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Anàlisi :: globalització neoliberal
Beslam: una tragedia para la Humanidad, un triunfo para el capital
10 set 2004
La SOBERANIA de la Humanidad no entiende de disgregaciones, de parcelaciones, de autonomías. Estas son las patrañas del Capital que provocan barbaries como las de Beslán.
BESLAN: una tragedia para la Humanidad, un triunfo para el Capital.

TERRORISMO: Dominación por el terror. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror. Forma violenta de lucha política mediante la cual se persigue la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de temor e inseguridad susceptible de intimidar a los adversarios o a la población en general.

TERRORISTA: Que practica actos de terrorismo. Perteneciente o relativo al terrorismo. Dícese del gobierno, partido, etc. que practica el terrorismo.

Diríamos pues que ES TERRORISMO la maquinaria depredadora y dilapidadora de los recursos del mundo que en nombre de la civilización no tiene el más pequeño resquicio de humanidad para llevar a cabo su pillaje; la actuación de clanes mafiosos, ladrones y criminales escondidos bajo el frac de las finanzas, de los estamentos políticos, gubernamentales o militares que deciden la vida o la muerte de millones de seres humanos; la decisión de poner en marcha enormes maquinarias de destrucción que arrasan sin piedad pueblos enteros, sus infraestructuras vitales, sus escuelas, sus museos o universidades, sus puentes... ; la organización metódica del asesinato de mujeres, ancianos y niños bajo cualquier pretexto y con los ingenios militares mas sofisticados; la desposesión de los recursos que sentencian a ciento de miles de pobladores a las carencias mas elementales para la vida, a la huída desesperada o al éxodo; la inalterabilidad de unas leyes económicas, mantenidas por la fuerza, que hacen morir de hambre diariamente a miles de niños; el avivar el fuego de las luchas étnicas, territoriales o religiosas como medio de disgregación y enfrentamiento entre los pueblos para conseguir sus objetivos; la organización minuciosa, sistemática y planificada de la desposesión y la privatización del mundo a escala planetaria... para el beneficio privado.

Ante la magnitud y el horror que desencadena este terrorismo enmudecen gobiernos, organizaciones internacionales, partidos, intelectuales y analistas. Para ellos son solo desajustes y pequeños contratiempos del progreso debidos a una mala gestión de sus dirigentes.

Es el mundo del dinero que organiza, decide y ejecuta este terrorismo. Es su única posibilidad de continuidad.

Pero el mundo del dinero dice que los terroristas están en el mundo empobrecido, saqueado, bárbaro, culturalmente inferior, tecnológicamente atrasado... (muy pronto la mayor parte de la Humanidad) y que es este mundo opuesto al progreso quien pone en peligro nuestra civilización occidental. Los grandes medios informativos y propagandísticos que controlan así nos los enseñan día a día, machaconamente. Beslán es mostrado al mundo como la muestra mas espeluznante de la barbarie terrorista, del mayor enemigo de la Humanidad.

Es claro que la matanza de Beslan es una tragedia para la Humanidad, pero tras estos hechos bárbaros y realmente horrorosos, no pueden estar ausentes otros pensamientos, otros análisis que nos adentren en el corazón de la tragedia. Sin duda alguna, la inmensa mayoría de los ciudadanos estamos horrorizados por la matanza de Beslan de la misma manera que cada día estamos (o deberíamos estar) mas sobrecogidos por la gravedad de los sucesos que ocurren en el mundo. Da casi vergüenza insistir en los anuarios de las organizaciones internacionales sobre el estado del mundo. Pocos analistas, sin embargo, se atreven a soslayar como es la sociedad del Capital la auténtica culpable de estas situaciones de barbarie que están poniendo en peligro a la Humanidad. Pocos se atreven a explicar como el Capital es nuestro verdadero enemigo.

EL POLVORÃ?N DEL CAUCASO

La gran inestabilidad del Caúcaso es el resultado de su importancia estratégica como mirador privilegiado sobre Oriente Medio en donde los intereses petroleros son la fuente de virulentas pugnas entre sectores económicos enfrentados que hacen y deshacen antiguas fronteras políticas que fueron a su vez resultados de anteriores contiendas, que disgregan países, que derriban gobiernos, que financian guerrillas o grupos paramilitares, que apoyan a grupos mafiosos, que encadenan conflicto tras conflicto, que persiguen a terroristas para hacerlos luego dictadores a su servicio (como en el caso de Ahmad Hadji Kadirov) o por el contrario que convierten a negociadores reformistas en terroristas (como en el caso Aslán Masjádov) o que arrasan a poblaciones enteras (Chechenia). Grozni es el espejo de Hiroshima o Nagasaki.

Desde 1957, muerto Stalin, más de treinta veces fueron cambiadas las fronteras administrativas en el Caúcaso. El ya había deportado, después de la segunda Guerra Mundial, a millones de chechenos, inghuses, balkarios y karachais a Siberia. Tras la disgregación de la URSS, todos los pueblos limítrofes a la Federación Rusa desde el Mar Negro hasta el Mar Caspio se han convertido en un polvorín, más aún cuando Georgia ha pasado a ser zona protegida de los EEUU. El acueducto de Bakú-Tblisi-Ceyhan que deberá transportar más de cinco mil millones de barriles de petróleo durante las próximas cuatro décadas desde el mar Caspio hasta Occidente adquiere una importancia vital. En 1992 la guerra entre Georgia y Abjasia causó más de 20 mil muertos y más de 200 mil desplazados. Para la Unión Soviética Abjasia, autónoma y tutelada (a pesar de que el 60% de su población era georgiana) representa la posibilidad de ampliar su acceso al mar Negro. En 1993 los conflictos entre Georgia y Osetia del Sur causaron también miles de muertos y más de 50 mil desplazados. Desde la disgregación de la URSS se ha abierto en la zona carta blanca para los depredadores que actúan a partir de avivar confrontaciones territoriales, étnicas o religiosas.

Adzharia, desea separarse de Georgia y unirse a los lazis musulmanes de Turquía. Najicherán (en Arzerbayan), busca su incorporación a la República de Armenia. Adiguesia, intenta formar un estado independiente unido a Abjasia. Krasdonar, que alberga a miles de refugiados de la guerra de Chechenia y Armenia se enfrenta a la comunidad cosaca partidaria de la Federación Rusa. Daguestán con más de 40 etnias diferentes es un polvorín de conflictos entre los favorables a la autonomía (especialmente los biliks) y los que quieren mantenerse dentro de la Federación. En la región de Mozdok, en Karachevo-Cherkesia y en Karabardino-Balkaria las disputas fronterizas no paran. Ingushetia se enfrenta desde hace tiempo con Osetia del Norte por el dominio de la zona de Prigorodni. Lesghin desea separarse de Azerbaiyán. Armenia y Azerbaiyán mantienen un litigio permanente por la región de Nagorni Karabak después de una larga guerra (1991-92) que causó mas de 30 mil muertos, 300 mil armenios desplazados y casi un millón de azeríes expulsados de sus hogares. Es el panorama propiciado, desde hace tiempo, para las guerras depredadoras del Capital.

Algunos dicen que el terrorismo de los pobres nace como contraposición al terrorismo de los ricos. Pero yo creo que solo existe el terrorismo de los parásitos, de los ladrones y de los saqueadores. No existe terrorismo en la población saqueada. Son hombres y mujeres desesperados, desahuciados y empobrecidos; poblaciones que están hartas (o que terminarán inevitablemente hartas) de sus gobiernos, de sus caciques, de sus mafias, de sus milicias armadas, de sus organizaciones guerrilleras... tanto más que de sus "salvadores" que ocupan su territorio, destruyen sus pueblos, saquean sus recursos y matan a sus familias. Están hartas de guerras y exilios constantes. Están hartas de llorar y enterrar a sus muertos y una y otra vez emprender el camino de la reconstrucción. Es un interminable camino sin salida.

El "hombre-bomba" es solo el producto de su desesperación. Y su desesperación les hace fácil carnaza para sus antiguos o nuevos explotadores. La etnia, la raza, la religión, la patria, la revolución... sigue siendo el instrumento aglutinador de su ira y de su inmolación. Desgraciadamente quizás nunca lleguen a saber la auténtica mezquindad que se esconde detrás de los que han realmente instigado y organizado el conflicto ni tampoco conocerán a sus triunfadores. En el Sudán, por ejemplo, decenas de años de guerras étnicas y religiosas cuyas heridas tardarán muchos años en cicatrizar, solo han dilucidado el reparto de extensos yacimientos petrolíferos. Detrás del bombardeo de la población y de su huída, el gobierno dispone rápidamente el reparto de las tierras a las petroleras. El polvorín del Cáucaso solo dilucidará hacia donde tomará su dirección el petróleo de Baku. La historia está repleta de actos provocativos que han iniciado grandes guerras entre los hombres que solo beneficiaron a los poderosos.

Es curioso como la caduca izquierda progresista clama y vitorea la heroica resistencia del pueblo irakí contra la ocupación de Bush. En realidad los ciudadanos del mundo deberíamos estar apesadumbrados al observar cómo la resistencia contra la ocupación se está desarrollando bajo el auspicio y el control de poderes religiosos y tribales reaccionarios más deseosos de conservar su poder sobre la población en el futuro Irak bajo la tutela de los consorcios financieros mundiales, que de defender la integridad y la soberanía del pueblo irakí. La guerra civil y la disgregación de Irak (como lo fue de Yugoslavia o de Afganistán) es el camino que toma la guerra. Sus pobladores son solo carnaza de unos u de otros. Tras la guerra, en una tierra quemada y con una población empobrecida y sin esperanza, veremos a los nuevos señores triunfadores (que continuarán enfrentándose) como presentan sus credenciales a Negroponte, como levantan nuevas mezquitas y palacios, y como atesoran dividendos que evidentemente seguirán el rumbo de Wall Street. El pueblo irakí añorará a su dictador Sadam de la misma manera que los yugoeslavos añoran a Milosevic y recuerdan a Tito. Sobre las ruinas de la sociedad mas desarrollada y laica del Medio Oriente, el Capital construye su Imperio. Sobre la tragedia de la Humanidad sale victorioso el Capital.

Solamente cuando los pueblos de Irak se rebelen juntos contra sus antiguos poderes feudales y religiosos empezará su liberación y tendrá sentido la lucha contra las fuerzas de ocupación que solamente defienden el pillaje de sus recursos y riquezas.

No sé qué dirección finalmente tomará el petróleo de Bakú. Hacia el norte por Grozni hacia la Federación Rusa, hacia el Este por Turquía o por Georgia hacia occidente, a lo mejor hacia el Sur por Irán (favorecida por la penetración shií en Arzebaiyan) o quizás hacia el Oeste para unir el petróleo azerí con el de Kuwait. Cualquier dirección conllevará guerras, conflictos y un gran empobrecimiento para los pobladores de la zona. Para la Humanidad es irrelevante que consorcio petrolero saldrá victorioso. No lo es para los intereses que defienden Chirac, Putin o Bush. Ellos son los que mueven los hilos de la confrontación entre los pueblos caucásicos. Las comprensiones de la Comunidad Europea hacia Putin por su mano férrea en el asalto a la escuela de Beslan (y de sus crímenes en la guerra de Chechenia) son muy explicativas de la situación y de la confrontación entre sectores económicos que se disputan la desposesión de esta parte del mundo. La Europa de los mercaderes necesita el petróleo de Putin tanto como Bush. Probablemente en Georgia se dirimirá la cuestión.

LA SOBERANIA DE LA HUMANIDAD

La disgregación de las antiguas naciones va emparejada a su reordenación en territorios o guettos cerrados y autárquicos en manos de auténticas mafias paramilitares impuestas y protegidas por los grupos económicos vencedores. No importa que sean varios los nuevos señores feudales los amos y señores de estos guettos territoriales y tribales. Todos ellos serán los nuevos saqueadores de los últimos resquicios del trabajo reconstructor y de supervivencia de sus poblaciones y los garantes de que el pillaje se realizará bajo control. Todos ellos son ratas depredadoras que ante cualquier conflicto llaman a las legiones de los ocupantes para salirse airosos. En Beslán, ni el presidente de Osetia del Norte, Alexandre Dzasójov, ni el de Ingushetia, Maret Ziàzikov estuvieron localizables para interlocutar con los secuestradores en Beslan.

Arduo y penoso trabajo de las poblaciones empobrecidas y sin medios ni recursos, en una claro regreso a situaciones históricas anteriores pero aún más desfavorables, para poder sobrevivir. Guettos "autónomos" en donde se reaviva la procedencia étnica o religiosa y en donde se salvaguarda celosamente las esencias culturales del pasado frente a las de "otros" , sus vecinos, también "autónomos" pero de diferente etnia o religión.

Nada mas cercano a lo que las llamadas izquierdas progresistas alaban en nombre de la libre autodeterminación de los pueblos y el respeto, la tolerancia y la salvaguardia de sus formas tradicionales de vida... que hacen del mundo un gran mosaico multicultural y multiétnico.

Este mosaico es un auténtico mosaico de cementerios parcelados en donde cualquier manifestación a favor del desarrollo de la vida, del progreso y de la cultura de los pueblos está muerta y no corresponde en absoluto a un mundo en donde la especie humana está inevitablemente obligada a transitar por caminos de libertad y colaboración sin muros ni fronteras separadoras.

El consejo de ancianos de Chermén (población cercana de Béslan), la institución más respetada y la única prácticamente aceptada en la mediación de conflictos entre los miembros de la comunidad, se aprestó a convencer a un grupo numeroso de jóvenes osetios, que querían organizar su revancha contra las poblaciones de ingushetios y musulmanes de otras regiones caucásicas que viven en Osetia del Norte, de la inutilidad de otra guerra étnica. Los ancianos, muchos de ellos trabajadores de las antiguas explotaciones agrícolas estatizadas del periodo comunista, sabían por la propia experiencia vivida de la infructuosidad de las luchas interétnicas, del largo y costoso esfuerzo que significó siempre cerrar las heridas que provocaron, y del largo camino necesario para volver a estrechar de nuevo lazos de colaboración entre comunidades de origen distinto que se habían enfrentado. El Cáucaso es un lugar de grandes éxodos y huidas en donde ningún territorio está exento de mestizajes muy a pesar de las condiciones tremendamente desfavorables para que estas se desarrollen en periodos de paz y concordia. En Chermén conviven desde hace mucho tiempo osetios e ingushes tal como convivieron en Yugoeslavia durante más de 50 años serbios, kosovares, montenegrinos, macedonios...

Pero mas pronto o mas tarde los pueblos estrecharán sus vínculos de cooperación, diluirán y entrelazarán sus culturas, sus formas de vida y sus pensamientos, y se mezclarán en un interminable proceso de mestizaje. La fuerza biológica de tales procesos apoyada y facilitada por los medios de comunicación y de transporte que hemos sido capaces de crear, es tan grande que cualquier intento de seguirnos parcelando, diferenciando, aislando y enfrentando está destinado al fracaso.

Solo intereses mezquinos que hacen de nuestra actual división étnica, cultural, religiosa,... el modus operandi para el mantenimiento de su poder depredador sobre los hombres pueden hacer retrasar este proceso. La constitución de una Humanidad única, unida y SOBERANA de su futuro es la meta que unificará a los ciudadanos del mundo. Es nuestro objetivo imperativo como especie que no puede sobrevivir bajo los mandatos de la sociedad del Capital.

Los que temen la unificación del mundo no entienden la verdadera esencia del ser humano. No entienden como nunca en la Historia se dará tal proliferación, variedad y multiplicidad de pensamientos y de respuestas ante los problemas de nuestra existencia y de nuestro bienestar, cuando los seres humanos que habitamos el Planeta Tierra hagamos desaparecer muros y fronteras, unamos nuestros esfuerzos cooperadores y encerremos en el baúl de los recuerdos las viejas patrañas culturales y religiosas que nos encadenaron a un largo periodo depredador. Nunca el mosaico cultural será tan rico y variado como entonces.

La SOBERANIA de la Humanidad no entiende de disgregaciones, de parcelaciones, de autonomías. Estas son las patrañas del Capital que provocan barbaries como las de Beslán.

Los ciudadanos del mundo no podemos aceptar que estas se sigan produciendo. No podemos ser cómplices, por omisión o dejación, de los gobiernos que las practican. El pueblo alemán sabe muy bien los resultados de esta complicidad con los poderes criminales y terroristas. Hoy aún se interpela como fue posible tal dejación. La Historia no puede seguir repitiéndose. No lo podemos permitir.

Thor septiembre 2004

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Y en la Brújula de dicha página

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Comentaris

Re: Beslam: una tragedia para la Humanidad, un triunfo para el capital
13 mai 2005
Anonadado me has dejado.
Thor, eres tu?
Re: Beslam: una tragedia para la Humanidad, un triunfo para el capital
12 des 2005
Parece ser que a nadie le importó
Sindicat Terrassa