¿Independencia?
Sin duda la respuesta es: ¡No! La independencia nunca llegó a las comunidades originarias, ni a más del 60% de sus habitantes que actualmente vive en la pobreza. Su futuro ha sido negado mientras que por otro lado, altas cúpulas de poder político y económico mexicano, favorecen a empresas transnacionales (Repsol, Iberdrola, Nokia, Movistar, Blackfire, Minera San Xavier, etc.), permitiendo el saqueo de los recursos naturales, y la pauperización y hasta desplazamiento forzado de las y los mexicanas de abajo.
México se desangra por la llamada "guerra contra el narcotráfico", en la que en 4 años de presidencia de Felipe Calderón han sido asesinadas más de 28000 personas y que ha servido para justificar la política intervencionista de Estados Unidos por medio de la llamada Iniciativa Mérida. Además de ser una "guerra" parcial al perseguir a unos cárteles del narco, pero protegiendo a otros. Esta guerra contra el narcotráfico ha sido aprovechada también para criminalizar la protesta social y la defensa de los Derechos Humanos y la Ecología.
Queremos celebrar lo que aún está por construir. Una independencia en donde las personas y los pueblos puedan decidir su futuro, decidir sobre su tierra y territorio, sus energías y sus bienes sociales (agua, luz, vivienda, educación, salud). Celebrar un reparto más justo de los recursos y las riquezas.
Celebramos las auténticas luchas de independencia, que aunque son constantemente reprimidas por los distintos niveles de gobierno, han continuado con estos 200 años más de resistencia. Así ha sucedido con los proyectos de autonomía de las comunidades rebeldes zapatistas, de San Juan Copala en Oaxaca, Santa María Ostula en Michoacán, la Policía Comunitaria y la resistencia a la construcción de la Presa La Parota en Guerrero, así como el ejemplar triunfo de Atenco, entre otras.
Festejamos la otra independencia, la de los que hoy luchan mirando al pasado, pero sobretodo mirando al futuro, un futuro con dignidad en el largo camino que nos queda por hacer.
