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Notícies :: guerra
Palestina y el silencio internacional.
24 ago 2004
Una vez finalizada la Marcha contra el Muro, reproducimos experiencias, así como algunas fotos, referidas también a la situación en Nablus, de la que informamos el Sábado.
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22 Agosto 2004

Hace dos días que estoy de vuelta en casa. Vuelvo de Palestina después de recorrer durante 20 días esta tierra a lo largo del muro de la vergüenza. Mis compañeros me mandan noticias desde el campo de refugiados de Balata, a las afueras de Nablus, donde desde hace días el ejercito de ocupación israelí ha entrado invadiendo las calles y las casas con la violencia que les caracteriza. El indignante nombre de tal invasión es "Operación recogida de basura" y consiste en buscar puerta por puerta militantes armados. Me siento impotente y triste, más ahora que me encuentro lejos de este país. Acabo de mirar el Haarezt, donde no aparece ni una sola alusión a estas acciones contra los derechos humanos de miles de personas. La excepción es una noticia que enuncia “IDF soldier lightly wounded in blast in Balata refugee camp� ( Soldado de las fuerzas israelíes de defensa levemente herido en explosión en el campo de refugiados de Balata�).<p>



Sorprendida por la agresividad con la que las fuerzas de ocupación invaden Balata no puedo sino preguntarme porqué llaman operar a la invasión y porque no hablan de lo que en realidad esta ocurriendo con las familias que se ven sometidas a ello, cuando no, a ver sus casas ocupadas y saqueadas por los soldados mientras los encierran en una habitación de su casa por días. El Haarezt es un periódico considerado progresistas en Israel. Sin embargo en este país la ideología de izquierdas tampoco admite cuestionarse sobre los atentados contra los derechos humanos de los palestinos.<p>



Consultando otros diarios españoles me sorprendo nuevamente cuando veo que no hay ni una sola referencia a estos últimos y próximos días en Balata. Es decir, los abusos a los que se están sometiendo a los palestinos nos son noticia. No se consideran tan relevantes como la bomba que estalló en Qalandia el pasado día 11 o el ataque a un autobús de colonos en Ariel días anteriores.<p>



Después de todo lo que he podido ver y todas las historias en primera persona relatadas me pregunto a qué viene tanta complicidad con lo que puede denominmarse como genocidio de casi un siglo.<p>



Los palestinos se ven sometidos a contemplar la construcción de un muro que en algunas ocasiones obliga a demoler las casas que se encuentran a menos de 100 metros de este y en otras ocasiones a usar una de sus paredes para continuar su recorrido. Ambos casos pueden observarse en un mismo pueblecito de Tulkarem.<p>



También tienen que verse privados sus recursos acuíferos por el trazado de un muro que no respeta la Línea Verde del 67, sino que se rige por las fuentes de agua que quedaran al otro lado del muro para usufructo de los asentamientos judíos y que representan entre el 80 y el 90% del agua en Palestina.<p>



Los olivos pertenecientes a familias palestinas cuando no son quemados o arrancados para evitar que se lleve a cabo la recogida, quedan al otro lado del muro robando la base de la economía Palestina que también quedará en manos de los colonos. Sin olvidar que en muchas ocasiones estos mismos colonos atacan armados a los palestinos que valientemente y defendiendo el derecho a habitar su tierra acuden a los cultivos.<p>



En otras ocasiones, familias que debido a la división en Zonas A, B, C, han quedado encerrados en la zona C, bajo el control israelí y se ven obligados a pedir licencias que nunca serán concedidas por los tribunales israelíes, para construir servicios básicos como escuelas, alcantarillados o viviendas para una población con alta natalidad. Sus hijos se ven obligados a vagar todos los días por las callejitas del pueblo, sin ningún futuro, sin recursos y con el miedo de verse sorprendidos una u otra noche a las incursiones militares que con un poco de suerte les aterrorizarán durante unas horas. Desgraciadamente la mayoría de las veces invaden y derriban casas alegando de nuevo a la falta de licencia para construir sus casas sobre una tierra que les pertenece.<p>


Los check-points seguirán controlando el paso de estas personas, que esperan horas y horas sin saber si hoy el soldado de turno tuvo anoche un buen día y permitirá el paso o si los humillará e impedirá el paso a sus trabajos, escuelas, o casas de familiares. Muchos tendrán que cerrar sus negocios, sostenidos anteriormente por clientes israelíes que ahora gozan de carreteras en condiciones optimas y que dejaran de comprar productos palestinos. Otros verán como sus cosechas de toda una estación o kilos de carne se echan a perder en unas horas porque hoy el soldado de turno no tuvo un buen día o quizás nunca haya tenido ninguno.<p>



Muchos hombres y mujeres que regresan a sus hogares cada día seguirán sometidos al azar en el único checkpoint que les permite entrar a su ciudad rodeada por un muro de 8 metros de alto, como en Qalquilia. O tendrán que caminar durante 4 horas por las montañas controladas por soldados porque no pueden entrar en Nablus, sometida a uno de las diarias y hostiles invasiones del ejército de ocupación israelí.<p>



Y los refugiados del 48, desarraigados, sometidos al dolor desgarrador de haber perdido algún ser querido, un hermano, un padre, un compañero, se hacinan en los campos de refugiados. Solo el nombre ya significa lo terrible de su destino: ser refugiados en su propia tierra. Los políticamente activos serán juzgados sumariamente y encarcelados durante mas de 30 años por oponerse a la ocupación de un ejercito anárquico en sus formas e inhumano en sus acciones. Otros resistirán hasta la muerte y morirán acribillados en algún rincón de este campo de refugiados que ahora arde en sus esquinas y se revela en sus casas. Son personas como nosotros que no ven un futuro desde años. Los abuelos vivieron la Intifada, los padres volvieron a despertarse súbitamente en la segunda. Y los hijos y las hijas ven como pierden a los padres, a los abuelos y a los hermanos. Ven como lo pierden todo. Y como en todas las revoluciones, los descamisados son los que se levantan valientemente porque no tienen nada que perder.<p>

Estos días ocurre en Nablus, el mes pasado ocurrió en Tulkarem. Si se conoce la Historia se conocen las consecuencias de la opresión, la humillación de los castigos colectivos y la pobreza. Aunque se niegue la historia las consecuencias reales siguen ahí.



Y mientras los medios se empeñan en describir a estos seres humanos destrozados por una historia que le llevan imponiendo desde años señores coloniales que no han pisado sus calles ni lo harán jamás, apoyados por potencias económicas que ven con buenos ojos y justifican este genocidio. Es un genocidio étnico que hace crecer seres políticos sin posibilidad de expresarse pacíficamente. Y nos acusaran a nosotros, a los que no nos vemos capaces de juzgar la forma de este pueblo defenderse de la eterna ocupación, de comprender a los verdugos que hacen explotar bombas y los niños que hacen llover piedras.<p>



Hasta cuándo, en nombre de ningún dios, se seguirá sin decir que son los que se en este caso se hacen llamar victimas en los grandes medios de comunicación, con su muro de la vergüenza, sus invasiones cotidianas, sus controles, sus humillaciones, los responsables directos de tanta desesperación en una tierra que no les pertenece y que en caso de pertenecerles históricamente nunca preguntaron, nunca se sentaron a hablar ni pidieron perdón cuando pudieron hace dos décadas atrás, cuando ya algunos pensaban construir un muro de segregación para controlar a los militantes armados tres décadas antes con el fin de separar Israel de Palestina?<p>



¿Hasta cuándo aquellos que se hacen llamar víctimas seguirán viendo a los palestinos como alemanes del Reich? ¿Hasta cuándo cada vida truncada, cada niño asesinado a sangre fría, cada madre huérfana de hijo seguirá en el anonimato mientras en mi país, en la televisión pública, se ocupan de hablar durante más de una hora de un torero y su vida amorosa? ¿Por qué es trivial este tipo de abusos a la población palestina y no lo es un ataque a un checkpoint que atenta contra la vidas y realidades de estas personas?<p>



Después de haber visto lo visto estos días y desde este país no puedo mas que repetirme, hasta cuándo, porqué, quién, hasta cuándo, hasta cuándo... ¿por qué no entendemos que todos podríamos ser palestinos?.<p>
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>M.M.
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