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Chechenia: no nos quedemos solo con el colegio...
04 set 2004
A pesar de las afirmaciones en sentido contrario de las autoridades rusas y las autoridades chechenas favorables a Moscú, la situación en la República Chechena dista mucho de ser normal. El conflicto continuo en Chechenia, caracterizado por la violencia y una amplia variedad de abusos sistemáticos contra los derechos humanos, se está extendiendo a la vecina Ingushetia, ha afirmado hoy 23 de junio de 2004 Amnistía Internacional con motivo de la presentación del informe Russian Federation / Chechen Republic: ‘Normalization’ in whose eyes? (Federación Rusa: República Chechena. "Normalización", ¿a ojos de quién?, �ndice AI: EUR 46/027/2004)

Muy pocas familias en esta república del Cáucaso septentrional devastada por la guerra han podido librarse de los abusos cometidos contra los derechos humanos en estos cinco años de incesante conflicto armado. "Las fuerzas federales y las fuerzas de seguridad rusas siguen perpetrando impunemente violaciones de derechos humanos como ejecuciones extrajudiciales, "desapariciones", detenciones arbitrarias o malos tratos y torturas, incluidas violaciones —ha asegurado Amnistía Internacional—. Los grupos armados de oposición chechenos han dirigido sus ataques contra miembros civiles del gobierno checheno respaldado por Moscú y, al parecer, son los responsables de una serie de atentados con bombas que han causado daños indiscriminados entre la población civil."

En Chechenia hay civiles que permanecen recluidos en régimen de incomunicación en lugares no revelados después de haber sido detenidos por las fuerzas federales y las fuerzas de seguridad rusas. Las familias no reciben información alguna sobre su paradero y su estado. Cada vez se cometen más abusos contra mujeres; algunas contaron a representantes de Amnistía Internacional cómo las habían torturado —hasta con descargas eléctricas— y violado cuando estaban detenidas. Se ha golpeado y detenido arbitrariamente a manifestantes pacíficos.

La impunidad persiste: apenas unos cuantos autores de violaciones de derechos humanos han comparecido ante los tribunales. Parece ser que las autoridades dirigen especialmente sus ataques contra quienes han elevado una petición al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Los han amenazado e intimidado, y en algunos casos sus familiares han "desaparecido" o los han matado. Varias víctimas contaron a los delegados de Amnistía Internacional que temen por su vida y que las fuerzas federales y las fuerzas especiales de seguridad chechenas favorables a Moscú, comandadas por Ramzan Kadyrov, les habían advertido expresamente que los matarían a ellos y a sus familiares si presentaban una denuncia sobre el trato recibido o elevaban una petición al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Hoy cada vez son menos las personas dispuestas a denunciar a los perpetradores, impera una atmósfera de miedo y desconfianza.

Los abusos contra civiles —muchos de los cuales constituyen crímenes de guerra— se siguen cometiendo impunemente, ya que son muy pocos los autores identificados y procesados. "Tales abusos, que antes ocurrían casi exclusivamente en Chechenia, se extienden cada vez más a través de la frontera con la vecina Ingushetia" señala la organización. En los últimos meses se ha extendido por toda Ingushetia una oleada de "desapariciones".

Amnistía Internacional ha recibido información según la cual al menos 34 personas han "desaparecido" entre septiembre de 2003 y finales de marzo de 2004. Varias de estas personas habían hablado abiertamente sobre las violaciones de derechos humanos cometidas en Ingushetia o eran miembros destacados de la comunidad. Personas que han participado en las manifestaciones pacíficas celebradas en Ingushetia contra estas violaciones de derechos humanos al parecer son perseguidas por las autoridades; han sufrido malos tratos y detención arbitraria.

El último campo con tiendas de campaña en Ingushetia que albergaba a personas que huían del conflicto en Chechenia se clausuró el 10 de junio. Las autoridades federales y locales están presionando a los refugiados que permanecen en alojamientos provisionales o campamentos improvisados para que regresen a la República Chechena.

"Vamos a quedarnos aquí. Mientras no puedan garantizar nuestra seguridad, no volveremos [a Chechenia]. Si no hay guerra, ¿por qué no retiran las tropas? A todos nos gustaría volver a casa, pero es demasiado peligroso" contó un padre de cinco hijos a Amnistía Internacional.

El informe se basa en las conclusiones de una delegación de Amnistía Internacional que viajó a Ingushetia entre marzo y abril de 2004, así como en la investigación en curso del Secretariado Internacional en Londres. Además, una delegación de la organización acaba de regresar de una segunda visita a Ingushetia, en la que han reunido testimonios de víctimas de violaciones de derechos humanos cometidas tanto en Chechenia como en Ingushetia.

"Más de un mes después del magnicidio del presidente de la República Chechena, Akhmad Kadyrov, y dos meses antes de que se celebren elecciones presidenciales, la violencia y las violaciones de derechos humanos continúan, sumiendo progresivamente a la población civil en la angustia y la falta de esperanza en un futuro pacífico" ha manifestado la organización.

Amnistía Internacional ve con especial preocupación los informes que indican que Ramzan Kadyrov, vice primer ministro de Chechenia e hijo del difunto presidente Akhmad Kadyrov, ha afirmado recientemente que pretende castigar a los familiares de presuntos combatientes. Según informes, manifestó que "[los combatientes] pueden matar a nuestros parientes, padres y hermanos, y nosotros no. Esto no debe ser así."

"Semejantes declaraciones oficiales fomentan las violaciones de derechos humanos y refuerzan el clima de impunidad por estos abusos" ha afirmado Amnistía Internacional.

Como país signatario de diversos tratados internacionales de derechos humanos, la Federación Rusa tiene la obligación de respetar y proteger los derechos humanos de todas las personas que se encuentran en su territorio y están sujetas a su jurisdicción, sin discriminación alguna. El incumplimiento de ese deber durante el conflicto de Chechenia no ha merecido la mayoría de las veces una respuesta adecuada por parte de los gobiernos y de algunos organismos intergubernamentales.

"La comunidad internacional debe intensificar la vigilancia de la situación y presionar a la Federación Rusa para que se atenga a las obligaciones contraídas en virtud de las normas internacionales de derechos humanos" ha señalado la organización.

"Es imprescindible que la crisis de derechos humanos en el Cáucaso septentrional se sitúe en un lugar más preponderante de la agenda internacional.

Si desean consultar el informe completo Russian Federation/ Chechen Republic: "Normalization" in whose eyes? (Federación Rusa: República Chechena. "Normalización", ¿a ojos de quién?, �ndice AI: EUR 46/027/2004), remítanse a (en inglés):

http://web.amnesty.org/library/index/engeur460272004

This work is in the public domain

Comentaris

ABUSOS DIRIGIDOS ESPECÃ?FICAMENTE CONTRA MUJERES
04 set 2004
En el comando que perpetró un secuestro en un teatro de Moscú en octubre de 2002 había un considerable número de mujeres chechenas, y, según informes, desde entonces se han dado varios casos de mujeres chechenas participantes en atentados suicidas con explosivos en el Cáucaso Septentrional y en Moscú. Como consecuencia de ello parecen haber aumentado en Chechenia los abusos cometidos específicamente contra mujeres por las fuerzas de seguridad rusas y chechenas.

El 15 de enero de 2004, en la región de Urus-Martan, unos hombres vestidos con uniformes de camuflaje y máscaras y que llegaron en automóviles sin distintivo alguno, pero que eran, según informes, soldados rusos, pararon cerca de su casa a Eliza Gaitamirova y se la llevaron. No se ha sabido nada de ella desde entonces. Los informes recibidos indican que su esposo había «desaparecido» en 2001.

Milana Ozdoeva, viuda de la región de Achkhoi-Martan, fue interrogada los días 5 y 9 de enero de 2004 por un miembro de las fuerzas federales rusas en relación con unas denuncias según las cuales quería cometer un atentado suicida con explosivos. De acuerdo con sus vecinos, el 19 de enero de 2004 unos hombres entraron en su casa y la obligaron a irse con ellos. No se la ha vuelto a ver desde entonces. Los informes recibidos indican que su esposo era un combatiente muerto en un enfrentamiento con fuerzas rusas.

El 16 de mayo de 2003, unos enmascarados vestidos con uniformes azul oscuro se llevaron a Aminat Dugaeva, de 15 años, y a una pariente suya, Kurbika Zinabdieva, de 34, de casa de la segunda, en la región montañosa de Shatoi. Según informes, un portavoz de las fuerzas federales rusas del Cáucaso Septentrional anunció en la televisión local que se había detenido a dos mujeres sospechosas de terrorismo. Las madres de las detenidas presentaron una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por considerar que la respuesta dada por las autoridades tras la «desaparición» de sus hijas había sido inadecuada.
Chechenia – ofensiva contra los derechos humanos
04 set 2004
«... el actual grado de destrucción de la ciudad indica que las fuerzas rusas han sometido a Grozni a un bombardeo indiscriminado y desproporcionado.»

El conflicto de Chechenia se ha caracterizado por informes generalizados y verosímiles que acusan a las fuerzas rusas de violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, como desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, violaciones y otras torturas. Este tipo violaciones de derechos humanos son infracciones graves de los Convenios de Ginebra y constituyen crímenes de guerra.
Las fuerzas chechenas también han cometido abusos; por ejemplo, según los informes, los combatientes chechenos han ejecutado a soldados rusos capturados. Estos abusos constituyen asimismo crímenes de guerra.

Unas 300.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, han abandonado sus hogares huyendo de la guerra. A mediados del 2002 quedaban aproximadamente 160.000 personas en alojamientos temporales y en campos para desplazados internos, la mayoría de ellas en la vecina Ingushetia, donde padecían condiciones muy duras y un grave hacinamiento. Las autoridades rusas están presionándolas para que regresen a sus casas, tanto si pueden hacerlo en condiciones de seguridad como si no.
Según los informes, las fuerzas rusas han detenido arbitrariamente, torturado y dado muerte a miles de civiles. La mayoría de las personas son aprehendidas por las fuerzas rusas en las comprobaciones de identidad a que éstas someten a los convoyes civiles que viajan de Chechenia a Ingushetia, o durante las zachisti, las operaciones militares «de limpieza» que efectúan las tropas rusas en las poblaciones. Estas operaciones van acompañadas de abusos generalizados contra la población civil. Según los informes, durante ellas se ha secuestrado, torturado, violado y dado muerte tanto a hombres como a mujeres, e incluso a niños.

Algunas unidades militares parecen estar ocultando las placas de matrícula de sus vehículos y cualquier otra información que pueda identificarlos cuando realizan estas operaciones.

A veces se ha mantenido recluidos a los detenidos en lugares que no eran más que hoyos cavados en la tierra. Se les niega el acceso a familiares, a abogados y al mundo exterior. Los que han sobrevivido dicen que la tortura es una práctica rutinaria y sistemática, que se viola tanto a los hombres como a las mujeres detenidas, que los golpean con martillos y garrotes, y los torturan con electricidad y con gas lacrimógeno.

Las autoridades rusas se han mostrado muy reticentes a la hora de procurar información sobre el número de investigaciones y enjuiciamientos. Por otra parte, las investigaciones de las denuncias relacionadas con ejecución extrajudicial, desapariciones forzadas, tortura y malos tratos son muy raras. Las investigaciones que llegan a realizarse son por lo general inadecuadas y rara vez acaba procesándose a los responsables.

En vez de hacer rendir cuentas a los perpetradores, las autoridades rusas están al parecer destinando de nuevo a Chechenia a unidades militares que según la opinión general han estado implicadas en violaciones de los derechos humanos.
Muchos chechenos desconfian profundamente de las autoridades rusas y tienen pocas esperanzas de que cualquier queja que presenten llegue a producir enjuiciamiento.

Muchos temen que presentar tal denuncia los exponga a más violaciones de derechos humanos. Las autoridades rusas no han tomado ninguna medida apropiada para combatir este clima de temor y para alentar a las víctimas de tales abusos a presentar una denuncia.

Las críticas de la comunidad internacional ante las violaciones de los derechos humanos y las infracciones del derecho internacional humanitario en Chechenia han sido con frecuencia débiles, especialmente tras los sucesos del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos y la posterior intervención militar en Afganistán que lideró Estados Unidos y fue apoyada por el gobierno ruso. La comunidad internacional debe alentar a todas las partes del conflicto checheno a cumplir el derecho internacional humanitario y a tomar medidas urgentes para proteger a la población civil.

Las autoridades rusas han permitido que surgiera en Chechenia el clima de impunidad que protege y alienta a los que violan los derechos humanos. Las autoridades llevan demasiado tiempo ignorando su obligación de procesar a los responsables de los abusos contra los derechos humanos y de proporcionar a las víctimas un remedio efectivo. Es hora, pues, de que la Federación Rusa tome medidas para hacer que los compromisos que ha firmado en materia de derechos humanos y la justicia se vuelvan realidad.

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La noche del 26 de marzo del 2000, Kheda (Elza) Kungaeva, una muchacha de 18 años, fue secuestrada de su hogar en el pueblo de Tangi-Chu. Los soldados rusos que la secuestraron estaban bajo las órdenes del coronel Yury Budanov. Kheda murió después de que el coronel se la llevara a su tienda para someterla a interrogatorio. El coronel Budanov admitió haber matado a Kheda Kungaeva, pero alegó que lo hizo en un estado de «demencia temporal». La fiscalía desestimó pruebas de que Kheda Kungaeva había sido violada antes de morir. El coronel Budanov fue acusado de homicidio, secuestro y abuso de poder. Es, según tiene entendido Amnistía Internacional, el primer oficial ruso al que se ha sometido a juicio por crímenes contra civiles en Chechenia desde que se reanudó el conflicto en 1999. El juicio, que comenzó en febrero del 2001, aún no había finalizado al escribir este informe.

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Centenares de personas, entre ellas un anciano de 90 años y varios niños, fueron detenidas el 2 de julio del 2001 durante una operación efectuada por soldados rusos en la ciudad de Sernovodsk, localidad próxima a la frontera con la República de Ingushetia. La operación se llevó a cabo, según los informes, a raíz de que cinco soldados rusos perdieran la vida al explotar una mina. Muchos de los detenidos dijeron que los habían torturado o maltratado; según algunos, los soldados usaron para ello electricidad e hicieron que los atacaran los perros militares. La mayoría de los detenidos fueron puestos en libertad esa misma noche, pero aproximadamente un centenar fueron llevados a un centro de detención temporal. Se desconocen la suerte y el paradero de por lo menos seis personas.
«Desapariciones» en Chechenia
04 set 2004
«¿Todavía no ha encontrado a su esposo? ¡Pues búsquelo en una fosa!»
Consejo dado por soldados rusos a Zura Mandykhadzhieva, cuyo esposo, Shamil, «desapareció» en noviembre del 2001

El 9 de noviembre del 2001, unos soldados rusos entraron en una casa del pueblo de Serzhen-Yurt, en Chechenia, en la que dormían cinco niñas y dos mujeres.

Las dos mujeres - Aset Yakhiaeva (también conocida como «Zargan»), de 45 años, y Milana Betirgirieva (también conocida como «Ainat»), de 21- se encontraban en el pueblo para ayudar a preparar la boda de la hija de una vecina.

Los soldados formaban parte de una incursión militar (zachistki) en el pueblo.
Según los testigos, los soldados cortaron la electricidad de la casa. Cuando las niñas, aterrorizadas, empezaron a gritar, los soldados las amenazaron con dispararles, y luego les alumbraron las caras con antorchas mientras discutían a cuál de ellas iban a violar.

Una de las niñas le contó a Amnistía Internacional que un oficial entró en la habitación y ordenó a los soldados que no las tocaran.

Cuando se marcharon los soldados, las niñas fueron a la habitación donde dormían Aset Yakhiaeva y Milana Betirgirieva. Estaba vacía. Las niñas encontraron algunas prendas de ropa de las mujeres, entre ellas una falda y una blusa, fuera de la casa, en la calle. Desde entonces no ha habido noticias de ninguna de las dos. Han «desaparecido».

El actual conflicto de Chechenia, que comenzó en septiembre de 1999, se ha caracterizado por informes generalizados y verosímiles que acusan a las fuerzas rusas de violar los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

Se cree que centenares de civiles chechenos han «desaparecido» tras ser detenidos por las fuerzas rusas. Entre las víctimas hay mujeres y niñas detenidas por sospecharse que eran familiares de combatientes o que los ayudaban. Los cuerpos de algunos «desaparecidos» han sido hallados más tarde en vertederos. Muchos parecían haber sufrido violaciones y otras torturas antes de morir de forma violenta.

Las fuerzas rusas detienen a la mayoría de las personas durante los controles de identidad que practican a las caravanas de civiles que viajan de Chechenia a la vecina Ingushetia, o durante las incursiones militares o zachistki (incursiones de «limpieza») en áreas pobladas.

Estas incursiones van acompañadas de abusos generalizados contra los derechos humanos de la población civil. Ha habido numerosos informes, convincentes y verosímiles, que hablaban de hombres, mujeres y niños que habían sido secuestrados, violados o sometidos a otras formas de tortura, y asesinados a tiros.

También se niega a los detenidos el acceso a familiares y abogados o el contacto con el mundo exterior. Algunos sobrevivientes han contado que la tortura es una práctica habitual y sistemática, y han relatado violaciones de mujeres y hombres bajo custodia, palizas con martillos y porras, torturas con electricidad y gas lacrimógeno. Algunos detenidos han afirmado haber sido encerrados en lugares que eran poco más que un hoyo en el suelo.

Las investigaciones sobre denuncias de ejecuciones extrajudiciales, «desapariciones», torturas y malos tratos cometidos por las fuerzas rusas son inadecuadas y casi nunca concluyen con el procesamiento de los responsables.

Amnistía Internacional pide a las autoridades rusas que cumplan sus obligaciones de ofrecer a las víctimas un remedio y una reparación eficaces y de llevar ante la justicia a los responsables de abusos contra los derechos humanos.
Rusia: Investigar la violencia sexual en Chechenia
04 set 2004
(Nueva York, 10 de abril de 2002)— Las tropas rusas han violado y
atacado sexualmente a mujeres durante operaciones invernales en
Chechenia, denunció hoy Human Rights Watch.

Cinco mujeres han informado a los investigadores de Human Rights
Watch de los incidentes de violencia sexual que sufrieron a
principios de este año. Tres de las mujeres intentaron denunciar los
ataques a las autoridades locales quienes se negaron a investigar las
denuncias.

Durante las llamadas operaciones de "rastreo", en las que las tropas
rusas realizan registros casa por casa en busca de los que consideran
involucrados en las actividades de los rebeldes chechenios, los
varones de las familias suelen escapar de sus hogares y refugiarse en
lugares más seguros para reducir el riesgo de ser detenidos
arbitrariamente, torturados o desaparecidos. Sin embargo, sin hombres
en casa, las mujeres se vuelven más vulnerables a las intenciones
sexuales de los soldados.

Las barreras culturales para la denuncia de la violencia sexual son
considerables en Chechenia.

"El gobierno ruso le está diciendo al mundo que la vida ha vuelto a
la normalidad en Chechenia", dijo Elizabeth Andersen, directora
ejecutiva de la División de Europa y Asia Central de Human Rights
Watch. "Pero no ha llevado a nadie ante la justicia por estos
terribles crímenes de violencia sexual".

Andersen instó a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas, que se reúne ahora en Ginebra, a que adopte una
resolución condenando los abusos cometidos por Rusia en Chechenia. En
los últimos dos años, la Comisión ha adoptado resoluciones enérgicas
sobre el conflicto chechenio, condenando las violaciones a los
derechos humanos y el derecho internacional humanitario, y pidiendo a
Rusia que establezca una comisión nacional para investigar y llevar a
los responsables ante la justicia. El gobierno ruso ha rechazado
ambas resoluciones.

"Aset Asimova" (que no es el verdadero nombre de la mujer), una viuda
de 43 años, dijo a Human Rights Watch que se encontraba en casa con
su hijo de ocho años cuando soldados borrachos se presentaron a
principios de febrero. Tres de ellos se la llevaron a otra habitación
mientras otros saqueaban la casa. "Me arrancaron el vestido. Me
preguntaron dónde estaban los hombres, me preguntaron cuánto tiempo
llevaba sin marido". Los soldados le dijeron entonces que se
desnudara y cuando se resistió, la golpearon con las culatas de sus
rifles y la violaron. "No sé cuántos de ellos me violaron. Perdí la
conciencia cuando estaba pasando. Cuando recobré la conciencia, me
estaba echando agua… y se fueron".

"Asimova" no denunció la violación a las autoridades. Los
investigadores de Human Rights Watch han descubierto que muchas
mujeres se muestran reticentes a denunciar los crímenes de ataque
sexual por temor al estigma y las represalias. Lo primero que hizo
"Asimova" cuando se fueron los soldados fue ocultar lo que había
pasado para que su hijo no supiera de la violación. "Me unté la
sangre en la nariz y la boca, como si me hubieran golpeado ahí y por
eso lo hice. Limpié todo, escondí el vestido y me puse uno limpio".

Otras mujeres intentaron denunciar los ataques sexuales y las
autoridades locales se lo impidieron. Durante una operación de
rastreo del 29 de enero, los soldados atacaron sexualmente a "Madina
Magomedova" (que no es su verdadero nombre) y a sus hermanas en casa
de sus padres. Los soldados habían llegado a su casa anteriormente
ese día y sospechaba que regresarían porque sabían que no había
hombres en la casa.

"Querían tocarme, dijeron que tenía bonitos labios y que me
besarían", dijo a Human Rights Watch. "Sabía lo que querían hacer y
empecé a resistirme. Uno de los soldados dijo: 'espera puta a que te
joda'". "Magomedova" dijo a Human Rights Watch que no la habían
violado, pero que los soldados la habían golpeado con dureza cuando
se resistió; necesitó tres días de reposo en cama para recuperarse.

Los soldados amenazaron a las hermanas de "Magomedova" en su
presencia, y también intentaron obligar a una de ellas a que
practicara el sexo oral. "Querían detener a mi hermana mayor porque
solo tiene un certificado de registro temporal, no un pasaporte
interno. Uno de ellos preguntó si estaba casada y cuando dijo que
estaba divorciada, le preguntaron si 'había dado una mamada antes'.
Dijeron que 'solo tenía que tener el pene en su boca cinco minutos',
y 'que sería bueno para los dos'". "Magomedova" interpuso una
querella criminal ante la fiscalía por ataque sexual, a pesar de los
avisos en contra de ello por parte de los soldados y de un fiscal
local que le recomendó que no siguiera con el caso. Finalmente huyó a
otra ciudad por temor a las represalias.

En otro caso, dos hermanas detenidas a principios de marzo fueron
víctimas de asalto sexual durante la detención. Los familiares las
convencieron de que denunciaran los malos tratos a las autoridades
estatales. "Luiza Larsanova" (que no es el verdadero nombre de la
mujer), una mujer de 27 años, fue detenida el 4 de marzo de 2002 y
retenida en dos lugares antes de que la pusieran en libertad esa
misma tarde. Los soldados amenazaron a "Larsanova" con violarla para
extraerle información sobre combatientes chechenios.

Dijo a Human Rights Watch que: "En primer lugar me golpearon, y eso
fue duro. Pero en segundo lugar, dijeron que me iban a violar. Eso
fue peor. Estaba sentada en una silla y uno de ellos me agarró por
detrás y empezó a acariciarme, como para calmarme, pero era realmente
aterrador, decía 'oh, eres tan dulce, tan pequeña'. Llevaba ropa
interior larga de lana debajo de la falda y me dijo que me la quitara
junto con la falda. Estaba llorando y dije que no tenía nada que
decirles y que me dejaran en paz, estaba prácticamente de rodillas,
suplicándoles que no me tocaran".

"Larsanova" dijo a Human Rights Watch que, aunque los soldados
toquetearon sus pechos y la acariciaron, no la violaron.

La hermana de 21 años de "Larsanova", "Tsatsita Timurova" (no su
verdadero nombre), detenida el día anterior, dijo también a Human
Rights Watch que la golpearon, toquetearon y amenazaron, pero no la
violaron. Los soldados que liberaron a las hermanas les advirtieron
que no denunciaran el tratamiento. "Larsanova" se dirigió a agentes
de la policía local que conocía personalmente quienes le aconsejaron
que no siguiera adelante. "Cuando intenté contarles lo que había
pasado, dijeron que tenía que decir dónde estuve detenida y quién me
había detenido", dijo a Human Rights Watch. "Larsanova" tuvo la
cabeza tapada cuando la detuvieron y transportaron, al igual que
muchos detenidos en Chechenia, y no pudo aportar dichos detalles. Por
su parte, "Timurova" fue rechazada cuando fue a denunciar los hechos
a la comisaría de policía local.

Estas no son las primeras denuncias de violaciones y violencia sexual
por parte de las tropas rusas que han surgido en Chechenia. En enero
de 2002, Human Rights Watch entregó un memorando documentando otros
casos de violaciones y asalto sexual en Chechenia al Comité de la ONU
para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer
(CEDAW). En una declaración pública, el Comité manifestó estar
seriamente preocupado por el hecho de la Federación Rusa no hubiera
realizado investigaciones adecuadas ni pedido cuentas a los
responsables en la gran mayoría de los casos, en vista de las pruebas
considerables de que los miembros de las tropas rusas habían cometido
violaciones y otros actos de violencia sexual contra mujeres durante
el conflicto armado en Chechenia. El 28 de marzo de 2002, Human
Rights Watch también envió cartas de apoyo al llamamiento del Comité
de la ONU para que se pidiera cuentas por estos crímenes a los
representantes de la Duma estatal rusa en el Grupo de Trabajo sobre
Chechenia del Consejo de Europa.
Re: Chechenia: no nos quedemos solo con el colegio...
04 set 2004
Sin duda la represión rusa es terrible, pero el secuestro de personas inocentes en un teatro de Moscu o de niños en el colegio de Osetia dice muy poco de los pretendidos libertadores
Dejate de Demagogia
04 set 2004
No seamos demagogos. Seguramente todo lo que dices es cierto, y tengo claro que Chechenia es un pueblo oprimido. Pero eso no da derecho a secuestrar un colegio ya que por lo general lo que hay en un colegio son niños y niñas.

Hay muchas maneras de actuar contra el estado y no es necesario ni secuestrar un teatro ni un colegio ni un autobus. Puestos a inmolarse que lo hagan abrazandose a Putin, a Sharon o a uno de esos soldados que amenazan con violar mujeres Chechenas pero que dejen a los niños/as, a los trabajadores y a la gente corriente en paz.
Chechenia: no nos quedemos solo con el colegio...
05 set 2004
Rabia y Triboet, ningú diu el contrari a vosaltres, només s'assenyala que allò ocorregut a l'escola no és l'única cosa que passa a Chechenia. I es recorda el terrorisme d'Estat rus perquè venen temps d'una brutal criminalització cap als txetxens.

Ara ens preocupem molt pels 400 nens morts, però ningú en diu res dels 42000 nens assassinats per Russia a Txetxenia des de la guerra de 1994.

A més cal reflexionar i demanar-se si Rusia haguera volgut negociar i resoldre el conflicte politic, a lo millor ara aquestos 400 morts estarien jugant a sa casa i els soldats rusos que ocupen Txetxenia dinant amb les seues families.
Re: Chechenia: no nos quedemos solo con el colegio...
05 set 2004
COMPLETAMENTE DE ACUERDO!!

www.esfazil.com/kaos/noticia.php?id_noticia=5107
Re: Chechenia: no nos quedemos solo con el colegio...
05 set 2004
Todo lo que quieras, pero creo que fue Eduardo Galeano quien dijo, en referencia a Sendero Luminoso,que los pretentidos libertadores que asesinan a indefensos e inocentes en nombre de la libertad se convierten en asesinos sanguinarios cuando llegan al poder. Es verdad que el ejercito ruso ha asesinado a mucha gente sin escrúpulos, pero sólo defienden a un Estado sanguinario. Nunca defenderé a ningún Estado opresor,pero se me quitan las ganas también de apoyar a libertadores que secuestran niños para ponerles a merced de balas criminales.
Chechenia: no nos quedemos solo con el colegio...
05 set 2004
Triboet ací ningú està recolzant als txetxens només s'està dient que els rusos han assassinat, torturat i violat al poble txetxé des de 1994.

Que ara, amb allò d'Osetia, pareix que els rusos siguen uns santets i que han respectat sempre els drets humans en Txetxenia. I això no és així: els rusos han assassinat a milers de txetxens, i ningú no diu res, i eixes morts no ixen a cap primera plana de cap diari.

Denunciar la violació dels drets humans no és en cap cas "apoyar a libertadores que secuestran niños para ponerles a merced de balas criminales", sinó només això: denunciar la violació dels drets humans.
A vore si ara per demanar que no es torture a les comisaries vol dir que estem d'acord amb el que ha fet o no la gent torturada.
Re: Chechenia: no nos quedemos solo con el colegio...
05 set 2004
Estic d acord amb tu amb lo que vens de dir. Ningu dona soport als russos, menys els imperialistes de la mateixa calanya. Però ho de Osetia va ser fort. Ademés, crec que ha quedat clà la participació del exercit rus al crim.
Re: Chechenia: no nos quedemos solo con el colegio...
05 set 2004
Cada día se hace más urgente reconstruir la IV Internacional Comunista, basándose en el principio de revolución no violenta contra el fascismo, herramienta del imperio capitalista-clerical contra la revolución.
muerte al estado
06 set 2004
Los que dan prioridad al todo vale (rusos, chechenos, o quienes sean....)
Los que utilizan críos como escudos humanos:

HIJOS DE LA GRAN PUTA ME CAGO EN VUESTRA BANDERA Y PAÃ?S
Sindicato Sindicat