11S: A 3 años de la gran impostura

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11S: A 3 años de la gran impostura
per 11	10 set 2004
Desde los trágicos sucesos del 11S de 2001, Internet ha sido un hervidero de noticias, reportajes, leyendas urbanas o artículos de opinión que ponían en duda la versión oficial de los ataques a Washington y Nueva York.
Introduccion: http://www.freedomunderground.org/memoryhole/pentagon.php#Main Mentiras, montajes y cintas de vÃdeo Desde los trÃ¡gicos sucesos del 11S de 2001, Internet ha sido un hervidero de noticias, reportajes, leyendas urbanas o artÃculos de opiniÃ³n que ponÃan en duda la versiÃ³n oficial de los ataques a Washington y Nueva York. Sin embargo, tal y como propone Chomsky en la definiciÃ³n del modelo de propaganda que rige el hacer de la mayorÃa de los medios de informaciÃ³n actuales, el debate no ha trascendido a la opiniÃ³n pÃºblica quizÃ¡ un poco con la excepciÃ³n de Francia. En el paÃs galo el encumbramiento hasta el nÃºmero 1 de ventas del controvertido libro de Thierry Meissan, La gran impostura, ha creado cierta alarma social y un aluviÃ³n de rÃ©plicas y contrarrÃ©plicas que ha hecho que el tema trascienda las tertulias de cafÃ© hasta lugares destacados en de medios como Le Monde o C+. En EspaÃ±a, el debate no ha salido de los cÃrculos llamados de pensamiento alternativos, donde ni siquiera ha tenido un eco destacable a pesar de que la citada publicaciÃ³n estÃ¡ situada entre las 10 mÃ¡s vendidas del verano. Un artÃculo de opiniÃ³n de El PaÃs se limitaba a criticar las hipÃ³tesis vertidas por Meissan por descabelladas, pero hacÃa una llamada al esclarecimiento de multitud de las dudas que la lectura le habÃa provocado en su interior. En cualquier caso, cuestionar el modus operandi y la propia autorÃa de un hecho que prÃ¡cticamente todo el mundo vio por televisiÃ³n mÃ¡s o menos en directo parece arriesgado, aunque como indica brillantemente Ignacio Ramonet en su ensayo La TiranÃa de la ComunicaciÃ³n, las televisiones y, por Ã³smosis o aÃ±adidura los demÃ¡s medios buscan Ãºnicamente impactar con la imagen del directo para llegar al corazÃ³n o la sensiblerÃa del espectador. Son cada dÃa mÃ¡s manifiestamente incapaces del anÃ¡lisis profundo de los hechos y se han convertido en meras correas de transmisiÃ³n de los gabinetes de prensa de las administraciones o las grandes corporaciones. AsÃ las cosas todos vimos con nuestros propios ojos lo que sucediÃ³ y casi simultÃ¡neamente oimos miles de declaraciones oficiales de condena, repulsa y â��explicaciÃ³nâ�? de los hechos que nos han hecho asociar en nuestra mente ambos aspectos de un mismo hecho noticiable que, a priori, pueden o no estar directamente relacionados. Como explicitaba Fromm en su ensayo â��El miedo a la libertadâ�?, luchar contra la opiniÃ³n imperante, aunque se haya interiorizado cual dogma de fe es, cuando menos, laborioso. Exige grandes dosis de esfuerzo e ingentes cantidades de tiempo para recopilar, seleccionar, leer y analizar toneladas de informaciÃ³n que pueda ayudar a formarnos una sÃ³lida opiniÃ³n, bien asentada en pilares veraces, mÃ¡s o menos impolutos. Pero sobre todo, exige una actitud mental que, desde planteamientos cartesianos, usando la duda continuamente como mÃ©todo de trabajo, modifique nuestro acercamiento a la realidad de una manera abierta, liberÃ¡ndonos de los prejuicios y ataduras creadas tras lustros de aplicaciÃ³n del modelo de propaganda imperante en los media. Los hechos Sabemos que dos aviones chocaron contra las Torres Gemelas del WTC, eso es un hecho incontestable que ha quedado grabado en millones de retinas y pasarÃ¡ a los anales de la historia como uno de los momentos que hicieron cambiar el destino del planeta. TambiÃ©n sabemos que, presumiblemente, otro aviÃ³n impactÃ³ contra un ala del PentÃ¡gono y que otro cayÃ³ en Pensilvania en extraÃ±as y contradictorias circunstancias. Parece igualmente demostrado que una serie de ciudadanos Ã¡rabes tomaron clases de vuelo y dejaron una serie de ineludibles pruebas de su fiiaciÃ³n e intenciones. En el mundo Ã¡rabe integrista, ademÃ¡s de algÃºn estado, sÃ³lo la red Al-Qaeda de Bin Laden tenÃa suficiente infraestructura para perpetrar unos atentados de esta naturaleza, por lo que las sospechas se dirigieron desde las primeras horas despuÃ©s de los atentados contra esta organizaciÃ³n y el paÃs que la cobijaba, AfganistÃ¡n. El cÃºmulo de pruebas presentadas por Bush a Blair y otros mandatarios occidentales, parece no dejar duda sobre la autorÃa de los hechos, la guerra es inminente. El desenlace final es de sobra conocido. Este paÃs es destruido por enÃ©sima vez, las vÃctimas civiles de esta desigual guerra sobrepasan con creces las del World Trade Centerâ�¦ pero el Mullah Omar y Osama Bin Laden siguen vivos y dirigiendo sus odios hacie el occidente cristiano. NorteamÃ©rica vive aterrada por la posibilidad e rÃ©plicas del terremoto del 11S. Cuando el miedo decae, las autoridades se encargan de recordar la amenaza o la inminencia de nuevos ataques a edificios de viviendas, a centros financieros, etc. La temida guerra bacteriolÃ³gica hace acto de presencia en forma de cartas con anthrax. Los estadounidenses aceptan gustosos recortes a sus derechos civiles a cambio de seguridad. A la Patriot Act, cuyo sÃ³lo nombre harÃa sonrojar a cualquier europeo medio, le siguen una serie de iniciativas de espionaje electrÃ³nico y ridÃculas tentativas de convertir a Estados Unidos en â��un paÃs de soplonesâ�? en palabras del sociÃ³logo James Petras. Las pruebas, directas o circunstanciales Pero detrÃ¡s de tanta evidencia subyacen multitud de preguntas, dudas y cuestiones insatisfechas. En esta tesitura es hasta lÃ³gico que surjan las mÃ¡s variadas hipÃ³tesis que intenten llenar las lagunas que las versiones oficiales no cubren. Resumidamente, el cÃºmulo de lapsus que encontramos en las explicaciones de los portavoces occidentales se refieren a: 1. El conocimiento previo de lo que iba a suceder La prensa Ã¡rabe hablaba desde los primeros dÃas de que mucha gente que trabajaba en las torres no acudiÃ³ ese dÃa a su centro laboral. Concretamente hablaban de empresas o gente de religiÃ³n / nacionalidad judÃa. En los mentideros de internet se repetÃa hasta la saciedad la noticia de un conflicto diplomÃ¡tico con agentes del Mossad que fueron expulsados silenciosamente de NorteamÃ©rica acusados de espionaje poco despuÃ©s de los atentados. Conforme se han ido conociendo detalles, otras publicaciones hablan de que hasta 5 servicios secretos estaban al corriente de lo que iba a suceder. Dejando a un lado la veracidad de estas informaciones, difÃcilmente contratables, enfrentar un hecho incontestable. Desde tempranas horas del martes negro, soldados permanecÃan apostados sobre los tejados de la base aeronaval de Rota totalmente pertrechados para entrar en combate. El personal civil espaÃ±ol fue invitado a abandonar zonas sensibles de la base tal y como recogiÃ³ la prensa local y podido constatar personalmente a travÃ©s de testigos directos. EstÃ¡ claro que algo â��o todo-- sabÃan. Si estaban al corriente porque fueron avisados o porque se tratase de una conspiraciÃ³n desde el interior del establishment, eso ya es otro cantar. 2. Los movimientos de tropas previos al 11-S La decisiÃ³n de invadir AfganistÃ¡n hacÃa mucho que ya estaba tomada. SegÃºn un informe de la petrolera Unocal, era necesario un gobierno â��amigoâ�? en la zona para que con la estabilidad necesaria, facilitaran la construcciÃ³n del gasoducto que evacuarÃa las reservas petroleras del Asia Menor, las segundas en importancia del planeta. Los meses previos a los atentados, Egipto y el mar de OmÃ¡n eran escenario de un despliegue de varias decenas de miles hombre de la OTAN y el Reino Unido. Todo se estaba fraguando. Los talibÃ¡n intentaron negociar con los USA a la desesperada su reconocimiento a cambio del oleoducto. Pero era demasiado tarde, la maquinaria militar estaba a punto en el verano de 2001. 3. Los movientos bursÃ¡tiles El 11-S vino de perlas para encubrir el pinchazo de la burbuja tecnolÃ³gica y la misma entrada en un ciclo recesivo mÃ¡s o menos profundo. En buena parte, se culpÃ³ a Bin Laden de la crisis econÃ³mica global. Pero nada mÃ¡s lejos de la realidad, gracias a los atentados es bien posible que se comience a remontar la recesiÃ³n por un aumento desmesurado del gasto pÃºblico norteamericano. Es evidente que no se trata de consolidar el precario estado del bienestar de los USA, sino de aumentar los gastos militares y los derivados del control interno de su sociedad. PolÃtica peligrosa donde las haya porque Europa, que ya supera ampliamente a EEUU en PIB y se niega a entrar en el juego que considera acabado tras el fin de la guerra frÃa. Lo realmente sospechoso es que pocos dÃas antes del atentado muchos y poderosos inversores abandonaron los siempre seguros valores de las aseguradoras y reaseguradoras y los de las compaÃ±Ãas aÃ©reas, migrando sus capitales hacia empresas de armamento y, sobre todo, petroleras. El volumen de transacciones ha sido tan elevado que muchas voces creen que los dolosos sucesos son achacables a operaciones financieras de alto nivel. La mayor parte de las compras y ventas vinieron de una sociedad de inversiones presidida hasta hace poco por un consejero del director de la CIA. La cosa se sigue complicando, mÃ¡xime cuando es pÃºblico y notorio de Bin Laden y su gente tenÃa bloqueadas sus cuentas desde 1998. 4. La autorÃa de los hechos A las pocas horas -minutos segÃºn alguno de los instructores de vuelo de los suicidas- de los trÃ¡gicos sucesos y sin una prueba tangible que soportara el veredicto previamente dictado, se confeccionÃ³ rÃ¡pidamente un culpable a quien dirigir toda la rabia generada por las muertes de inocentes en los atentados. Posteriormente, los intentos de bÃºsqueda de las pruebas necesarias para que la opiniÃ³n pÃºblica no dudara del veredicto apriorÃsticamente dictado han sido realmente patÃ©ticos. El baile de informes probatorios que no pueden mostrarse por afectar a la seguridad nacional de los EEUU que Ãºnicamente son revisadas por lo mejores e incontestables aliados de la polÃtica exterior del imperio, ha rayado el puro histrionismo. Los informes prometidos que nunca vieron la luz trataron de acallarse con el grupo de famosos vÃdeos de Osama Bin Laden. De dudosa interpretaciÃ³n, alguno de ellos incluso de imposible audiciÃ³n, verdaderos expertos en psicofonÃas del gobierno americano apoyados en tecnologÃas de Ãºltima generaciÃ³n, desvelaron lo que nadie mÃ¡s era capaz de oir: la confesiÃ³n final del acusado en el acto final de la guerra de AfganistÃ¡n. Pero incluso admitiendo la autorÃa de Bin Laden, como prueba el Ãºltimo de los vÃdeos publicado durante los fastos del 1 aniversario, existen multitud de lagunas sobre los ejecutores de los atentados. Parece absurdo plantear cÃ³mo alguien con escasÃsimas horas de vuelo y algunas partiditas en simuladores informÃ¡ticos sea capaz de acertar con los objetivos marcados con tanta y mortÃfera precisiÃ³n. Ocho meses despuÃ©s, en un loable intento de parcheo de la versiÃ³n oficial, apuntaban que Mohamed Atta, el lÃder de los suicidas estuvo previamente en las torres gemelas y seÃ±alÃ³ el objetivo con un GPS cuyas coordenadas --una vez corregidas en sus desviaciones-- fueron introducidas en los pilotos automÃ¡ticos de los aviones. Otras versiones recientes apuntan incluso al uso de balizas activadas en las mismas torres del WTC para iluminar el objetivo. Lo que estÃ¡ claro es que ya ningÃºn analista serio puede creer en la efectividad de unos pilotos noveles que manejaban por primera vez un aparato de esas caracterÃsticas. Las pistas dejadas por los presuntos autores son poco menos que esperpÃ©nticas. Las maletas de Atta en un inverosÃmil trasbordo previo al vuelo definitivo, un manual de pilotaje de aviones de pasajeros en el aparcamiento, unos rezos corÃ¡nicos burdamente falsificados para las horas previas al suicidioâ�¦ y un impecable pasaporte que milagrosamente se salva de las llamas en un incendio y derrumbes posteriores donde casi nada permanece reconocible, ni siquiera las cajas negras (Â¿?) Pero Atta tampoco da el perfil de un suicida integrista, frecuentaba bares y cabarets y bebÃa alcohol. Nada comparable a un clÃ¡sico barbudo. Su pasado como agente de la ISI, el servicio secreto pakistanÃ y autÃ©ntica sucursal de la CIA en la zona presupone que tuvo (Â¿o tiene?) contactos con las caÃ±erÃas del gobierno americano de quien recibiÃ³ ingentes cantidades de dinero meses antes de los atentados. De la lista proporcionada por el FBI, varios de sus compaÃ±eros que presuntamente iban en los aviones secuestrados han afirmado en Internet que siguen con vida en Arabia SaudÃ, algo que ha sido refrendado por el propio gobierno sin que se conozcan desmentidos posteriores. Â¿Secuestradores, seÃ±uelos, hombre de paja, o simplemente asesinos virtuales?. La asociaciÃ³n de vÃctimas de los atentados ha acusado al gobierno saudÃ de los mismos, ya que considera que es imposible que Osama trabajara sin el apoyo de un estado fuerte que los apoyase. Desde las â��tecnificadasâ�? cuevas de Tora Bora, esas que nunca nos mostraron salvo en magnÃficas infografÃas virtuales, un puÃ±ado de desarrapados no podrÃa haber dirigido tan magna salvajada. 5. Los daÃ±os Por motivos de extensiÃ³n, es imposible aquÃ entrar en profundidad sobre el cÃºmulo de dudas que suscitan las reacciones de los edificios afectados tras los choques. Brevemente puden resumirse en: Â· Un aviÃ³n de aluminio y fibra de carbono no puede atravesar como su fuera mantequilla una estructura de acero, es pura fÃsica. Incluso las alas penetraron profundamente en el edificio, algo que han puesto en duda arquitectos, bomberos y expertos en estructuras y resitencia de materiales. Â· La hipÃ³tesis de que un aviÃ³n perforara 3 anillos de edificaciones del PentÃ¡gono, se derritiera y evaporara sin dejar rastro alguno es un puro absurdo. Mienten, mienten y mienten. Algunos sondeos no cientÃficos realizados en internet arrojan datos de desconfianza de la versiÃ³n oficial de lo acontecido en el PentÃ¡gono no es aceptada por casi un 80% de los espaÃ±oles. Atravesar 3 cinturones de baterÃas antiaÃ©reas sin sufrir daÃ±o alguno tampoco es creÃble por alguien con algo de sentido comÃºn. Si se observan los daÃ±os en las fotografÃas proporcionadas por el US Army, la perforaciÃ³n inicial previa al derrumbe era poco mÃ¡s grande que la puerta de un garaje. De las alas, las mismas que se colaron hasta la cocina en las torres del WTC, ni rastro de sus efectos sobre el edificio. Â· La caÃda de la torre VII anexa a las gemelas y una base vital para la CIA en sus actividades de espionaje econÃ³mico, tambiÃ©n estÃ¡ llena de misterio. Numerosos testigos afirman haber visto un fuerte incendio en la planta ocupada por la Inteligencia momentos antes del derrumbe achacable a una explosiÃ³n, que en un principio, pareciÃ³ oÃrse igualmente antes del colapso de la primera torre del WTC. 6. Los antecedentes PrÃ¡cticamente en la totalidad de los conflictos en los que Estados Unidos ha participado en la historia reciente se han desencadenado tras una acciÃ³n de dudoso origen. La voladura del Maine en la guerra de Cuba o los ataques en la bahÃa de Ton Kin en la guerra de Vietnam son los mÃ¡s paradigmÃ¡ticos, aunque las sombras afectan a muchos mÃ¡s, incluida la II Guerra Mundial. Sorprende ver desclasificado y publicado el plan Northwood, que planeaba invadir Cuba usando como pretexto un atentado castrista contra un edificio civil norteamericano con un aviÃ³n previamente â��secuestradoâ�? que, durante el vuelo es sustituido por uno militar dirigido por control remoto de similares caracterÃsticas con la misma seÃ±al localizadora para los radares. Hoy, desde el punto de vista tÃ©cnico, esta soluciÃ³n serÃa bastante mÃ¡s fÃ¡cil de llevar a cabo. 7. Los rÃ©ditos En todo juicio de esos a los que nos tiene acostumbrado Hollywood el tema de las pruebas circunstanciales siempre juega un importante papel en el desenlace de este soporÃfero gÃ©nero del cine de consumo. Veamos los beneficios del atentado a dÃ³nde han ido dirigidos. El tema del control de los yacimientos de Asia Menor y cercar a Rusia con bases militares en antiguas repÃºblicas, aislÃ¡ndola de las rutas de transporte de gas y petrÃ³leo no es baladÃ. Tampoco lo es el tener pretextos mÃ¡s o menos presentables ante la opiniÃ³n pÃºblica para terminar por controlar las reservas de crudo iraquÃ y mÃ¡s adelante las de Libia u otras, antes de que la UniÃ³n SoviÃ©tica o Francia lo hagan con sus respectivas empresas y lobbies. Para el consumo interno, la lÃ¡bil democracia liberal ha sido herida de muerte a nivel planetario. La promulgaciÃ³n de la Ley PatriÃ³tica en EEUU, las excepciones al cumplimiento de los derechos civiles en el Reino Unido o CanadÃ¡, la adopciÃ³n masiva del espionaje a la mensajerÃa electrÃ³nica en los servidores de correo (Carnivore) o la bendiciÃ³n de las interceptaciones de todo tipo de comunicaciones (Echelon) o la propia LSSI en nuestro paÃs responden a un modelo mÃ¡s o menos homogÃ©neo de control social de corte fascistoide y Ã¡mbito mundial, deseado por gobernantes atados a corporaciones transnacionales que necesitan de la docilidad El veredicto Visto lo que antecede, con las graves sospechas que sobrevuelan en el caso, denunciando la falta total de colaboraciÃ³n en el esclarecimiento de los hechos que han demostrado en los Estados Unidos, denunciando el uso atemorizador que hacen del 11S como medio de control social interno, denunciando el uso que hacen continuamente de los atentados para justificar la invasiÃ³n de paÃses y el robo de sus recursos... me atreverÃa a condenar al gobierno americano como NO INOCENTE de los hechos
Mira també: http://www.freedomunderground.org/memoryhole/pentagon.php#Main http://www.freedomunderground.org/memoryhole/pentagon.php#Main
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Comentaris

Re: 11S: A 3 años de la gran impostura
per 11s	11 set 2004
com camuflar el mes gran crim d'estat de forma que no es vegui? televisant-ho en directe de manera que ho vegi tothom ! OWNER OF WTC ADMITS EXPLOSIVES WERE USED! Listen to this PBS interview with Larry Silverstein, owner of the WTC, describing how he had Building #7 demolished! "The Fire Department were not sure that they were gonna be able to contain the fire. I said, you know, we´ve had such terrible loss of life. Maybe the smartest thing to do is pull it. They made that decision to pull and then we watched the building collapse" http://www.letsroll911.org/articles/controlleddemolition.html Firefighter Transcript Made Public Official: Battalion 3 to dispatch, we've just had another explosion. Official: Battalion 3 to dispatch, we've had additional explosion. Dispatcher: Received battalion command. Additional explosion . [...] Dispatcher: Battalion 5, be advised we're trying to contact Battalion 3 at this moment to report north tower just collapsed. Fireman1: Floor by floor it started popping out... Fireman2: It was almost like they had detonators… Fireman1: Yeah, detonators… Fireman2: …planted to take down the building. boom-boom-boom-boom-boom…. Fireman1: All the way down. I was watching it and running.. COMMON SENSE The towers fell in roughly 10 seconds, that is, that they fell at about the same rate that an object falls through air. The fact that the towers fell this quickly (essentially at the rate of free-fall) is conclusive evidence that they were deliberately demolished. Believing that there is nothing wrong with the towers collapsing so quickly, is roughly analogous to believing that people pass through closed doors as quickly as they pass through open doors. The fact that they fell at such a rate means that they encountered essentially no resistance from the supposedly undamaged parts of the structure. That is, no resistance was encountered from any of the immensely strong parts of the structure that had held the building up for the last 30 years. This just doesn't happen, unless, of course, the lower part of the building has lost its structural integrity (And this is usually due to the detonation of a multitude of small explosive charges as seen in controlled demolitions). You have seen the evidence. The footage, the eyewitness reports, the seismographs, the infrared shots, the molten steel. They all point to one thing… The World Trade Center was not destroyed by terrorists. It was a controlled demolition, an inside job! http://www.letsroll911.org/articles/controlleddemolition.html