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Notícies :: mitjans i manipulació |
¿Qué debe entenderse por contra-información?
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per Jaime Richart |
06 jul 2004
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¿Qué debe entenderse por contra-información?
La contrainformación significa, en mi opinión, nada más y nada meÂnos que la sospecha permanente acerca de todo lo que se difunde por los medios oficiales... excepto naturalmente lo obvio.
Informar, o fingirlo, a toda hora es la mejor manera de desinformar
http://www.esfazil.com/kaos/
infokaosenlared ARROBA hotmail.com
Jaime Richart
La declaracion de principios salida de la reunión de TeÂrrassa los dÃas 2 y 3 está muy clara. Me felicito por haber encontrado un colectivo con un sustrato ideológico tan afÃn, en un paÃs en general muy superficial...
Ahora bien, hay una cuestión de fondo que me parece fundamental como correa de transmisión de esta y otras webs, que todavÃa no tengo claro. Tan fundamental me paÂrece, como se lo parece al Colectivo kaos cuando enfatiza el término tratando de distinguirse de la información general. Me refiero al sustantivo "contrainformación" de una Red.
Yo entendÃa, y entiendo, que, por desconfiar radicalmente de la información corriente, la contrainformación busca sus propios canales y también sus propios sucedáneos. A falta de fuentes fiables, de esas fuentes cuyo origen se pierde en las oscuridades de la información que tan significativamente hemos terÂminado llamando desinformación, la contrainformaÂción busca datos y referencias en otras fuentes informativas atÃpicas y está dispuesta a confeccionar sus propias teorÃas, sobre los hechos noticiados de una manera plana, simplista y sesÂgada la mayorÃa de las veces. La información en ocasioÂnes simplifica lo oscuro y en otras complica lo simÂple.
Las fuentes de la contrainformación van, desde el relato verosÃmil de eventuales labores de campo de periodistas de carrera sin empleo o aficionados, hasta el análisis a base de inferencias. Inferencias resultado de combinar y contrastar los datos divulgados por las Agencias o directamente por los corresponsales de un determinado medio, con la lógica elemental y los grados de verosimilitud. La precipitación acostumbrada de los medios permite muchas veces detecÂtar contradicciones en las secuencias de los productos inforÂmativos, que afloran a poco que se aplique un examen inÂgenuo y desconectado del aluvión informativo causa frecuente de aturdimiento y de confusión. Informar, o fingirlo, a toda hora es la mejor manera de desinformar. Que no sea la inÂtención (si no lo es) de las Agencias, nada tiene que ver con la deseable actitud de la contrainformación de actuar con la máxima serenidad y paciencia, únicos pero valiosÃsiÂmos reÂcursos con que no puede contar la información que se supone vigilada por estas webs.
¿Que hay muchos peÂriodistas honrados? Por supuesto. Pero no se trata de la honradez o de la profesionalidad, muÂcha o poca, de los peÂriodistas. Se trata de otra cosa. Se trata de que los perioÂdistas, los informadores y los analistas han de partir necesaÂriamente de datos fijos allá donde preÂcisamente para la contrainformación son variables, inciertos y pendientes de verificar, aunque a veces se tarde años en conocer la verÂdad y a menudo nunca llegue a conocerse. Mientras la inÂformación opera con instantáneas, la contraÂinformación soÂpesa. La contrainformación no necesita calÂcular venta de ejemplares impresos, ni shares de audiencia, ni cuotas de publicidad. Facilitar de manera a menudo atroÂpellada y sin contrastar la noticia grave, es lo que hacen las Agencias. Al Qaeda fue la culpable... Pues todo, desde un principio gira en torno a esa imputación predeterminada por las conveÂniencias polÃticas de una determinada administraÂción... Pero la contrainformación tiene la ventaja de que puede estuÂdiarla y analizarla a la luz de la lógica y de los pormenores que en la vorágine general pasan desapercibiÂdos. En demaÂsiadas ocasiones la lógica o más bien la falta de lógica asoÂciada a la noticia, falla. Y es porque la maniÂpulación que lanza la noticia asociada a culpabilidades preÂvias, le cuesta mucho trabajo cuidar de los detalles y tamÂbién falla... Pero hay que estar ojo avizor. Y eso debiera ser a mi juicio la inÂcumbencia prioritaria de la tarea contrainforÂmativa.
Porque lo que desde luego sà parece más claro en princiÂpio es que la filosofÃa central de la contrainformación pasa por la desconfianza automática en los medios como difusoÂres de verdades. Y que la desconfianza alcanza incluso a los análisis de peÂriodistas de postÃn cuyo trabajo sólo puede fundarse en inÂformaciones de las que no pueden dudar ni prescindir, porÂque de otro modo caerÃan por su base los palos del somÂbrajo. Trataré de explicarme un poco más claro.
Las noticias incuestionables sobre hechos incuestionables: “El WTC han sufrido el impacto de dos avionesâ€?; “Atentado en Atochaâ€?... recaen sobre dos realidades patentes. Pero luego, todo lo que se refiere a notificar causas, autoÂres, sospechas, culpables, delaciones etc está previsibleÂmente tan infectado de manipulaciones y preparados a la carta, cuanto mayor haya de ser la repercusión polÃtica del hecho desnudo en sÃ. Todas las informaciones que se desÂprenden de ambas noticias (las he puesto de ejemplo por destacar el relieve de lo que quiero decir) están basadas en informes oficiales u oficializados que provienen de gabinetes de prensa policiales, de servicios de inteligencia, de serviÂcios de investigación que han sido previsiblemente "adeÂcentaÂdos".
Pues bien, a mi juicio, la contrainformación y su razón de ser consisten, en no dar por válida más que la noticia maÂdre. La contrainformación significa, en mi opinión, nada más y nada meÂnos que la sospecha permanente acerca de todo lo que se difunde por los medios oficiales... excepto naturalmente lo obvio.
Hay un periódico digital, Réseau Voltaire, al que estoy suscrito, que obtiene datos que no forman parte de los paÂquetes de noticias y análisis ordinarios cuyos procedimienÂtos de obtención ignoro pero que tiene necesariamente que funcionar más o menos como acabo de comentar. No he visto nunca nada en él que haya sido recogido en los misÂmos términos que los rotativos impresos.
En definitiva, si este análisis está desenfocado equivoÂcado dÃgaseme lo que debo, debemos, saber para no nadar en lo que en estos moÂmentos me parecen aguas pantanosas. Primero porque que yo sepa hasta ahora no se ha definido de manera concisa lo que es “contrainformaciónâ€?, quizá porÂque parece definirse por sà solo. Como tantas otras cosas. Y en segundo lugar porque hace unos dÃas cuesÂtioné una noticia sobre la retahÃla de los presunÂtos implicados en la trama del 11-M que van desfilando por los periódicos dÃa tras dÃa, y luego resultó que la inserción fue del Colectivo de kaos, para sorpresa mÃa. Para mi sorpresa porque, habida cuenta lo que acabo de decir no podÃa penÂsar que a todo ese batuburrillo de notas y mentÃs constantes pudiera dárÂsele el más mÃnimo crédito. En fin, decidme, contadme, y seré todo oÃdos. |
Mira també:
http://www.esfazil.com/kaos/ |
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Re: ¿Qué debe entenderse por contra-información?
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per . |
06 jul 2004
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contrainformación es decir mentiras tocando los cojones. |
Re: ¿Qué debe entenderse por contra-información?
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per Kaos en la Red |
06 jul 2004
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Es evidente que tenemos a un provocador llenando de ruido la presente página.
El provocador debe saber mucho sobre como molestar, pero la mejor manera es la adopción de medidas para evitar que estos tipos dejen de violar y de provocar, en aras a que la información responsable, participativa y solidaria pueda fluir entre las personas y colectivos que sí tenemos un interés real para mejorar nuestra sociedad y convivencia diaria.
Kaos en la Red |
Re: ¿Qué debe entenderse por contra-información?
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per . |
06 jul 2004
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eso la censura, ese es el contrapoder de la izquierda |