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Notícies :: globalització neoliberal |
¿Qué es el progreso?
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per Antonio MarÃn Segovia - Cercle Obert de Benicalap |
04 oct 2004
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¿Qué es el progreso y para qué sirve la cultura?
CULTURA, MEMORIA Y LIBERTAD EN UNA SOCIEDAD VELOZ Y SIN REFERENTES ESTABLES Y SENTIDOS PERSONAL Y COLECTIVAMENTE
http://www.iberica2000.org/Es/Articulo.asp?Id=1797
En ciertos momentos de crisis y nervios, la clase polÃtica y el tejido empresarial utilizan la palabra "progreso" para justificar todo tipo de barbaridades y atentados contra nuestro legado natural, cultural, artÃstico. Es hora de exigir que se puede y se debe compatibilizar un progreso sostenible y equilibrado con el respeto integral a nuestro entorno, a todo lo que conforma e integra nuestro territorio y paisaje, pues los seres humanos también formamos parte relevante de esa naturaleza, de ese ambiente...
Cultura, memoria y libertad en una sociedad veloz y sin referentes estables y sentidos personal y colectivamente
En una sociedad actual, donde todo son eventos festivos grandiosos e interminables, donde todo son construcciones gigantes, en una sociedad que construye sin parar núcleos comerciales majestuosos, desproporcionados y realmente innecesarios, llenos de lujo y de oropeles propios de un cuento de las “Mil y una nochesâ€?... resulta algo extraño, paradójico y fuera de lugar que algunos dediquemos tanto tiempo y energÃa a reclamar la necesidad urgente de conservar y proteger los tradicionales espacios artÃsticos, ambientales, culturales... que pervivien milagrosamente en nuestro entorno, en nuestro territorio...
No goza de prestigio y reconocimiento denunciar el caos urbanÃstico y la falta de medidas públicas para atajar los desmanes contra la naturaleza rural, urbana, marÃtima… No es bueno ni conveniente denunciar con insistencia y lógica los atentados que se cometen impunemente contra nuestro paisaje. Algunos olvidan que nosotros, seres humanos de carne y hueso, también formamos parte de ese ecosistema, de ese paisaje… Algunos seguro que piensan que los hombres somos un elemento ajeno a la naturaleza, alejados de las reglas que rigen la vida de animales y plantas…
Sabemos que nuestras peticiones e iniciativas no son nada bien vistas por los actuales gestores y responsables polÃticos y económicos, pues entorpecen sus objetivos de crecimiento imparable.
Pero esa impopularidad y esa falta de atención institucional, es un sÃntoma magnÃfico de la bondad y oportunidad que tienen nuestras iniciativas y denuncias en unos tiempos muy poco proclives a la solidaridad, en unos tiempos donde no es bien visto el compromiso real y cotidiano con los asuntos elementales que conforman nuestro devenir como ciudadanos, como seres humanos…
Por eso es importante resaltar la necesidad de mantener y rehabilitar, con esmero y rigor, todos aquellos vestigios y ecos de nuestro pasado, de nuestro legado ambiental, cultural, histórico-artÃstico… evitando caer en las trampas que cierta modernidad consumista e impÃa quiere imponer a toda costa, enarbolando la bandera pirata del "progreso".
Valencia tiene unos de los legados naturales e históricos más variados y completos; sin embargo la visible falta de coordinación y el nulo respeto de la administración pública por desarrollar polÃticas activas destinadas a la total regeneración, recuperación y rehabilitación de los numerosos espacios naturales, rurales, urbanÃsticos y litorales que merecen cuidado y protección es una realidad que podemos constatar y verificar in situ.
Las graves situaciones de abandono, degradación, expolio y desidia que sufren lagos como la Albufera, nuestros rÃos (Turia, Mijares, Xuquer, Tuejar Magro, Segura…), nuestros montes, sin olvidar los ya escasos bosques autóctonos, las saturadas y exhaustas playas, los moribundos centros históricos, los saqueados yacimientos arqueológicos, los abandonados núcleos rurales del interior... nos mueve a reclamar una efectiva coordinación institucional y la creación de cauces participativos cÃvicos para consensuar y activar programas destinados a la integral conservación y recuperación de todo nuestro legado natural e histórico-artÃstico.
Es hora de que los diversos colectivos cÃvicos mantengan posiciones solidarias y procedan a organizar una ofensiva sistemática y permanente contra las innumerables arbitrariedades de la administración actual, en aras a evitar y detener la degradación y expolio que padecen numerosos espacios urbanos, rurales, litorales en nuestro territorio. Sin una unidad de acción en torno a unos objetivos especÃficos y concretos, es imposible hacer frente a la voracidad obscena e insaciable de una administración entregada a los intereses de ciertos grupos inmobiliarios, de ciertos grupos empresariales que carecen de la visión respetuosa por mantener las raÃces culturales, ambientales e históricas.
En nuestras manos tenemos la posibilidad de intentar detener el deterioro y la degradación que algunos cometen en nombre de un "progreso" que pretende pintar unas manchas oscuras y malolientes encima de un Sorolla luminoso y singular. Un "progreso" que coloca en primer lugar la obtención inmediata y urgente de beneficios económicos para unos pocos, condenando a la uniformidad a la gran mayorÃa que conforma el tejido social de nuestra dinámica y convulsionada sociedad.
No olvidemos que en nombre del progreso se han realizado numerosos genocidios, exterminios de pueblos enteros, guerras mundiales, saqueos históricos... Los grandes demagogos suelen emplear la mágica y aturdidora palabra de "progreso" para encandilar y engatusar a los ingenuos. No olvidemos nunca nuestro espÃritu crÃtico y cuestionemos siempre si ese supuesto "progreso" indiscriminado y voraz que nos vende algunos, realmente nos va a proporcionar bienestar y estabilidad en todos nuestros aspectos como seres humanos y ciudadanos.
Para mantener nuestra existencia necesitamos mantener, conservar y cuidar con mimo y entrega apasionada todo aquello que conforma nuestro entorno ambiental. Sin un espacio natural limpio y completo no es posible la vida y el desarrollo humano.
Antonio MarÃn Segovia
Cercle Obert de Benicalap
Iniciativas Sociales y Culturales de Futuro
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Benicalap - Valencia, a 1 de octubre de 2004
La realidad miente más
"Como el futuro puede ser recordado, hace diez años, antes de los tratados de "integración comercial" y la transformación del Estado en empresa, en los paÃses subdesarrollados habÃa 130 millones menos de pobres que ahora; la educación y la salud públicas cubrÃan más del 60 por ciento de la población, hoy reservadas a quienes puedan pagarlas. Para los "jodidos" queda el Teletón. La diversidad engañosa. PedagogÃa del asistencialismo multimedia como enfoque renovador y globalizador de los nuevos "usos y costumbres". Su acatamiento es la conservación entrampada de una diferencia basada en la desigualdad de oportunidades, de crecimiento, de desarrollo, de derechos de dignidad, en la falta de reconocimiento del otro como persona."
La imaginación liquidada
José Antonio Cedrón
Información versus Comunicación
Un periodista uruguayo nos contó que en su pueblo natal, de cinco mil habitantes, habÃa liga de básket con seis equipos, torneos de "Papi fútbol" con otros tantos, campeonatos de ajedrez, dos grupos teatrales, cine de jueves a domingo, vecinos en la vereda. Vida. Hace años que no se juega a nada, cerró el cine, los grupos de teatro desaparecieron; el club social reemplazó al ajedrez por tres televisores con videos, y si uno se cae en la calle a la diez de la noche no lo encuentran hasta el otro dÃa. La televisión cubre más expectativas sin esfuerzo de imaginación que la radio cuando no tenÃa competencia. Información versus comunicación, y en el envés una distracción semejante a la perplejidad del nieto de Mastroianni en Todos estamos todos bien o al autismo de Dustin Hofman en Rain man.
A mediados de 1992, en pleno despegue de esa nave que nos proyectarÃa al primer mundo a través del Tratado de Libre Comercio, todavÃa los jóvenes mexicanos veÃan dos mil 500 horas de televisión al año mientras pasaban 600 en la escuela. ParecerÃa que el aumento de audiencia fuera proporcional al descenso de los promedios.
A diferencia de otras religiones, este milagro no necesita que GarcÃa Márquez le ponga una sábana para elevarse, tiene otros operadores que no cobran por acceder al cielo, sino a un satélite. Se trata de "poner tus ojos en lo más alto".
Ni se te ocurra pararte
Un breve seguimiento casero durante 40 dÃas a la programación de Televisión Azteca y Televisa, me enseñó como 170 formas de matar y otras tantas de morir. El despliegue incluyó armas de todo tipo y una generosa lección de individualismo como sinónimo de éxito y triunfo. Sin embargo, como se vio durante la guerra del Golfo, y luego con la de los Balcanes, la muerte real no es un accidente sino un espectáculo que puede convertirse en guión y venderse por puntos de rating a todo el planeta. Para reafirmar que la realidad supera a la ficción, aquà como en las series también ganó el más alto, el más blanco, el más fuerte.
Un regreso a las fuentes de esas lecciones racistas del cine estadunidense que mamamos desde las pantallas de todas las salas de barrio -a lo largo y a lo ancho- de nuestro patio trasero. Y aunque se vea en colores, la construcción del hilo argumental es fiel al blanco y negro, por eso, los indios siguen siendo bárbaros, los negros inferiores, los mestizos incompletos, y todos sospechosos.
Para que no haya dudas acerca del mensaje histórico, la adaptación a los tiempos por parte de los guionistas consistió en hacerlos cambiar de "profesión", nunca de condición.
De esta suerte, podrÃa explicarse que Emilio Azcárraga Milmo nos redescubriera que "México es un paÃs de una clase modesta muy jodida", por eso es "una obligación llevarle diversión y sacarla de su triste realidad y de su futuro difÃcil". La pantalla reemplaza a la vida.
A fin de cuentas, además de la tele, los "jodidos" tienen a su alcance la loterÃa, los pronósticos deportivos, el melate, la raspada, la bolita, quinielas, los concursos de don Francisco y compañÃa, los horóscopos de Walter Mercado, la "excelencia" envasada de Miguel Angel Cornejo, y hasta las terapias de punta de Cristina Saralegui, RocÃo Sánchez Azuara, Carmen Salinas o el consultorio peruano de Laura en América, entre tantos otros que ofrecen sus servicios profesionales.
El azar es lo más democrático que les queda. Es cuestión de acertar.
Un director de noticieros me dijo socarronamente "el público duda del que duda; si tú no cambias, él cambia de canal" (y se pierden los anunciantes).
Según la función formadora de los medios, el público opina por repetición con la seguridad de la ignorancia que recibe de este enfoque educativo.
Al árbol de la miseria le cambiaron las ramas y las hojas, por eso las traducciones no se pueden leer sin eufemismos: "paÃses en vÃas de desarrollo", "gente sin recursos", "carenciados", "umbrales de pobreza", "empleo informal". Lenguaje que clasifica y habla de los otros y por los otros, pero nunca a los otros. Como en las religiones se expresa en imperativo. La función traduce códigos, instituciones, moral determinada, una ideologÃa. Neutraliza de un modo más sutil: por compulsión. Si no fuera otra cosa más que un juego macabro, podrÃa interpretarse que las palabras dicen lo que quieren decir, en tanto no lo dicen, "sino todo lo contrario".
Podemos inferir que por efecto de un reciclaje continuo la posibilidad de conocimiento se convierte en un espacio de ningún saber.
En suma, alimentan nuestra ignorancia a sabiendas que el "contenido", según parece, es parte inherente de nuestras desgracias.
Asà desfilan ilusionistas, lectores de manos, testigos de ovnis como de Jehová, benefactores de solterÃas condenadas a la eternidad, conductores de cualquier cosa erigidos en defensores de la "opinión pública", que "asisten" a invitados que se denigran con o sin consentimiento de que los "ventaneen", con tal de que usted, que está del otro lado, "la pase bien".
El travetismo de parpadeo subliminal, la máscara, la declamación glamorosa, la autovanagloria ritual y la utopÃa consumista no encuentran piso en la realidad porque el lenguaje monopoliza por sà mismo hasta la inhibición cualquier otra consideración, en aras de una audiencia caótica como proclive a ser clonada por inventos mercadotécnicos, más atentos a la escenografÃa y el impacto que al razonamiento.
Todo este juego de sustituciones que responde a la dinámica de implantación del neoliberalismo globalizador -a la que habrÃa que sumarle resignación y deserción, según el caso- tiene lugar en un territorio como Latinoamérica, donde las mayorÃas (210 millones de pobres, según la CEPAL) apenas pueden decodificar, no leer. Después descubrimos que no eran sólo ellos.
Por lo pronto, la tv nos protege y nos reúne para que todos juntos prefiramos compartir en familia cómo odian y aman y lloran o se matan los otros en la pantalla, a cambio de caerse en una calle de nuestras ciudades sin ley.
La opción tiene consenso. Una madre dijo: "No señor, si a mi hijo lo pongo a leer, le doy un libro, al rato pide salir de la casa. Con la tele estoy segura de que está adentro y no le pasa nada" (¿nada?).
El mercado, a través de los medios, nos reitera que las voluntades ajenas juegan un papel cada vez más preponderante en la vida y el destino individual. De su lado, gobiernos y estados apuestan su responsabilidad a lo mismo hasta reducir sus roles a un espectáculo más para lucimiento de los guionistas del show business. La globalización casera lo resume en una frase ritual: "echarle ganas".
Después de que nos trajeron a Dios hace 500 años, las transnacionales desembarcaron con un nuevo pensamiento único para el altar del sincretismo, que valida no sólo la coexistencia sino que revela la visión del mercado globalizador en su estrecha relación con todo y todos aquellos a los que pueda unificar bajo sus leyes: objetos deportivos, religiosos, comida, bebida, cosechas no tradicionales, pesos, estaturas, comportamientos y palabras para justificarlos; condiciones para "estar en el mundo", como dice un comercial. De lo contrario de nada vale tocar madera o ser bendecido. Si algo queda al azar es porque no es rentable.
Entre otras cosas, la globalización de los medios a través de su cobertura planetaria unifica en el consuelo, en tanto muestra que las desgracias no son patrimonio de un paÃs o de una región, sino de todos, lo que permite a grandes segmentos de la población reconocerlas como una especie de fenómeno "natural", no social, producto de una misma liturgia polÃtica con orden y forma establecidos.
De un tiempo a esta parte
La educación, por múltiples factores y entre ellos una sobrecarga de exigencia por parte de los mercados productivos, se ha vuelto cada vez más instrumental y acumulativa; en términos de conocimiento se traduce en información, no en reflexión.
Hoy se habla de excelencia para responder a la demanda de una maquinaria productiva de la cual, en México, el 58 por ciento está en manos de empresarios que no terminaron el segundo año de secundaria. Una verdadera cirugÃa cosmética de polÃtica educativa, para una clase media y alta que no se afilia a cÃrculos de lectores, sino al Price Club.
Según Jorge González en su libro La cultura en México, entre 1998 y 1999 seis de cada diez hogares mexicanos no compraron ningún libro. La cuarta parte de los profesionales mexicanos no ha visitado nunca una biblioteca pública, y seis de cada diez nacionales tampoco ha estado nunca en una.
La enseñanza es una isla; en la costa continental los "descubridores", quienes van a evaluar, diagnosticar y delimitar nuestro progreso; en la otra orilla los aldeanos.
En un paÃs donde se enmarcan más diplomas de cualquier cosa, los pedagogos, los especialistas, las vacas sagradas, los gurús, no están excluidos del hábito. Lo sofistican, los disfrazan, lo enmascaran para que no se note, pero la realidad, terca como un músculo eternamente joven, sobrevive a toda suerte de cosméticos.
La educación sigue siendo informativa, piramidal, dependiente; tal vez por eso, una de las "virtudes" del subdesarrollo consiste en elegir no lo que necesitamos, sino aquello que nos volverá parecidos a los que no necesitan lo que nosotros. A costa de aceptar que la llamada modernidad es un destino pobre para alcanzar a través de la imitación. No obstante, insistimos en ser actores protagonistas de una obra ajena, pero somos comparsa.
Diego Arria, gobernador de Caracas durante la primera presidencia de Carlos Andrés Pérez en la década de los 70, le compró a los húngaros autobuses Ikarus con fuelle para modernizar el transporte público de la ciudad. Cuando llegaron al paÃs y los pusieron en marcha, no alcanzaron a completar el recorrido porque su tamaño le impedÃa dar vuelta en las esquinas de las calles estrechas de esa ciudad endiablada.
Poco tiempo después estaban abandonados en los deshuesaderos oficiales por falta de mantenimiento y utilidad verdadera, hasta que terminaron vendiéndose por piezas. Tal vez por todo esto, el Tercer Mundo es el mundo de repuesto de los otros dos.
Todos pagamos por ver, sin querer ver: Diego Arria dejó el cargo para postularse a la presidencia, que se le ofreció a todo color y en horario triple A. Sus anunciantes lo vendÃan como "el hombre del cambio que necesitamos". No la obtuvo porque el mismo subdesarrollo tenÃa otras barajas en el mazo, y le cambió la jugada.
Pero este Arria tenÃa antecedentes: se vestÃa como Robert Redford cuando era galán; bajo el sol caraqueño un dÃa tropezó en la calle y tuvo una caÃda sin consecuencias, pero le sirvió de pretexto: desde entonces modeló una colección de bastones por toda la ciudad. La importancia de tal acontecimiento lo devolvió a la pantalla chica del arte efÃmero.
Arria no era un polÃtico, era pedagogo, un invento de la tipicidad.
Se perdió en los pasillos sombrÃos de la historia porque la democracia también tiene su Siberia de desechables con qué justificar el reemplazo. Como en los canales de televisión, cuando baja el rating se cambia el producto y conserva a sus anunciantes.
Los lÃderes inventados no son tocables, sino famosos y deseables por la necesidad de inserción en la saturada escala de valores; pronto, devienen ventrÃlocuos.
Como el futuro puede ser recordado, hace diez años, antes de los tratados de "integración comercial" y la transformación del Estado en empresa, en los paÃses subdesarrollados habÃa 130 millones menos de pobres que ahora; la educación y la salud públicas cubrÃan más del 60 por ciento de la población, hoy reservadas a quienes puedan pagarlas. Para los "jodidos" queda el Teletón. La diversidad engañosa. PedagogÃa del asistencialismo multimedia como enfoque renovador y globalizador de los nuevos "usos y costumbres". Su acatamiento es la conservación entrampada de una diferencia basada en la desigualdad de oportunidades, de crecimiento, de desarrollo, de derechos de dignidad, en la falta de reconocimiento del otro como persona.
En el centro del caos regresa la utopÃa; la obstinada señora rema a contracorriente del anunciado "fin de la historia".
Tal vez nos queda organizarnos con algo posible, para que esta sobrevivencia -apenas material para millones de personas- no nos impida respuesta de conservación espiritual y poética; es decir, respuestas que sólo tenemos y podemos ofrecer como especie.
O de otro modo, ¿qué hacemos con lo que hicieron de nosotros, para que no nos perdonen porque no creemos en la culpa?
El presente trabajo forma parte del libro
"La realidad miente más", de próxima publicación.
José Antonio Cedrón
CERCLE OBERT (01/10/2004)
Fuente/Autor: Antonio MarÃn Segovia - Cercle Obert de Benicalap - Iniciativas Sociales y Culturales de Futuro
http://www.iberica2000.org/Es/Index.asp |
Mira també:
http://www.iberica2000.org/Es/Articulo.asp?Id=1797 http://www.nuncamas.net/phpBB2/viewtopic.php?t=279 |
This work is in the public domain |
Comentaris
El pez payaso - Reproducción
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per Antonio MarÃn Segovia - Cercle Obert de Benicalap |
04 oct 2004
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El pez payaso - Reproducción
La reproducción de este pez se produce en cuanto comienza elevando la temperatura del agua. En el acuario se puede inducir aumentando la temperatura de forma gradual durante días, hasta los 28ºC, siempre que existan hembras grávidas (con el abdomen prominente) que estén dispuestas a la reproducción. Si esta no se produjera, habrá que esperar hasta la llegada de un caluroso verano. Para lograr la reproducción se suelen separar una o más parejas en zonas apartadas que incluyan una anémona de tamaño medio o grande.
La zona de reproducción debe estar cercana a los tentáculos de la anémona protectora. Tiene que ser una superficie plana o ligeramente hundida hacia adentro. Y se debe encontrar una posición vertical preferentemente, en una zona que no reciba una iluminación muy intensa.
Si el acuario está demasiado poblado de depredadores que supongan una amenaza para los alevines, puede ser conveniente trasladar los huevos en un acuario diferente uno o dos días antes de la eclosión. Lo mejor es extraer la piedra en la cual están los huevos e introducirla con sumo cuidado en un recipiente, siempre sumergida durante el traslado de un acuario a otro. Los huevos nunca deberán entrar en contacto con el aire para evitar que se estropeen. Una vez ubicada en el otro acuario, se coloca de forma vertical y encima de un difusor de burbujas finas. Así se bañarán todos los huevos agitándolos. Se conseguirá, de este modo, que los alevines nazcan igualmente, aún sin los cuidados paternales.
CERCLE OBERT (01/10/2004)
Fuente/Autor: Antonio Marín Segovia - Cercle Obert de Benicalap - Iniciativas Sociales y Culturales de Futuro
http://www.mailxmail.com/curso/vida/peces/capitulo15.htm |
Las prótesis auditivas osteointegradas transmiten el sonido por vÃa ósea
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per Antonio MarÃn Segovia -Cercle Obert de Benicalap |
04 oct 2004
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Las prótesis auditivas osteointegradas, conocidas como BAHA (bone anchored hearing aid), utilizan la vía ósea en lugar de la aérea para transmitir el sonido hasta el oído interno. La intervención necesaria para su colocación es sencilla y consiste en implantar un tornillo de titanio con el fin de que se integre en el hueso cerca del oído y conectarlo directamente a un audífono externo atravesando la piel.
De acuerdo con la experiencia del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Doctor Peset, de Valencia -que ha realizado veinte implantes de este tipo desde el año pasado-, la gran ventaja de la nueva técnica es que evita la necesidad de ocluir el canal auditivo externo con el audífono, con lo que los pacientes con problemas de audición que padecen otitis crónicas en las que resulta imposible llevar un audífono convencional pueden oír y realizar una vida normal.
Indicaciones
Según explican fuentes del citado servicio, las prótesis auditivas osteointegradas también están indicadas cuando a los graves problemas de audición se unen malformaciones, congénitas o no, que afectan al oído externo o medio e imposibilitan el uso de audífonos y en las que la cirugía no está indicada. "Los implantes osteointegrados están pensados para puentear el oído externo o el oído medio cuando no cumplen su función o no es posible realizar cirugía ni acoplar un audífono".
Es como una combinación de implante dental (un tornillo en el hueso) y un audífono externo, que hace que la audición se transmita por vía ósea hasta el oído interno, obviando el medio y el externo. Para ello, la vía del nervio debe estar bien conservada.
La intervención quirúrgica para implantar este tipo de prótesis es sencilla y se realiza con anestesia local, y la integración del tornillo de titanio implantado en el hueso se completa a los tres meses, momento en el que se puede colocar el audífono y el paciente puede volver a recuperar la audición.
Más experiencia
Según informa Europa Press, el Hospital Universitario Doctor Peset se ha convertido en uno de los centros sanitarios públicos con un mayor número de casos intervenidos con esta técnica terapéutica para pacientes con graves problemas de sordera.
Este método, que aún no es muy conocido a pesar de sus ventajas y los buenos resultados obtenidos en Europa y Estados Unidos desde hace unos quince años, tal como reconoce su servicio de ORL, ha encontrado en centro valenciano un lugar desde el que poder desarrollarse y hacer de esta técnica una práctica de referencia en toda la comunidad.
La sordera afecta a un 7 por ciento de la población y, de acuerdo con los datos que maneja el Ministerio de Sanidad, cinco de cada mil recién nacidos padecen una sordera de distinto grado. Además, existen unos 400 síndromes genéticos descritos que incluyen entre sus manifestaciones la pérdida de audición.
CERCLE OBERT (01/10/2004)
Fuente/Autor: Antonio Marín Segovia - Cercle Obert de Benicalap - Iniciativas Sociales y Culturales de Futuro |
¿Por qué bostezamos?
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per Antonio MarÃn Segovia -Cercle Obert de Benicalap |
04 oct 2004
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¿Por qué bostezamos?
Constantemente bostezamos y no sabemos por qué, ni para qué. Los perros, los gatos, las ratas, los monos, los elefantes marinos, hasta los pajaros bostezan. Alguna función importante tiene el bostezo, ya que este comportamiento se ha mantenido a lo largo de la evolución.
A pesar de la frecuencia del hábito de bostezar son pocos los investigadores que se han preocupado de por qué tenemos que hacerlo.
Sin embargo dos psicólogos, Robert Provine de la Universidad de Maryland y Ronald Baenninger de la Universidad Temple, han decidido estudiarlo, aun cuando tampoco han llegado a obtener una respuesta convincente (Discover 1989).
Una descripción simple es que corresponde a un, "alarido silencioso por oxígeno", que ocurre cuando generalmente estamos cansados o aburridos. Esta sería una maniobra respiratoria para que la sangre se cargue de más oxígeno y excrete CO2 en su paso por los pulmones. Para comprobar esta hipótesis, Provine planteó un experimento. A un grupo de estudiantes de psicología los hizo inhalar gases con distintas cantidades de oxígeno y CO2, y simultáneamente contabilizó la frecuencia de bostezo. Cuando disminuía la concentración de oxígeno en la mezcla gaseosa, los estudiantes respiraban más rápido, pero no incrementaban la frecuencia de bostezos. Más aún, cuando respiraban oxígeno puro, la frecuencia de bostezos no disminuía. "Esta simple observación descarta la creencia de que el bostezo corresponda a una compensación respiratoria para lograr más oxígeno", dice Provine.
Generalmente el bostezo va unido con un estiramiento, no sólo de los brazos, sino también contracción de los músculos de la cara. Ello ocurre generalmente después de algunas horas de trabajo o cuando nos retiramos a dormir. En alguna forma, el bostezar y el estirarse están unidos. En animales, algunas drogas, como las que se usan para inducir el parto (ocitocina), incrementan ambos: el bostezo y el estiramiento. Pero la mayor evidencia se ha observado en los hemipléjicos, personas que tienen la mitad del cuerpo paralizado, como consecuencia de un ataque cerebral. Cuando algunos de ellos bostezan, pueden estirar el miembro que está paralizado. Un hecho desconcertante que demuestra que de alguna forma existen circuitos neuronales comunes, que condicionan el bostezo, el estiramiento y la contracción de los músculos de la cara.
Pero el bostezo se acompaña también de otros signos, como incremento de la presión arterial y activación de la circulación sanguínea. "Es como si nos preparáramos para la acción", dice Provine.
El bostezo en los lactantes se justifica
Richard Roberts del Genetics and Prenatal Diagnostic Center en Signal Mountain en Tennessee, mediante el escáner de ultrasonido observa que ya el feto a las 11 semanas dentro del útero comienza a bostezar. El cree que esta acción reduce la presión en los pulmones y que limpia las vías aéreas que de otra forma pueden bloquearse. Los pulmones fetales secretan líquido que llega a constituir el "líquido amniótico". Si éste no puede salir de los pulmones, las vías aéreas se dilatan y con ello se dañan. De hecho, los lactantes con obstrucciones congénitas, en los que no se puede escurrir este líquido, las vías aéreas se dilatan y se dañan. Por lo menos en el feto, el bostezo sería necesario (New Scientist, Abril 1999, pág. 9).
Todos bostezan
Llama la atención que no sólo el ser humano bosteza. Bostezan las personas, los gatos, las ratas y en general todos los animales carnívoros. Los herbívoros parecen que bostezan menos, a excepción del rinoceronte, que da unos enormes bostezos. Según algunos afirman, hasta los peces bostezan, o al menos hacen algo parecido al bostezo.
En los humanos parece que el bostezo es con mayor frecuencia cuando les faltan estímulos o están aburridos. Baenninger afirma que se bosteza más en los carros del subterráneo cuando éstos viajan desocupados. También los estudiantes bostezan más cuando están en la biblioteca, en clase (hasta 20 bostezos por hora) o cuando están frente al televisor. También se bosteza al despertar, como para comenzar a estar alerta. No es raro que para mantenerse despierto cuando se maneja en la noche se sienta la necesidad de bostezar. En cambio no se bosteza cuando se está en cama, tal vez porque en esas circunstancias se está listo para dormir. Es posible entonces que el bostezo sea la preparación para la acción. Tal vez por allí habría que buscar la explicación del por qué el bostezo se ha mantenido a lo largo de la evolución de las especies.
El bostezo es altamente contagioso
Cuando alguien bosteza se siente un impulso irresistible de bostezar. Si se pasa un video en que la gente bostece, aunque esté en un idioma extranjero, inmediatamente aumenta la frecuencia de bostezos en los espectadores. Más aún, si usted está leyendo este artículo, seguramente que ya ha sentido los deseos de bostezar. Esta contagiosidad del bostezo parece ser una peculiaridad de los humanos. Ningún otro animal responde en esta forma.
El bostezo puede ser interesante de investigar, y no sería raro que en el futuro se llegue a identificar un "centro de bostezo" en el cerebro. Es curioso que las personas que padecen de algunas lesiones cerebrales, tumores específicos, encefalitis o algunos tipos de epilepsia, no bostezan. Es curioso también que los esquizofrénicos bostezan muy poco. En este sentido, el bostezo se parece mucho al síndrome de Tourette en que los enfermos presentan "tics" que son incontrolables (Creces, Marzo 2000, pág. 44). Las personas que padecen de este síndrome afirman que ellos sienten la necesidad de hacer el tic, y que hasta cierto punto lo pueden posponer, pero que al final tienen que realizarlo. Recientemente se ha individualizado dos regiones cromosómicas donde estarían ubicados él o los genes responsables. Pero los bostezos son comunes a todos y este síndrome es poco frecuente. Habrá que esperar más investigaciones, ya que por ahora la única ventaja del bostezo es que representa un signo inequívoco de que las visitas deben irse.
http://educacion.123.cl/ciencia/sabias/bostezo.htm
CERCLE OBERT (01/10/2004)
Fuente/Autor: Antonio Marín Segovia - Cercle Obert de Benicalap - Iniciativas Sociales y Culturales de Futuro |
Código de Hamurabi, compilación de leyes y edictos auspiciada por Hamurabi, rey de Babilonia
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per Antonio MarÃn Segovia -Cercle Obert de Benicalap |
04 oct 2004
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Código de Hamurabi, compilación de leyes y edictos auspiciada por Hamurabi, rey de Babilonia, que constituye el primer código conocido de la Historia. Una copia del mismo, esculpida en un bloque de piedra negra de dos metros de alto, fue encontrada por un equipo de arqueólogos franceses en Susa, Irak, en el invierno de 1901-1902. El bloque, roto en tres pedazos, ha sido restaurado y se encuentra hoy en el Museo del Louvre de ParÃs.
El origen divino del Derecho escrito se representa en la piedra por un bajo relieve en el que el rey aparece recibiendo el código del dios Sol, Shamash (o Samas), divinidad asociada en la tradición local con la idea de justicia. El Código está compuesto por columnas horizontales en escritura cuneiforme: 16 columnas en el anverso y 28 en el reverso. El texto comienza con un prólogo que explica los cultos religiosos de Babilonia y Asiria. Más que un código en el estricto sentido, parece que los 28 parágrafos de que consta el Código de Hamurabi componen una serie de enmiendas al Derecho común de Babilonia.
Comienza con una guÃa de procedimientos legales, imposición de penas por acusaciones injustificadas, falso testimonio y errores judiciales. A continuación se recogen disposiciones sobre el derecho de propiedad, préstamos, depósitos, deudas, propiedad doméstica y derechos familiares. Los artÃculos sobre daños personales indican que ya en aquellos tiempos existÃan penas por práctica médica incorrecta, asà como por daños causados por negligencia en actividades diversas. Asimismo, en el código se fijan los precios de diferentes tipos de servicios en no pocas ramas del comercio.
El Código de Hamurabi no contiene normas jurÃdicas acerca de temas religiosos. Las bases del Derecho penal derivan del principio, común entre los pueblos semitas, del “ojo por ojoâ€?. La protección del Código se ofrece a todas las clases sociales babilónicas: el Derecho protege a débiles y menesterosos, mujeres, niños o esclavos contra la injusticia de ricos y poderosos.
Sorprende la consideración que recibe el individuo en el Código, teniendo en cuenta la época en que fue promulgado, y constituye un documento excepcional para conocer cómo era la justicia en tiempos de Hamurabi. Finaliza con un epÃlogo que glorifica la ingente labor realizada por Hamurabi para conseguir la paz, con una explÃcita referencia a que el monarca fue llamado por los dioses para que “la causa de la justicia prevalezca en el mundo, para destruir al malvado y al perversoâ€?. Describe además las leyes como medio para que “la tierra disfrute de un gobierno estable y buenas reglasâ€?, que se dicen escritas en un pilar para que “el fuerte no pueda oprimir al débil, y la justicia acompañe a la viuda y al huérfanoâ€?. Hamurabi aconseja al oprimido con estas enérgicas y sonoras palabras: “que el oprimido que tenga una causa verdadera venga a presencia de mi estatua, a mà como rey de la justicia, y que lea en voz alta la inscripción y escuche mis preciosas palabras para que le lleven claridad y entendimiento a su causa, para que su corazón encuentre alivioâ€?.
AN�LISIS DE UN TEMA ECONÓMICO.
LA AGRICULTURA REFLEJADA EN TÉRMINOS ECONÓMICOS.
Junto a las primitivas comunidades rurales, también el rey, los templos y personas privadas habÃan adquirido derechos de propiedad sobre los terrenos y el suelo, el legislador debÃa conceder especial atención en la agricultura. AsÃ, las relaciones entre propietarios de las tierras y aquellas personas que las trabajaban debÃan ser reguladas jurÃdicamente.
Hammurabi considera como el más importante negocio jurÃdico, en le campo de las relaciones agrarias, el contrato de arrendamiento, mediante el que se aseguraban los derechos de los propietarios de medios de producción, principalmente de los de tierras, ya que la mejor manera de obtener un beneficio era precisamente el arrendamiento de aquéllas. Una parte considerable de las tierras del templo y de palacio era arrendada a terceras personas.
Hammurabi distingue en sus leyes entre el arrendamiento de terrenos cultivados, de terrenos baldÃos y de jardines destinados a plantaciones de palmeras datileras. El arrendatario estaba obligado a labrar y sembrar el campo, a regarlo regularmente y a llevar a cabo la recolección a su debido tiempo, asà como a entregar la misma cantidad de cereal conseguida por su más cuidadoso vecino. Los terrenos que no habÃan sido cultivados hasta entonces se arrendaban por tres años y en el último año el arrendatario debÃa entregar la parte de beneficio que se habÃa acordado. Si no cultivaba el campo y no entregaba lo acordado según contrato, estaba obligado a cultivar el terreno debidamente durante el año siguiente, a entregar al propietario lo convenido ( aproximadamente 1 hectolitro de cereal por cada media hectárea ) y a devolverle el terreno.
El precio de arriendo era una parte ( generalmente la tercera ) de la cosecha obtenida. Si el terreno que se arrendaba estaba destinado a plantar palmeras, el contrato de arrendamiento se cerraba por 5 años. Durante los primeros 4 años, el arrendatario no debÃa pagar nada, sino preocuparse exclusivamente de que se plantasen las palmeras y de vigilar el crecimiento de éstas; sólo en el quinto año se repartÃan el producto el arrendatario y el arrendador, en partes iguales. Si en el campo arrendado existÃa ya una plantación de palmeras, el arrendatario estaba obligado a procurar la fertilización artificial de éstas y el precio que debÃa pagar por el campo eran los dos tercios de la cosecha, o sea, el doble que en los terrenos destinados a otros cultivos que exigÃan del arrendatario más trabajo, unido a mayores riesgos.
La mayor parte de los preceptos protegen a los propietarios de tierras o regulan los casos en los que sus intereses chocan con los de otras personas de igual posición social. A cambio, el arrendatario quedaba protegido para aquellos casos en los que no obtuviera el rendimiento acordado, sin que pudiera imputársele la culpa, por ejemplo debido a catástrofes naturales. En estos casos estaba autorizado a exigir del dueño de la tierra que se prolongase por otro año el contrato de arrendamiento. Sólo después de transcurrido este año se dividÃa el producto obtenido según las cuotas fijadas. Pero si el arrendatario habÃa hecho efectivo el precio de arriendo antes de que sucediese la catástrofe, no podÃa reclamar una devolución no ningún tipo de indemnización. Una de estas catástrofes libraba también del pago al acreedor de los préstamos de cereal hechos o de los intereses de los mismos en el mismo año de la catástrofe.
Las leyes de Hammurabi contienen preceptos especiales para los pastores : el contrato con los pastores, en el que se fijaba también el salario, debe ser hecho por una duración de un año. Las responsabilidades de los pastores estaban fijadas legalmente. Si dejaba que pereciera el ganado por su propia desidia, estaba obligado a devolver cabeza por cabeza. El pastor tenÃa que preocuparse del normal crecimiento del ganado y tenÃa que tener cuidado de que el rebaño que le habÃa sido confiado no resultase afectado por una epidemia. Por el robo o malversación de una res, debÃa pagar diez veces el valor de ésta. El pastor era responsable de la pérdida de la res, si no podÃa atestiguar bajo juramento que se habÃa tratado de una intervención de fuerza mayor o de un desgraciado e inevitable suceso imprevisto, por ejemplo el ataque de un león. Está también previsto un acuerdo entre el pastor y el propietario de las tierras donde pastaba el ganado. El pastor era responsable de los perjuicios que pudieran derivarse de que el ganado pastase en un terreno son tener permiso para ello. En el código figura también un precepto en el que existe un eco de la anterior ordenación de las primitivas comunidades.
El propietario de una res era el responsable de los daños que ocasionara ésta. Para que fuera efectiva esta responsabilidad era necesario que se hubiera informado de ello al propietario, sin que, a pesar de esto, hubiera tomado ninguna medida de precaución.
Resulta sorprendente la escasa atención que se dedica en la legislación mesopotámica a las instalaciones de riegos, a pesar de que su perfecto estado y su correspondiente capacidad de rendimiento fuera indispensable para el desarrollo de la agricultura. Sólo cuatro artÃculos de código de Hammurabi están dedicados a este tema. Todo propietario de tierras estaba obligado a cuidarse del afianzamiento de los diques de su campo; si se producÃa una rotura en el dique, penetrando por ello agua en el campo de un vecino, estaba obligado a pagarle a éste el cereal destruido. Si no poseÃa medios para hacer ese pago, era vendido como esclavo. El dinero que se obtenÃa con esta venta se repartÃa entre los vecinos que habÃan resultado perjudicados. El dueño de las tierras era también responsable de que se cerrara a su debido tiempo su canal de riego.
Las tierras del rey eran cultivadas por gentes que pagan un tributo anual ( biltum ), parte en productos agrÃcolas y parte en plata. El palacio, a su vez, proporcionaba a los cultivadores bueyes, aperos de labranza y agua para el regadÃo.
Los rebaños del rey eran apacentados por pastores particulares que eran contratados para ello, y entre cuyas obligaciones estaba velar por su multiplicación anual, pagando una cantidad de plata por el beneficio que les produjera el tener a los animales a su disposición. Se llevaba la cuenta de las reses muertas, cuyos cadáveres eran entregados a los matarifes; éstos a cambio tenÃan que pagar cada cadáver una cantidad previamente estipulada de materiales, tales como lana o piel, y también cierta cantidad de plata. En todos los casos, tanto en el palacio como las personas que se comprometÃan a trabajar para él sacaban provecho y beneficio del acuerdo que por lo general proporcionaba unos ingresos adicionales a los contratantes.
LA APLICACIÓN PR�CTICA DEL CÓDIGO.
Hay dos teorÃas sobre la aplicación de las leyes del Código de Hammurabi : la de que las leyes hammurabianas tuvieron su real aplicación e incluso sobrevivieron a su época y la que sustenta que jamás traspasaron la barrera de lo teórico.
No sabemos si el Código tuvo vigencia en toda Mesopotamia, pero se cree que asà serÃa en las principales ciudades del Imperio; pero es muy poco probable que el Código hubiese llegado a sustituir en todas partes al Derecho local.
Los canales jurÃdicos reales transcurrÃan por otros derroteros; la justicia se aplicaba en diversas instancias, una de las cuales, serÃa el mismo ámbito familiar o clánico. Las leyes realmente aplicadas eran consuetudinarias, los cabeza de familia y los jueces de barrio se las sabÃan bien y no tenÃan necesidad de consultar estelas o tablillas.
Asà que la conclusión a la que se llega es que el Código sólo buscaba atemorizar a la población para conseguir una inhibición psÃquica ante los actos delictivos.
En el campo civil el código supone la consagración definitiva de la importancia que han alcanzado en la vida económica del paÃs las tendencias a la privatización, y por consiguiente de la necesidad de regular las formas y competencias de los distintos tipos de aparcerÃa, trabajo aislado, alquiler, participación financiera,...
El código no introduce nada nuevo, y se limita a reseñar los usos y costumbres, normalizando las tarifas que se aplicaban habitualmente, pero dándoles un aval regio que tendrÃa su valor para los litigantes y jueces.
Al igual que una tabla de precios erigida en un mercado no pretende imponer precios oficiales ni registrar simplemente los precios determinados por el mercado, sino recordar cuáles son los precios justos, la estela del código pretende ser un punto de referencia para todos.
La estela se dirigÃa al ciudadano oprimido y al rey futuro, pero no a los jueces, que seguirÃan dictando sentencias basándose en las costumbres locales.
No es seguro, que tales penas se ejecutasen de modo sistemático; en realidad, el aparato administrativo no debió de ser nunca lo suficientemente efectivo como para garantizar el cumplimiento de las leyes o la ejecución de los castigos. El Palacio estaba más interesado en el valor simbólico y ejemplarizante de la legislación que en la persecución efectiva del pequeño malhechor. La efectividad del derecho consuetudinario fue más una cuestión de la presión social y de la justicia interna familiar o clánica que de alguaciles y verdugos.
Parecer, que lo más normal era que muchas penas, podÃan evitarse recurriendo a arreglos y recompensas de tipo económico.
EQUIVALENCIAS DE UNIDADES.
Medidas de Longitud.
Ammatum = 50 cm.
GAR : 12 ammatum = 6m.
Medidas de Superficies.
Se = 0,2m2.
Gin = 3 se = 0,6m2
SAR = 60 sin = 35m2.
Gan ( bur ) = 180 sar = 6'5Ha.
Medidas de Capacidad.
Qa ( Ka ) = 0,842 litros.
Massiktu ( Pi ) = 60 qa = 50'50 litros.
Medidas de Peso.
She = 0'0467 gr.
Shiklum ( siclo ) = 180 she = 8'415 gr.
Manum ( mina ) = 60 shiklum = 505'000 gr.
Biltum ( talento ) = 60 manum = 30'500 gr.
Código de Hamurabi
El Código de Hamurabi está grabado sobre el basalto negro de este obelisco, de dos metros de altura y construido hacia el año 1780 a.C. La parte superior, en la imagen, representa a Hamurabi con Shamash, el dios del Sol. Shamash le ofrece a Hamurabi un báculo y un anillo que simboliza el poder para administrar justicia. Antes del reinado de Hamurabi, Babilonia era sólo uno de los varios reinos en pugna que existÃan en Mesopotamia. Con la ayuda de un magnÃfico ejército, Hamurabi conquistó a diversas entidades polÃticas rivales y fundó una nación unificada.
El Código de Hamurabi es el primer cuerpo legal conocido de la historia. Tras un prólogo, en el que este rey de Babilonia justifica su acción legisladora (ha recibido tal encargo del dios Marduk para fomentar el bienestar entre las gentes), se enumera el conjunto de leyes promulgadas. En el siguiente fragmento se recogen las primeras treinta.
Fragmento del Código de Hamurabi.
1. Si un señor acusa a (otro) señor y presenta contra él denuncia de homicidio, pero no la puede probar, su acusador será castigado con la muerte.
2. Si un señor imputa a (otro) señor prácticas de brujerÃa, pero no las puede probar, el acusado de brujerÃa irá al rÃo (y) deberá arrojarse al rÃo. Si el rÃo (logra) arrastrarlo, su acusador le arrebatará su hacienda. (Pero) si este señor ha sido purificado por el rÃo saliendo (de él) sano y salvo, el que le imputó de maniobras de brujerÃa será castigado con la muerte (y) el que se arrojó al rÃo arrebatará la hacienda de su acusador.
3. Si un señor aparece en un proceso para (presentar) un falso testimonio y no puede probar la palabra que ha dicho, si el proceso es un proceso capital tal señor será castigado con la muerte.
4. Si se presenta para testimoniar (en falso, en un proceso) de grano o plata, sufrirá en su totalidad la pena de este proceso.
5. Si un juez ha juzgado una causa, pronunciado sentencia (y) depositado el documento sellado, si, a continuación, cambia su decisión, se le probará que el juez cambió la sentencia que habÃa dictado y pagará hasta doce veces la cuantÃa de lo que motivó la causa. Además, públicamente, se le hará levantar de su asiento de justicia (y) no volverá más. Nunca más podrá sentarse con los jueces en un proceso.
6. Si un señor roba la propiedad religiosa o estatal, ese señor será castigado con la muerte. Además el que recibió de sus manos los bienes robados será (también) castigado con la muerte.
7. Si, de la mano del hijo de un señor o del esclavo de un particular, un señor ha adquirido o recibido en custodia plata u oro, un esclavo o una esclava, un buey o una oveja o un asno, o cualquier cosa que sea, sin testigos ni contrato, tal señor es un ladrón: (en esos casos) será castigado con la muerte.
8. Si un señor roba un buey, un cordero, un asno, un cerdo o una barca, si (lo robado pertenece) a la religión (o) si (pertenece) al estado, restituirá hasta treinta veces (su valor); si (pertenece) a un subalterno lo restituirá hasta diez veces. Si el ladrón no tiene con qué restituir, será castigado con la muerte.
9. Si un señor, habiéndosele extraviado un objeto, encuentra su objeto extraviado en posesión de (otro) señor; (si) el señor en cuya posesión se halló el objeto extraviado declara: «Me lo vendió un vendedor, lo compré en presencia de testigos»; (si) de otra parte, el propietario del objeto extraviado declara: «Presentaré testigos que testimonien sobre mi objeto extraviado»; (si) el comprador presenta al vendedor que se lo ha vendido y a los testigos en cuya presencia lo compró; (si), por otra parte, el propietario del objeto perdido presenta los testigos que den testimonio del objeto perdido, (en ese caso) los jueces considerarán las pruebas, y los testigos, en cuya presencia se efectuó la compra, juntamente con los testigos que testimonian sobre el objeto perdido, declararán lo que sepan delante del dios. (Y puesto que) el vendedor fue el ladrón será castigado con la muerte. El propietario del objeto perdido recobrará su objeto perdido. El comprador recobrará de la hacienda del vendedor la plata que habÃa pesado.
10. Si el comprador no ha presentado al vendedor que le vendió (el objeto) ni los testigos en cuya presencia se efectuó la compra, y el dueño de la cosa perdida presenta testigos que testimonien sobre su cosa perdida, el comprador fue el ladrón: será castigado con la muerte. El propietario de la cosa perdida recobrará su propiedad perdida.
11. Si el propietario de la cosa perdida no presenta testigos que testimonien sobre el objeto perdido, es un estafador, (y puesto que) dio curso a una denuncia falsa será castigado con la muerte.
12. Si el vendedor ha muerto, el comprador tomará de la casa del vendedor hasta cinco veces (el valor) de lo que habÃa reclamado en este proceso.
13. Si los testigos de tal señor no estuviesen a mano, los jueces le señalarán un plazo de seis meses. Y si al (término del) sexto mes, no presenta sus testigos, este señor es un falsario. Sufrirá en su totalidad la pena de este proceso.
14. Si un señor roba el niño menor de (otro) señor, recibirá la muerte.
15. Si un señor ayuda a escapar por la gran puerta (de la ciudad) a un esclavo estatal o a una esclava estatal o a un esclavo de un subalterno o a una esclava de un subalterno recibirá la muerte.
16. Si un señor dio refugio en su casa a un esclavo o a una esclava fugitivos, perteneciente al estado o a un subalterno y si no lo entregó a la llamada del pregonero el dueño de la casa recibirá la muerte.
17. Si un señor prende en campo abierto a un esclavo o esclava fugitivos y (si) lo devuelve a su dueño, el dueño del esclavo le dará dos siclos de plata.
18. Si este esclavo no ha querido mencionar el nombre de su dueño, le llevará al palacio; (allÃ) se realizará una investigación y se lo devolverán a su dueño.
19. Si retiene al esclavo en su casa (y si) después el esclavo es hallado en su posesión, el señor recibirá la muerte.
20. Si el esclavo huye de la casa de aquel que lo prendió, este hombre lo jurará (asÃ) por el dios al dueño del esclavo y se marchará libre.
21. Si un señor abre brecha en una casa, delante de la brecha se le matará y se le colgará.
22. Si un señor se entrega al bandidaje y llega a ser prendido, ese señor recibirá la muerte.
23. Si el bandido no es prendido, el señor (que ha sido) robado declarará oficialmente delante del dios (los pormenores de) lo perdido; después, la ciudad y el gobernador en cuyo territorio y jurisdicción se cometió el bandidaje, le compensarán (por todo) lo perdido.
24. Si es una vida (lo que se perdió), la ciudad y el gobernador pesarán una mina de plata (y se la entregarán) a su gente.
25. Si se declara un incendio (fortuito) en la casa de un señor y (si) un señor que acudió a apagarlo pone los ojos sobre algún bien del dueño de la casa y se apropia de algún bien del dueño de la casa, ese señor será lanzado al fuego.
26. Si un oficial o un especialista (militar) que habÃa recibido la orden de partir para una misión del rey, no fuese (a la misma) o bien (si) alquilase un mercenario y le enviase en su lugar, ese oficial o ese especialista (militar) recibirá la muerte; el denunciante (del hecho) tomará su hacienda.
27. Si un oficial o un especialista (militar), mientras servÃa las armas del rey, ha sido hecho prisionero, y durante su ausencia han dado su campo y su huerto a otro que ha cumplido con las obligaciones del feudo (pagando la renta); si (el oficial o el especialista) regresa y vuelve a su ciudad, le serán devueltos su campo y su huerto y será él quien cumplirá las obligaciones del feudo.
28. Si un oficial o un especialista (militar), mientras servÃa las armas del rey, ha sido hecho prisionero (y si) su hijo es capaz de cumplir las obligaciones del feudo, le serán entregados el campo y el huerto y él cuidará de las obligaciones feudales de su padre.
29. Si su hijo es un menor y no es capaz de cumplir las obligaciones del feudo de su padre, un tercio del campo y del huerto se le dará a su madre; asà su madre podrá criarle.
30. Si un oficial o un especialista (militar) ha dejado abandonado su campo, su huerto y su casa, motivado por las obligaciones del feudo, y tras ello se ausentó; (si) otro, después de su partida, se hizo cargo de su campo, huerto y casa y cumplió las obligaciones del feudo durante tres años; si (el anterior feudatario) regresase y reclamase su campo, huerto y casa, éstos no se le concederán. Sólo quien se hizo cargo de ellos y cumplió las obligaciones del feudo se convertirá en feudatario.
CONCLUSIÓN.
Hammurabi proclama el principio de la competencia penal del Estado mediante la máxima de haber establecido su Código para administrar justicia a sus súbditos. La impartición del castigo pasaba de este modo a la plena jurisdicción estatal, con tribunales al efecto. El Estado aspiraba a imponer una pena concreta a un malhechor y a utilizar la norma como elemento de intimidación o de disuasión.
TodavÃa existÃa en el Código el derecho que asistÃa al individuo de castigar por su cuenta al ofensor, es lo que se llama la Ley del Talión y que sólo era aplicable a la clase superior.
Las penas, tanto económicas como las corporales, variaban según la categorÃa social de la persona contra quien hubiese cometido un delito.
El castigo fijado por el Estado, consistÃa fundamentalmente en 5 penas : pena de muerte, castigos corporales, composición económica, multas y expulsión del individuo de la comunidad.
Con Hammurabi la justicia funcionó con un sistema de doble administración jurÃdica, centrada en tribunales eclesiásticos sin poder ejecutivo y en tribunales locales.
http://html.rincondelvago.com/codigo-hammurabi.html
CERCLE OBERT (01/10/2004)
Fuente/Autor: Antonio MarÃn Segovia - Cercle Obert de Benicalap - Iniciativas Sociales y Culturales de Futuro |
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha
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per Antonio MarÃn Segovia -Cercle Obert de Benicalap |
04 oct 2004
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Capítulo primero
Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo D. Quijote de la Mancha
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas con sus pantuflos de lo mismo, los días de entre semana se honraba con su vellori de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años, era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro; gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada o Quesada (que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben), aunque por conjeturas verosímiles se deja entender que se llama Quijana; pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.
Es, pues, de saber, que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso (que eran los más del año) se daba a leer libros de caballerías con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura, para comprar libros de caballerías en que leer; y así llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos; y de todos ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano de Silva: porque la claridad de su prosa, y aquellas intrincadas razones suyas, le parecían de perlas; y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafío, donde en muchas partes hallaba escrito: la razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura, y también cuando leía: los altos cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas se fortifican, y os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza. Con estas y semejantes razones perdía el pobre caballero el juicio, y desvelábase por entenderlas, y desentrañarles el sentido, que no se lo sacara, ni las entendiera el mismo Aristóteles, si resucitara para sólo ello. No estaba muy bien con las heridas que don Belianis daba y recibía, porque se imaginaba que por grandes maestros que le hubiesen curado, no dejaría de tener el rostro y todo el cuerpo lleno de cicatrices y señales; pero con todo alababa en su autor aquel acabar su libro con la promesa de aquella inacabable aventura, y muchas veces le vino deseo de tomar la pluma, y darle fin al pie de la letra como allí se promete; y sin duda alguna lo hiciera, y aun saliera con ello, si otros mayores y continuos pensamientos no se lo estorbaran.
Tuvo muchas veces competencia con el cura de su lugar (que era hombre docto graduado en Sigüenza), sobre cuál había sido mejor caballero, Palmerín de Inglaterra o Amadís de Gaula; mas maese Nicolás, barbero del mismo pueblo, decía que ninguno llegaba al caballero del Febo, y que si alguno se le podía comparar, era don Galaor, hermano de Amadís de Gaula, porque tenía muy acomodada condición para todo; que no era caballero melindroso, ni tan llorón como su hermano, y que en lo de la valentía no le iba en zaga.
En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio, y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamientos, como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles, y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo.
Decía él, que el Cid Ruy Díaz había sido muy buen caballero; pero que no tenía que ver con el caballero de la ardiente espada, que de sólo un revés había partido por medio dos fieros y descomunales gigantes. Mejor estaba con Bernardo del Carpio, porque en Roncesvalle había muerto a Roldán el encantado, valiéndose de la industria de Hércules, cuando ahogó a Anteo, el hijo de la Tierra, entre los brazos. Decía mucho bien del gigante Morgante, porque con ser de aquella generación gigantesca, que todos son soberbios y descomedidos, él solo era afable y bien criado; pero sobre todos estaba bien con Reinaldos de Montalbán, y más cuando le veía salir de su castillo y robar cuantos topaba, y cuando en Allende robó aquel ídolo de Mahoma, que era todo de oro, según dice su historia. Diera él, por dar una mano de coces al traidor de Galalón, al ama que tenía y aun a su sobrina de añadidura.
En efecto, rematado ya su juicio, vino a dar en el más extraño pensamiento que jamás dio loco en el mundo, y fue que le pareció convenible y necesario, así para el aumento de su honra, como para el servicio de su república, hacerse caballero andante, e irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras, y a ejercitarse en todo aquello que él había leído, que los caballeros andantes se ejercitaban, deshaciendo todo género de agravio, y poniéndose en ocasiones y peligros, donde acabándolos, cobrase eterno nombre y fama.
Imaginábase el pobre ya coronado por el valor de su brazo por lo menos del imperio de Trapisonda: y así con estos tan agradables pensamientos, llevado del estraño gusto que en ellos sentía, se dió priesa a poner en efecto lo que deseaba. Y lo primero que hizo, fue limpiar unas armas, que habían sido de sus bisabuelos, que, tomadas de orín y llenas de moho, luengos siglos había que estaban puestas y olvidadas en un rincón. Limpiólas y aderezólas lo mejor que pudo; pero vió que tenían una gran falta, y era que no tenía celada de encaje, sino morrión simple; mas a esto suplió su industria, porque de cartones hizo un modo de media celada, que encajada con el morrión, hacía una apariencia de celada entera. Es verdad que para probar si era fuerte, y podía estar al riesgo de una cuchillada, sacó su espada, y le dió dos golpes, y con el primero y en un punto deshizo lo que había hecho en una semana: y no dejó de parecerle mal la facilidad con que la había hecho pedazos, y por asegurarse de este peligro, lo tornó a hacer de nuevo, poniéndole unas barras de hierro por de dentro de tal manera, que él quedó satisfecho de su fortaleza; y, sin querer hacer nueva experiencia de ella, la diputó y tuvo por celada finísima de encaje. Fue luego a ver a su rocín, y aunque tenía más cuartos que un real, y más tachas que el caballo de Gonela, que tantum pellis, et ossa fuit, le pareció que ni el Bucéfalo de Alejandro, ni Babieca el del Cid con él se igualaban. Cuatro días se le pasaron en imaginar qué nombre le podría: porque, según se decía él a sí mismo, no era razón que caballo de caballero tan famoso, y tan bueno él por sí, estuviese sin nombre conocido; y así procuraba acomodársele, de manera que declarase quien había sido, antes que fuese de caballero andante, y lo que era entones: pues estaba muy puesto en razón, que mudando su señor estado, mudase él también el nombre; y le cobrase famoso y de estruendo, como convenía a la nueva orden y al nuevo ejercicio que ya profesaba: y así después de muchos nombres que formó, borró y quitó, añadió, deshizo y tornó a hacer en su memoria e imaginación, al fin le vino a llamar ROCINANTE, nombre a su parecer alto, sonoro y significativo de lo que había sido cuando fue rocín, antes de lo que ahora era, que era antes y primero de todos los rocines del mundo. Puesto nombre y tan a su gusto a su caballo, quiso ponérsele a sí mismo, y en este pensamiento, duró otros ocho días, y al cabo se vino a llamar DON QUIJOTE, de donde como queda dicho, tomaron ocasión los autores de esta tan verdadera historia, que sin duda se debía llamar Quijada, y no Quesada como otros quisieron decir. Pero acordándose que el valeroso Amadís, no sólo se había contentado con llamarse Amadís a secas, sino que añadió el nombre de su reino y patria, por hacerla famosa, y se llamó Amadís de Gaula, así quiso, como buen caballero, añadir al suyo el nombre de la suya, y llamarse DON QUIJOTE DE LA MANCHA, con que a su parecer declaraba muy al vivo su linaje y patria, y la honraba con tomar el sobrenombre della.
Limpias, pues, sus armas, hecho del morrión celada, puesto nombre a su rocín, y confirmándose a sí mismo, se dió a entender que no le faltaba otra cosa, sino buscar una dama de quien enamorarse, porque el caballero andante sin amores, era árbol sin hojas y sin fruto, y cuerpo sin alma. Decíase él: si yo por malos de mis pecados, por por mi buena suerte, me encuentro por ahí con algún gigante, como de ordinario les acontece a los caballeros andantes, y le derribo de un encuentro, o le parto por mitad del cuerpo, o finalmente, le venzo y le rindo, ¿no será bien tener a quién enviarle presentado, y que entre y se hinque de rodillas ante mi dulce señora, y diga con voz humilde y rendida: yo señora, soy el gigante Caraculiambro, señor de la ínsula Malindrania, a quien venció en singular batalla el jamás como se debe alabado caballero D. Quijote de la Mancha, el cual me mandó que me presentase ante la vuestra merced, para que la vuestra grandeza disponga de mí a su talante? ¡Oh, cómo se holgó nuestro buen caballero, cuando hubo hecho este discurso, y más cuando halló a quién dar nombre de su dama! Y fue, a lo que se cree, que en un lugar cerca del suyo había una moza labradora de muy buen parecer, de quien él un tiempo anduvo enamorado, aunque según se entiende, ella jamás lo supo ni se dió cata de ello. Llamábase Aldonza Lorenzo, y a esta le pareció ser bien darle título de señora de sus pensamientos; y buscándole nombre que no desdijese mucho del suyo, y que tirase y se encaminase al de princesa y gran señora, vino a llamarla DULCINEA DEL TOBOSO, porque era natural del Toboso, nombre a su parecer músico y peregrino y significativo, como todos los demás que a él y a sus cosas había puesto.
Miguel de Cervantes Saavedra
http://www.el-mundo.es/quijote/Quijote1.html
CERCLE OBERT (01/10/2004)
Fuente/Autor: Antonio Marín Segovia - Cercle Obert de Benicalap - Iniciativas Sociales y Culturales de Futuro |
La crÃa del periquito
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per Antonio MarÃn Segovia -Cercle Obert de Benicalap |
04 oct 2004
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Para la cría del periquito hay que asegurarse de que tenemos un macho y una hembra.
Puede parecer una tonteria, pero hay que tener en cuenta que existe gente vendedora de periquitos que no tiene ningun problema en colocarnos dos aves del mismo sexo.
En sexo en estas aves, suele estar bien diferenciado. Para ello basta con fijarse en la parte alta del pico, es decir, la protuberancia con los dos orificios de la nariz, a la cual se le llama cera. En el macho esta cera suele ser de color azul celeste intenso, mientras que en las hembras es de un color que varía del blanco azulado al marrón chocolate pasando por el tostado. Pero claro, esto tiene truco. Si el periquito es muy joven (unos pocos meses de vida) la cera del macho y la hembra son practicamente iguales mostrando un color rosado o blanco azulado. También puede pasar el tener un macho con la nariz rosada y se debe a la falta de pigmento negro en las plumas dándose en un periquito amarillo lutino, arlequín verde-amarillo o albino.
Ya sabiendo que tenemos una pareja real, conviene saber la edad del periquito. Aunque pueden criar con tan solo 4 ó 5 meses de vida, conviene esperar a que tengan como mínimo un año ya que de muy jóvenes pueden sufrir enfermedades y transtornos serios al dedicarse a la cría. El periodo de fertilidad del periquito va desde el primer año de vida hasta los 5 ó 6 años. La edad del periquito es muy fácil de determinar, basta con fijarse en las rayas negras que tiene en la frente. A medida de que el ave va siendo mas adulta, las rayas de la frente van desapareciendo y al cabo de un año se tiene un periquito completamente maduro. Si el ave es albina, lutina o arlequín es muy normal que las marcas de la cabeza no existan y entonces la edad se hace indeterminada. En este caso conviene preguntar al vendedor de la tienda la fecha en la que compró él ese periquito para calcular la edad.
Aunque los periquitos pueden criar durante todo el año, la mejor epoca coincide con la primavera ya que es cuando las temperaturas dejan de ser extremas. Conviene que no tengan enfermedades o estén mudando la pluma. Los periquitos pueden perfectamente hacer una nidada tras otra, aunque yo recomiendo dos nidadas al año o como mucho tres. Si se sobrepasa este límite los animales pueden quedar extenuados y tener proles de inferior calidad.
La motivación para la cría seguro que es una pregunta que se hacen muchos. Yo estuve dos años intentando que criaran y cuando ya estaba en las últimas empezaron a criar. El secreto: Tener DOS parejas como mínimo. Estas aves en su entorno natural viven en inmensas colonias y solo se sienten motivados a criar si ven u oyen a otras parejas alrededor. Es muy difícil que una sola pareja aislada de otras pueda llegar a criar. Recomiendo una pajarera con dos o más parejas aunque claro, si no se dispone de espacio con una jaula de cría por pareja es suficiente.
Los nidos deben ser de madera de arbol no venenoso, de 10 mm. de grosor y unas medidas de 100x100x200 mm. (ancho x largo x altura) con un agujero de unos 30 mm. de diámetro situado a 1/3 desde arriba y centrado, con un palo situado debajo de unos 10 mm. de diámetro. El palo (percha) deberá ser de unos 100 mm. de largo y atravesar la cara del nido quedándose la mitad dentro y la otra mitad fuera. La base del nido deberá tener un rebaje cóncavo para que los huevos que la hembra deposita no se rueden a los lados, sino que queden todos en el centro. El nido deberá ponerse SOLO durante el periodo de cría ya que es una motivación para la reproducción del periquito. Se deberá desinfectar después de cada temporada de cría para conservarlo en óptimas condiciones.
Si la cría se va a realizar en pajarera conviene que las parejas dispongan de suficientes nidos para elegir, ya que en la elección suelen ser frecuentes las peleas por un determinado nido. Si es en jaulas independientes, con un nido por pareja es suficiente.
Una vez establecida la pareja en el nido, empezará el cortejo y posterior copulación durante unos 3 ó 4 días. Pasado ese tiempo, la hembra pasará todo el día en el nido y la noche cuando haya puesto el primer huevo. La puesta se realiza en días alternos, poniendo una media de 6 huevos. La incubación dura unos 18 días y los pollos van naciendo cada dos días, por lo que cuando nace el último el primero en nacer tiene ya más de una semana. Durante este periodo la pareja es muy celosa con la prole y conviene no molestarles mucho. La hembra pasa todo el tiempo en el nido y sale contadas veces solo para evacuar. En este periodo es alimentada exclusivamente por el macho, el cual regurguita una mezcla de semillas y jugos que da a la hembra. La hembra a su vez da a los polluelos una pasta vizcosa llamada "leche de periquito". A los pollos mas pequeños les corresponde una mayor cantidad de leche de periquito que a los mas mayores que recibiran algo de alimento sólido.
A medida que pasan los días, el pollo va siendo capaz de mantenerse de pie y tomar conciencia del entorno. Con tres semanas se asomarán a la entrada del nido para ser alimentados directamente por el padre ya que la madre pasará más tiempo fuera, aunque aun dormirá dentro. A las cinco semanas el pollo aparece ya recubierto del plumaje completo y hace sus intentos para salir del nido. En jaulas el periquito joven volverá a dormir alguna noche al nido, pero en pajareras cuando sale ya no vuelve a entrar. Es más, aun cuando queda algun rezagado en el nido, la hembra ya ha empezado a poner para la siguiente nidada.
El pollo joven, ya fuera del nido es alimentado en parte por su padre hasta aproximadamente una semana pasada la cual el pollo es totalmente independiente. Se vuelven muy curiosos con su entorno, y este es un periodo a aprovechar si se les quiere adiestrar.
http://www.terra.es/personal3/djmesias/peri3.htm
CERCLE OBERT (01/10/2004)
Fuente/Autor: Antonio Marín Segovia - Cercle Obert de Benicalap - Iniciativas Sociales y Culturales de Futuro |
Re: ¿Qué es el progreso?
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per ¿Sociedad veloz? |
05 oct 2004
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Si apenas hemos avanzado en los últimos 1.300 años, y ello gracias a la implantación de las ideologías dogmático-clerical preparadas por el Imperio para oscurecer la mente de los trabajadores... es sólo ahora que empezamos a rebelarnos contra lo que algunos, subrepticiamente, pretenden venir a recomendar... ay,ay, ay con los "referentes éticos" y las "raíces"... que todos sabemos ya de sobra a donde conducen... i es el que por mucho que se empeñen, la cuadratura del círculo no es posible, luego un círculo es SIEMPRE CERRADO... |
Re: ¿Qué es el progreso?
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per MarÃa Estela Farmosa arizonorte99@yahoo.com.mx |
06 oct 2004
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felicitamos a su página por aportar crítica lúcida en sus publicaciones, y muy especialmente el trabajo reciente de josé antonio cedrón "la realidad miente más".
maría estela farmosa, laura ma. lópez rojas, luis carlos duarte amores, jazmín caamaño... estudiantes de ciencias de la comunicación en méxico, distrito federal |
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