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Notícies :: corrupció i poder |
Valencia especula(cion)-El desarrollo de la Bega contempla más de 4.500 viviendas que casi permitirían duplicar la población
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per Valencia-copa-america |
01 set 2004
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La margen izquierda del río Júcar se ha proyectado como la nueva zona de expansión urbanística de Cullera. El proyecto realizado por el Instituto Valenciano de la Vivienda (Ivvsa) contempla la construcción de 33 torres de entre 15 y 25 alturas y otros dos edificios en primera línea de mar de 42 plantas, que albergarán dos hoteles. |
El desarrollo de la Bega contempla más de 4.500 viviendas que casi permitirían duplicar la población.
En una zona que abarca una extensión de 600.000 metros cuadrados se prevé la construcción de más de cuatro mil quinientas viviendas. Con este proyecto, la ciudad de Cullera casi podría duplicar su población actual, ya que la nueva urbanización albergaría hasta 15.000 nuevos vecinos, cuando durante el invierno en Cullera residen veinte mil habitantes.
El equipo de gobierno (PP-UV-Bloc) se ha fijado un plazo de dos años para que el proyecto esté elaborado. Por el momento, el pleno aprobó ayer, con los votos del gobierno municipal, la abstención de Alternativa Progressista de Cullera y el voto en contra del PSOE, someter a exposición pública el plan parcial de la Bega. Los grupos de la oposición denunciaron que el nuevo plan para la Bega sólo beneficia a los constructores y al Ivvsa. El portavoz socialista, Joan Grau, calificó de «curiosidad» que el arquitecto de este proyecto hubiera tenido intereses en solares de Cullera y que José Fermín Doménech, actual gerente del Instituto Valenciano de la Vivienda, haya sido precisamente representante de la Agrupación de Interés Urbanístico de la Bega.
El nuevo proyecto para Cullera llega en pleno debate político sobre la crisis del modelo turístico de la Comunidad Valenciana. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, atribuyó el estancamiento del sector a la saturación urbanística en la costa y criticó que el Gobierno valenciano mantenga un proceso de «urbanización al límite» en el litoral. Los grupos de la oposición de Cullera también critican el modelo urbanístico elegido para la Bega por las grandes torres proyectadas. Sin embargo el alcalde, Ernesto Sanjuán, defiende, que «las alturas son necesarias» y el proyecto es «imprescindible» para el futuro de la ciudad.
El plan prevé 2.200 plazas hoteleras, que se distribuyen en cinco parcelas. El 10% del suelo de la Bega será de propiedad municipal y en estos terrenos se construirán 500 viviendas de protección oficial. Además, se ha proyectado la construcción de más de 10.000 plazas de aparcamiento, casi un millar de ellas en un parking subterráneo.
El proyecto incluye, además, la construcción de los puertos deportivo y pesquero. El puerto deportivo dispondrá de entre 700 y 800 amarres y se completará con otro puerto en la margen derecha del río Júcar. Estas dos infraestructuras serán financiadas por el Consell, a quien se le donarán los terrenos una vez se apruebe la reparcelación.
El alcalde defendió que el proyecto de la Bega es necesario para poder entrar en la Copa del América. Tras la aprobación ayer en el pleno, ahora el plan parcial de la Bega estará un mes en exposición pública. |
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Comentaris
Re: Valencia especula(cion)-El desarrollo de la Bega contempla más de 4.500 viviendas que casi permitirían duplicar la población
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per uno |
01 set 2004
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Carta al Director del diario Levante - EMV
Convierta su barrio o pueblo en un nuevo Benidorm gracias al PePe
Leo el Editorial del Levante hoy 1 de septiembre del 2004, y no tengo más remedio que ponerme verde de impotencia ante un nuevo disparate de Blasco, conseller de Camps, que no de los valencianos...
Comparto y suscribo todo el artículo, pero me quedo con la frase final del editorialista "...que una administración pública proponga la ejecución de un nuevo Manhattan junto a la desembocadura del Júcar, en un espacio natural tan frágil como el litoral mediterráneo, produce, cuanto menos, desamparo en la opinión pública. "
A nuestra alcaldesa Rita y a nuestro presidente Camps les inquieta mucho la Copa de América, pero nada les importa escuchar la suave y serena voz de los ciudadanos cuando intentamos expresar nuestras dudas o proponemos nuestras iniciativas, quejas y sugerencias sobre temas de indudable interés público y social.
Contemplamos el desmesurado interés en convertir Cullera en una nueva sucursal de Benidorm, permitiendo la construcción de 33 torres con 25 alturas a pie de playa, infringiendo toda la normativa legal vigente y saltándose a la toreras las recomendaciones y tratados internacionales sobre protección del litoral y del medio ambiente...
Pero bueno, es una estupidez esperar que la derechona, casposa y bananera, que actualmente desgobierna la Comunidad Valenciana, respete y cumpla la legalidad; es como pedir que en una guerra exista piedad y cordura por parte de los diversos contendientes implicados...
Por eso los ciudadanos, hartos de tanta indolencia y atrocidad institucional, debemos denunciar con la voz firme y alta los disparates que realiza impunemente el gobierno PePero de Camps, tan detestable como su predecesor, el inefable Zaplana.
Tenemos que evitar, en la medida de nuestras pocas posibilidades, que se insista en saquear nuestra costa mediterránea. Resulta insultante que la Generalitat Valenciana tenga como prioridad Incentivar la construcción de apartamentos con dinero público; es todo un atentado a nuestra dignidad de ciudadanos y de contribuyentes, pues vamos a ser todos los que aportemos nuestro dinero para que unos pocos hagan negocio, destruyendo nuestro patrimonio natural de forma irreversible e innecesaria.
Se entiende y se comprende que se construyan viviendas sociales y de protección oficial en los núcleos urbanos que lo precisan, pero destinar el escaso presupuesto de la Generalitat Valenciana a promover viviendas privadas, puertos y aparcamientos en zonas que merecen ser protegidas y conservadas es un atentado que debe ser denunciado internacionalmente...
Hace unos meses, expertos internacionales denunciaban de forma contundente el deplorable estado de conservación del Saler y sus playas, insistiendo en la nula protección y regeneración de la Albufera. Ni la alcaldesa ni las autoridades autonómicas han adoptado medidas para evitar la visible degradación de las playas de Pinedo, del Saler... Parece que el tema de respetar nuestro legado natural y cultural no es una prioridad de los que dicen representarnos...
Para aquellos que tengan dudas sobre la penosa situación de nuestras playas y de la Albufera, les recomiendo una visita en barco y un bañito en las procelosas y sucias aguas de esas playas...
En fin, nadie en las instituciones autonómicas y locales de Valencia mueve un dedo por conservar nuestros bienes ambientales, nuestro legado natural... y en nombre de un desarrollismo bananero sale ahora el conseller Blasco y propone, muy serio y circunspecto, la conversión de Cullera en una nueva sucursal de Benidorm. Me temo que el inefable hombre orquesta, actual conseller de Camps, ha perdido los papeles y se ha olvidado que lo realmente innovador y necesario para nuestra tierra es promover planes de desarrollo sostenible que eviten lacerar y humillar nuestro litoral, nuestros montes, nuestros ríos...
Se ha olvidado el conseller Blasco que tiene diversas prioridades que asumir antes que iniciar un nuevo atentado urbanístico: incentivar un plan para la verdadera regeneración y conservación de la Albufera, así como es imprescindible y urgente impulsar un plan que conserve y cuide las playas y bosques del Saler. Le recuerdo a nuestro distinguido y honorable conseller que esas playas no tienen bandera azul dado el calamitoso estado que es visible a simple vista... Todo un desastre para nuestra imagen internacional, para nuestro prestigio.
No esperamos ni creemos que el PP recupere la dignidad y proceda a respetar la legalidad; ellos, los que ahora desgobiernan en la Generalitat Valenciana, nunca han confiando ni respetado las normativas establecidas, pues son y se comportan como depradadores y expoliadores sin piedad en todos los asuntos donde están involucrados...
No podemos dejar de mencionar los "olvidos" y burdas modificaciones de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano, una norma que nunca han aplicado y que tampoco respetan ni desarrollan, pues tienen otros intereses de mayor enjundia que acometer a diario, siempre de espaldas a los intereses y al futuro del bienestar de los todos los valencianos.
Antonio Marín Segovia
Cercle Obert de Benicalap
Iniciativas Sociales y Culturales de Futuro
Benicalap - Valencia, a 1 de septiembre de 2004
PROYECTO DEL IVVSA
El Consell impulsa en la costa de Cullera 33 torres de 25 alturas y hoteles de 42 plantas
El desarrollo de la Bega contempla más de 4.500 viviendas que casi permitirían duplicar la población
La margen izquierda del río Júcar se ha proyectado como la nueva zona de expansión urbanística de Cullera. El proyecto realizado por el Instituto Valenciano de la Vivienda (Ivvsa) contempla la construcción de 33 torres de entre 15 y 25 alturas y otros dos edificios en primera línea de mar de 42 plantas, que albergarán dos hoteles.
Maite Nácher, Cullera
En una zona que abarca una extensión de 600.000 metros cuadrados se prevé la construcción de más de cuatro mil quinientas viviendas. Con este proyecto, la ciudad de Cullera casi podría duplicar su población actual, ya que la nueva urbanización albergaría hasta 15.000 nuevos vecinos, cuando durante el invierno en Cullera residen veinte mil habitantes.
El equipo de gobierno (PP-UV-Bloc) se ha fijado un plazo de dos años para que el proyecto esté elaborado. Por el momento, el pleno aprobó ayer, con los votos del gobierno municipal, la abstención de Alternativa Progressista de Cullera y el voto en contra del PSOE, someter a exposición pública el plan parcial de la Bega. Los grupos de la oposición denunciaron que el nuevo plan para la Bega sólo beneficia a los constructores y al Ivvsa. El portavoz socialista, Joan Grau, calificó de «curiosidad» que el arquitecto de este proyecto hubiera tenido intereses en solares de Cullera y que José Fermín Doménech, actual gerente del Instituto Valenciano de la Vivienda, haya sido precisamente representante de la Agrupación de Interés Urbanístico de la Bega.
El nuevo proyecto para Cullera llega en pleno debate político sobre la crisis del modelo turístico de la Comunidad Valenciana. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, atribuyó el estancamiento del sector a la saturación urbanística en la costa y criticó que el Gobierno valenciano mantenga un proceso de «urbanización al límite» en el litoral. Los grupos de la oposición de Cullera también critican el modelo urbanístico elegido para la Bega por las grandes torres proyectadas. Sin embargo el alcalde, Ernesto Sanjuán, defiende, que «las alturas son necesarias» y el proyecto es «imprescindible» para el futuro de la ciudad.
El plan prevé 2.200 plazas hoteleras, que se distribuyen en cinco parcelas. El 10% del suelo de la Bega será de propiedad municipal y en estos terrenos se construirán 500 viviendas de protección oficial. Además, se ha proyectado la construcción de más de 10.000 plazas de aparcamiento, casi un millar de ellas en un parking subterráneo.
El proyecto incluye, además, la construcción de los puertos deportivo y pesquero. El puerto deportivo dispondrá de entre 700 y 800 amarres y se completará con otro puerto en la margen derecha del río Júcar. Estas dos infraestructuras serán financiadas por el Consell, a quien se le donarán los terrenos una vez se apruebe la reparcelación.
El alcalde defendió que el proyecto de la Bega es necesario para poder entrar en la Copa del América. Tras la aprobación ayer en el pleno, ahora el plan parcial de la Bega estará un mes en exposición pública.
¿Qué hace la Generalitat promoviendo apartamentos?
EDITORIAL diario Levante - EMV - 1 de septiembre de 2004
La ministra Narbona no tiene el don de la diplomacia ni tacto político. Suele decir verdades pero sin sutileza y sin ofrecer alternativas. Ni siquiera mide la repercusión de sus palabras, casi siempre de tono crítico, como cuando dice, sin más, que el modelo turístico de sol y playa toca a su fin, o cuando remata señalando con el dedo a la propia Generalitat Valenciana como impulsora de la urbanización masiva de la costa. Entra dentro de la lógica, pues, que el conseller Blasco saque pecho en nombre de la economía valenciana -para la que el turismo supone el 11% de su riqueza y de su tasa de empleo- y declare non grata a la titular de Medio Ambiente. Pero, por una vez, los hechos se han confabulado para dejar sin argumentos al representante del ejecutivo valenciano, dado que es el mismo Rafael Blasco, como responsable del Instituto Valenciano de la Vivienda (otra SA pública), quien anda inmerso en un proyecto urbanístico de dimensiones espectaculares y propio de tiempos pasados, que ayer mismo fue aprobado por el Ayuntamiento de Cullera. Se trata de la urbanización de la zona litoral de la desembocadura del Júcar, donde se pretende construir una especie de puerto deportivo futurista y una treintena de torres de apartamentos, medianos rascacielos frente al Mediterráneo que aumentarán en más de 15.000 personas el actual volumen demográfico capaz de ser soportado por el parque inmobiliario de la ciudad de la Ribera Baixa, uno de los más densos del litoral español. Curiosidades del destino, las nuevas torres dejarán en pañales las dos pastillas que, hace catorce años, fueron protagonistas de uno de los hechos colaterales del famoso caso Naseiro que salpicó el sistema de financiación interno del Partido Popular y que, antes, incluso, ya salpicaron a diversos técnicos y políticos.
Con todo, lo más incomprensible del nuevo plan de Cullera no es la densidad urbana y las alturas desorbitadas que propone, sino el carácter público de la iniciativa, pues se entendería que el IVVSA tuviera interés en promover viviendas de protección pública -para las que existe una demanda social sin satisfacer- y no apartamentos en la playa que, de sobra, la iniciativa privada es capaz de llevar a cabo. El conseller Blasco debería exponer algún argumento para justificarlo y no escudarse en la socorrida batería de adjetivos con los que se enfrenta, esta vez, a la ministra Narbona.
No parece que hayan pasado el desarrollismo sin freno de épocas pretéritas ni que la Generalitat actúe como necesario modulador de las ansias del mercado. Cuando tan en boga está la llamada sostenibilidad, que una administración pública proponga la ejecución de un nuevo Manhattan junto a la desembocadura del Júcar, en un espacio natural tan frágil como el litoral mediterráneo, produce, cuanto menos, desamparo en la opinión pública. |
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