En diciembre del 2002 la mayor
manifestación de nuestra historia bloqueaba las entradas de la
capital en una marea humana que se dirigía a la Praza do
Obradoiro para convertirla en la caja de resonancia de un clamor que
surgía sumándose unánime a la lectura del
Manifesto
Nunca Máis. El silencio mediático impuesto por los
gobernantes para eludir su responsabilidad en la catastrófica
gestión del salvamento, por ocultar los graves efectos de la
marea negra y disimular su absoluta incapacidad para dotar de medios
y coordinar las tareas de limpieza y recuperación del litoral
conseguía ser quebrado por la Cadea
Humana de Area Negra que sembraba en los corazones de la gente
más joven la dignidad, la esperanza y la ilusión que
nos estaban siendo arrebatados por ese atajo de políticos
incompetentes a base de mentiras,
censura y
represión
que aún
hoy continúa. El eco de aquel clamor se reforzaba en
Madrid poco despues, donde el Manifesto
da Dignidade era seguido por un millón de personas exigían
la dimisión de los responsables de esta catástrofe. Más
allá, nuestro clamor llegaba a Bruselas donde la lectura del
Manifesto
da Alianza conseguía abrir un claro de sol entre las nubes
y con esa misma fuerza, que es la fuerza de las mareas, conseguí
abrir también las puertas del Parlamento Europeo. Allí
fué posible llevar adelante la Comisión de
Investigación que había sido disuelta en el Congreso
español y que se materializó en el Informe
Sterckx donde se constata la responsabilidad de las
administraciones estatal y autonómica en este desastre
ecológico, económico y social que tuvo que ser paliado
por la autoorganización de la población civil y el
voluntariado.
Un año despues, el Manifesto
das Nove Ondas conmemoraba los 365
días de una dignidade que se manifestó de las más
diversas formas. Los proyectos de contrainformación de la red
contribuyeron decisivamente para difundir la que nos era negada desde
las insituciones a través de noticias, editoriales o
especiales sobre la marea negra como los de la Casa
Encantada, Indymedia
Portugal o Nodo50,
y que se verían reforzados con la puesta en marcha de este
nodo gallego de Indymedia. Los mensajes de los voluntarios y
bitácoras como la página de Iris, Ultreia,
A Cova da Moura y las de
blogaliza denunciaban la
situación relatando la experiencia personal durante la crisis,
recopilando información o dando difusión a iniciativas
como el google
bombing para exigir responsabilidades, la de pintar
la marea negra en los billetes de euros, y otras más
lúdicas como la página
de error 404. El Manifesto
Nunca Máis, Agora Xa conseguía aglutinar en la
Plataforma Contra a Burla Negra
lo mejor de nuestra capacidad creativa que cuajó en cientos
de exposiciones, conciertos, manifestaciones e iniciativas como la
Carpa Voluntaria do País
de Nunca Máis, el Foro
Negro o la rede
Arredemo que ahora está en marcha, al tiempo que grupos
como los colectivos Chapapote,
Redes
Negras o Mar
de Tinta sacaban adelante sús iniciativas. Surgieron
publicaciones como Contramaré
o Marea Negra,
y proyectos audiovisuales de protesta como el censurado Avertefué
o los vídeos
de BerroBamBám y una ingente
producción artística, documental, literaria,
musical, poética, ensayos científicos, libros,
álbumes... una vitalidade que continúa mostrándose
desde webs como a de la gente
de Carnota y de Voluntario
Libre.
La Plataforma
Cidadá Nunca Máis tiene el mérito de haber
sido capaz de juntar a todos los sectores vivos de la sociedad
gallega ejerciendo la representación de todo este movimiento
cívico ante las instituciones y los medios de comunicación
desde los primeros momentos de la crisis, convocando y organizando
las principales movilizaciones y acciones reivindicativas en
coordinación con las demás
plataformas. Sin embargo cuestiones como la exclusión
de los grupos independentistas, el siléncio
ante la carga policial en el parlamento galego (vídeos [
1|
2
]), el condicionamento a los intereses
electorales del BNG ou la dependencia
de un emprendimiento comercial para súa interfaz
electrónica fueron cuestiones de las que surgieron voces
críticas y posicionamientos contrarios a la gestión de
la Plataforma. Todo esto llevó a que en las conclusiones
del Foro da Verdade se hiciera explícita la necesidad de
abrir un debate de futuro como resultado de la reflexión sobre
el significado del papel de los movimientos sociales.
Los
responsables de la catástrofe continúan en sus puestos.
El pecio continúa hundido con miles de toneladas de fuelóleo
en su interior. La contaminación persiste afectando a las
cadenas tróficas alimentarias. La Xunta continúa
ocultando los datos sobre los efectos en el marisqueo y la pesca de
litoral. No hay estudios epidemiológicos en marcha sobre los
efectos en la población ou el voluntariado de los componentes
cancerígenos del chapapote. Miles de buques transitan
frente a nuestras costas cada año mientras carecemos de un
dispositivo de vigilancia y prevención que evite una nueva
marea negra, y en caso tampoco podríamos combatirla
eficazmente pusto que continuamos careciendo de los meios humanos y
materiales como buques anticontaminación, barreras oceánicas
o skimmers necesarios para hacerle frente.
Por eso queremos
contribuir a que se produzca ese proceso de reflexión crítica
para que desde las contribuciones personales y colectivas surjan
iniciativas y propuestas para fortalecer un movemiento social que
debe ser capaz de integrarse en las dinámicas de
transformación que tienen lugar en el resto del planeta. Cualquier aportación será bienvenida en
el editorial del nodo gallego:
Por que o movemento das mareas é
algo internacional e outro Prestige máis que posibel: é
previsibel. |