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El periodismo espanglish
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per jr |
25 ago 2004
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El periodismo espanglish
Ignacio Alonso MarÃn, de Vilafranca del Penedès, publica hoy una carta en El PaÃs que titula "Radicales" y que invito a leer
Jaime Richart
...Y es que es una indecencia, una ignominia, una desesÂperación ver cómo, dÃa tras dÃa, la mayor parte de los meÂdios de comuniÂcación españoles se expresan como si los pueblos afgano e iraquà ocupaÂdos, sus hombres, sus mujeÂres, sus hijos y sus ancianos mereciesen el castigo a que vienen siendo someÂtidos hace dos y tres años respectivaÂmente. Es, por decirlo en roman paladino, una depravación del sentido más eleÂmental de la justicia distributiva lo que bulle en esos déspoÂtas ilustrados del periodismo del milenio. Es una depravaÂción, una abyecÂción, convertir, por el artificio de la palabra imÂpresa o de la difundida por megafonÃa, al laÂdrón en despoÂjado, al violador en violado, al asesino en vÃcÂtima, con toda naturalidad, sin el más mÃnimo sonrojo...
Además, ni siquiera podemos encontrar para ello ateÂnuantes. Pues esta subversión del lenguaje periodÃstico ni es gratuita ni es ocasional ni obedece al descuido o a la neÂgligencia. Este lenguaje depravado, aparentemente lógico y normal, es de la peor calaña en quienes asà redactan y asà consienÂten y asà se alÃan a la infamia por intereses ocultos. Y si no es por intereses inconfesables peor: será por falta de conciencia... Y esto serÃa gravÃsimo pues la falta de conÂciencia en una superestructura social carece de retorno.
Un 92% de los españoles, según ese mismo periodismo, se alzó en grito -ya que no podÃa en armas- contra la admiÂnistración Aznar que habÃa secundado la ocupación de Irak. Y puestos a comparar entre el abuso institucional de Aznar que dio la espalda a la ciudadanÃa, y el abuso permanente a que la clase mediática somete al pueblo español, no se sabe qué es peor. Si que un polÃtico con su partido detrás se enganche al carro de los fuertes para cometer una atrocidad esperando recibir unas migajas, o que los predicadores del siglo XXI sin sotana pero con credenciales que exhiben a toda hora y supuestamente sin esperar nada a cambio, diriÂjan abyectamente el pensamiento colectivo preparándolo y condicionándolo de esta guisa. Y no sólo el de sus lectores o sus televidentes de la circunstancia, pues en esto ocurre como en la educación religiosa fundamentalista allá donde se imÂparte con una dictadura detrás que la resÂpalda: que no sólo se lava el cerebro a los que directamente la reciben. El clima general psicolóÂgico, reforzado por los mecanismos institucionales, acaba contaminándolo todo y rindiendo al pueblo en general en virtud del lenguaje habiÂtual -vehÃculo de las ideas-, y el sentido que éste dé a los acontecimienÂtos. AsÃ, todos los españolistos terminaÂrán aceptando la idea del demonio, de que los americanos esÂtán allà por deÂrecho propio o divino, y que los iraquÃes y los afganos mereÂcen la esclavitud a que se han proÂpuesto éstos someterles. El lenguaje, a un tiempo directo y suÂbliminal, de la prensa y de los media obrará el milagro de conÂciliarnos a todos ante esa idea genial de que los buenos han ganado a los malos porque “trabajaron duroâ€? (la filosofÃa yanqui) para conÂseguir doblegarlos. Luego, poco a poco, irán cediendo las noticias, la opacidad se hará... y a otra cosa el mundo, el imperio y el petróleo...
Me avergüenza y me indigna leer cada dÃa esas crónicas con el senÂtido ordinario que les da El PaÃs, El Mundo, ABC, La Razón, y escuchar, como el que no quiere la cosa, los términos en que se ventean las mismas notiÂcias procedenÂtes de la misma agencia,en TVE1, en TVE2, en Antena 3, en Tele 5... Me avergüenza no sólo ver y leer cómo se trata en EsÂpaña esta cósmica impostura. Es que si esto, que es tan fácil de tratar se trata asà ¡qué será en asunÂtos graÂves de una trama menos ostensible! Me reitero en lo que decÃa ayer. El peÂriodismo español ejerce una insoportable tiÂranÃa ilustrada. Una tiranÃa, en muchos aspectos más difÃcil de soportar que una dictadura militar. Pues, una vez barrida por fin la presión catolicista coaligada a la dictadura franÂquista, es obvio que es el periodismo en España quien ha tomado el relevo y el encargado de imprimir carácter al taÂlante nacional. Y si ya de por sÃ, como decÃa Oscar Wilde, toda influencia es negativa, inocular puntos de vista en esÂtas condiciones, equivale a sodomizarnos mentalmente.
AlllÃ, en aquel tugurio, son los ensayistas mediáticos -RoÂbert Kagan, los Kristol (padre e hijo), Fred Barnes, los dos Kaplan, LawÂrence y Robert, Max Boot, Franck Gaffney ArÂnaud de Borchgrave, Morton Kondracke, Norman Podhoret, Charles Krauthammer- las tropas de choque que movilizan y acomÂpañan las operaciones de impacto inmediato y condiÂcionan al periodismo todo.
Aquà somos más modestos. Apenas hay ensayistas y, salvo algunas excepciones que me callo para no comprometerles, nos conformamos con PoÂlanco, RamÃrez, Ansón, sus socios y adláteÂres en la periferia... y la ConfeÂrencia episcopal. |
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Re: El periodismo espanglish
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per h |
26 ago 2004
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Leí la carta al director de el pais. Es muy buena, les mete mucha caña a los editores/redactores y dice las cosas por su nombre. |