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El dedo real
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per Beatriz Erice |
23 jun 2004
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Manos blancas no ofenden. Y las de los reyes lo son. Los reyes están por encima y por debajo de las normas y leyes que rigen a los demás. Porque, cómo puede regir algo al rey si es él quien rige. Ya me entienden. O no. |
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Juan Carlos I es un rey simpático. Campechano. Lo del dedo al aire de Vitoria, es en realidad una derrota. Una derrota a su profesionalidad. Que la tiene, y muy acrisolada, si bien menos que la de su compañera la reina. O no.
Don Juan, su padre, era también muy simpático. Y lo pasó mal el pobre, porque le tocó pagar platos rotos de padre, y de hijo. Don Juan era además muy demócrata. Tuvo contactos hasta con don Telesforo. Monzón. O no.
El futuro rey de nuestros hijos, es muy simpático también. Y muy guapo. Los borbones tienen buena juventud. Luego, menos. La reina de nuestros hijos es muy asturiana, como la sidra, y como la patria querida. O no.
La monarquía española no es como ésas que escandalizan Europa. La española es modélica. Deberían aprender en la Gran Bretaña, en la pequeña Holanda, y en las otras. Ni un mal gesto, hasta el otro día en Vitoria. O no.
Los reyes nunca se desnudan. Aunque aireen la vergüenza del dedo para decir que te den. En adelante el gesto, lejos de ser una grosería, será un detalle realmente elegante. Siempre que sea hecho con real donaire. O no.
Los reyes son irresponsables. Porque no se les puede pedir responsabilidades. La monarquía que instauró el Caudillo por la Gracia de dios se supone que es doblemente irresponsable. O sea, una gracia doble, una doble bula. ¿O no? |
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