cuando se trasladó a estudiar derecho a Barcelona, se convirtió con menos de dieciocho años en uno de los fundadores de la Asociación escolar republicana. En buena medida, puede decirse que comenzaba a transitar entonces un camino que ya no abandonaría durante el resto de su vida, un camino que pasaba por el nacionalismo catalán pero, de manera muy acentuada, por la lucha anti-sistema. Redactor en jefe de «La Barricada», un semanario que dependía del Bloque autonomista catalán, al año siguiente sufrió una dura derrota en las elecciones municipales que le llevó a radicalizar sus posiciones. En abril de 1917, se convirtió en uno de los fundadores del Partido republicano catalán y se sumó de manera nada oculta a la labor de acabar con la monarquía parlamentaria. No mucho después, Companys entró en uno de los recovecos de su carrera que suelen pasar por alto sus partidarios y que ilustra más claramente su carácter moral. Nos referimos al momento en que decidió asumir la defensa de terroristas de signo anarquista que, desde 1919, habían precipitado a Cataluña en lo que se denominaron los «años del pistolerismo». Para muchos, Companys simplemente colaboraba con las fuerzas políticas anticonstitucionales de mayor peso –y violencia–. No obstante, junto con esta razón nada descartable puede indicarse otra de no escasa importancia. Companys había sido iniciado en la masonería precisamente en una época en que la presencia de ésta en los partidos anti-sistema era muy considerable, pero, sobre todo, en que la relación era muy estrecha con el sector del anarquismo que propugnaba el atentado como vía política privilegiada. De hecho, anarquistas habían sido tanto Ferrer Guardia, responsable de las atrocidades de la Semana Trágica como Mateo Morral que había intentado asesinar a Alfonso XIII el día de su boda. No resulta pues nada extraño que Companys, además de intentar derribar la monarquía parlamentaria, estuviera ayudando a compañeros de la Logia. De hecho, en noviembre de 1920, fue detenido junto con otros anarquistas implicados en acciones violentas y recluido en el castillo de Mahón. Fue su elección como diputado de partido republicano catalán la que le libró justo al mes siguiente de la cárcel. Regresó a prisión por actividades subversivas en 1930, pero a esas alturas la conspiración contra el sistema parlamentario estaba muy avanzada. Aunque el alzamiento armado de los militares Galán y García Hernández fracasó, en abril de 1931 se proclamó la república. Fue éste un episodio idealizado por la propaganda aunque muy turbio en su desarrollo ya que se produjo tras unas elecciones municipales en que las candidaturas monárquicas obtuvieron casi cinco veces más concejales que las republicanas. El día 16 del citado mes, Companys proclamó la república desde el ayuntamiento de Barcelona. A partir de ese momento, su carrera –ya vinculada a la Esquerra republicana de Cataluña– resultó fulgurante. Diputado, miembro del comité ejecutivo de ERC, presidente del parlamento catalán o ministro de marina fueron algunos de los cargos que ocupó mientras erosionaba mortalmente al catalanismo de derechas. Al morir Francesc Maciá en 1933, Companys se vio catapultado a la presidencia de la Generalidad catalana precisamente en unos momentos en que el catalanismo era ya claramente de mayoría izquierdista e independentista. Fue entonces cuando se produjo un hecho que no comprendió –ni aceptó– ninguna de las fuerzas que durante décadas se había propuesto aniquilar la monarquía parlamentaria y luego caminar hacia sus distintas utopías a través de la república. Tras un gobierno republicano-socialista que duró dos años y que no resolvió ninguno de los problemas que acometió, aunque sí dividió dramáticamente a los españoles, las derechas ganaron las elecciones de 1933. La respuesta de nacionalistas e izquierdas –especialmente de PSOE y ERC– fue preparar un alzamiento armado que aniquilara al gobierno legítimo y les permitiera volver al poder mediante la violencia. Companys se sumó con entusiasmo al plan y, de hecho, tenía el propósito de aprovechar la sublevación armada dirigida por el PSOE para proclamar la independencia de Cataluña. En octubre de 1934, el PSOE se lanzó a la calle proclamando que había llegado el momento de implantar la dictadura del proletariado. Sin embargo, Companys, siguiendo los consejos de un enviado del republicano Manuel Azaña, limitó sus pretensiones a sumarse a la rebelión y a proclamar el Estado catalán dentro de la República federal española. Sería Madariaga el que afirmaría que con el alzamiento de 1934 las izquierdas habían perdido toda legitimidad para condenar la sublevación de julio de 1936. También perdieron aquel envite y Companys fue condenado a treinta años de reclusión por alzarse en armas contra el gobierno legítimo. Como en otras ocasiones anteriores, los cambios políticos permitieron a Companys eludir la acción de la justicia. En febrero de 1936, la victoria del Frente popular no sólo lo sacó de la cárcel, sino que le devolvió a la presidencia de la Generalidad. Cuando se produjo el alzamiento de julio de 1936, Companys supo trabar una alianza con la CNT que tuvo, entre otras consecuencias, el desencadenamiento del Terror roji-negro sobre Cataluña. Se trató de un Terror al que no fue ajeno –más bien entusiasta partícipe– su partido, la ERC. Desde mayo de 1937 –cuando el PCE decidió aniquilar a sus rivales en la España del Frente popular comenzando por el POUM– Companys se amoldó a la nueva hegemonía comunista, a la vez que estrechaba lazos con el gobierno vasco preparándose para la independencia posterior a la guerra. Sin embargo, la guerra no la ganaron las fuerzas del Frente Popular. En enero de 1939, mientras las tropas de Franco avanzaban por Cataluña, Companys huyó a Francia. Los vencedores lo buscaban por varios cargos entre los que se encontraban de manera fundamental los referidos a los fusilamientos, los saqueos, las torturas y las atrocidades cometidas en Cataluña mientras Companys era presidente. El dirigente de ERC pudo escapar hasta que el III Reich venció a Francia en el verano de 1940. Concedida la extradición por las fuerzas de ocupación alemanas, Companys fue entregado a las autoridades españolas y juzgado. Se le condenó a muerte siendo fusilado el 15 de octubre de 1940 en el castillo de Montjuic. El acto no pudo estar más cargado de simbolismo. En los fosos de aquel mismo lugar, más de mil doscientas personas habían sido fusiladas por el Frente Popular sin que Companys hiciera nada por impedirlo.



César Vidal es escritor
e historiador
Re: Companys analizado por 'Libertad Digital'
16 oct 2004
y el bobo de juan carlos girauta dice hoy que la obra de derrida no tendrá ninguna consecuencia

y pio mona reivindica la figura del fascista gil robles

no es extraño que los textos de los columnistas de libertad digital sean los más celebrados en los foros de los neonazis

díme quién te lee y te diré quién eres
Re: Companys analizado por 'Libertad Digital'
16 oct 2004
nazi y totalitario tú.
Re: Companys analizado por 'Libertad Digital'
17 oct 2004
Esta Elvira no e sni mas ni menos q la tal torrentista2000 radical CRUZ19879 ..esta es solo una mas d sus identidades...es nazi en foros nazis,facha en foros fachas y españolista en foros de derechas ..pero siempre la distingue especial interes en desviar temas al area d excaca2000..jejejejejej si es q sois tontos hasta pa eso...ale maja no esta bien eso d star tan malfolla...
Re: Companys analizado por 'Libertad Digital'
17 oct 2004
Y tú sales por peteneras. Eres uno de esos que anda por los foros insultando a todo aquel que dice algo que a ti no te gusta.
Nazi tú
Facha tú
Tonto tú
Re: Companys analizado por 'Libertad Digital'
17 oct 2004
¡¡¡España2000 tortura y asesina!!!
Pasen y vean: http://www.nodo50.org/rashmadrid/htm/Foro/viewtopic.php?t=3802

Pero que se anden con calma estos torrentes, quizás un dia de éstos pueda aparecer su foto aquí:
http://www.nodo50.org/rashmadrid/htm/Foro/viewtopic.php?t=2290&start=0

Para entonces, ya sabrán que cualquier día podría ser su último día.
Re: Companys analizado por 'Libertad Digital'
17 oct 2004
¿Porqué les publicais aquí ?Lo mejor es "ningunearlos",lo mismo que a ese pseudónimo ELVIRA que debe ser un tío con bigote y banderita de la gallina.
Ni puto caso a esos descerebrados,¡que les lea su padre !
Re: Companys analizado por 'Libertad Digital'
17 oct 2004
He mirado las fotos y os he reconocido.
Re: Companys analizado por 'Libertad Digital'
17 oct 2004
Uiiii... quina por fot l'"Elvira"... "os he reconocido"... jejejeje!! Vinga, a cagar trollete.
Re: Companys analizado por 'Libertad Digital'
17 oct 2004
Que te den por ahí, por donde más te gusta, Ramira.
Re: Companys analizado por 'Libertad Digital'
25 abr 2005
supongo que en ambos bandos se cometerían atrocidades, supongo que son igual de deleznables, lo que no entiendo es la defensa a ultranza que se hace a alguno de ellos (a cualquiera de los 2) me parece patético que todavía exista gente así en este país
Sindicato Sindicat